DAMIAN
Muerdo sus pechos mientras que embestí contra su coño, disfrutando de la gloriosa sensación. Suelta ligeros gemidos y trata de quitar mi mano, pero no lo logra, ya que aumento fuerza. Al llegar a mi orgasmo beso sus labios y palmeo uno de sus senos rojos.
-Te gusto -revelo -tus gemidos y la humedad me lo hicieron saber.
-¿Podemos hablar sobre mi trabajo?
-Pensé que ya habíamos cerrado ese tema.
-Pues pensaste mal -odio que me responda de esa forma -. Quiero seguir siendo modelo, Damián. Me gusta y yo... -no dejo que termina y sujeto su cabello.
-Cállate, sabes que es lo mejor para ti amorcito ¿Por qué no piensas en mí? -solloza - Piensa en mi y como me siento cuando hombres por ahí te ven en lencería.
Bese varias veces su mejilla morada.
-También piensa en mí...
-Cállate antes que te golpee ¿¡Entendiste!? ¡Cállate! -asintió cerrando sus ojos y derramando una que otra lagrima -Mañana te quiero ver en comedor a las siete antes de irme al trabajo y podrás salir acompañada de uno de los guardias.
Asintió y por fin la solté. Se cubrió con las sabanas y se alejó de mí, como si fuera basura.
Acaricio varias veces su cabello y minutos después queda dormida.
...
Mónica acomoda la mesa junto a nana, ya que en unos minutos mi madre llega, quiero que todo este perfecto cuando esté aquí. Suelo ser un hombre obsesivo y busco la perfección en todo.
-Damián todo esta listo -dice Mónica.
Asiento y guardo mi celular. Tomo de la cintura a Mónica y nos dirigimos a la entrada. Segundos después la puerta es abierta por uno de mis hombres de seguridad y mi madre entra.
-Damián, querido -sonríe y se acerca abrazarme y dejar un beso en mi mejilla -Oh, Mónica nos
acompañará esta noche.
-Buenas noches señora -dice obligada.
Mi madre y yo pasamos a la mesa y Mónica viene tras nosotros. Nana saluda a mi madre y comienza a servir la cena. Madre me cuenta que la siguiente semana viajara con sus amigas a Italia.
-Viajaremos por toda Italia, te mandare fotos hijos porque se que siempre quisiste viajar a allá, pero por... cuestiones estúpidas -mira a Mónica -no pudiste.
-Madre, se lo que quieres hacer y te digo que lo dejes.
Corta su carne y come ese pedazo.
-Me hubiera gustado que la cena sea entre nosotros y no con estorbos.
Mónica la mira de mala manera y sé que está reteniendo las palabras de odio.
-Algunas mujeres solo se fijan en dinero hijo y cuando menos lo esperas ya están escapando con todas tus joyas y dinero.
Mi esposa ya no soporta esos comentarios, golpea con sus manos la mesa y se pone de pie.
-Ya basta, señora, no voy a permitir que me insulte un segundo más ¿Le gustaría oír la verdad? Usted es una vieja hipócrita a quienes sus amigas a penas la aguantan y si lo hacen es por las cosas que puede darle a base de dinero. Como tanto odia mi presencia, cene esta comida con su hijo -camina hacia las escaleras, pero antes vuelve a volverte -Y por ultimo, váyase a la mierda.
¡¿Qué carajos le pasa?! Esto supero los límites. Mónica liberó todo lo que tenía guardado. Estoy a punto de ir tras ella para enseñarle buenos modales, pero el llanto de mi madre me detiene.
Suspiro y me quedo con ella. Luego de dos horas se va a su casa.
-Acomoda todo y luego retírate.
-Si señor.
Subo a la habitación encontrándome con Mónica viendo una película. Jalo sus pies y me quito el cinturón.
-¡¿Cómo carajos te atreves a decirle todas esas cosas a mi madre?! -cae al suelo golpeándose la cabeza.
-¡Tu madre me insulto primero y no hiciste nada para defenderme! -pateo su espalda por el atrevimiento de alzarme la voz -Me estas lastimando.
-¡Me vale una mierda!
Patada tras patada hasta que me canso y lo reemplazo por los golpes de mi cinturón a la vez que estrello su cabeza contra el suelo provocando que comience a sangrar.
Llora, como la débil que es e intenta abrazar sus piernas, pero no lo permito. Maldita estúpida, llego a su límite. Esta vez no fueron bofetadas o agarres fuertes sino verdaderos golpes, golpes que le harán pensar en cada palabra que diga desde ahora.
Con el cinturón me encargo de golpear su boca la cual no tarda en sangrar. Mónica llora y ruega que me detenga y por esta vez soy benevolente.
-Te duermes ahí porque si te veo en la cama te juro Mónica que lo lamentaras.
Vuelvo a patear su cuerpo y me desnudo. Sin mas me acuesto en la cama, termino de ver la película y apago la TV.
Ya es demasiado tarde. Mañana será otro día.
Termino de acomodar mi corbata antes de irme a trabajar. Mónica ha estado escondida detrás del sillón y no se ha movido a pesar de estar despierta.
-Me voy al trabajo, puedes darte un baño y vestirte. Hoy no almorzare contigo, pero estaré en la cena.
Al no oír respuesta me dirijo al sofá encontrándome con la peor escena de mi vida. Mónica esta en el suelo y de sus piernas baja sangre, mucha sangre.
-Mierda, mierda y mas mierda -la tomo en mis brazos sin importar mancharme.
Salgo corriendo de la habitación. Nana al ver a Mónica se acerca preocupada.
Salimos de la casa encontrándonos con mis hombres y el auto listo.
-Al hospital ¡Ahora! -grito y ellos obedecen.
Cada vez me desespero y angustio mas al ver su piel pálida ¿Qué es lo que le esta pasando a Mónica?