Capítulo 6

Jane había estado con Nathan durante años y sabía que estaba verdaderamente enfurecido.

Antes de que pudiera regresar a su habitación, sus guardaespaldas la arrastraron al hospital.

Claire estaba sufriendo una hemorragia, y aunque el tipo de sangre de Jane no coincidía, Nathan ordenó que le extrajeran sangre de todas formas.

Bolsa tras bolsa de su sangre fue desechada a la basura.

Al final, la visión de Jane se nubló por la pérdida de sangre, y su conciencia se perdió.

Su última imagen fue la de Nathan al lado de una puerta de cristal, sosteniendo la mano de Claire, sus ojos enrojecidos por la preocupación. "Claire, no puedes dejar que te pase nada por mi culpa".

Jane había experimentado una vez un momento similar.

Cuando se unió a Nathan por primera vez, enfrentaron una emboscada en las afueras.

Él recibió múltiples heridas de cuchillo para protegerla, mientras que ella solo tenía un rasguño en el hombro. Sin embargo, él insistió en permanecer a su lado, ansioso como si su herida fuera grave.

Cuando él se volvió delirante por la pérdida de sangre, aún sostenía su mano, murmurando con ternura, "Cariño, debes estar sufriendo mucho. No tengas miedo, estoy aquí contigo".

Jane cerró los ojos, las lágrimas escapando de las comisuras.

Nathan una vez había ganado su corazón con su sinceridad.

Pero al final, le dio esa sinceridad a otra persona.

Jane respiró suavemente, su corazón asentándose una calma resuelta.

Después de mañana, cuando escapara, ella y Nathan no serían más que enemigos.

Cuando despertó, Jane regresó sola a la villa y empacó sus últimas pertenencias.

Esa noche, Nathan llegó a casa después de pasar el día en el hospital con Claire.

Entregó su chaqueta de traje a un sirviente, sosteniendo una caja de regalo, y preguntó: "¿Dónde está mi esposa?".

"Está en la habitación de invitados. Dijo que quiere verte".

Nathan se dirigió hacia su habitación, pero se detuvo. "¿Cenó?".

"Sí, pero solo un poco".

"Bien, que la cocina prepare algunos bocadillos y se los lleve a su habitación más tarde".

Después de dar las instrucciones, Nathan abrió la puerta de Jane.

Ella estaba de pie con un vestido color vino, mirándose en el espejo, su figura elegante.

La respiración de Nathan se detuvo. Dio un paso adelante, y la rodeó por la cintura desde atrás. "Después de todos estos años, mi esposa sigue siendo tan hermosa".

Jane suprimió las náuseas que surgían dentro de ella y no lo apartó. "Mañana es nuestro aniversario. ¿Lo recuerdas?".

"Por supuesto que sí". Nathan abrió la caja de regalo, revelando una nueva horquilla de jade blanco. "Tu regalo".

"Quiero pasar nuestro aniversario en la Costa Oeste. Me regalaste un yate el año pasado". Jane declaró su objetivo.

Los ojos de Nathan parpadearon con sospecha. "¿Por qué allí de repente?".

"Me propusiste matrimonio allí. Quiero volver a visitarlo".

Sus dudas se disiparon y él aceptó. "Está bien, lo arreglaré".

Al día siguiente, cuando Jane abordó el yate, vio a Claire.

Claire se acercó con una sonrisa burlona. "¿Qué pasa? ¿No dijiste que hoy era tu aniversario con Nathan y que no me traería? Pero solo tuve que hacer un puchero, y él envió a alguien a recogerme".

Jane ignoró a Claire, calculando el punto de encuentro que había acordado con Lucas anoche.

Según la velocidad del yate, llegarían al anochecer.

Nathan se acercó, al verlas juntas, y le explicó a Jane. "Claire nunca ha estado en un yate. Solo está aquí para disfrutarlo".

"Entendido", respondió Jane, sus ojos carentes de emoción.

Nathan la estudió profundamente, luego se volvió hacia Claire, diciéndole algo que la hizo golpear juguetonamente su pecho. "Tu esposa está justo ahí, Nathan, eres tan malo. Te esperaré esta noche".

Claire se alejó con una sonrisa tímida.

"Cariño", dijo Nathan, levantando un mechón de cabello de Jane. "No te enojes. Ahora soy todo tuyo".

"Está bien. Ve con ella", respondió Jane.

Permaneció sentada en la cubierta todo el tiempo.

Nathan se quedó a su lado con una paciencia sorprendente.

A medida que el sol comenzó a hundirse, el resplandor anaranjado se fusionaba con la costa distante.

De repente, un disparo rompió la calma.

Decenas de hombres vestidos de negro invadieron el yate, los disparos estallando en el caos.

"¡Nathan!". Claire gritó, con una pistola apuntando contra su cabeza. "¡Sálvame a mí y a nuestro bebé! ¡No quiero morir!".

Nathan, que instintivamente había protegido a Jane, la abandonó en el momento en que vio a Claire capturada. "¡Cariño, quédate aquí y no te muevas!".

Agarró una pistola de un guardaespaldas y apuntó al captor de Claire. "Déjala ir".

"Vaya, vaya, Nathan Cross, ¿abandonando a tu esposa por esta mujer?", el hombre se burló.

Nathan miró hacia atrás, y su corazón casi se detuvo.

Jane ahora estaba sostenida por otro hombre de negro, una pistola apuntando a su cabeza en el borde de la cubierta.

Apretó los dientes, gruñendo: "¿Qué quieres?".

El hombre no respondió. Pateó las rodillas de Claire, forzándola a arrodillarse. "Contaré hasta tres, y dispararemos a ambas mujeres. Solo puedes salvar a una".

Claire se arrodilló, temblando de miedo: "¡Nathan, sálvame!".

"Tres, dos, uno...".

Justo antes de que apretaran el gatillo, Nathan se lanzó hacia Claire, que estaba más cerca de él.

Jane lo observó todo con calma.

Cuando sonó el disparo, fingió colapsar, dejando que el hombre la arrojara al mar.

El agua la tragó por completo.

El equipo de Lucas, listo en el caos, la llevó a un lugar seguro.

Mientras le colocaban el equipo de buceo, Jane se quitó el anillo de bodas y lo arrojó a las profundidades.