Victoria Goméz presenta Nadie contra nosotros, una historia de amor entre una joven que vive limitada por su familia y un hombre mayor, poderoso pero enfermo. A pesar de las dificultades, el destino los une, formando una pareja fuerte que enfrenta todo juntos. Él está listo para enseñarle todos sus secretos. Puedes encontrar más historias como esta en la app ManoBook.
Ella vive restringida por su propia familia. La menosprecian y humillan en cada oportunidad. Él, mucho mayor que ella y aunque poderoso y adinerado, siempre es subestimado por estar enfermo y condenado a una silla de ruedas. El destino prefijó que estuvieran juntos y crearan la pareja perfecta que los haría convertirse en los aliados y amantes más grandes. Él está listo para enseñarle a ella todos sus secretos.
parte 1: la historia de Nadie contra nosotros
parte 2: personajes principales de Nadie contra nosotros
parte 3: el capítulo más popular de Nadie contra nosotros
parte 4: Donde Leer Nadie contra nosotros libro gratis
Victoria Goméz presenta en Nadie contra nosotros la historia de Amalia y Edgar. Amalia vive restringida por su familia, que la menosprecia y humilla constantemente. Por otro lado, Edgar, mucho mayor que ella, es un hombre poderoso y adinerado, pero está condenado a una silla de ruedas debido a su enfermedad, lo que hace que muchos lo subestimen.
El destino une a Amalia y Edgar, quienes, a pesar de las diferencias y obstáculos, forman una pareja sólida. Edgar le enseña a Amalia sus secretos y la apoya en su proceso de crecimiento personal, mientras que ella también le brinda apoyo y le demuestra su valor más allá de su condición física.
A lo largo de la historia, Amalia y Edgar superan las dificultades que enfrentan y se convierten en los aliados más grandes. Juntos, enfrentan las adversidades y desarrollan una relación que demuestra que nada ni nadie puede separarlos.
Amalia es la protagonista femenina de la historia. Vive una vida restringida por su propia familia, que la menosprecia y humilla constantemente. A pesar de su situación, se enfrenta a sus dificultades con determinación y un espíritu de superación.
Edgar es el protagonista masculino. Es mucho mayor que Amalia, poderoso y adinerado, pero sufre de una enfermedad que lo ha condenado a una silla de ruedas, lo que lo hace ser subestimado por otros. Sin embargo, su destino lo une a Amalia, y juntos crean una relación de confianza y apoyo mutuo.
Nadie contra nosotros Capítulo 1 Te daría 100 millones
-Si quieres casarte con mi hija, la dote es de 2 millones, ¡ni un centavo menos! ¡Amalia ya tiene dieciocho años, así que es lo bastante mayor para casarse! Transfiere el dinero a mi cuenta, ¡y asunto arreglado!
Amalia estaba en shock.
-Mamá, sólo tengo dieciocho años, aún estoy estudiando y ni siquiera tengo edad legal para casarme, ¿y quieres que me case?
Isabel puso los ojos en blanco.
-Lo arreglaremos todo ahora y esperaremos dos años para hacerlo oficial. Eres joven, así que aún puedes casarte y asegurarte una dote de dos millones. Es suficiente para una casa.
Para su madre, ella no valía más que una casa.
-Sofía también tiene dieciocho años, la misma edad que yo, así que ¿por qué no la obligas a casarse?
Isabel se burló.
-¿Cómo puedes compararte con Sofía? No eres lista, ni se te dan bien los estudios. Sofía es más guapa, sus notas son mejores y es la hija que he criado con cuidado. Su futuro es brillante.
Amalia gritó frustrada:
-¡Pero yo soy tu verdadera hija! Sofía fue la que cambiaron al nacer.
Dieciocho años atrás, el hospital había confundido a dos bebés.
Amalia acabó en un orfanato y no la encontraron hasta hace un año.
Sofía, que debería haber crecido en un orfanato, vivió una vida de privilegios, ¡ocupando el lugar de Amalia!
-¡Cállate! Te criaste en el campo, ¡y ojalá nunca te hubiera parido! No eres más que una desgracia para mí.
Los ojos de Sofía mostraron brevemente un atisbo de burla mientras fingía estar preocupada.
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Nadie contra nosotros Capítulo 2 Padres parciales
Amalia susurró:
-Señor, ¿podemos mantener nuestro matrimonio en privado por ahora? Todavía estoy en el colegio y no quiero que la gente chismee sobre ello.
-Claro -respondió Edgar.
-Gracias, señor. Es usted muy amable.
Edgar le entregó una tarjeta.
-Tiene cien millones y la contraseña es tu cumpleaños.
Amalia se sorprendió.
-¿Cómo sabe mi cumpleaños?
Edgar sonrió un poco. Esperaba que fuera una cazafortunas, pero su inocencia genuina le sorprendió.
Como antiguo heredero de la familia Castilla, Edgar estaba acostumbrado a una vida de grandeza y prestigio. Sin embargo, después de que un accidente lo dejara discapacitado, se vio obligado a esconderse en Oceánica.
Antes de aceptar casarse, se aseguró de saberlo todo sobre Amalia.
La tomó de la mano.
-A partir de ahora, eres mi esposa, y te daré todo lo que quieras.
Edgar dispuso que llevaran a Amalia de vuelta a casa de la familia Hierro.
Salió del coche, desorientada.
¿De verdad se había casado tan precipitadamente? ¿Fue demasiado impulsiva?
Sofía vio a Amalia salir de un lujoso coche de perfil bajo, vestida a la última moda.
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Nadie contra nosotrose Capítulo 3 ¡Señor, alguien estaba acosando a su mujer!
-No te preocupes, me ocuparé de mi propia matrícula y no utilizaré nada de tu dinero -dijo Amalia después de terminar de comer y se levantó de la mesa.
-¡Mira qué actitud! Si fuera la mitad de considerada que Sofía, podría dormir tranquila.
Para sus padres, Sofía era una posesión preciada, mientras que Amalia no era más que una hierba baja a la que pisotear.
Al día siguiente, Amalia llegó al edificio del Grupo Castilla como Edgar le había ordenado.
«Vaya, ¿realmente era el Grupo Castilla? ¿Cuál podía ser la conexión entre El Señor y el Grupo Castilla?».
Cuando estaba a punto de entrar, escuchó una voz sorprendida detrás de ella.
-Amalia, ¿qué haces aquí?
Amalia se dio la vuelta y vio a Sofía saliendo de un coche deportivo rojo, con Guillermo de pie a su lado.
Los ojos de Guillermo se iluminaron al ver a la atractiva Amalia.
-Sofía, ¿quién es esta bella dama?
Sofía apretó los dientes y contestó:
-Esta es mi hermana, Amalia.
Guillermo se alisó el cabello y dijo con tono presuntuoso:
-Señora Amalia, es un placer conocerla. Soy Guillermo. Seguro que ha escuchado hablar de la familia Burgos. Suministramos todos los materiales de construcción de Oceánica.
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