-¡Ya habla de una vez! -Desesperada por saber.
-No podrás ver, pero será temporal, me encargaré de que así sea, hija.
-¡¡NOOOOO!! ¡SERÉ UNA MALDITA CIEGA! -Karla lloraba sin creer en que dañaría más sus ojos-. No puedo estar de esta manera.
-Hija, no digas esas cosas -menciono Tyra mientras trataba de limpiarse las lágrimas.
-¡CÓMO TÚ NO ESTÁS EN MI LUGAR!
-P-por favor, hija.
-¡¡SOLO SERÉ UN ESTORBO!! ¡¡NO QUIERO ESTAR ASÍ!! -Alejandro llamo a una enfermera-. ¡¡PREFIERO ESTAR MUERTA A NO VER!! ¡¡NO QUIERO!!
Karla estaba fuera de control, las enfermeras la sedaron. Los señores Thompson se quedaron con ella en el sillón incómodo que tiene el cuarto de hospital. Alejandro estaba arrepentido de haberse ocupado solo en la empresa y no ponerle atención a su única hija.
-Karla, siempre necesito de nosotros -La mujer no podía parar de llorar-. Lo tomará a mal si comenzamos acercarnos a ella, ¿cierto?
-No hay otra manera, Tyra. Hemos cometido muchos errores como padres, pero estoy dispuesto a repararlos -La pareja se abrazó consolándose mutuamente.
••••••••••••••
Al día siguiente Karla estaba despierta, pero no decía nada, solo sollozaba. Horas más tarde sus amigas y Derek llegaron llevaron globos para darle ánimos, sus papás decidieron dejarlos con Karla mientras iban a desayunar.
-Buen día, Karla -dijo triste Verónica. En el instituto ya sabían el accidente que tuvo Karla Thompson. Mercy y Jessi decidieron irse poniendo un sinfín de pretextos para no entrar. Así fue como Karla se dio cuenta de que eran unas interesadas, aunque ya lo sabía dolía que tuviera razón.
-¡¡NO SÉ SI SERÍA UN BONITO DÍA!! ¡¡¡CUANDO ESTOY CIEGA!!!
-¡¡Tampoco nos grites, idiota!! -Verónica siempre la trataba así y no iba a cambiar su trato solo por compadecer su pérdida de vista.
-¡Ahora soy un estorbo! ¡No se dan cuenta! -Karla sentía mucho dolor con esa pérdida de su vista, todo sería oscuridad. Allison se acercó a la camilla tomando la mano de su amiga que se tensó al no saber quién le había tocado.
-Karlita, para nosotras nunca lo serás, eres mi amiga desde que comenzamos el instituto y así será hasta que seamos viejecitas. Estamos aquí porque te queremos todas, ¿entiendes? -Karla solo asintió limpiándose las lágrimas.
-Lo siento chicas -Sonrío un poco-, pero no lo puedo procesar todavía -Karla suspiro mirando al techo-. Una borrachera cambió mi vida por completo. Sabía que algo como esto pasaría, pero ahora que realmente lo estoy viviendo es triste.
-Lo sabemos Karlie, pero esto es solo una piedrita en el camino, además te puedes operar ¿no? -Derek solo escuchaba lo que decía Hannah.
-Sí -Se mantuvo callada unos segundos-. Lo pensé toda la noche y tengo una decisión... no quiero operarme... no ahora.
-Karla, si existe la posibilidad de operarte, ¿por qué no quieres hacerlo? -pregunto Derek nervioso creía en no hacerse cargo de ella.
-Derek, estoy harta de que solo se acerquen a mí por ser tan popular en el instituto y ser "la chica sexi". Supongo que con esto que me ha pasado conoceré a mis verdaderos amigos -Derek, miro con atención esa ceja levantada de la castaña-. Te doy la oportunidad de que te vayas ahora sin poner tus estúpidas excusas. Cuando escuche tu voz creí que al menos sentiría alguna emoción, pero realmente no estoy enamorada de ti y esta relación es una mierda -el tono de voz era neutro y frío que sus amigas se mantuvieron en silencio.
-Es cierto que nuestra relación era distinta, pero yo si te quiero.
-Aja, ¿por esa razón me engañabas con todas las porristas?
-¡¿QUÉ?! -dijeron al mismo tiempo Jane y Verónica.
-Eh. ¡Me largo! No puedo estar más tiempo en un lugar donde no me aprecian, ¿quién quisiera estar con una ciega como tú? Nos vemos... ups ya no me verás... ¡¡Ja, ja, ja!!
-¡¡LÁRGATE MALDITO IMBÉCIL!! ¡¡SÁQUENLO!! ¡¡SÁQUENLO!! -Vero y Jane lo sacaron a patadas del cuarto.
-Ya tranquila no te volverá a molestar.
Karla lloraba en silencio, sus amigas estuvieron toda la tarde hablando de todo un poco, se había vuelto tarde, tenían que regresar a sus casas.
-Nos tenemos que ir Karlie, pero no dejaremos de visitarte.
-Te vas a aburrir de nosotras.
-No creo, chicas, solo que se hará aburrido esto de estar dos semanas mientras me quitan esta venda que por mí fuera la hubiera arrojado lejos.
-Trataremos de venir todos los días, por lo menos aún no entramos a clases, te ayudaremos con todos los tramites.
-Vaya, me sorprendes hija del mal, tú siendo buena con Karla -menciono sorprendida Jane de la aptitud de Verónica.
-Mira copia barata de Beyoncé, déjame de tentar las pelotas que te puedo romper cada uno de esos enormes dedos... trato de cambiar un poco si Karla es fuerte, yo también lo seré por ella, pero no te acostumbres Thompson que cuando te adaptes todo será igual.
-Ya me había asustado a tanta palabrería Vero, casi lloro -Toco su corazón con dramatismo.
-Solo eres una dramática, perra.
-Para que no te aburras, Karlie, deberías de escuchar 93.4 la estación del amor, pero te recomiendo el programa de las cuatro a las seis que es el que me encanta "Hablando de algo" no te preocupes te puedo dejar la estación guardada hasta te traigo un radio pequeño.
-Si dices que es bueno, déjame guardada la estación... mi teléfono creo que ya no existe, pero consíganme uno adaptado a mi nueva vida -Jane se adelantó y comenzó a marcar números para que le buscaran un teléfono en los países más avanzados, con dinero pueden conseguir cosas que no se pueden imaginar que existe.
-Tu pedido está hecho y ya viene en camino, es bueno tenerme de amiga -Sonriendo con superioridad.
-Todas tenemos dinero, Jane -dijo aburrida Verónica.
El pedido tardo unas horas y aunque eran pasadas de las diez de la noche se tomaron fotos con Karla para que la castaña no se sintiera tan fuera de ambiente y enfrentara su nueva etapa de vida. Verónica configuró el celular con el conocimiento de voz de Karla, al igual que su huella digital. El teléfono era muy inteligente e hizo que Karla se adaptara a él. Allison dejo la estación guardada y se fueron casi a las once de la noche. Los señores Thompson regresaron a cuidar de Karla que se mantenía mirando a la nada con su teléfono en manos.
-Hija, quería decirte que existe la posibilidad que recuperes la vista con una operación... -dijo animado Alejandro.
-Lo sé -Karla suspiro mirando al frente-. Sabía que me dirían esto y tome la decisión de no operarme, no ahora... más adelante.
-Pero hija, puedes hacer el intento al menos que te examinen -Rogó Tyra, odiaba ver a su hija perdida en su mente sin hablar o sonreír.
-Dejaré que me revisen, pero no me operaré... no hasta que encuentre un motivo para hacerlo -dijo decidida.
-Está bien, sabes que te apoyamos -Karla, sonrió con burla.
-Ahora si les importo, ¿no? -su voz salió fría hiriendo a sus padres-. ¿Es el sentimiento de culpabilidad? Así le llaman, no sé ustedes porque nombre lo conocen.
-Karla, por favor -dijo llorando Tyra.
-Karla, nada, madre... ustedes me dejaron a la suerte y ahora actúan como si les importara lo que me paso, cuando tuvieron tanto tiempo para mostrarme lo mucho que me apreciaban, pero ahora mi vida ha dado un giro inesperado y quiero girar con esto tal vez más adelante decida hacer algo para salir de esta oscuridad a la que yo misma me he introducido.
-Perdónanos hija, nunca debimos abandonarte, creíamos que, con darte dinero y todos tus caprichos, tú serías feliz, pero nos equivocamos.
-Yo solo quería un poco de sus atenciones.
-Permítenos mostrarte que estamos arrepentidos. Te tomaremos de la mano para que afrontemos como familia este nuevo comienzo -Karla escuchaba las palabras de su padre que siempre había anhelado escuchar y por fin llego el día.
-Está bien -dijo con esa voz cortada que ellos no habían escuchado en años-. S-solo no me vuelvan a dejar.
-No lo haremos -Los dos padres se sentaron tomando las manos de su única hija.
-Los quiero... no podré avanzar sola... los necesito mucho -Ambos padres abrazaron a su hija que estaba llorando como si fuera una pequeña.
-Estaremos contigo, Karlita.
••••••••••••
Había pasado una semana de estar en esa cama de hospital tan incómoda y aburrida de escuchar las noticias; los primeros días las pláticas eran incómodas cuando decían "mira esto" "deberías de ver el atardecer" hasta que se acostumbró a esas conversaciones y se le hizo normal.
Las clases de braille le parecieron interesante y Karla es bastante inteligente, sin importar los dolores de cabeza por el accidente, comenzó a estudiar el tercer día que despertó. Los señores Thompson se ocuparon de que ingresara al instituto Wilson In en un edificio especial.
Karla le explicó a su padre que debía cambiarse de carrera por algo que si le parecía interesante y era derecho penal y paro eso tendría que estudiar derecho para ser abogada y continuar con derecho penal sin darle mucha importancia a lo que tendría que estudiar, Karla acepto el reto. Karla en una semana aprendió a escribir en braille. Días después estaba aburrida por el olor a medicina, la enfermera estaba terminando de revisar su estado. Karla le pido que le pasara su teléfono, recordó que Allison le había guardado ese programa de radio que tanto le menciono las siguientes visitas y tenía curiosidad.
/*-------------------Radio
-Hola, un día más con ustedes esto es "hablando de algo" con Michelle, comenzaremos con... -Karla escucho una voz ronca, le parecía familiar, pero no recordaba de donde se le hacía conocida. Era una voz hipnotizante y se la paso escuchando la estación por esa magnética voz.
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