- ¡Puedo limpiar, lavar trastes, cuidar niños, ayudar en todos los oficios domésticos, cocinar, pero no me deje sola! .
- ¿Por qué no me hablas de quién eres? Cuéntame todo de ti- exigió Derek, mientras regresaban a la casa de él.
Ella empezó diciendo:
-Soy Megan, era una niña feliz hasta que cumplí doce años, mis padres fallecieron en un accidente de auto, eran profesores en una escuela de adolescentes, era su única hija, por lo tanto tenía muchos privilegios por no tener hermanos.
- Tenía juguetes, ropa, todo lo que el sueldo que obtenían lo disfrutaba yo, era muy consentida, pero me daban una educación en rectitud. Cada vez que iban de vacaciones, obviamente no me iban a dejar sola en casa, me llevaban con ellos, estuvimos por dos semanas disfrutando de unas merecidas vacaciones.
-Ya veníamos de regreso, cuando un conductor ebrio, nos embistió por la parte trasera del auto, enviándonos contra la defensa de la autopista, el auto dió tantas vueltas que nadie se explicó, como yo
salí sin un hueso roto, solo rasguños y aporreos.
- Mis padres no corrieron con la misma suerte, fallecieron días después, quedé huérfana, a cargo de un hermano de mi papá, quien vivía siempre de viaje y de la esposa de él quién es mi tía, pero ella me trataba muy mal. Solo erala sirvienta de la casa, todos los oficios eran adjudicados a mí, me pagaba los estudios, pero debía hacer todas las labores de la casa; lavar, planchar, fregar los trastes, limpiar los pisos.
- Mis tíos tenían una hija, mi prima Clara, quién era mi peor pesadilla, derramaba líquidos y decía y entonces imitó la voz de la chica, Derek sonrió al escuchar.
-¡Megan, limpia esto! ¡Todo está sucio!
- Acabo de limpiar- decía yo-¡Tú derramaste eso, limpialo!
-¡Me estás diciendo mentirosa! - exclamaba Clara-entonces, llamaba a mi tía quejándose.
-¡Mamá, Megan está con flojera y no desea limpiar!
-¡Tía, no es cierto, Clara, está mintiendo, ella derramó el jugo!- me defendía yo-Mi tía nunca me creía y obviamente defendía a su hija atacandome a mí con una gran vara, y golpeaba mí espalda diciendo.
- ¡Deja de meterte con mí hija! ¡Clara no es ninguna mentirosa!
- Al final terminaba haciendo doble trabajo y adolorida por los golpes de mí tía con su vara. Cuando mí tío estaba en casa, la primera vez cometí el error de contarle y le reclamó a mí tía, ella lo negó. Cuando él se fue nuevamente de viaje, la descarga de la vara fue implacable para mí. Después aprendí a permanecer callada; descansaba un poco, cuando mí tío estaba en casa, pero él nunca pasaba más de dos semanas con la familia.
- Yo en mí corta experiencia de vida, pensaba que eso era el peor infierno para mí, la vida me demostraría muy pronto lo equivocada que estaba. Soñaba con cumplir mis dieciocho para emanciparme e irme de la casa de mis tíos, fueron los seis años más largos según mí mente de niña boba, de mi vida.
-Pronto llegó mi cumpleaños de emancipación, en la escuela tenía un amigo que había sido compañero de clases, pero no terminó, siempre hablaba de tener amigos empresarios y que podría conseguir trabajo si ellas querían. El amigo empresario, necesitaba personal femenino, una secretaria, yo me interesé en el trabajo y empecé a averiguar qué requisitos pedía y mi amigo me dijo un día:
- El paga muy bien, solo requiere que seas mayor de dieciocho, y virgen.
Me extrañó un poco ese requisito de ser virgen, pero como yo lo era, solo pregunté:
- ¿Y cuándo podemos ir a la entrevista?
- Cuándo tengas dieciocho, cariño- me dijo mi amigo.-
Una semana después me decía, al verme indecisa de ir a la entrevista.
- Megan, mi jefe me dice, que si deseas cuando tengas tu mayoría de edad, te puede ayudar a buscar un lugar para que vivas y seas totalmente independiente.
-Eso fue como música para mis oídos, le dije: "en solo una semana iremos a la entrevista, me saldré de la casa de mis tíos y nunca más sabrán de mi".
Derek la dejó hablar todo ese tiempo sin interrupción, se veía que ella estaba ansiosa por hablar de su vida
- ¿Qué pasó con ese trabajo?- preguntó él.
- Todo fue un fraude, un vil engaño.
Ella empezó a llorar y él sólo la miró y colocó una mano en su rostro para limpiar las lágrimas qué resbalaban por las mejillas de ella, un sentimiento de ternura le invadió el pecho, pero ya habían llegado al edificio donde él vivía.
- Todo va a estar bien, no te va a pasar más nada que te haga llorar como ahora.
- Gracias Derek, de verdad es un infierno lo que he vivido por cinco años, salir de casa de mi tía fue la peor decisión que he tomado.
- Ya no pienses en ese lado oscuro de tu historia, estás ahora acá y prometí ayudarte-dijo él muy serio- mi departamento es de una sola habitación, nunca he necesitado ayuda doméstica, pero en vista de que ahora vivirás en mi casa, debo buscar otro sitio donde vivir más amplio, mientras dormiré en el sofá.
- No creo que sea justo, yo dormiré en el sofá.
- Eres mi invitada y ya dije quién dormiría en el sofá, como tengo la tarde libre, empezaré a buscar un departamento más grande, quedas en tu casa, más tarde estoy de regreso.
Ella caminó como animal enjaulado en el pequeño departamento, aprovechó que él la dejó sola para ver qué podía ordenar, cuando Derek llegó vió todo reluciente y sonrió complacido.
- ¡Vaya si eres buena ordenando una casa, pensé que yo tenía todo en orden, pero ahora veo que no, te felicito Megan!
-Es lo menos que podía hacer después de todo lo que has hecho por mí.
Él sonrió y dijo:
- Tengo un departamento para mudarnos, así que ayúdame a empacar mis cosas y nos mudamos hoy mismo, así no pelearemos por quién dormirá en el sofá.
De inmediato los dos buscaron maletas y algunas cajas que él mantenía almacenadas en el maletero y pronto estuvieron listos para cambiarse al nuevo lugar de residencia.
- ¿Cómo conseguiste un lugar tan rápido para cambiarte?
- Un as bajo mí manga, tengo un papá muy influyente, un día me compró un departamento, nunca quise usarlo hasta hoy, por ser muy grande, así que para allá nos iremos a vivir.
- ¿Por qué nunca deseaste recibir ese regalo?
- Orgullo tonto diría yo, mí padre es una buen hombre, siempre soñó verme al frente de sus empresas pero siempre quise ganar mí dinero por mí propio esfuerzo.
- Vaya qué si eres extraño, yo me hubiera quedado con mí padre, en vez de engrandecer a otro, escuché a tu jefe decir que le habían encantado tus estrategias de negocios.
- Si, quizás tengas razón, pero en el momento que salí de casa, solo veía que me querían obligar a caminar por un camino que yo no había escogido, ahora veo que fuí un tonto.
- No digas éso, piensa que solo necesitabas crecer, por éso estás viviendo esas experiencias.
- Hablas con mucho optimismo, es extraño viniendo de alguien que vivió un infierno según tú.
- El mantener el optimismo en mí mente, fue lo que me mantuvo con las esperanzas de que un día escaparía, por éso lo logré.