Capítulo 5 ¿Será mi príncipe

Estamos sentados en el gran comedor de mi casa, la verdad trato de no ver en dirección donde esta ese chico, es demasiado guapo. Derrocha madurez, inteligencia, tiene un cabello negro azabache, ojos negros profundos esos que te dan escalofríos, unas cejas espesas Uff se ve bien atractivo el condenado y esa boquita Dios pero que boquita... ¡Demonios, Amalia! Respira creo que son las hormonas, dejaré de verlo.

Desde que llegaron él no me ha quitado la vista y eso me pone más nerviosa, Rosmari ha estado coqueteándole y dándole conversación y por primera vez me alegro de las cosas locas que hace Rosmari, ya no aguantaba sus miradas. Mientras Cristina no dejaba de ver a mi hermano, en serio esta chica tiene una fijación fuerte y mi hermano que ni caso, cretino. Papá tenía razón para ser una familia adinerada son bien modestos vinieron con ropa casual, Mario porque así se llama esa tentación, tenía puesto unos jeans con una polera color verde y una casaca a juego, ¿en serio? Hasta en el atuendo hemos coincidido.

-Andrés Abellán el hombre de negocios más fiero y rico que conozco, como te diste tiempo para visitar a este amigo tuyo-. Ríe mi papá.

-Ja ja ja deja de decir eso, sabes que siempre te he querido como un hermano, soy un ingrato porque siempre me has invitado y yo envuelto en los negocios.

-Es cierto ingrato, pero te perdonaré si es que me ganas en ajedrez después de la cena, ahora bien, dime ¿me habías dicho que tenías tres hijos? Aquí solo veo a dos.

-Emiliano hermano ya sabes que siempre hay una ovejita descarriada en cada familia ja ja ja aquí está Mario que es el mayor y Lilu la más pequeña y la luz de mis ojos, falta Óscar ese muchacho me ha salido rebelde desde que nació, él regresó hoy por la mañana a casa según él porque tenía una cita importante con sus amigos.

-Ja ja ja. Andrés ¿no te acuerdas cómo eras tú?, evadías todo tipo de eventos y nos escapábamos. Ahora bien, cuéntame me has dicho qué piensas quedarte por aquí ¿comprarás una casa?

-Si lo haré por Óscar, él quiere estudiar medicina y aquí está la mejor universidad, además podrá hacer prácticas en tu hospital. Nosotros vendremos seguido, Mario acaba este año la universidad y ya está en plenas prácticas, recuerda que él será mi sucesor.

-Que bien otro médico, eso me gusta entonces nos veremos más seguido.

-¡Así es! Prepara algunas tardes para vencerte en ajedrez ja ja ja.

-En tus sueños hermano ahora pasemos a la sala, los chicos irán a los bolos. Mario si deseas puedes acompañarlos justo irán en parejas y Amalia está sin acompañante.

-¡Papá! -. Refuto sonrojada.

-Pero hija es la verdad ahora podrán jugar bolos en parejas ya verás que Mario será buen compañero de juego-. Sonríe mi padre.

Tierra trágame y mándame al inframundo por segunda vez... ¡Maldición! ¿Por qué a mí? Por favor que diga que no, no creo que pueda entablar conversación con él, vamos diosito de la misericordia hazte una con esta hija tuya, que diga que no. Mario alza su mirada y luego da una sonrisa afirmativa... ¡Joder Amalia! Respira todo saldrá bien que problema puede ver solo jugaremos bolos nada más.

Mientras estamos en camino a los bolos activo el chat porque necesito ayuda. Chat grupal cambio de "Super poderosas" a "Amigas al rescate"

Ami 😊

Ros te necesito, podrías conversar con Mario ya tú sabes distraerlo, seducirlo, no me interesa lo que hagas solo que no invada mi espacio personal.

Ros 😉

Ami estás loca, te recuerdo que tengo compañía y aunque me muera por ese bombón llamado Mario Abellán ese chico solo te mira a ti ¡joder! Que suerte tienen las mojigatas, ese macho está bueno muy bueno.

Ami 😊

No me estas ayudandooo.

Cristina 😐

Tranquila, Ami yo estaré cerca de ti y trataremos de que tu hermano converse con él, aparte yo soy invisible para tu hermano.

Ami 😊

No digas eso Cris ya sabes cómo es Mateo de despistado, pero tienes buena idea.

Ros 😉

¡Aburridas!

...

Llegamos al lugar no había mucha gente el ambiente estaba agradable, nos acomodamos en nuestra mesa Rosmari con su novio de turno, luego idee una forma para que Mateo se siente junto a Mario y luego continúa Cristina y al final yo... Uff ya me siento más tranquila. La verdad no fue mala idea que nos sentemos así mi querido hermano se lleva bien con Mario.

La competencia empezó y cada pareja demostraría de que está hecha, los perdedores invitarían las hamburguesas luego del juego. ¡Demonios! Ahora cómo haría esta vez, no tenía escapatoria ... Respira Amalia todo saldrá bien. Ahora es momento de concentrarme porque tengo que ganar bueno tenemos que ganar, no me gusta perder mucho menos contra mi hermano.

Empezó el juego Mario paraba en silencio sí que no es muy comunicativo solo atinaba a verme jugaba bien no lo niego, pero los sobresalientes éramos Mateo y yo ¡caramba! Ese cretino de mi hermano era otro que odiaba perder, mientras que la parejita de Rosmari estaba en otra, se tocaban vale se manoseaban les valía madre ganar o perder esos querían devorarse, claro si el güero se notaba que tenía plata por su ropa de marca, invitar unas hamburguesas no seria nada para él y Cristina pues solo observaba a Mateo y jugaba un poco, esta niña es demasiado tímida y me está matando, aunque mejor para mí ¡Ganaremos!.

-¡Chuza!-. Grito feliz mientras Mateo me mira con su cara de póker.

-¡Chuza!-. Sonríe Mateo abrazando a Cristina la cual esta como un tomate.

Pasado dos horas

¡Ganamos! Si señores ganamos. No me pregunten como fue ni porque ni yo lo entiendo, pero corrí y abracé a Mario. ¡Me quiero morir! Lo hice por la euforia y ver la cara de "loser" de mi hermano. Mario no se alejó al contrario me correspondió, pero sin decir nada su cara no tenía expresiones, pero sus ojos al verme me decían lo feliz que estaba.

Y como les conté el güero no se hizo problemas en pagar las hamburguesas nos fuimos a un lugar cercano de los bolos, cada uno hizo su pedido y empezamos a conversar.

-¿Qué se siente ganar por primera vez? -. Pregunta Mateo.

-Ja ja ja hay hermanito bien sabes que no es la primera vez que te gano, creo que ya te estás poniendo viejito y estás perdiendo fuerza-. Sonrío viéndolo blanquear los ojos.

-Maduren que deben agradecer que no tenía ganas de jugar si no les hubiera dado una paliza-. Responde Rosmari guiñándole un ojo a su güero.

-¡Siii ajan!-. Respondemos al unísono Mateo y yo.

-¿Mario te divertiste que te ha parecido la compañía de Amalia?-. Pregunta Cristina sonrojada.

-Solo diré que los Begoña son fuertes contrincantes-. Sonríe Mario.

El momento es agradable, reímos por las ocurrencias de Rosmari hizo una apuesta de quien comía su hamburguesa con chile, el perdedor invitaría la próxima salida. Participaron Mateo, Mario, el güero a pedido de Rosmari y yo, Cristina y Rosmari no comen chile.

Nos colocamos en la mesa cada competidor con su hamburguesa embarrada de una salsa con chile, empezamos a comer, solo les diré que yo si lo disfrute ya saben adoro el chile y que viva México, mi tierra hermosa.

Al cabo de unos minutos el güero empezó a ponerse rojo como un tomate y no paraba de beber agua, desistió siendo atendido por Rosmari quien le pasaba hielo y no dejaba de acariciar su espalda. Mateo sudaba a mares, pero es demasiado competitivo no quería perder, pero en medio de la competencia sale atorándose y así desistir, Cristina le pasaba el pañuelo por la frente y acariciaba su espalda, pero de una forma como que Mateo era de porcelana, como que al roce se podría romper o algo así. Mario y yo estábamos a la par, no podía creer que existía alguien que le gustara el chile o tal vez no quería perder, ni idea, pero ni transpiraba.

Cuando estábamos en los últimos bocados alza su mirada y me otorga una sonrisa coqueta, esas que te hacen ponerte idiota y salgo atorándome, Mario se levanta de su lugar y me otorga un vaso de agua mientras acariciaba mi espalda y esa cercanía me hizo peor poniéndome roja pero no por el chile sino por el toque de su mano en mi espalda.

Saben fue extraño sentirlo cerca, percibir su aroma, el calor que emanaba su mano, sentí un hormigueo en mi interior, espero no ser paranoica, pero ¿acaso él será mi príncipe esperado?