Recuerdo a Jacob Braus, ese maldito hijo de puta que me arruinó desde que tengo memoria. Una hermosa mujer llamada Sarah y su esposo Samuel querían ser padres adoptivos, una tarde nos pusieron en fila y yo estaba tan emocionado que pensé que obtendría el amor que me faltaba y necesitaba. En última instancia, tendría una familia maravillosa y sería un niño normal, pero eligieron a Jacob, el maldito niño malo de 13 años que golpea a los niños. Tres días después, antes de que Jacob fuera adoptado, Sara y Daniel le dieron un conejo blanco.
Flashback.
Voy a la cocina por un poco de agua, escucho a los otros niños en la cocina. Me acerco y lo que veo me deja en un estado en el que es difícil reaccionar.
-¡No lo hagas, Jacob!
-¡No te metas, Genko! Los conejos son para comer, entonces vamos a cocinarlo.
-¡Esa agua está hirviendo, va a sufrir mucho!
-¡El enano tiene razón! Dante, Gabriel, agárrenlo y hagan que meta su mano en la olla, me dirás si el agua está lo suficientemente caliente o mi conejo no se cocinará bien.
Sus dos amigos de la misma edad de Jacob me hacen poner la mano en el agua caliente, grito de dolor y todos ríen.
-¡¿Qué está pasando aquí?! ¡Jacob, Dante y Gabriel, suelten a Genko!
Elena es la mujer que prepara los alimentos en el orfanato.
-¡Salgan de este lugar! Hablaré con la directora sobre esto.
Ellos salen y nos dejan a solas.
-Cariño, siéntate, traeré mi botiquín de primeros auxilios.
-Gracias, señorita Elena.
Por la noche mis manos me duelen insoportablemente, con quemaduras en todas mis palmas. Salí y cuando sentí el frío en los huesos cerré los ojos y el frío detuvo el dolor al instante y me encantó. Lloré amargamente y sentí dolor en mi corazón, también quiero ser seleccionado primero, también quiero un hogar y quiero un pequeño conejo como mascota.
Fui a la habitación de los niños grandes y robé el conejito, y no podría estar más feliz con mi logro. Lo puse en el bosque y experimenté la libertad de una vida pequeña antes de que Jacob lo lastimara.
Al día siguiente por la mañana fui despertado por los gritos de la directora. Me sorprendió al ver a Jacob y su banda frente a mi cama.
-¡Señora directora, él es quien robo mi conejo y lo mato!
-¡Yo no lo hice! ¡Tú querías cocinarlo vivo, Jacob! Solo lo salvé y lo liberé en el bosque.
-Señora directora, yo vi cuando lo puso bajo su cama.
-¡Eso no es verdad! -grito con todas mis fuerzas.
-¡Dante, mira bajo su cama! Tú dices que lo viste.
-Así es, señora, y se lo puedo demostrar.
Dante saca de debajo de mi cama al pobre conejito sin cabeza.
-¡Eso es todo, serás encerrado en la habitación aislada de niños problemáticos! Después hablaré con el comité para saber qué haremos contigo.
Ella me toma con fuerza y me lleva a esa sucia habitación, pero no me importó, en mi cabeza solo estaba la imagen de ese pobre animalito indefenso en las manos de ese demonio.
Alguien abre la puerta de la habitación, es la señorita Elena.
-Cariño, escuche a la directora hablar por teléfono, te llevarán a una institución para niños criminales.
Me lanzó en sus brazos, ella besa mis manos.
-Señorita, yo no le hice daño, lo juro.
-Lo sé, cariño, no debes explicarme nada, debo irme antes de que me descubran, come este chocolate, sé que es tu favorito. Todo estará bien.
Me abrazó por última vez y cerró la habitación. Esta habitación se usaba para almacenar leña para la chimenea en el invierno y todavía hay algunos troncos grandes y algunos troncos pequeños. Después de una semana en esa habitación, mi odio y dolor aumentaron y me cansé de los abusos y las golpizas. Me juré a mí mismo que no mostraría piedad a nadie, y planeé el escape perfecto. Esa noche, la directora me invitó a cenar.
-Mañana serás transferido a otro orfanato para niños como tú.
Mientras hablaba, agarré la pieza de madera más pesada de la habitación con ambas manos. Ella quería salir, pero corrí más rápido porque era una anciana. Cerré la puerta y ella gritó pidiendo ayuda. Antes de que pudiera llamar la atención de alguien más, él la golpeó en la cabeza y ella cayó al suelo.
Respiré hondo y al mismo tiempo vi como su sangre manaba de su cabeza. El olor y ese sentimiento vengativo era increíble y tome la llave y salí de esa habitación. Fui a su oficina y busqué en los cajones y encontré sobres con mucho dinero en ellos. Son donaciones de personas. También encontré una navaja de bolsillo.
Luego volví a mi habitación y puse algo de ropa, dinero y otras cosas que me ayudarían más tarde en mi mochila. Estaba tan feliz de que todos estaban cenando en el comedor, estaba a punto de irme, pero me encontré con Jacob, Dante y Gabriel.
-Tú querías quedarte con lo que es mío, vas a pagar por ello, Genko. ¡Tómenlo de las manos!
Antes de que Dante me toque corto su palma de la mano con la navaja, él llora de dolor. Hago lo mismo con Gabriel.
Me acerco a Jacob y corto su garganta sin piedad, se lo merece.
Verlos retorcerse de dolor, ¡oh!, qué sensación más exquisita, tomar todo ese dinero me causó la misma sensación.
Fin del flashback.
-¡Alessandro! ¡Amigo, te estoy hablando!
-¿Qué pasa?
-¡¿Qué pasa?! Te dije que ese hijo de puta está tras nosotros y tú divagas en otro mundo.
-Calum, repíteme el nombre y lo que sabes de ellos.
Calum es mi mejor amigo, asistente e investigador privado.
-Alessandro, Samuel Braus está tras nosotros, es el capitán del FBI. Tiene las pruebas suficientes para venir por ti y llevarte a la cárcel.
-¿Qué pruebas tiene?
-Sabe que estás involucrado en el desfalco económico de otras empresas, además de transportar armas ilegales a otros países. Tu nombre y firma están en los documentos, la policía detuvo a nuestros hombres antes de llevar el cargamento de armas en el barco, estamos acabamos.
-Dile a uno de nuestros hombres de confianza que preparé mi avión privado para hoy a las 12 de la noche, nos iremos por un tiempo, Calum.
-Cómo tú digas, amigo, me iré y te llamaré lo antes posible.
Asentí y él salió de la oficina de mi mansión. Mi mansión de un millón de dólares está en el bosque, es difícil de encontrar, sé que la policía no me encontrará en diez años, pero me iré por un tiempo.
Para algunos de los que me conocen, soy un hombre de negocios que extrae arena y tengo algunos botes, pero eso es solo una tapadera para todo lo que hago. Hacer el bien y hacer lo correcto es una pérdida de tiempo en esta vida.
Por eso cambié mi nombre, soy Alessandro Tamar, el dueño de Arenas Tamar, que vende arena a grandes constructoras, y sé que nunca saldré de la cárcel si me pilla ese cabrón de Samuel Braus, el capitán del FBI. Por mis crímenes. Nadie sabe mi verdadero nombre, enterré a Genko MC-Daniel en ese orfanato esa noche.
Por la tarde preparé mi equipaje y por la noche estoy listo para irme, miro la hora en el reloj en mi muñeca. Son las nueve de la noche, sé que es temprano, pero no me importa, me iré después de cenar algo. Salgo de mi oficina y bajo por las escaleras, en la cocina me encuentro con la señora Susan.
-¡Buenas noches, señor!
-Pensé que ya te habías ido a tu casa, Susan.
-Sé que me ordenó que lo hiciera, pero no quería dejarlo solo, le serviré la cena y me iré.
-Te lo agradezco, Susan.
Después de cenar, Susan se va a su casa. Son las diez de la noche, escucho ruido, preparo mi arma y después me levanto.
Hasta que Emily aparece frente a mí.
-¿Me vas a disparar, cariño?
-¡Largo de mi casa! Sabes que odio repetir las cosas.
-Calum me dijo que te irías esta noche, quise darte tu despedida, cariño.
Ella se quita cada prenda lentamente, esta zorra piensa que puede excitarme con esto. Ella camina hacia mí completamente desnuda.
Coloca ambas manos sobre mi cuello, más tarde, intenta besarme, la tomo de su mandíbula y la empujó.
-Alessandro, no me hagas esto, te necesito. Necesito tenerte conmigo y sentirte dentro de mí, quiero que esta noche hagamos el amor.
-¡Hacer el amor! Nunca haría algo así con una puta como tú. Te vas a casar, pero no respetas tu cuerpo y a tu esposo, solo te usé para follarte, lárgate de mi casa.
-Sé que solo fue una vez, pero yo me enamoré de ti, Alessandro, no seas tan cruel, no lo merezco.
-Si te arrodillas y me suplicas que te folle, tal vez pueda cambiar de opinión.
Ella lo hace.
-Alessandro, te suplico que te folles.
-¿Por qué lo haría, Emily?
-Por qué te necesito, por favor.
Ella está haciendo lo que me gusta, rogando por sentir mi polla. Esto es lo único que hace que me ponga duro.
-Lo haré, pero depende de ti. Sabes lo que me gusta.
Me desabrochó los pantalones y me bajo la cremallera, luego sacó mi polla dura y se la metió en la boca sin pensar, pero sabía que no podía con la mitad porque se ahogaría. La agarré del pelo con fuerza y la obligué a ponerse de pie. La tiré sobre la mesa y me hundí en ella. Hice esto implacablemente y ella me gritó que me detuviera.
-¡Acaso no era esto lo que querías! Querías que te follara.
-¡Me duele, Alessandro! ¡No, no la quiero toda!
La vida que llevo me ha hecho estar alerta en todo momento, sé que hay alguien más, es como si pudiera sentirlo. Disparo cuando veo la sombra una persona, rompo el florero y me trato de subir los pantalones.
Emily toma su ropa y se va de la casa.
Camino apuntando con mi arma.
-¡Solo te diré una oportunidad, sal de ahí o voy a disparar, sé que estás detrás de la puerta!
Una chica sale, esta temblorosa.
Tan solo por un momento siento que mi respiración se corta, mi corazón late con fuerza, nunca había sentido, está sensación, ¿será un ataque al corazón o será por qué no acabé cuando estaba con Emily?
-Buenas noches, señor, sé que lo asuste, no fue mi intención yo...
-No conozco lo que es tener miedo, ¿quién eres, niña?
-No tenga miedo, solo necesito ayuda.
-Si dices una vez más que estoy asustado o tengo miedo te vuelo la cabeza.
-Señor, ¿en verdad se siente tan bien hacerlo? Me refiero al sexo, esa señorita estaba llorando, mis amigas dicen que hacer el amor es lo más increíble del mundo, entonces, ¿por qué ella sufría?
Sus ojos verdes me miran con ingenuidad esperando una respuesta. Son los ojos más puros e inocentes que he visto en mi vida, pero fácilmente podría estar fingiendo.
-¿Qué edad tienes? ¿No deberías estar en casa con tus padres, niña?
-Hoy cumplí 18, bueno, lo hice hace más o menos una hora, podría responder mi pregunta, realmente quiero saber.
-Largo de mi casa, una de las cosas de las cuales carezco es de paciencia.
Me doy la vuelta y estoy a punto de irme, pero ella me toma de la mano.
-¡Por favor, necesito saberlo! Me iré después de que me lo diga.
-Nunca estoy con la misma mujer más de una o dos veces, no me importa esa tontería de hacer el amor, el sexo solo es para disfrutar y solo eso. Ahora lárgate de mi casa.
-¡Espere! ¿Usted piensa que soy tan bonita como esa mujer? Creo que usted debe tener mucha experiencia.
-Tengo 33 años y tu 18, eres una puta niña, ve a escribir mensajes con algún chico de tu escuela y lárgate de mi casa.
Subo por las escaleras y ella intenta seguirme.
La siento la borde de las escaleras y la tomo del cuello.
-Wow, tiene tanta fuerza y sus ojos son azules, son tan hermosos.
-¡Raven! ¡¿Estás aquí?!
-Son mis amigas, debo irme.
La suelto y ella besa mi mejilla rápidamente.
-Qué bueno que nos conocimos, vendré a platicar con usted otra noche, de día no puedo. ¡Nos vemos, Alessandro!
¡¿Qué demonios acaba de pasar?!