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Adara
Observo desde la ventana el clima nublado, el aroma a tierra mojada me indica que lloverá y una ligera preocupación por el bien de Kellen me preocupa. Niego al pensar en Kellen, sigo molesta por la forma en que fue conmigo.
Procedo a seguir leyendo mi libro para no prestar atención al día que es hoy, hubo muchos preparativos en los que me incluyeron, pero no estaba interesada. Kellen no había mostrado algo de interés en mí y de nuevo me confundía, no sabía como debería expresarme, por lo que en estos días he leído muchos libros sobre romance.
De tan solo pensar en Kellen y en mí de esa forma sentí un cosquilleo en mi corazón que hacía perderme con una ilusión de algo que aún no sucede.
¿Seré yo el problema?
El aroma de Amirah llega a mi entorno y antes de que toque la puerta me dirijo hacia esta y la abro, con asombro me mira, sonríe dulce como siempre y me jala del brazo provocando que mi libro caiga en el suelo de mi habitación.
- Te vengo a secuestrar -. Dice forzando que camine.
Jadeo sorprendida.
- Ahora, ¿qué sucedió? -. Pregunto confundida.
- Hoy es día de caza. Es de mala educación que estés en tu habitación cuando tu Alpha está cazando algo para ti. Se supone que eres la anfitriona junto a Amelia, sé que siguen con problemas y hoy es el día perfecto para solucionarlos -.
No presto atención después de eso, fueron cinco días donde ninguno de los dos habla con el otro. A veces me cuestiono si he hecho algo mal y si mi molestia provoco su enojo, aun así dormimos juntos y él siempre hace la misma rutina para que yo duerma desde ese día.
Y eso me sigue confundiendo, por lo que me convierto en una montaña que sube y baja cada que él hace algo.
Y es sofocante.
Yo solo sé las cosas que mi loba me hace saber y no son muchas, solo sé el significado de pocas.
- Sé que está en el protocolo Amelia me habló de eso, pero... -.
El helado frío me calla y es cuando me doy cuenta de que hemos llegado afuera, cierro mis ojos mientras el aire pasa por mi cara helándome al momento.
La historia detrás del día de caza es algo hermosa, por lo que escuche, el alfa entrega a su pareja lo que obtiene en este día demostrándole su amor con ese gesto. Es una tradición desde los inicios más primitivos, dependiendo de cuan grande fuera el monstruo que se cazara, era el amor que esa persona siente por su destinado.
Es algo que solo los alfas hacen y era algo que no me intrigaba, sabía que no recibiría nada de su parte y por eso cobarde me escondí en mi habitación.
- Amirah, no quiero estar aquí -.
- Solo espera. Espera-.
La miro queriendo contagiarme de su emoción, por lo que he leído, he entendido que soy alguien introvertida y muy nerviosa. Pero ella es diferente a mí en todos los aspectos, no importa cuan oscuro sea su futuro, ella siempre está feliz.
Sigo su mirada quedando asombrada por lo que veo y no soy la única así, es raro ver a un vampiro hacer caza, pero cuando lo hacen es algo que solo verás cada cien mil años. Un ser sin corazón parece estar teniendo uno en este momento, pobre de Amirah.
Sé que ella espera que traiga algo para ella con la esperanza que eso demuestre que siente cariño por ella.
Niego sonriendo, es demasiado risueña y soñadora.
Me abrazo a mí misma mirando el cielo, la lluvia comienza a caer en suaves gotas que caen mojando a algunos que corren para resguardarse antes de que comience a llover.
- ¡Oh, allá vienen! -. Chilla emocionada dando pequeños saltos.
De reojo miro a otras lobas que la miran mal, ella es la única humana y eso causa rabia en las demás cuando ven como alguien como Abasí la mima sin hacerle caso a las otras que se le insinúan. Es por eso que yo prefiero apartarme de ellas, solo esperan a que un hombre con mucho valor las mire.
Y Abasí, siendo de un reino muy lejano, solo se fija en Amirah, tanto que a veces los veo mientras ella platica y él la escucha. Son una pareja muy extraña.
- Solo no saltes, no me gustaría que te desilusiones-. Menciono cerca de ella.
Ella da un leve asentimiento y yo sigo mirando hacia donde ella ve, Abasí se acerca en un solo parpadear de ojos que me asusta un poco por lo rápido que es.
Miro como en sus manos aprisionan a un pequeño pájaro que aún guarda vida. Algo tierno para Amirah que corre hacia él con felicidad, una que él no demuestra.
Mi mirada va hacia otro sitio cuando el aroma de Kellen se vuelve más presente, alzó una ceja con curiosidad. Pensé que no estaría en este lugar, me pongo nerviosa y algo asustada por sentir como la gente me mira. Kellen vuelve a su forma humana y el gran monstruo cae al suelo, pongo mi mano sobre mi pecho sintiendo una presión.
Aquel monstruo es el más grande de todos los demás, eso de seguro fue difícil.
Camino hacia mí, dejando atrás a la bestia, cuando llego enfrente de mí solo nos miramos en silencio.
- Me da gusto que estuvieras presente en la caza -. Fue el primero en hablar.
- Sí, bueno -.
- ¿Todavía sigues molesta? -.
- No -.
- Traje el corazón del monstruo más grande que había para ti -murmuró-. Haré un gran festín en tu honor este día -
Muestra sus manos enseñando el gran corazón del monstruo y lo extiende hacia mí entregándomelo. Mi pulso aumenta mientras todas mis emociones se juntan, ¿esta es una confesión de verdad? ¿Cierto?
- Me perdonas por hacer algo que te incomodara, sé que eres nueva en todo esto y por escapar demasiado no sabes algunas cosas y es algo raro para ti. Pero no quiero que por mi rapidez en algunas cosas te pongas mal y te enojes -de reojo miro como los demás me observan-. Mírame a mí, alza tu rostro y no veas a los demás -besa mi frente embarrando algo de sangre en mí-. Aquí no existe peligro, cualquiera que revele que tú eres mi omega morirá -. Dice con una sonrisa.
Simplemente miedo.
Miro el corazón y sonrió, para los alfas es la parte con más significado. La parte que muestra el más puro sentimiento que ellos no pueden expresar, es difícil para un alfa mostrar sus sentimientos y esta es una de las únicas maneras en que muestran lo que siente.
- Haremos todo con lentitud y como tú digas -. Se acerca y me besa cerca de los labios.
- Está bien, te perdono, Ma bête. Pero no necesitas matar a un monstruo para esto, no me gustan las muertes, te lo dije -.
Me abraza y frunzo mi ceño, ahora será difícil quitar la sangre de mi vestido.
- Y yo te dije que lo haría cuando no estuvieras presente -. Dice con seriedad.
- Kellen -. Suplico.
- No prometo nada, este día también se utiliza para alejar cualquier peligro al reino. Debes de entender que es mi deber -tomo mi hombro-. Será mejor entrar antes de que tomes una enfermedad. Sería bueno que tomes un baño -.
Me da una sonrisa que solo provoca que mi corazón incremente su pulso, sigo su paso estando detrás de él casi corriendo. Kellen se gira y se detiene esperándome, cuando por fin llego a él me toma por los hombros y comenzamos a caminar a mi mismo paso.
¿Ya estamos bien, verdad?
Baje mi rostro con una pequeña sonrisa, se sintió bien ver aquella envidia de las personas que miraban lo que mi alfa me trajo. Algunas miraron con enojo lo que recibían e hicieron alguna mueca de desaprobación, con un leve sonrojo que trate de evitar, llegamos a la habitación de Kellen quien fue recibido por sus sirvientas.
Todas ellas salen cuando su mirada cae en mí y dan una última reverencia antes de cerrar la puerta detrás de nosotros.
- ¿Quieres que te bañe? -. Pregunto.
Lo miro esperando su respuesta ansiosa por la linda historia que la señorita Amelia me contó sobre el origen de una tradición que ella ha seguido desde su crianza.
Para la omega el bañar a su pareja siempre es especial, es un cambio después de todo el esfuerzo que ese alfa hace para cuidarla y protegerla de cualquier peligro mientras resguardan en casa. Es algo que los alfas siempre agradecen mostrándose más sentimentales con su pareja, la señorita Amelia contó que siempre que su pareja llegaba de alguna guerra lo recibía con un baño y ver la cara de tranquilidad que su alfa tenía en ese momento era algo pacífico.
Era como si ella por fin diera algo de su parte cuando ni siquiera la dejaban mover un dedo.
Yo solo me paso estudiando y vistiendo lindos vestidos que siempre Kellen manda a pedir, ya que quiere que yo tenga todas las cosas nuevas y únicas del mundo.
- No tienes que hacer eso -.
- Pero... la señorita Amelia dijo que era una de las cosas que tenía que hacer... -.
- Como mi pareja lo sé -me interrumpió-, pero tú no debes de hacer eso Adara. Tú no solo eres mi pareja, eres mi Luna. Si no quieres que ni la señora Walhas me vea a veces mientras me baño está bien. No dejaré que nadie entre a mi alcoba solo a ti lunita -.
La sangre en mi corazón circula con más fuerza, mis mejillas arden un poco por lo que bajo mi rostro.
Miro de reojo como camina hacia el baño y me siento en la cama por no poder soportar más, mis piernas y manos tiemblan por la palabra "Luna". Y tan solo pienso en lo lindo que es eso sin pensar en lo otro que siempre me atormenta, los alfas son buenos para mentir y manipular gente.
¿Cuándo dejaré de sentir que no estoy en peligro con él?
- ¿Eso significa que no tendrás a otras parejas? Oí que hay alfas que tienen hasta diez parejas -. Se detiene.
- No tendré a nadie más, solo a ti mi pequeña posesiva.- sonrió.
- Pero yo sí quiero bañarte.- suelto un puchero.
- Se te pasa demasiado rápido tu molestia -.
- Hace cuatro días que se me había pasado -. Comenta.
Me mira por un momento y luego sonríe con dulzura algo nuevo para mí, ni siquiera esa sonrisa muestra cuando estamos frente a otros.
- Prefiero que estés cómoda, otro día podrás bañarme, pero por hoy no -. Asiento rendida.
- Bueno, pero otro día no quiero objeciones -asiente entrando al baño-. Gracias por el regalo -.
[...]
Entrelazo mi brazo con el de Amirah mientras ella me acompaña a la biblioteca para tomar mis tutorías de hoy, ella habla de como la trato Abasí después de regresar con ese pequeño pajaro con vida y era algo que tanto amo.
Ya que algo vivo para ella fue un significado especial.
- No entiendes verdad -.
- No -.
- Antes de que fuera junto a los demás a buscar algo, le dije que si no regresaba con algo vivo, entendería que él no siente nada por mí y le pediría que por favor me dejara ir como él una vez me propuso. Lo amo Adara -.
- Estás perdida -.
- Puede ser cierto, pero tengo esperanzas -.
- Él es el único que me ha tratado como un ser humano -.
- Entiendo, pero sabemos muy bien como son los vampiros. Son seres despiadados que no tienen piedad ante nadie y... -.
Dejo de hablar al ver como ella pone una mueca triste en su rostro y solo pienso en mis palabras.
- ¿Cambiamos de tema? -. Pregunto.
- Sí -me mira-. ¿Y tu Alfa? Pensé que no saldrías de su alcoba y cancelarían tus tutorías -.
- No quiso aceptar que lo bañara -.
- ¿En serio? Estabas tan ilusionada con eso, aunque no le hablaras. Pensé que solo faltaría eso para que algo sucediera con ustedes -.
- No quiso, solo dijo que otro día -.
- Debemos de crear un plan para eso, si el celo de él llega antes o el tuyo sería muy peligroso -.
- ¿Su celo? ¿Mi celo? -.
- Sí. No me digas que no sabes de eso -.
Me quedo en silencio mientras entramos a la biblioteca viendo que ahí ya está mi tutora y me espera, ella alza su mirada y nos mira con una delicada sonrisa.
- Que bueno que usted está aquí. Ocupa enseñarle a su futura reina sobre su especie, los celos de Alfas, omegas y deltas, su genética y sus orígenes. Ya no la deje leer libros de romance infantil -. Habla Amirah rápido.
- Por supuesto, buenas tardes -.
- Ah, sí. Buenas tardes, señora -.
- Es un placer tenerla, de nuevo aquí señorita, lamento a mi amiga y su falta de modales. Ella es de un reino diferente -. Trato de excusarla.
- No hay problema, señorita. Gracias por dejarme enseñarle. Es un honor -.
- Sí, mucho formalismo. Ella ocupa saber sobre su celo antes de que tenga uno -.
- ¿No sabe sobre el celo, señorita? -.
- ¿Qué es eso? -. Pregunto.
Me señala que tome asiento y es lo que hago mientras Amirah desaparece entre los pasillos de la biblioteca sin intención de saber sobre el tema que parece ella si está más que enterada.
- Bueno, por donde puedo comenzar, no era el tema de hoy. Pero podemos dejar para otro día la cultura del país -.
Asiento prestando atención mientras ella busca entre sus cosas, saca un libro de un estante que siempre ella rellena con libros próximos a ver. Lo hojea con una expresión sería hasta encontrar la página y se acerca a mí.
- Vamos a especificar su celo primero, aún seguimos en investigaciones para tener una mejor respuesta al porqué se dan nuestros celos. El celo de una omega se da una vez al mes o cada dos meses, son mínimo 3 días en los cuales la omega entra en una época de calor por así decirlo. Depende mucho de la situación de la persona, hemos visto que la época de calor se da más cuando la omega está cerca de un alfa en su celo. Por eso es mejor mantenerse alejados de ellos si no es tu pareja, es una etapa muy vulnerable para cualquier especie. Se recomienda mucho mantenerse encerrado y consumir los supresores para que el celo sea suprimido -.
- Yo no creo haber tenido un celo, ¿puedo no tener celo? -.
- No hemos visto un caso igual. Aunque si fuimos testigos de una omega que no podía tener un celo, este fue muy fuerte cuando ella encontró a su destinado. En ese momento no contábamos con supresores y la única manera de lidiar con el celo era tener intimidad con un alfa -.
- ¿Intimidad? -.
- Eso sucede cuando un alfa y una omega se juntan. ¿Ha escuchado la historia de la loba en celo? -negué-. Bueno, esta comienza cuando una loba se encuentra en su época de calor y mientras descansa un lobo que olfateo el aroma dulce y atrayente de la loba la mira desde un escondite analizando a su presa. Cuando ese aroma lo enloquece, él se lanza al ataque juntándose con la loba en un acto pasional -.
Me sonrojo mientras me muestra el libro con imágenes. Ambos loba y lobo están juntos como abrazados y asiento un poco confundida.
- ¿Cuándo debería de comenzar el celo? -. Pregunto tapando mis mejillas.
- Cuando se llega a una mayoría de edad, el celo comienza a estar más cerca de lo pensado. A partir de las 72 primaveras (18 años) el celo comienza en una omega, sus síntomas comienzan con dolores en su vientre bajo siendo muy fuertes. Que ahora con los supresores podemos conllevarlos -. Me enseña un bote de supresores y asiento.
-Si está cerca de un alfa el cuerpo comienza a calentarse y a sentir un vacío, una presión fuerte que puede ser peligrosa en ocasiones. El aroma cambia siempre sin importar si se está cerca de un alfa o no, ese aroma indica que un embarazo puede ser posible y también el aroma es algo dulce y lechoso a la vez. Un aroma que enloquece a los alfas sin importar si se es la pareja destinada o no -.
- Entonces, si entro en celo, ¿Kellen enloquecerá con mi aroma? -.
- Los alfas enloquecen a un punto que sus acciones no son de ellos en sí, se pierden en una locura y se ponen destructivos si alguien más está cerca de la hembra. Recuerdo que antes había peleas destructivas entre varios por una omega en celo, ahora se está repitiendo de nuevo por la escasez de omegas -.
- Pero yo no quiero que Kellen pelee -.
- No se preocupe, en su celo estoy segura de que él cuidara de usted. ¿Cuántas primaveras tiene, señorita? -.
- 80 primaveras -. (20 años)
- Esto es extraño, nunca le ha dado ningún síntoma -.
- No -.
- Ahora explique el celo de un Alfa -. Hablo Amirah apareciendo con algunos libros en sus manos.
- ¡Qué susto!, señorita -.
- ¿No sucede lo mismo en los celos? -. Ambas me miran.
- Para nada, señorita. El celo en un alfa es muy peligroso, más si se encuentra cerca de su destinado o cerca de un omega, en el momento que comienza su celo entran a un limbo y su racionamiento se desvanece, son peligrosos. Pueden causar cualquier daño y ellos no saber de eso hasta ya muy tarde, su único deseo es cubrir sus necesidades sin importar el lugar o el peligro -.
- Kellen no es así, ¿verdad? -.
- Ay, niña. Es mejor que te mantengas lejos de su celo, te hará mucho daño más porque no sabrás como llevarlo -. Dice Amirah.
- ¿No ha tenido intimidad con nuestro rey? -. Me mira.
- Una vez nos dormimos abrazados, ¿eso cuenta? -.
Ambas se miraron y yo solo las mire entendiendo que no se referían a eso, baje mi mirada hacia mis manos sintiéndome extraña por hablar de algo que no entiendo.
- Señorita, leyó el diccionario que le deje -asiento-. ¿Se acuerda de la palabra copular? -asiento-. Creo debí ser más explícita con la historia de la loba en celo. Al final la loba y el lobo copulan, señorita -.
- Ellos, ¿como así? Yo y... ¿No o sí? -. Balbuceo confundida.
¿Eso es normal entre un alfa y omega?
- Te dije que cuando estaban solos los alfas y omegas hacían algo -me quedo boquiabierta-. Cierra esa boca antes de que un insecto se meta en ella -.
Tapo mi boca, niego mirando a Amirah y solo me quedo mirando a un punto fijo intentando entender un poco. Mis mejillas comienzan a arder cuando mis pensamientos se aclaran y rio nerviosa al no saber bien si es correcto eso, a mi mente viene la vez donde Kellen me hizo sentir una extraña sensación en mi cuerpo al tocar mi intimidad y tapo mi rostro con mis manos.
- ¿Algo ocurrió con ustedes? -niego-. Estoy segura de eso. Conseguí unos libros de una lectura un poco erótica para ti, son románticos y también contiene algo que puede ayudar a que tú sepas sobre algo. Así puedes saber un poco como puede reaccionar tu cuerpo y no te asustes cuando ocurra algo parecido -.
- Señorita, no es bueno dejar que nuestra siguiente reina lea eso -.
- Toda la nobleza lo lee, porque prohibir que la siguiente reina lea sobre esto. Ella debe de estar al tanto de las cosas que se hacen fuera del palacio -.
- Señorita, que le parece si seguimos con un tema que puede le interese mucho -asiento-. Seguiremos con la biología de especies -.