Alemania Dresde, después de unos meses.
El tiempo había pasado. En una parte de Alemania, en la ciudad Dresde, se encontraba Lillie con su familia.
Algunos meses después de que su vida había dado un gran giro inesperado. Lillie seguía con su vida normalmente. Su familia se había unido más, y el padre de ella, Lionel Bachman nunca dejaba de estar al pendiente de ellas.
Todo iba tan bien hasta que sucedió algo trágico, algo que el padre de Lillie temía desde hace años, una de las razones por las que él se alejó de ellas. Lionel no era solo un simple hombre de negocios como muchos creían, él tenía otro mundo muy distinto al que mostraba a los demás.
El elegante, bien portado Lionel Bachman, era más que nada el líder de la mafia Alemana. Sus negocios turbios, los disfrazaba con sus empresas, y otros comercios que había adquirido con los años.
Lillie y su hermana no estaban al tanto de la verdadera profesión del hombre educado, solo Elena. Otra de las razones por las que ella lo había dejado, o quizás fue él.
Las cosas aún no se aclaraban, Lilli seguía sin hacer las preguntas que le atormentaban en su cabeza, ella prefería solo enfocarse en su vida, sus estudios y ahora en sus pequeñines. Que seguían creciendo en su vientre.
Pero un día de verano, en un fin de semana por la noche, Alexa le había planeado una fiesta sorpresa a Lillie, por su vigésimo cumpleaños. Su hermana se había puesto de acuerdo con otras amigas de la universidad que habían hecho ese tiempo. No eran muchas, pero si las suficientes para divertirse.
Tenían que viajar hasta la ciudad de Berlín donde sería la sorpresa, Alexa había planeado llevarla a un antro, uno de los más conocidos y famosos del país. Seria el cumpleaños más divertido que tendría su hermana, pensó Alex. Pero no contó que esa noche en vez de terminar con un festejo, acabaría con una tragedia, una gran desgracia, que se arrepentirían por haber ido a ese lugar ese mismo día.