Mi nombre es Deimon, tengo veinte años de edad, sigo estudiando en la universidad y con un amigo mío hacemos inversiones en empresas, eso ha sido una entrada de dinero que nos posibilita el pagar nuestros estudios y no pasar tanto trabajo, aún así no es suficiente.
En estos momentos estoy desecho, tengo miedo, me caracterizo por ser un hombre fuerte, que enfrenta cualquiera dificultad, pero en este caso mis fuerzas y todo lo que me rodea no me importan. Solo me queda una cosa en la mente y es que estoy apunto de perder a mi niña.
Aunque no tengo el suficiente dinero para encargarme de una criatura y la universidad, no me importa, desde el mismo momento que supe que sería papá todo dejó de importarme para solamente interesarme en mi niña y su futuro, quería darle todo lo que yo no tuve,la protegería, así que me esforcé el doble. Pero tal parece que mis esfuerzos fueron en vano ya que no pude protegerla de su madre, la estúpida de Lusiana se ha provocado el parto antes de tiempo, cómo, no lo sé, ni me interesa, solo le pido a Dios que mi nena este bien.
Veo como las puertas se abren y sale el médico con su bata, yo me acerco a él, tengo miedo de preguntar.
-Tuvimos un poco de trabajo pero todo está bien, lamentablemente la niña por ser un prematuro de siete meses tiene complicaciones y se encuentra débil, haremos todo lo necesario para salvarla pero trate de estar preparado para lo peor.- Esas palabras fueron como dagas a mi corazón.- la madre se encuentra..-
-No quiero saberlo, no me interesa,- le interrumpo, no quiero saber nada porque se que sería capas de cometer una locura y mi hija en estos momentos me necesita. - esa mujer se provocó el parto antes de tiempo, por mi como si se muere, yo solo quiero saber dónde está mi hija, es lo único que me interesa, ella tiene que saber que aquí tiene un padre que la espera...- le digo.
El médico le hace seña con la cabeza a una enfermera y esta me hace seguirla hasta un cunero donde se encuentran otros niños fuertes sanos, pero lastimosamente mi bebe no está ahí, pasamos este lugar y me lleva a un habitación donde me brinda ropa. Una vez puesta la ropa y los guantes, me lleva a otra puerta, se abre y me guía hacia una caja de cristal. Ella se va y la imagen que veo me hace sentir como puñados de cuchillos se clavan en mi cuerpo, alma y corazón.
Mi bebe está conectada a gran cantidad de cables, tiene cables por todo su cuerpecito, veo como se esfuerza por respirar y mis lágrimas corren por mi cara. Meto las manos por la aberturas que hay en la caja y con un dedo le toco su manita.
-Mi bebe, por favor, se fuerte, vive, lucha, no me dejes- es lo único que puedo decir, ya no puedo más y cierro los ojos. Un ligero apretón en mi dedo me hace que mire a mi nena y veo como me lo aprieta. Quiero pensar que mi nena me escucha y me entiende, que me está diciendo que nunca me dejará solo, ese es mi único consuelo...
Y así pasan los días, hace una semanas por poco mi nena se me va casi tres veces pero es una luchadora y sigue aquí. Gracias a dios ya está mejor y le han quitado los cables, ya respira normal y está creciendo bien, las enfermeras me tratan de animar haciéndome cuentos de lo que hace cuando no estoy por aquí. El ver a mi niña lo fuerte que es para enfrentarse ante la muerte me da las fuerzas necesarias para seguir adelante.
De Lusiana no se nada, tampoco me interesa, solo sé que se fue y en ningún momento de estos tres meses ha venido a ver a su hija..
......
Ya estamos en la casa, hace cerca de dos semanas que le dieron el alta a mi niña, entre Marcos y yo nos encargamos de ella, contraté una niñera para que se ocupara de ella mientras nosotros no podemos, pero la verdad, yo siempre puedo, no me interesa no dormir por causa de mi bebita, ella lo merece, en su corto tiempo de vida se ha enfrentado a la muerte por eso es que trato de estar ahí, ya han sido muchas las veces que por poco la pierdo...
....
Lusiana regresó, esta vez para decirme que si no vuelvo con ella me quitará a la niña,no tengo el dinero suficiente para enfrentarme a ella, así que acepté, esto es una tortura, hago esto por mi niña porque se que su madre, quien no se merece tener una bebita como la mía es capaz de cualquier cosa por atarme a ella y por el momento tengo que seguir así...
El padre de Lusiana es un hombre muy poderoso, tiene sospechas de ser un criminal pero nadie puede probarle nada, tengo que tratar de hacer lo que esté a mi alcance para salirme de aquí, así que me filtré en la red oscura del interned y aunque sé que era un riesgo gracias dios alguien respondió a mi llamado, lo sé porque en menos de que se cumplieran los cuatro meses de estar viviendo con Lusiana esta se fue y desapareció de mi vida y la de mi hija...
-Papá, papá- el llamado de mi hija me desconcentra de los papeles que estoy revisando.
-Dime Katy- ni caso me hace, entra por esa puerta como si el mundo se fura a acabar y se pone al lado mío con ojitos muy alegres e ilucionados.
-Puedo ir a casa de Manu a comer pastel de Chocolate, he he? Di que sí, di que si.- empieza a dar saltos en el lugar.
Manuela es la vecina, tiene alrededor de unos veintidos años, desde que la conozco hace ya cinco años, siempre ha mantenido una relación muy cercana con mi hija. Eso si, nunca me gustado tenerla cerca, es un lío, siempre llama el desorden con su temperamento despreocupado.La única razón por la cuál dejo que Katerin se apegue a ella porque esa mujer es capaz de dar su vida por mi hija. Lo digo literalmente, eso fue un accidente en el cual la nana por irresponsable le soltó la mano a Katy y la niña se fue corriendo tras no se que, llego al medio de la calle y un carro venía pasando, el solo pensar en ese día se me ponen los pelos de punta. De la nada apareció esta mujer y empuja a mi niña fuera del camino del auto. Que susto al ver eso, cabe señalar que del tiro despedí a la nana.
-Si pero..- un grito me interrumpe
-Eres el mejor- me da un beso en la mejilla y como mismo entró salió. Yo solo sonrío.
Qué rápido pasa el tiempo, Katy se ha convertido en una niña de hacho años muy inteligente, demasiado diría yo. No es malcriada aun cuando todo lo que ela quiera se lo doy, claro no siempre, no quiero que se convierta en alguien como su progenitora. Para mi niña su madre está muerta y es una mujer que la amó mucho, no quiero que mi niña se sienta mal. Para todos exepto para Luna, Marcos Lusiana está muerta y así seguirá...
Una explosión hace que salga de mi despacho corriendo y salgo en busca de Katy, al llegar a casa de Manuela, de pronto salen dos personas pintadas, de tras de ella un río de espumas multicolor.
-Creo que no se podía hacer así.- Escucho como mi hija dice ahogada en risa.
-Yo también lo creo- le reponde Manuela, que le sigue con la risa..
Al darse cuenta de que estoy presente y con cara de malos amigos dejan de reír pero puedo escuchar a Manuela decir..
-Creo que el perro con malas purgas llegó- trata de aguantar la risa y Katy también.
-Muy chistosita- digo y ambas se poner serias- quiero que me digan que rayos pasó y quiero la explicación ahora- digo sin dejar a dudas nada.
Ambas se miraban y Manuela dice con cara de inocente.-La máquina de hacer burbujas ¿se rompió?- y suelta una sonrisa forzada.
Yo por mi parte la quiero matar....