Capítulo 2 De vuelta con su hijo

Tres años después, en el aeropuerto de la ciudad de Yoel...

Los pasajeros que acababan de llegar de viaje, hacían cola para recoger su equipaje.

Entre la multitud, había una hermosa mujer que guardaba silencio. Su físico era particularmente llamativo, pues parecía un cristal brillante atrayendo la atención de todos los presentes.

Los hombres la miraban llenos de deseo y fascinación, mientras las mujeres sentían envidia y celos al verla.

Su diminuto vestido rojo, entallado a su cuerpo, resaltaba su piel blanca como la porcelana.

Su bien esculpido rostro enmarcaba sus seductores labios, su profunda mirada y sus perfectamente delineadas cejas.

Al frente de su cuerpo estaba su curvilíneo busto.

Además, su delgada cintura era el sueño de cualquier mujer.

Sus piernas largas y delgadas podrían confundirse con las de cualquier modelo. Con ellas podría conquistar cualquier pasarela del mundo.

Sin duda era una mujer sexy, encantadora y atrevida; una combinación que resultaba mucho más letal que cualquier droga.

Sin embargo, a pesar de haber llamado la atención de todos los hombres que se encontraban en el aeropuerto, nadie se atrevió a acercarse debido a la gran seriedad y frialdad de su rostro.

"¡Mamá!", la llamó el niño que se encontraba a su lado.

Inmediatamente el rostro de la mujer cambió como si fuera nieve derritiéndose ante el cálido sol. Entonces, se inclinó hacia él levantándolo en brazos. Al mirar su lindo rostro, no pudo evitar darle un beso.

Por consecuencia, las orejas del niño se enrojecieron al instante.

Wendy miraba divertida su reacción.

"El tío Roger nos envió un mensaje de texto. Nos está esperando en el estacionamiento. Nos pide dirigirnos hacia allá en cuanto aterricemos", dijo el niño con un semblante muy serio.

"De acuerdo".

Al notar que era observado por la multitud, frunció el ceño tratando de dejar en claro que nadie debía acercarse.

No obstante, ¿cómo podría una carita tan linda no atraer la atención de la gente que lo rodeaba?

Particularmente las mujeres parecían sorprendidas con su encanto.

'¡Oh Dios mío! ¡Qué chico tan lindo!', algunas de ellas pensaban.

A pesar de que apenas contaba con tres o cuatro años de edad, era fácil imaginar lo atractivo que sería al crecer. Tenía el cabello negro azabache y un fleco muy fino cubriendo su frente. Bajo sus elegantes cejas, yacían sus brillantes ojos, su nariz recta y sus labios tan rojos como cerezas. El niño parecía modelo de portada de alguna revista.

Al verlo, las mujeres se llevaban las manos al pecho conmovidas.

Pues se quedaban sin aliento al contemplarlo asombradas.

¿Cómo podía ser tan lindo?

Todas querían llevárselo con ellas.

Wendy se había marchado de la ciudad de Yoel hacía tres años acompañada de su hermoso hijo.

En aquel entonces, sufrió una hemorragia masiva luego de haber sido brutalmente golpeada por Brian. Además, debido a las patadas propinadas por Cacia, Wendy perdió mucha sangre, por lo que entró en un estado de coma de mucha gravedad.

Después ella la arrojó al mar, tal y como había hecho con su madre.

Quizá fue un golpe de suerte, pero cuando Cacia y sus acompañantes se marcharon, las aguas del mar comenzaron a agitarse llevando a Wendy hasta la orilla, en donde un hombre de buen corazón la encontró y decidió llevarla al hospital.

Solo pudo despertar medio mes más tarde.

Al hacerlo, inmediatamente notó una cicatriz de cesárea en su vientre.

Anteriormente, después de haberse sometido a un examen prenatal, se había enterado de que estaba embarazada de gemelos.

Al llegar al hospital, su estado era muy delicado, por lo que el médico tuvo que practicarle una cesárea urgente, sin embargo, solamente uno de los bebés logró sobrevivir. Según el reporte del médico, debido a factores externos, la niña perdió la vida. A pesar de que el niño logró sobrevivir, su condición tampoco era nada buena. El pobre nació con múltiples fracturas y hematomas en todo el cuerpo.

Afortunadamente, después de permanecer medio mes en la incubadora logró sobrevivir.

Antes de que Wendy tuviera oportunidad de ver a su hijo, había decidido no quedarse con él, pues no era más que un recordatorio de su propia estupidez.

Pero al verlo, inmediatamente su corazón se conmovió.

Su cuerpo enrojecido y arrugado se parecía mucho al de un anciano. No era nada agraciado.

Pero en cuanto el dedo de la mujer rozó su boca, él comenzó a succionar.

De esa manera, sus corazones quedaron instantáneamente conectados. En ese instante, Wendy decidió quedarse con el bebé sin importar las dificultades que enfrentara.

En cuanto la dieron de alta del hospital, se fue a casa inmediatamente.

Pero al parecer, su familia ya había celebrado su funeral.

Wendy casi había sido asesinada debido a los muchos secretos sucios que sabía acerca de Cacia. Si se quedaba en la ciudad de Yoel, era muy probable que volviera a encontrarse con esas personas. Por motivos de seguridad, inmediatamente decidió huir del país llevándose a su bebé con ella.

No obstante, en cuanto puso sus pies en un país extranjero, las cosas fueron muy complicadas para ella. Siendo mujer, no contaba con preparación educativa ni con ninguna habilidad especial. Lo único que pudo hacer fue conseguir trabajo en un restaurante de comida china, en el cual hacía malabares lavando platos a la vez que trataba de cuidar a un bebé recién nacido. Aquello era un infierno, por lo que Wendy incluso llegó a pensar en darse por vencida. Pero su gran determinación y sus agallas la ayudaron a sobrevivir.

Afortunadamente, no era difícil cuidar de su hijo. Cuando cumplió seis meses, pudo contratar a una enfermera para que lo cuidara y así pudo perseguir su sueño de convertirse en estudiante de un colegio de actuación en Nueva York.

Debido a su enorme entusiasmo por aprender, se hizo el juramento de volverse más fuerte para así tener éxito en la vida.

Además, quería usar su fortaleza para llevar a sus atacantes ante la justicia.

"Mamá...". El niño la llamó haciéndola recobrar la conciencia de inmediato. En cuanto volteó a verlo, notó la enorme preocupación de su rostro.

"¿Qué te pasa?", le preguntó la mujer.

"El tío Roger nos llamó varias veces pero no lo escuchaste".

"Lo siento, cariño. Mami estaba distraída pensando en otras cosas".

En cuanto levantó la cabeza, se encontró con Roger, quien estaba al lado de la puerta saludándolos con una sonrisa Inmediatamente se acercó hacia ellos disponiéndose a ayudar a Wendy con su maleta.

"Está bien. Yo puedo llevarla".

"Vamos, Wendy. Déjame ayudarte, no es nada". le dijo el hombre, luego volteó a ver al niño al mismo tiempo que le revolvía la cabeza preguntando:

"Ray, ¿me extrañaste?".

"¡Tío Roger! Nunca debes tocarle la cabeza a un hombre". En ese momento, el pequeño frunció el ceño mientras protestaba.

¿A un hombre? Wendy inmediatamente se dio cuenta de cómo su hijo hacía a un lado la mano de Roger.

"Cumplí tres años ya. Así que ya soy mayor. A partir de ahora, no puedes despeinarme de esa manera", dijo el niño con un puchero en el rostro.

"De acuerdo, entendido. Ya eres todo un hombre, Ray. ¿Al menos puedo llevarte cargando? Tu mami no es lo suficientemente fuerte. Mírala, ya está cansada de hacerlo".

"¡Por supuesto!".

El niño extendió sus bracitos hacia Roger, quien lo tomó en brazos con una sonrisa.

"¡Vamos! Hice una reservación para una sala VIP en el restaurante Casa Jacinto. ¡Ahora te llevaré a probar la auténtica comida del país".

"¡Vamos!". Los tres se dirigieron hacia el coche.

Mientras tanto... "¿Brian? ¡Brian!".

"¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema?".

En ese instante, Eris siguió la mirada de Brian con desconfianza hasta encontrarse con los pasajeros que entraban y salían del aeropuerto. Luego de tomarlo del brazo, le preguntó:

"Brian, ¿a quién estás viendo?".

"A nadie. Creo que mis ojos me engañaron por un momento". Brian respondió, pero su mente aún seguía pensando acerca de lo que acababa de ver.

¡No!

Debió haber sido una ilusión.

¿Cómo podría haberse encontrado con Wendy Finch en ese sitio?

La mujer había muerto hacía tres años. Él la había visto desangrarse personalmente.

Durante todo ese tiempo, el hombre se había sentido agobiado por el terrible arrepentimiento.

En aquel entonces, luego de que Wendy había apuñalado a Eris con un cuchillo de mesa y de negarlo afirmando que ella se había lastimado a sí misma deliberadamente, Brian había pateado a la embarazada mujer movido por la incipiente ira.

En ese momento, inmediatamente vio como la sangre brotaba de su cuerpo.

Pero había sentido tanta preocupación por Eris que la llevó al hospital inmediatamente. Al volver, se encontró con la noticia de que Wendy había muerto por una hemorragia masiva.

¡Una hemorragia masiva! Después de que él le había propinado una fuerte patada.

"¿Brian?".

"¿Sí?". El hombre respiró profundamente a la vez que tomaba a Eris de la cintura tratando de olvidarse de esa parte de su pasado.

"¿Cómo te fue en la filmación en el extranjero?".

"Bastante bien. Te extrañé mucho", respondió la mujer.

"¡Qué chica tan tonta!", dijo él sonriendo amablemente.

"Sé que no has estado comiendo bien últimamente, por lo que hice una reservación de una sala VIP en el restaurante Casa Jacinto. ¡Vamos!".

"¡Oh, Brian! ¡Eres realmente incomparable!".