Capítulo 4

Punto de vista de Logan

Al despertar, no puedo dejar de pensar en lo que pasó anoche. Me estiro para buscarla en la cama, con la esperanza de sentirla cerca, pero no está.

Salto del colchón, llamándola por su nombre, pero no hay respuesta.

Voy al baño, pero tampoco está allí.

De vuelta en la habitación, veo un sobre y una nota sobre la mesita de noche.

"Necesito tiempo para reflexionar sobre lo que pasó anoche entre nosotros. Por favor, entiende que mi elección no se trata de ti. Dejé algo de dinero para cubrir mi parte de los gastos del hotel. Cuídate, Nadine".

Inmediatamente, tomo mi celular y llamo a uno de mis hombres.

"Buenos días, señor".

"Buenos días, Mark. Encuentra a esa dama de anoche".

"Sí, jefe".

Me dirijo al baño y me refresco, luego mi celular vuelve a sonar. La voz de Mark se escucha al otro lado de la línea.

"¿La encontraste?", pregunto, rezando por una respuesta positiva.

"Sí, señor. Está en el puente".

"Maldita sea. Dame la ubicación. Ahora".

Salgo corriendo del hotel, uno de los muchos que poseo. Mi chófer ya me espera en el auto, y rápidamente le digo a dónde ir. "¡Date prisa!", ordeno.

"Sí, señor", responde y pisa el acelerador a fondo.

La ansiedad me inunda mientras el auto vuela por las calles. Una idea me cruza la mente: 'Ve bajo el puente'. Se lo ordeno a mi chofer.

Él gira bruscamente el auto y acelera.

"Jefe, llegamos". Su voz me saca de mis pensamientos.

En una fracción de segundo, salgo del auto.

En ese preciso instante, veo un cuerpo caer desde lo alto del puente.

Sin pensarlo dos veces, me quito la chaqueta y me lanzo al río para salvarla.

Nado incansablemente hasta que la alcanzo y la arrastro hasta la orilla.

Ella está temblando, luchando por respirar. La abrazo con fuerza, intentando hacerla sentir mejor. Se siente tan frágil. Las lágrimas rodaban por sus mejillas y sentí alivio por haber actuado rápidamente.

Más gente se reúne en la orilla mientras uno de mis hombres llama a mi médico personal. Pronto, él llega en poco tiempo y, tras revisar los signos vitales de la mujer, me confirma que está bien.

Me aconseja que la deje descansar. Le doy las gracias y la llevo de vuelta al hotel. Ella se queda dormida.

Permanezco a su lado, esperando a que despierte. Entonces, llamo a mi asistente. Al tercer timbre, contesta.

"Buenos días, señor West".

"Cancela toda mi agenda de hoy", doy una orden firme, sin responder al saludo. Con eso, termino la llamada, esperando la recuperación de Nadine.

Después de dormir mucho tiempo, finalmente se despierta. Parpadea, tratando de acostumbrarse a la luz de la habitación. Se sienta y mira a su alrededor.

"¿Dónde estoy?", pregunta con los ojos llenos de curiosidad.

Nuestras miradas se encuentran y veo un destello de reconocimiento en sus pupilas. Luego, vuelve a recostarse y cierra los ojos.

"Necesitas comer", le digo, mientras uno de mis hombres le trae comida.

Ella duda, pero cuando su estómago ruge, sonríe y empieza a comer mientras la observo de cerca.

"Me incomoda que me mires así", dice.

Guardo silencio.

"¿Por qué me salvaste? Deberías haberme dejado escapar de todo este dolor y tortura", suplica.

Permanezco callado.

"Por favor, di algo", ruega.

"Nadine", digo finalmente.

Se gira hacia mí, sorprendida. "¿Sabes mi nombre?".

Ignoro su pregunta y continúo.

"¿Y tú quién eres?", pregunta.

"Soy Logan West", respondo, forzando una sonrisa en mi mejor intento de ser cordial.

"Estuve en la boda. Presencié todo".

Su rostro se contrae de dolor, pero no me detengo.

"Me di cuenta de lo herida que estabas por lo que tu hermana y Jake hicieron. Por eso decidiste reproducir el video en la boda".

Respira hondo y sus ojos se llenan de lágrimas. "Tienes razón", confiesa con voz temblorosa. "Estaba profundamente herida por su traición y pensé que mostrar ese video podría ayudarme a vengarme".

La observo, frunciendo el ceño con confusión, mientras golpeo mis dedos con impaciencia. "¿Qué, estabas pensando en saltar al río? Si nadie te hubiera rescatado, habrías muerto de un dolor que no podrías soportar".

Ella enarca una ceja y suspira con resignación.

"Jake y Nathalie ni siquiera se darían cuenta de que te has ido. Tus padres, quizá por culpa, te buscarían después de una semana, pero para entonces ya habrías sido arrastrada de este mundo.

No tendrías funeral, ni tumba. Nadie lloraría por ti, mientras Jake y Nathalie viven felices para siempre. Podrías haber ido con ese hombre y decirle que te estás muriendo por su culpa, atrapándolo en el remordimiento por el resto de su vida. Eso es mucho mejor que morir dolorosamente como una perdedora", digo.

Sus ojos se inundan de lágrimas. "¿Puedes parar ya? ¿Por qué eres tan malo? No lo entiendes. Mi familia me odia. Para ellos soy una persona no deseada en sus vidas, mientras que mi hermana recibe su atención sin el más mínimo esfuerzo", dice, con lágrimas corriendo por su rostro.

Me acerco más, sujetándola suavemente en su lugar.

"Te ayudaré a vengarte de ellos", digo suavemente.

"¿Por qué haces algo así por mí? Ni siquiera te conozco", pregunta, mirándome profundamente a los ojos.

"Esa es una buena pregunta. Tengo una propuesta para ti", digo, en un tono serio.

Ella frunce el ceño y me lanza una mirada inquisitiva. "¿De qué se trata?", pregunta.