Capítulo 4 IV

Gio vio cada paso ella daba hacia la salida. Se levantó de su asiento y la siguio con distancia, cuando por fin Lia puso los pies en la calle fue su oportunidad para gritarle.

-No te quiero ver aquí otra vez. Todo esto es mío. Atravezaste esa puerta porque tu quiste. A Dios.

Como por si fuera poco ella solo se estaba llevando la ropa que tenía puesta. Lo que menos pensó es que ese amor moriría de tan trágica y repentina manera. Pero no era momento de sufrir, aprovecharía ese tiempo saboreando un helado o Tal vez una golosina en el parque. Lo que surja primero. Pero nunca sin olvidar que en algún momento debería volver a casa.

Luego de casi dos horas sentada en su asiento en el parque. Ya sentía decepción de que no se le ocurriese ningún tipo de plan, mas que volver y golpear la puerta esperándo un mínimo recibimiento. Pero bueno. Es un plan al menos.

Asique acomodo su trasero en el asiento casi enderesando completamente su postura. Todo ese tiempo en la misma posición había entumesido toda su columna.

Nuevamente el mismo chico que ya había pasado junto a ella dos veces por fin se sentó a su lado. Concentrado en otra cosa pero sin ignorar su presencia.

- Hola.- No lo dijo con mucho interés pero fue un acto de cortesía.

-Hola.

- A tu también te dejaron plantada?

-jajaja. Noo. De hecho yo misma me cite aquí.

-Bueno. Que bueno que lo hayas hecho. Así evitó sentirme tan fracasado .

- Tranquilo. Si hablamos de fracasos, aquí somos dos.

El resto se la charla transcurrió de manera muy amena. Tocaron temas al azar pero no se sintieron incómodos de ninguna manera.

Nuevamente pasado un buen rato Lia ya supo que debía volver a casa. Asique simplemente se saludo con ese muchacho estrechando la mano y busco su camino de vuelta. El había tenido intenciones de rescatar su número de teléfono, pero en ese momento y bajo esas circunstancias desconocidas para el. Tuvo que respetar que Lia le diera su negativa.

Llego a casa con la cabeza apuntando al suelo. Era muy probable que esa noche durmiera en la calle. Como puede que no sea probable. La puerta se abrió bruscamente y una figura alta y delgada la ensombrecio por completo.

- donde estabas Lia pasaron muchas horas?

-salí a caminar.

- estaba muy preocupado y no sabía por donde empezar a buscarte.

- para ser la persona que me dijo que no volviera sueña raro.

- Todos podemos enojarnos y decir cosas por impulso. Comprende. De verdad me asusté fue mucho tiempo. - la abrazo tan fuerte que la dejo sin aire. Y con lentitud comenzó a besar si frente y de a poco bajo a su boca. Ese beso romántico que ya mo causaba nada en ella. El típico beso que antes la volví a loca de pasión, hoy ya era un fracaso.

-

                         

COPYRIGHT(©) 2022