Mr. Wentworth- Mi Idiota Jefe Británico
img img Mr. Wentworth- Mi Idiota Jefe Británico img Capítulo 4 Una terrible idea
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Capítulo 6 Un misterioso Caballero inglés img
Capítulo 7 Un héroe misterioso img
Capítulo 8 Primeras Impresiones img
Capítulo 9 Tú el Orgullo y yo el Prejuicio img
Capítulo 10 No somos tan distintos img
Capítulo 11 No somos tan distintos (Parte dos) img
Capítulo 12 No tan Hermosa como para Tentarme img
Capítulo 13 Cómo Domar a la Bestia img
Capítulo 14 Consejos para Atrapar una Gran Mosca img
Capítulo 15 Te Odio img
Capítulo 16 Creí que me Odiaba... img
Capítulo 17 Trabajando con el enemigo img
Capítulo 18 Los Secretos de Mr. Wentworth img
Capítulo 19 Los Profesionales img
Capítulo 20 Los Profesionales (Parte dos) img
Capítulo 21 ¿Quién eres y dónde está mi jefe img
Capítulo 22 Pobrecillo Andrew img
Capítulo 23 Un hombre sin emociones img
Capítulo 24 ¿Por qué no puedo sacarte de mi cabeza img
Capítulo 25 Mr. Wentworth... Ya déjeme en paz img
Capítulo 26 Punto de Inflexión img
Capítulo 27 Reflexiones sobre el desastre... img
Capítulo 28 ¿No es quién creía img
Capítulo 29 ¡Maldita sea, Mr. Wentworth! img
Capítulo 30 ¡Maldita sea, Mr. Wentworth! (Parte dos) img
Capítulo 31 Los Fantasmas del Pasado img
Capítulo 32 Una Pésima Mentirosa img
Capítulo 33 No tenemos un acuerdo... img
Capítulo 34 Alguien tiene que ceder img
Capítulo 35 No eres digna img
Capítulo 36 Cerremos el trato img
Capítulo 37 Riesgos Previsibles img
Capítulo 38 Evasión img
Capítulo 39 Suposición a Priori img
Capítulo 40 Consentimiento img
Capítulo 41 Carga Probatoria img
Capítulo 42 Malversación img
Capítulo 43 Omisión img
Capítulo 44 Acoso img
Capítulo 45 Denegación img
Capítulo 46 Supresión de la Evidencia img
Capítulo 47 Supresión de la Evidencia (Parte dos) img
Capítulo 48 Intermedio img
Capítulo 49 Encubrimiento img
Capítulo 50 Punto de Fricción img
Capítulo 51 Angustia Emocional img
Capítulo 52 Objeción Denegada img
Capítulo 53 Objeción Denegada (Parte dos) img
Capítulo 54 Contrainterrogatorio img
Capítulo 55 Carga de Prueba img
Capítulo 56 Condena (Parte uno) img
Capítulo 57 Condena (Parte dos) img
Capítulo 58 El acusado img
Capítulo 59 La Demandante img
Capítulo 60 Retracción img
Capítulo 61 Primer Testigo img
Capítulo 62 Pruebas Circunstanciales img
Capítulo 63 Moción denegada, cariño img
Capítulo 64 Bajo juramento img
Capítulo 65 Perjurio img
Capítulo 66 Alegato img
Capítulo 67 Prueba exculpatoria img
Capítulo 68 Anulación img
Capítulo 69 Indagatoria img
Capítulo 70 Delito culposo img
Capítulo 71 Recurso de Súplica img
Capítulo 72 Apremio img
Capítulo 73 Careo img
Capítulo 74 Cómplice img
Capítulo 75 Pujar img
Capítulo 76 Avenencia img
Capítulo 77 Justo Precio img
Capítulo 78 Libertad img
Capítulo 79 Libertad (Parte dos) img
Capítulo 80 Un nuevo y afortunado comienzo img
Capítulo 81 Epílogo img
Capítulo 82 Nota de Autor... img
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Capítulo 4 Una terrible idea

Rebecca

-De veras era tan guapo -. Le pregunté a Popys mientras tomaba mi asiento frente a ella en la mesa de la cocina.

Popis y Oliv eran las personas más preciadas que tenía y para mi mala suerte era su última semana en la ciudad. Ambas eran de Inglaterra, pero se habían mudado para estudiar y en busca de un poco de independencia, ya que sus padres eran muy conservadores. Cerca de la graduación de Oliv ambas viajaron a pasar las fiestas con sus padres, fue entonces cuando Olivia conoció al amor de su vida, Harvey. Había vivido un apasionado romance y aunque ambos estaban de acuerdo con que tenían que separarse, eso se convirtió en una tortura para ellos. Hasta que un día Harvey apareció en su puerta dispuesto a no dejarla ir. Un año después se casaron en el Center For the Art porque ese era el sueño de Olivia desde que lo había descubierto por casualidad en caminata que realizaba tratando de no pensar en él. Así fue que luego de la boda de sus sueños regresaron a Inglaterra a comenzar su nueva vida de casados.

Lamentaba haberme perdido su boda por ir a obtener los permisos de construcción y terrenos para un nuevo centro comercial que iba a seguir enriqueciendo a alguien más, que probablemente era tan ambicioso como mi ex. Sin embargo, a pesar de haberme comportado como una idiota, Popys me había dado asilo para que pudiese reflexionar que haría a partir de allí.

- ¿Guapo? -Enmarcó una ceja -. Era guapísimo, tan guapo que te provocaba ganas de que te devorará viva, tan atractivo que te quitaba el aliento. Lástima que no era demasiado sociable y desde luego no era para nada agradable. Ni siquiera entiendo como Harvey puede considerarlo su mejor amigo. Él es tan encantador y agradable.

Adoraba el acento de Popys, tenían una forma de hablar tan elegante, que aunque dijesen una guarrada en ellas sonaba muy delicado.

Deje escapar una risa profunda y me tapé la boca para no escupir el café que estaba bebiendo. Popys tenía toda la razón, Harvey no solo era arrebatadoramente atractivo, sino que era agradable y divertido. Además de ese seductor, asentó que te hacía imaginar que estabas a punto de tomar el té con la reina.

Desde hacía mucho tiempo me moría por visitar Inglaterra, para comprobar si Harvey era simplemente una excepción o si acaso Londres era una gran fábrica de británicos guapos y cachondos que aparecían por doquier.

-Suena muy follable -asentí con la cabeza y Popys se rio.

-No lo sé -sus ojos verdes destellaron -. Supongo que podría resultar como un buen polvo para una noche salvaje con Mr. Oscuro; guapo y jodidamente sexy británico, pero créeme que no podría soportar a alguien tan estirado ni por una semana. Voy a extrañar a los Neoyorquinos neuróticos, fóbicos al compromiso, pero divertidos a rabiar.

-Infieles -dije suspirando pesadamente.

Habían pasado un par de semanas desde mi ruptura con mi exnovio y aún dolía demasiado recordar que me estaba engañando con mi propia hermana. A pesar de que los tenía bloqueados, cada vez encontraban la forma de agobiarme con emails o cuentas falsas con las que lograban enviarme mensajes directos.

Alessia no estaba arrepentida en lo absoluto, me lo había dejado más que claro en su último correo electrónico donde afirmaba que pronto tendría noticias de su compromiso con mi exnovio. Era como si le provocase cierto placer infligir dolor a su hermana mayor. Sabía que no le agradaba, siempre había pensado que seriamos buenas amigas, pero a medida que crecíamos nos fuimos alejando, aunque nunca creí que me odiara de esa manera tan espantosa.

-Oh, lo siento, cariño -me tomó de la mano -. Soy una tonta que no puede mantener cerrada su gran bocota.

-No te preocupes. En algún momento debo superarlo. Si solo mi madre y él me dejaran en paz, quizás podría intentarlo -reí ante la ironía de que me dejaran en paz era un deseo absurdo. Eso nunca ocurría y no tenía el suficiente dinero para escapar lo más lejos posible -. Desearía dormirme y despertar a miles de kilómetros.

Quería creer que la rabia se esfumaría tarde o temprano, porque había descubierto que probablemente no estaba enamorada como creía, era más bien que me proporcionaba cierta seguridad, como si teniendo la certeza de que luego de el noviazgo vendria la boda, no tendría que preocuparme por el futuro.

-Aggg... En ocasiones siento deseos de asesinarlo -Puso los ojos en blanco-. Bueno, ya sabes que no puedo ser imparcial en este asunto porque siempre me dio muy mala espina, pero si decides regresar con él, voy a seguir brindándote mi hombro para llorar siempre que lo necesites. Aunque, no tendría ninguna duda de que te has vuelto completamente loca. No solamente se atrevió a engañarte, sino que además lo hizo con tu media hermana. Es un hombre sin límites y tu hermana una cualquiera. Siento decirlo, pero eso no se le hace a alguien de tu familia, hay muchos hombres en el mundo como para fijarte en el de tu hermana.

-No pienso volver con él, y no voy a llorar más por ese cretino-. Dije convencida-Tampoco quiero volver a verla a ella. Ambos murieron para mí y quiero comenzar una nueva vida -Popys alzó las cejas con incredulidad -. Esta noche pienso ir a tomar un par de tragos, donde intentaré conocer a alguien nuevo. Un hombre elegante, ingenioso y divertido. Alguien...

-... con el que piensas follar hasta olvidarte de tu ex -me interrumpió, cruzando los brazos-. ¿Es que no ves el problema? Es de manual. Intentas encontrar a alguien para demostrar que el problema en tu relación anterior no fuiste tú y vas a terminar enganchada en una nueva relación que tan poco satisfactoria como la anterior. No existe el hombre perfecto y los Señores Darcy, Arthur Clennam y John Thorton solo viven en las páginas de un libro. Lamento ser yo quien te lo diga, pero estás buscando alguien irreal. Alguien que no te haga sentir abandonada como tu padre y vas a aferrarte a eso con uñas y dientes.

-No quiero encontrar un hombre ideal, simplemente me gustaría encontrar un buen chico. Que en lo posible no me engañe con nadie de mi familia, que no me haga sentir como alguien descartable como mi padre.

-Sí. Estás buscando alguien completamente idealizado. Formales, amantes de arte, caballeros, eficientes en el trabajo, chicos de Elite, contadores o abogados exitosos. Hombres que no se atreverían a insinuar que se mueren por follar hasta que la necesidad les sale por los ojos y que apenas si se atreven a tomar tu mano porque está mal visto antes de dos meses de noviazgo. -Sacó una caja de galletas y se metió a la boca un puñado-. Tienes que cambiar el chip, e intentar, quizá, mantenerte lejos de esa visión idealizada, lo mal que le hace un héroe imaginario a un cerebro en formación es apabullante. Comprométete contigo misma y come hombres como si fuesen postres. Luego podrás empezar a buscar de nuevo el amor y quizás en el proceso hasta descubras quien eres y lo que en realidad deseas.

-Si recuerdas de quien soy hija, ¿verdad? -Le quite la caja de galletas de la mano -No podría hacer eso aquí ni aunque me sometiera a cirugía reconstructiva completa, incluso temo que ahora mismo me esté vigilando. Si se llegase a enterar de que estoy de relajo en lugar de buscando trabajo, me puedo despedir del mundo-. Un escalofrío me recorrió el cuerpo.

-Créeme que lo sé, tuvimos que mudarnos a otro país con la excusa de ampliar nuestras fronteras profesionales para poder salir del radar de nuestra madre -. Se mordió el labio pensativo -. ¡Eso es! -Gritó de pronto y salté de mi silla -. Se me acaba de ocurrir la más maravillosa idea-. Sonrió de oreja a oreja-. Múdate conmigo a Inglaterra. Con la excusa de ampliar tus fronteras profesionales, claro.

-Estás como una cabra, no podría.

-Sí que podrías, desde que nos conocimos deseamos vivir juntas y esta es nuestra gran oportunidad -agitó las manos eufórica -. Vamos a alquilar un minúsculo apartamento en la ciudad, podremos salir todas las noches, tener aventuras con británicos calientes y ser todo lo desordenadas que deseamos, ¿qué te parece?

- ¿Qué... no? -Me lanzó una mirada de decepción -.¿Qué haría allá? Debería conseguir un trabajo y no sé si mis ahorros soporten una mudanza, una renta y quizás algunos meses de paro.

-Podrías ser abogada como aquí.

-Mmm... En realidad no estoy segura. Para poder ejercer debería ir contratada por un bufete durante dos años para poder realizar el curso de seis meses patrocinado por mi empleador y convertirme en solicitor. De otra forma, no podría costearlo con mis propios fondos. Al menos eso creo.

Hizo un mohín extraño y apoyó su rostro en la mesa. Odiaba ser yo quien la bajará siempre de un plumazo a la realidad, pero era muy soñadora por lo general y amaba armar locos planes que no iban a funcionar.

-Es tan injusto, ¿por qué debes ser tan cerebrito siempre? -Sé quejo -De verdad deseaba que fuéramos compañeras de piso. Si solo conociéramos a un bufete dispuesto a contratarte -. Lo pensó durante unos minutos sin decir una palabra.

Pero de pronto nuevamente salto de la silla como si hubiese recordado algo verdaderamente importante. Se levantó de golpe y corrió a la habitación para volver con su teléfono en la mano sin decir una palabra.

La miré como si estuviese loca y un poco lo estaba.

-Casi olvido que Harvey trabaja en el bufete más relevante de Londres y adivina ¿qué? -Negué con la cabeza confundida -. Su mejor amigo es hijo del dueño. Además, es un socio mayoritario y todos los socios necesitan un asociado ¿No es genial? Voy a llamarlo ahora mismo para pedirle que te consiga un puesto en su bufete. Quizás hasta podrías trabajar con Harvey.

-¿Vas a pedir que me contraten en donde trabaja Mr. oscuro? ¿Me estás mandando a la boca del lobo?

-Sí. ¿No te parece espléndido? Probablemente, te pongan a editar documentos sin descanso y ni siquiera deberás verle la cara, ya que aunque es absolutamente hermoso, es aterradoramente ceñudo, de hecho es escalofriante lo serio que es. Le diré a Olivia que insista para que su esposo te elija como su asociada. En este momento está tan enamorado que posiblemente se tiraria bajo un tren por ella, es tan mono.

Sonreí pensando que quizás si podía funcionar. No tenía nada que perder y me alejaría por un tiempo de ese lugar lleno de recuerdos, de mi agotadora madre, de un padre indiferente y una hermana que me detestaba.

            
            

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