Capítulo 9 Esto es una asociación

-¿Cómo es posible...? Yo...

-no acepto un NO, por respuesta, señorita Campabell. Sé perfectamente quién es usted

-¿Acaso investigo mi vida?- Ada está sorprendida

-un hombre como yo, siempre debe estar un paso adelante. Señorita Campabell, no le demos más vueltas al asunto. Usted necesita de mi poder

-si usted averiguo mi vida, señor Grey, creo que también sabe que no soy una mujer que depende de un hombre

-en este caso, sí- Grey se cruza de pierna demasiado varonil, y Ada abre sus ojos como platos porque presenció aquel movimiento, donde el bulto de aquel hombre le da a entender que es beneficiado por un buen miembro

El rostro de ella se sonroja y Adams se percata de ello. -¿Le sucede algo?- pregunta y el rostro de Ada que está sonrojado pasó a estar pálido

-ammm yo... Estoy, estoy bien señor Grey- miente -lo siento, pero sé que usted tiene novia, lo mejor es no tener más problemas

-de mi vida personal me encargo yo, señorita Campabell. Si usted acepta ser mi esposa, podrá ser una mujer libre, si no quiere tener sexo conmigo, puede darme un heredero de otra forma. Usted tiene lo que yo necesito y yo tengo lo que usted necesita, PODER.

-señor Grey, para mí familia soy una tonta y tengo múltiples problemas

-no me importa que digan que tengo una esposa tonta, cuando sé perfectamente que mi futura esposa posee una mente brillante ¿Quieres venganza? Yo puedo ayudarte a destruir a cada uno de los que se burlan de tí. Incluso puedo mandar tras las rejas a tu ex, en este momento

-¡No!- exclama Ada y Grey la fulmina con la mirada

-¿Aún te importa ese imbécil que se burló de usted?

-señor Grey, no me hable de esa forma, tengo mis razones por las cuales no quiero.

Adams tuvo que tranquilizarse, ahora Ada podría ser su salvación. -quiero recuperar mi herencia, señor Grey. Solo prométeme una cosa- Adamaris habló con firmeza, teniendo toda la atención del malicioso millonario

-la escucho señorita Campabell

-no quiero tener problemas con su novia. Si usted quiere que sea su esposa, tendrías que mantener tu relación muy oculta. Eres un hombre muy importante y los medios de comunicación están sobre ti, no quiero ser burlada nuevamente

-En el momento en que te cases conmigo, serás la señora Grey, estarás a mi mismo nivel.

-quiero estar sola por favor- han sido muchas emociones para Ada

-antes de irme- Adams saca el anillo de su blazer y los ojos de ella se iluminaron de felicidad, no quería que ese anillo se perdiera

-esto te pertenece- la toma de la mano sin tener su consentimiento y le coloca el anillo

Ada siente una corriente eléctrica. -no intentes quitarlo más, es tuyo, futura señora Grey. Prometo que vas a recuperar tú vida, me retiro- se coloca de pie y ella queda atontada, este hombre tiene una mente grandiosa, es eficaz y todo lo maneja a la perfección.

Ella puede ver aquel firme trasero de Grey, ese que provoca agarrar y apretar. -¿Disfruta verme, señorita Campabell?- pregunta y a Ada por poco y se le sale el alma del cuerpo -la veré mañana temprano. En cuanto seas mi esposa, me voy a hacer cargo de tí

-no seré tu carga, esto es una asociación

-como tu digas- se marcha sin despedirse mientras que Ada se quedó mirándolo

Apenas Adams sale de la casa, Miryam llega dando saltos de felicidad. -¡Lo escuché todo! ¡Ay Ada, ese hombre es espectacular!

-baja la voz, quizás y este afuera

-¿Y qué? Dime por favor que te vas a casar con ese guapo hombre multimillonario

-¿Tengo opción?- cuestiona Ada al mirar el anillo

-¡No!- su amiga ríe a carcajadas -yo, siendo tú, me caso con ese hombre. Cómo me gustaría verle la cara a la zorra de Bianca cuando se entere de que eres la esposa de un hombre poderoso

-aún no soy la señora Grey

-¡Pero lo serás!

-por Dios deja de gritar, solo quiero dormir, ayúdame- extiende sus manos y Myriam lo que hace es agarrar la mano donde tiene el anillo

-¡Es divino! Ese hombre es impotente. No lo niegues Ada, él está para comérselo

-vamos a la habitación, necesito descansar- lo dice algo molesta

-no te enojes amiga, solo quiero que seas feliz

-ese hombre no es mi felicidad ¿Acaso estás ciega? Es pretencioso y cree que todo lo tiene a sus pies, a mí no. Si acepto ser su esposa, es por un beneficio. El engaño de Jacobo destruyó la ilusión de amor que habitaba en mi corazón. Es un maldito Myriam, yo... Pensaba renunciar a muchas cosas por él, pero todo fue por un interés, me duele el alma. No entiendo a los hombres, pueden tener una mujer inteligente, pero si la tiene quieren una hermosa

-¡Hey...!- Myriam se sienta al lado de su mejor amiga -tú eres hermosa, mucho más hermosa que esa idiota. Él no te valoro Ada y te tienes que llenar de valor, sé que lo amabas, pero no puedes volver a estar con él, no te merece

-gracias Myriam...- Ada rompe en llanto -pero no nos digamos mentiras, Bianca es linda, siempre está a la moda, todos los chicos quieren con ella

-¡Es una zorra! No es ninguna hermosa, es una puta quita novios, merece lo peor del mundo, ¡Ojalá no me la encuentre porque la pongo en su lugar!

-no lo hagas amiga...

-Ada, necesito que te vuelvas fuerte, sé que con ese papasito de Grey lo harás. Vamos Ada, eres hermosa y valiente. Una mujer que es capaz de manejar una empresa, por favor no lo pienses tanto y cásate con Adams Grey

Adamaris no le responde a su amiga, por lo tanto, la chica la ayuda a levantarse para llevarla a la habitación. Al hacerlo se siente cansada porque la mayor fuerza la hizo ella.

-Myriam. ¿Puedes dejarme sola?- pregunta y su amiga suelta un largo suspiro

-está bien. Ya sabes que si me necesitas, pega un grito que vendré de inmediato- se acerca y le propina un beso casi en los labios, es algo normal de Myriam. No es que le gusten las mujeres es que ella es demasiado loca

Al quedar Ada, sola en la habitación, lo primero que hace es observar el anillo. -¡Todos se van a arrepentir!- susurra mientras que las lágrimas de dolor sin hacer el mínimo esfuerzo, se deslizan por sus mejillas -¿Qué tan malo sería ser la señora Grey?- se hace aquella pregunta sin dejar de sollozar