Despertó de aquel sueño sonriente con una sensación de felicidad que hacía mucho no experimentaba, para ser exactos unos 5 años.
Pasó la mano por el lado derecho de la cama pero allí no encontró a nadie, solo el tacto suave de sus sabanas de algodón egipcio. Suspiro y cerró los ojos
-Si, fue muy bueno para ser real. – volvió a suspirar decepcionado y se levanto de la cama.
Esa mañana llegó a la oficina como cada día reviso los mensajes, asistió a la reunión con los socios y a la hora del almuerzo salió a comer al restaurante que más le gustaba. A pesar de que se veía atlético le encantaba la comida grasosa, solo que quemaba las calorías con sesiones de natación y kickboxing. Ese día almorzó una hamburguesa y papas fritas con una cerveza, el calor que azotaba la cuidad en la ciudad lo ameritaba. Luego de almorzar regreso a la oficina y el día transcurrió tan aburrido como siempre.
-Permiso sr Cooper. – la puerta se abrió y por ella asomo la cabeza de su secretaria.
-Si Ángela. – Lucas levanto la vista de sus archivos.
-Aquí afuera hay una joven que desea verlo.
- ¿Tiene cita?
-No que yo recuerde. – ella lo miró con una sonrisa pícara, y el suspiro asintiendo.
-Está bien hazla pasar.
-Muy bien Sr. – contesto y volvió a salir.
La secretaria de Lucas la hizo pasar. Era una joven muy bonita, que entró con aspecto de incomodidad, pero claro todos los despachos de abogados infundían ese tipo de sentimiento en la gente que no lo era. El la miró y esbozó una sonrisa amable para darle una sensación de comodidad a la chica, antes de extender su mano y saludarla.
-Buenas tardes soy Lucas Cooper ¿En qué puedo servirle señorita...?
-Eberhart... Katie Eberhart.
-Mucho gusto señorita Eberhart.
-Señor Cooper estoy aquí para asesorarme sobre una citación que recibí esta mañana proveniente de este bufete.
-De qué tipo de demanda estamos hablando, sepa que la ayudaré en lo que pueda.
-Es sobre embargo de bienes por incumplimiento de pagos.
-Eso es algo que creo debe solucionarlo con el banco no aquí.
- ¿Entonces por qué me enviaron esta citación? – la joven le extendió el documento que traía en la mano.
-Ya veo – dijo sin levantar la vista del papel – mire lo que puedo hacer es intentar solucionar esto como intermediario si usted me trae los comprobantes de pago al día.
-Esta bien ¿Cuánto me costará esto?
-Cuando el problema se solucione le daré cuenta, pero no será mucho lo prometo. Puede dejarle sus datos y teléfono de contacto a mi secretaria, prometo llamarla dentro de los siguientes días.
-Muchas gracias Dr. Cooper.
-Es un placer.
Se puso de pie y acompañó a la chica afuera donde se despidió de ella y regresó a su oficina.
-Veamos cómo es esto.
Busco en su computadora los datos del banco y llamó para informarse sobre el caso, batallo un tiempo largo con el gerente del banco hasta que accedió a revisar la cuenta. Después de un rato vio el reloj y recordó que debía ir a jugar al tenis con un colega que también era su mejor amigo, así que le pidió a Ángela que cancele sus citas, que no eran muchas y le dio lo que restaba del día libre.