Estoy cansado, cansado de lidiar con la soledad. Este vacío que me embarga, me llena de odio y rencor.
A lo largo de mi vida, he visto como la codicia de unos pocos y los deseos de poder sumergían a los hombres en sangrientas guerras.
Aprendí de la peor manera que en una guerra no han vencedores ni vencidos, los dos bandos pierden por igual.
En una de esas estúpidas guerras perdí a mi hermano Thomas.
Su recuerdo, su mirada perdida, su cuerpo inerte en el campo de batalla, es algo que no puedo olvidar. Es algo que me atormentara siempre.
" Porqué él y no yo?"
Tengo mi cuerpo cubierto de tatuajes, uno por cada año de vida. Maldigo el día en que nací como hombre lobo y más como Alfa.
Ser casi inmortal me está consumiendo poco a poco. No es fácil vivir tanto y más cuando llevas tanto tiempo solo.
Hace casi 100 años que decidí alejarme de todos, tanto humanos como seres sobrenaturales. Vivo en un gran bosque. Escondido en el está mi cabaña, está tan oculta que nunca he visto a nadie cerca.
Hay un pueblo ha varios kilómetros, siempre que lo necesito me acerco y compro provisiones, paso el tiempo justo allí! El dinero no es problema.
He vivido tanto, que tengo dinero para tres o cuatro vidas más. Además tengo propiedades en varios estados. En caso de necesidad las podría vender.
Me dirijo al pueblo, necesito comprar provisiones y algunas cosas frescas, hace más de seis meses que fui por última vez.
Conduzco un viejo Jeep hasta el pueblo, recuerdo la primera vez que vine apenas había varias casas y una pequeña tienda. En cambio ahora ha crecido demasiado para mí gusto.
Termino mis compras todo lo rápido que puedo veo como unas chicas me miran y hablan sobre mi. Ellas no saben que puedo escucharlas.
La verdad es que hace tiempo que no estoy con una mujer. Al instante desechó la idea, puedo pasar sin ello, si al menos fuera mi compañera.
Supongo que la diosa Luna me castigo, por mi arrogancia y atrocidad. Hace tanto de aquello, es como si hubiera vivido seis o siete vidas. Aunque de hecho lo he hecho.
Voy a la oficina de correos, allí tengo un apartado postal.
Cojo todas las cartas y me subo al jeep.
No esperaba tantas cartas la verdad. Quizás debería pasar una vez al mes, pero me da tanta pereza.
Por fin en casa, me encanta el ambiente que se respira aquí, paz y silencio. Ese silencio que aveces me afixia pero recuerdo porque vine aquí y me tranquilizó.
Cojo una chocolatina, el correo y me siento en el sillón. Pulso un botón del mando y enciendo el televisor.
El mundo es una mierda!! Pero prefiero saber que pasa que perderme en la ignorancia.
Casi todo son informes sobre mis inversiones, digamos que vivir tantos años me enseño muchas cosas.
Hay una última carta, no me gusta nada ya veo el sello. Esto tiene que ver con el Gran Consejo.
Es un sobre blanco con un sello de cera dorado con la inicial B.
Es del consejo de bestias.
Que pueden querer ahora de mi, hace más de veinte años que los vi por última vez.
Abro el sobre y comienzo a leer.
Consejo de Bestias y Seres Sobrenaturales
Nos ponemos en contacto con usted con la premisa de contar con su presencia en la reunión extraordinaria que nos vemos en la situación de convocar.
Rogamos su asistencia el día 15 del mes quinto.
Está no es una invitación formal, Dada su antigüedad en este consejo se requiere su presencia de forma obligatoria.
Atte. C.B.
Arrugó la carta y la lanzó, esto no puede ser verdad, quedan solo dos días para que se cumpla el plazo.
Sino voy vendrán aquí, y no quiero que nadie descubra este lugar. Maldita sea!!
Mañana tendré que ir a la ciudad y coger un avión. De verdad que estoy cansado. La última vez creía haber sido claro con ellos.
Si tan solo fuera un poco normal pero no! Yo no podía tener suerte. Tenía que matar a una bruja y pasarme así sus años de vida.
Por lo poco que he podido averiguar pueden vivir entre seiscientos y mil años.
Espero que sean seiscientos y no vivir más de noventa años.
Está noche no he dormido demasiado mi lobo interior está inquieto, tengo la extraña sensación de que algo va a ocurrir en este viaje, lo que desconozco es si es bueno o malo.
Dos horas de coche, más tres de avión, me hacen sentir entumecido y aburrido. Todavía falta una hora más para llegar a la reunión.
Se va a celebrar en un pequeño pueblo escondido en un espeso bosque y protegido por un escudo de invisibilidad. Solo visible para seres mágicos o sobrenaturales.
Este camino lo hago a pie, llevo conmigo una mochila cargada a mi espalda con algo de ropa y poco más. No pretendo pasar mucho tiempo aquí.
Atravieso el escudo de protección y camino entre la gente, hay demasiados aromas aquí, no me gusta la gente y menos el tremendo dolor de cabeza que me despiertan.
Estoy en la entrada del edificio que preside el consejo. Los guardias bajan su cabeza en señal de respeto.
Continuo avanzando. Connor sale a mi encuentro.
- Hermano!! Cómo has estado? Ha pasado tanto tiempo desde la última vez.
- Bien, estoy bien aunque estaría mejor de no haber venido. Digo con sarcasmo.
En realidad no es mi hermano, pero nos conocemos desde hace tanto tiempo que es como si lo fuera.
Los hombres lobos puros no son inmortales pero pueden llegar a vivir algo asi como tres vidas humanas.
- Ven te acompaño a tu habitación, dice pasando su brazo por mis hombros.
No tolero el contacto físico pero a Connor se lo permito.
- Como están las cosas en la Manada? Pregunto curioso.
- Bien, todo marcha bien, solo esperan que un día regreses. No es que yo lo haga mal, simplemente es que tú eres y siempre serás su Alfa. Dice apenado.
- Bueno, no hablemos de eso ahora. Cuéntame y tu mujer e hijos?
- Ava sigue igual de bonita anque con los años más posesiva, los niños crecieron ya encontraron a sus compañeras. Así que imagínate..
Mi cara cambia de un momento a otro, ya no estoy de humor.
- Lo siento Uzziel, no debería haber dicho esto último. Dice avergonzado.
- No tienes la culpa, ahora voy a descansar. Llámame para la hora de cenar.
Inmediatamente después cierro la puerta.
Ahora solo quiero que lo que tengan que decir lo digan pronto. Demasiados Alfas bajo un mismo techo. No suele traer nada bueno.