Hoy me levanté más tarde que de costumbre, desayunando sola a las once de la mañana. Parece que nadie se ha ido a hacer nada, pues en mi recorrido hacia la cocina y luego hacia mi habitación de nuevo, me encuentro a Mike y a Madison, esta última, por supuesto, ni me saluda. A mi madre la veo por la ventana desde lejos, siendo paseada en el jardín p