Al salir el sol escuché a mi madre tocar la puerta una y otra vez.
Juliana: Déjame dormir; hoy es domingo.
Marzia: Tengo algo que hacer y quiero que me acompañes.
Abrí la puerta rápidamente.
Juliana: ¿Qué tienes que hacer?
Marzia:iré a ver a tu...
Juliana: A mi padre.
Mi madre quería ir a despedirse de mi padre.
Juliana: Hasta ahora piensas en eso.
Marzia: Ya que me casaré quisiera ir a decirle, o sea a pedirle permiso...
Juliana: Está bien, espera, me arreglo.
Me bañé, me arreglé y salí. Al abrir la puerta principal vi un carro. Era el carro de Jack.
Juliana: ¿Qué hace Jack aquí?
Marzia: Él quiso acompañarme, solo eso.
Juliana: solo eso...
Marzia: También para que le dijeras tú lo de Adrián.
Frunci el seño y me monté en el carro en la parte trasera y fue mi peor error; ahí estaba Daniel, el hijo de Jack.
Jack: Hola, princesa, tu madre me dijo que aceptaste ir a la escuela Hedor.
Juliana: Primero que todo, sí acepte y después...
Mi madre me miró y me impidió que le dijera a Jack que no era su princesita.
Juliana: Sí, acepte solo que con una condición.
Vi cómo Daniel me miró y se rió, sarcásticamente le sonreí y proseguí.
Juliana: quiero que matricules a Adrián, un amigo mío.
Al escuchar el nombre Adrián, la cara de Jack se puso pálida.
Jack: No creo que sea bueno que un ladrón entre a una escuela que ahora es privada.
Marzia: Ladrón...
Jack: Sí, ese chico estuvo en el orfanato 2 veces cuando era menor por robar y ahora tiene unos 20 años y estuvo un año preso por robar en la escuela.
Juliana: Eso es mentira; él no es un ladrón. Por favor, no le vas a creer, madre.
Mi madre me miró y con una cara decidida dijo:
Marzia: No quiero que un ladrón entre a una escuela donde estará no solo mi hija sino Daniel, quien ahora es como mi hijo.
Sonreí y respondí.
Juliana: Tu hijo favorito que no quieres que se meta en malos pasos, Marzia.
Marzia: me has dicho Marzia.
Juliana: ¿No escuchaste, estás sorda o qué?
Jack: respeta a tu madre.
Daniel: Si respeta a tu madre, hermanita.
Juliana: para el auto.
Jack: ¿Que?
Juliana: Detén el auto.
Jack detuvo el auto y los tres me miraron a mí.
Juliana: Saben que primero no soy tu maldita hermana; oíste segundo no soy tu princesita y tercero mi madre murió en el mismo accidente que mi padre...
Me bajé del auto y antes de cerrar la puerta dije:
Juliana: Es mejor que detengan el trámite; no iré a esa maldita escuela, aunque saben que me da risa que pensarán que aceptaba su relación.
Miré a Jack y le dije:
Juliana: sabes, sé mucho más de lo que piensas y no solo yo.
Antes de que cerrara la puerta, Jack dijo.
Jack: Está bien, Adrián podrá entrar, pero tendrás que permitir que José sea tu guardaespaldas y chofer...
Daniel: Que él es mi chofer padre.
Al escuchar eso sonreí y les dije.
Jaliana: no se preocupen; no seguiré los pasos de Adrián.
Me monté en el carro y llegamos al cementerio.
Mi madre se paró frente a la tumba de mi padre y le dijo unas palabras.
Marzia: Hoy se cumplieron 8 años de tu muerte. En la madrugada estaba preocupada; nuestra hija no había aparecido; solo se hicieron las 00:00. Y lloré, me casaré de nuevo y aún no te olvido. Te prometo que cuidaré más a mi hija. La ignoré por 8 años. Solo quería lo mejor para ella, pero se me olvidó que ella no tenía a nadie, ni aunque sea una nana. Lo siento.
La semana pasó y yo solo podía escuchar lo que mi madre le dijo a mi padre y llorar; hoy era el día de la boda y tenía que prepararme...
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