- ¡Vamos Jesse levanta ese culo de la cama y vístete con tu mejor vestido de puta!
Mi mejor amigo Diane Lobster, me quita la sábana del cuerpo dejando a la vista mi asqueroso pijama y mi horrible rostro lleno de ojeras.
- ¡Dios hueles a muerto! - Diane pellizca su nariz para evitar oler mi hedor.
- Sabes que no quiero salir. - Vuelvo a taparme con las sábanas.
- No, no puedes seguir con este calvario. - Vuelve a tirar de las sábanas, para dejarme a la intemperie. - Debes olvidar al idiota de Cliff.
Hace dos meses había terminado con mi novio de 6 años de relación y aun no logro superarlo, pero es que nadie en su sano juicio puede borrar 6 años de su vida. Cliff para mi ha sido el mejor novio que he tenido, es atento, caballeroso, muy responsable y además es uno de los hombres más guapos que he visto... pero debo admitir que nuestra relación se enfrió unos años atrás.
Nuestras relaciones sexuales se basaron en la monotonia, y se volvieron sosas y sin sentido... hasta que tomó la decisión de terminar con lo nuestro contándome que había comenzado a tener sentimientos por una de sus compañera de trabajo, por respeto a mi nunca tuvieron nada, y que me consideraba como una buena amiga. Cuando escuché eso mi corazón se hizo añicos, me fuí de nuestro departamento y ahora vivo con Diane.
- No lo llames idiota, sabes que no lo es.
- Tu no lo defiendas, porque sabes que lo que hizo fue una bajeza.
Me senté sobre mi cama y la observé con desdén.
- Sabes que el corazón quiere lo que quiere. Así que no podía retenerlo en contra de su voluntad.
- Pero aun sigues haciéndote daño, creyendo que fue tu culpa que la relación terminara, mientras él está con su otra novia disfrutando de la vida, por eso quiero que levantes el culo de la cama, vayas al baño, depilas cada unas de tus partes y te vistas lo más provocativa posible, porque esta noche iremos de cacería.
- Diane yo...
- Jesse, no hagas que te tire agua encima, no me importa si se te moja la cama. - Advierte
Coloco mis ojos en blanco y me levanto de la cama.
- ¡Esa es mi chica! - Diane brinca de emoción. - ¡Hoy vas a follar con cualquiera!
- Hago esto porque me estás obligando, no porque quiero, además tender mala cara toda la noche.
Entro al baño y me miró directamente al espejo, mi cabello castaño está completamente despeinado, tengo ojeras que llegan casi a mis mejillas y mi piel luce seca y quebradiza. Definitivamente mi aspecto era un asco y me había descuidado muchísimo.
Diane tenía razón al decir que Cliff debe estar muy feliz con su nueva pareja, mientras que yo me seguía desviviendo por él. De inmediato una sensación de enojo y ganas de romper el espejo me invadió.
- A partir de hoy serás una persona diferente Jesse West. - Me digo frente al espejo para comenzar toda mi transforación.
Tallo, enjuago y rasuro cada zona de mi cuerpo, a excepción de mi cabello, cada milímetro de mi piel se fue perfumando lavanda, dejando a su paso frescura y revitalización. Y es que mi ruptura con Cliff me ha afectado tanto que me descuide a tal punto que ni siquiera me permitía consentirme a mi misma. Me deje llevar por la profundidad de mi sentimiento de pérdida que no calcule cuanto me iba a durar el luto.
Sequé mi cabello, lo planche y maquille mi rostro tal cual como lo solía hacer cuando salía a festejar con Diane, en nuestros tiempos de universidad. Busqué dentro de mi clóset, el mejor vestido que podría representar mi renacimiento, y justo cuando lo vi, supe que iba a ser el elegido.
Un hermoso vestido de color negro, con escote pronuciado y un espaldar inexistente, dejando a la vista mi maravillosa piel blanquecina, tome unos tacones aguja con suela roja y por ultimo pinte mis labios de rojo dandole ese toque matador s mi nuevo yo.
- ¿Jes? - Diane toca la puerta. - ¿Ya estás lista?
- ¡Adelante!
Diane abre la puerta y al verme su sorpresa fue tal que comenzó a brincar de la emoción.
- ¡Diablos Jes, luces candente! - Se acerca a mí y me da un fuerte abrazo. - ¡Vas a arrasar hoy con todos los chicos!
- No pienso ligar con nadie. - Le aclaro. - Porque hoy únicamente enterraremos los sentimientos que tuve alguna vez por Cliff.
- ¡Esa es mi chica!
Al salir de nuestro departamento y sentir la brisa de la noche calar por mis huesos pude sentir nuevamente que era libre, definitivamente esta noche se va a marcar un antes y un después en mi vida.
Diane detuvo un taxi y le dio la dirección de nuestro destino.
- Te va a encantar el lugar. - Aseguró la rubia de mi amiga. - He ido unas cuantas veces con Karla y siempre terminamos ligando con hombres de buen ver. - Mi amiga hace el movimiento de dinero.
- Definitivamente tu y Karla son un caso perdido.
- No somos un caso perdido, solamente le damos uso al montón de dinero que esos hombres tienen.
- Es mejor tener dinero propio ¿No crees?
- ¿Y que te hace creer que no tengo dinero? - Diane enarca una ceja.
- Como sea, sabes que esta noche solamente me emborracharé hasta perder la conciencia, necesito olvidar a Cliff lo antes posible para seguir mi vida.
- Lo lograremos cariño, haré que olvides a ese idiota en un santiamen.
En pocos minutos llegamos a la zona rosa de la ciudad, lugar donde se encuentran las mayores discotecas, bares y prostíbulos, pero había uno en especial con un gran letrero que decía "GOTIC" una gran fila recorría hasta la mitad de la acera y al parecer todos querían ir al mismo lugar.
- No me digas que vamos a tener que hacer esa gran fila.
- Tranquila, conozco a uno de los dueños. - Ella me guiña un ojo. - Déjenos aquí señor.
El auto se detiene y Diane paga. Miro el imponente edificio y las exuberantes letras de color rojo que decian "GOTIC"