Capítulo 3 El primer día del resto de mi vida

-Bruno Cicarelli -

Unas pocas semanas después del incidente...

Estoy tomando sol de lo lindo, en la terraza de mi nuevo hogar, con un rico jugo de fresa y unas botanas.

-Bambino...

-Mamma...

-Sal del sol que te achicharrarás con este día tan caliente.

-Pero mamá me encanta estar bronceado.

-Ay mi niño, mañana empezarás tus estudios en la Universidad y si llegas todo rojo serás la risa de tus nuevos compañeros.

-Ay mamá, tan dramática como siempre...

Me levanto de mi reposera y me doy un chapuzón en la piscina, salgo y mi madre me entrega una toalla para secarme, la abrazo y le doy un sonoro beso.

-Ti amo, mía cara...

-También ti amo mio piccolino. Ahora ve a vestirte para que podamos comer.

Acabamos de llegar desde Italia con mi madre para residir en Estados Unidos, salimos de Italia debido a la gran pelea que hubo entre mis padres cuando se enteraron de que no me casaría con la bruta de Nicoletta y posterior pelea que tuvimos o más bien golpiza que le di a mi padre. Era claro que para él yo nunca sería un buen hijo, aunque quisiera, nunca fui lo que él esperaba...

Gio, mi hermano menor se quedó en Italia, con la prima de mi madre, mientras termina sus estudios secundarios y decide qué hacer, en cambio mis otros dos hermanos se han quedado con mi padre, de verdad que no los entiendo. Tratamos de hablar con ellos, pero nada, ellos cerraron un frente común con él y no nos quisieron ni recibir. En fin, con el dolor a cuestas, viajamos a Estados Unidos y llegamos a la Gran manzana, mi madre tenía algunos ahorros, de los que nadie sabía y compró el último piso, en uno de los edificios que se encuentran entre la tercera avenida y la calle 18 este, que debo decir es un buen barrio cercano a la universidad NYU.

Sí, por fin podría hacer lo que siempre quise y este será mi último día de descanso. Ansío que llegue mañana, pues espero que sea el comienzo de una nueva vida en otro país. Comienzo la carrera de medicina en la NYU y por dios que estoy feliz...

Llega la mañana y me dispongo a salir, me ducho, cepillo mis dientes y me visto lo más cómodo posible para comenzar mi primer año de universidad. Mi madre está en la cocina canturreando, mientras prepara el desayuno, una canción de Doménico Modugno que suena en el radio y yo la admiro desde el marco de la puerta, maravillado por su increíble voz, ella como les conté, era soprano en el teatro de la ópera en Roma, hasta que conoció al tarado de mi padre, un hombre de la alta sociedad que la llenó de regalos y sorpresas para meterla en su cama y luego casarse para tenerla como su trofeo

Ella dejó de cantar, cuando supo que estaba embarazada de mí y así continúa la historia; Un matrimonio de "ensueño", cuatro hijos varones y su carrera como cantante, terminada.

-¿Come vai mio picolino? (¿Cómo estás mi pequeño?)

-Benne, mamma, benne. ( Bien, mamá, bien)

-Listo tu desayuno.-coloca el pan recién tostado, una fuente de frutas, mermelada de fresa y mantequilla de maní.

-Grazie.- Como buenos italianos comemos de todo, pero en su justa medida, aunque no puedo negar que tengo un físico envidiable y la verdad que ejercicio es lo que menos hago, genética le dicen. Tomo mi espresso, como algunas frutas y luego me levanto dejando las cosas en el fregadero, si las lavo mi madre me mata, en eso no puedo pelear mucho.

-Bueno, este angelito se va a su primer día del resto de mi vida.

-Que dios te bendiga mi picolino.- Le doy un beso en su hermosa cabellera blanca y salgo de la casa. Me subo a mi adorada vespa y me dirijo a la universidad.

Hoy será un gran día...

Llego a la universidad y me estaciono en el aparcadero de motos, voy caminando a la recepción de alumnos nuevos donde me entregaran mis horarios de clases. En eso veo a un morenazo que me quita el aliento. Nuestras miradas se topan y ambos nos esquivamos...El chico toma sus documentos y sale del lugar como alma que lleva el viento.

-Uff, se me hizo el día. - Retiro mis documentos y me dirijo al salón donde tocará la clase introductoria y adivinen a quién me encuentro. Ahí está, el sexi morenazo hablando con una bella chica. Se les ve muy entretenidos, a lo mejor y se conocen o son pareja. Bueno... Nadie es perfecto ¿no? En eso entra el decano y su ayudante, carraspea y todos nos quedamos callados, pues comienza a presentarse.

-Buenos días jóvenes, mi nombre es Owen George y seré su peor pesadilla.-Todos ríen frente al hombre que se ve más bonachón que abuelito vestido de santa y él sigue con su charla.

-El joven que me acompaña es el doctor Ethan Scott, es el mejor en su promoción y la estrella de nuestra universidad.

-Gracias profesor por los halagos, como ya les dijo el decano soy Ethan Scott y espero que los años que pasen por esta universidad sean los mejores de su vida, yo no soy tan pesadilla como el caballero éste y pueden contar conmigo para lo que necesiten.- nuevamente risas y suspiros. Debo decir que el tal Ethan se ve de comérselo y creo que el 99% de las féminas que se encuentran aquí piensan lo mismo, el tipo irradia seguridad y sex apele, pero hasta ahí llega conmigo es demasiado macho alfa lomo plateado y yo también...

Termina la clase de inducción y mientras guardo mis cosas el morenazo y la chica bella se acercan a hablarme.

-Hola, soy Dylan y ella es la bella Hanna.

-Hola...-La chica se sonroja y se ve muy tierna, mientras el sexi morenazo me mira como queriendo comerme. «Ay, Bruno, siempre te pasa lo mismo» .

-Hola chicos, Bruno... así me llamo.- extiendo mi mano para saludarles y es Dylan quien la toma primero.

-Un placer, Bruno - me dice el sexi morenazo, mordiéndose el labio inferior.

-Bueno, Bruno... con Dylan íbamos a comer algo a la cafetería, te gustaría...

-Pues claro, me sumo... soy nuevo en el país así que me encantaría poder hacer buenos y nuevos amigos-le digo sin siquiera dejarla terminar de hablar. Ni tonto, ni perezoso ¿no?

-Entonces vamos, te haremos un tour por el campus.- Salimos los 3 de la sala, noto que varias chicas se nos quedan mirando y más de alguna le dice "perra" a Hanna por ir con nosotros, pero eso parece no afectarle en lo más mínimo. Una vez que terminamos nuestro recorrido por el campus llegamos a la cafetería y pedimos algo de comer, es bastante pobre o mejor dicho paupérrima la comida que hay aquí, pero teniendo café me basta. Nos sentamos en una de las mesas y comenzamos a conversar.

-Y ¿de dónde se conocen? ¿No me digan que son los eternos enamorados que no pueden separarse el uno del otro? - Mi pregunta los descolocó a ambos, Hanna se puso roja y Dylan negó con su cabeza.

-No, no, noooo con Hanna somos amigos de la escuela y nos volvimos a reencontrar acá en la universidad.

-Eso, Dylan es un amigo muy querido para mí, pero iugh jamás lo vería como otra cosa.-

Los tres reímos y pasamos una agradable tarde conversando, debo decir que entre conocer el campus y algunas cosillas por ahí me ha gustado mucho al lugar que he llegado, los chicos son muy amables y han hecho que mi primer día de clases sea fenomenal. Cuando vi la hora me di cuenta que ya eran lasm seis de la tarde, así que, luego de este gratificante día nos despedimos dándonos nuestros contactos y confirmando que desde mañana seremos compañeros en casi todas nuestras clases.

Hoy ha sido un día maravilloso, el sol brilla y el aire de esta ciudad me encanta...

Tomo mi moto y me dirijo a casa para descansar. Mañana será otro gran día...

            
            

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