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En cuanto Elena salió de la barrera sintió un alivio instantáneo, no había pensado que el apuesto hombre de la cueva pudiera ser tan arrogante, pero lo que más le molestaba era la extraña atracción que había sentido por él, cuando tocó su rostro en la cueva sintió una extraña conexión con él, y un aroma a menta llenó sus fosas nasales, quiso acercarse y cuando la energía que recorría su cuerpo se hizo demasiado fuerte terminó desmayándose.
Elena sacudió la cabeza, necesitaba apartar al extraño de su mente, no estaba bien, con dificultad regresó a su antigua cabaña, dándose una ducha rápida, preparó unas medicinas y una compresa para su tobillo, después de todo el estrés del día cayó en un profundo sueño.
El sol de la mañana entró por la ventana de la pequeña habitación de Elena, lentamente sus ojos se abrieron al amanecer, lentamente se levantó dándose cuenta de que su tobillo se había hinchado, su medicina había sido efectiva, todavía cojeando fue a la cocina y encendió la pequeña cocina para hacer un poco de té.
Con el desayuno terminado, Elena recoge las hierbas y se dirige a ver a uno de sus pacientes, un anciano de la manada que tenía serios problemas de salud.
_ Vaya, vaya, pero si es la desesperación de la manada, - dice una chica acercándose.
_ Buenos días a ti también Suzana -Elena estaba acostumbrada a esto, siempre había sido así, era la dosis diaria de desprecio que recibía de la manada.
_ Creo que no te hace caso, Susana, pero qué se puede esperar de un don nadie como ella - dijo otra, acercándose y empujando a Elena al suelo.
_ Basta, Lina, no he hecho nada para que me trates así.
_¿No? El mero hecho de que existas es suficiente para humillar a nuestra manada _ Lina agarra a Elena del pelo y le da una fuerte bofetada en la cara.
_ ¡Para! Por favor, tengo que tratar a un enfermo.
_ Creo que lo vas a matar, - dice Suzana riendo, _ le estamos haciendo un favor impidiendo que lo veas.
_ Creo que necesita una lección, Suzana, _ dice Lina, riendo.
_ Yo también lo creo _ Lina se acerca a Elena y la agarra por detrás, como ambas ya eran lobas transformadas, su fuerza era superior a la de Elena que no tenía lobo, con Elena atrapada, Suzana comienza a darle varias bofetadas en la cara dejándosela roja e hinchada.
_ ¿Qué te parece si te damos un nuevo look break? _ Lina se rio de su desesperación mientras Suzana se acercaba con la daga. Elena trató de liberarse, pero no tenía fuerza suficiente, así que pensando rápido pisó fuerte el pie de Lina haciéndola soltarse, justo cuando la daga estaba a punto de cortarle la cara Elena levantó la mano cubriéndose la cara, la daga le hizo un corte desde la palma de la mano hasta la mitad del brazo, Elena sintió el escozor y una línea roja se formó por su brazo, el corte había sido profundo.
***
Mork
Era genial poder usar la magia, con un simple movimiento de manos la cabaña de Mork estaba limpia y ordenada, odiaba la suciedad, mientras sorbía té esperaba a que Maison regresara, era la primera vez en décadas que estaba ansioso por información, y le irritaba saber que se trataba de la mujer de la otra noche, pero no se arriesgaría a que lo descubrieran si era una espía, aún le intrigaba por qué había venido a la cueva algo que averiguaría en cuanto la volviera a ver.
_ Disculpa mi tardanza Alfa _ dice Maison entrando a la cabaña.
_ Llegas a tiempo Maison, _ dice tomando un sorbo de su té.
_ Bueno, al parecer es una antorcha, al menos eso piensan los demás de la manada.
_ Ella no es una linterna. Drago sintió su lobo ayer.
_ Así que hay algo que no sabemos, _ dice Maison, rascándose la barbilla.
_ ¿Qué más?
_ Es curandera en la manada, pero todos la rechazan por ser linterna, de hecho, su vida es bastante dura allí.
_ Eso es típico de Silver moon, un montón de hipócritas creyéndose mejores que los demás _ Mork aún recordaba lo mucho que había sufrido en esa manada, por lo que no tenía buenos sentimientos hacia la gente de allí.
_ Al parecer es huérfana, la acogió el viejo curandero que le enseñó todo lo que sabía, y también descubrí que el príncipe Marui la visita de vez en cuando.
Esto llama la atención de Mork, "típico Maruí, siempre queriendo lo que es mío", piensa Mork con disgusto.
_ Su cabaña está en el bosque, bien lejos del resto de la manada.
_ Lo entiendo.
_¿Quieres que investigue un poco más? _ Antes de que Mork pudiera responder sintió un ardor en el lado derecho de la cara, su rostro se crispó confundido, Maison pareció notar su confusión.
_ ¿Está todo bien?
_ Todavía no lo sé, _ dice entre dientes apretados, y entonces siente varios golpes en la cara, como si alguien lo abofeteara.
_ Alfa, tienes la cara roja, _ dice Maison preocupado, acercándose a él.
_ No sé qué pasa, _ dice levantándose, y entonces una sensación de quemazón le llama la atención. Al levantarse la manga de la camisa que lleva puesta, un largo corte aparece en su brazo, desde la palma de la mano hasta la mitad del brazo.
_ ¡Dios mío! ¿Cómo se ha hecho eso? _ Mork se mira el brazo con detenimiento y su mente se remonta a la noche anterior, cuando intentó matar a la mujer de su cabaña.
_ Espera aquí, ahora vuelvo _ Concentrándose en la energía de Elena, Mork se teletransporta hasta donde ella estaba. La escena frente a él era repugnante, dos mujeres intentaban asaltar a Elena, el aura de Mork se extiende, cubriendo a todos con su voluntad, entonces las mujeres miran atónitas al hombre que está parado a unos metros.