La Puerta a Ezcae´z - Nunca Sabrás Cual es la Entrada y Cual es la Salida Capítulo 2 Capitulo 2 - Al Fin Te Conozco
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Esa mañana me levante muy temprano, salí de la cama de un salto, me asee y baje deprisa al comedor, iba a jugar de nuevo por el campo, como lo hacía casi todas las mañanas después del almuerzo, mi madre me regaño porque no quise sentarme a desayunar, solo corrí rápido hacia la puerta para salir afuera, ella me detuvo para sentarme en la mesa, pero aun así que jalo mi brazo di un tirón para que no pudiera detenerme, entonces le grite -vuelvo enseguida mamá -regresa, oigo su voz al alejarme, -hay niña, estaba tan entusiasmada porque ese día por fin vería las aves azules emigrar, la primavera es
hermosa, hay muchas flores en el prado, era lindo solo sentarme ahí, imaginar tantas cosas, entre más tiempo tardaba, menos cosas podía hacer.
Al llegar al prado, me senté por un momento, mire el cielo con atención, luego me recosté para hallar las formas en las nubes, paso más o menos media hora cuando volví a sentarme, voltee para agarrar mi mochila y retírame, cuando de pronto a lo lejos, vi a un joven acercarse lentamente, después me miro y me saludo con una sonrisa, tenía unos nueve años aproximadamente y es ahí cuando al fin lo conocí, desde ese momento él se convirtió en mi mejor amigo, no podía desear nada más que su compañía.
-Hola mi nombre es Jack, cómo te llamas me dijo
-soy Melany, mucho gusto Jack
-me acabo de mudar, no tengo muchos amigos, quieres pasear conmigo, tal vez ir a jugar, si te gusta la idea claro,
-Claro me encantaría, solo un momento porque ya me tengo que ir a casa.
Sus enormes ojos de un tono café muy obscuro, cabello negro, de una hermosa sonrisa, desde el primer momento quede atontada con su mirada, es de esas veces cuando algo emocionante te ocurre, algo que se siente mágico, como si ya lo conociera de antes, descubres que en verdad lo inesperado puede llegar a pasar, cambia las cosas a otras mucho mejores, en ese momento había una explosión en mi interior, como si abriera un regalo y descubriera solamente eso, un par de ojos tenues con una bella sonrisa esperando por mí, para una niña de esa edad, es algo nuevo descubrir esas emociones, fue la primera vez que nos vimos frente a frente.
Se inscribió en la misma escuela que yo, pura casualidad fue estar en el mismo salón, me miraba todo el tiempo y sonreía, no sabía porque, pero me agradaba, ahora que crecí ya comprendo, sentía una espontánea timidez, algo de inquietud, me gustaba estar con el todo el tiempo, comer helados, inventar toda clase de juegos divertidos, éramos inseparables, dos chico que apenas se conocen, se vuelven al instante uno solo, absurdo creo pero es mi manera de verlo, es hasta el momento y seguirá siendo mi mejor amigo.
Sus padres eran muy estrictos, nunca me conto que también lo habían adoptado lo averigüe por mi cuenta, esa es la razón por la que ellos lo trataban muy mal, quien desea un hijo para tratarlo de esa manera, él es estaba serio todo el tiempo respecto al tema y yo no lo cuestione se guardar mi distancia ante sus emociones, pero simplemente esas cosas me acercaron más a él, trato de apoyarlo y que sepa que puede confiar en mí, siendo su amiga solamente eso necesita.
-no estés triste, yo soy como tú, mis padres me adoptaron, eres mi familia, somos idénticos, solo lo mire pacientemente y me sonrió, parecía que mi compañía le cambia la perspectiva de todo lo que un día fue malo para él.
Tal vez digan que hablo demasiado de Jack, es solo que esta historia no es solo mía es de ambos.
En navidad, decorábamos el árbol, con bellos adorno que comprábamos en un supermercado fuera del pueblo, la celebrábamos en casa de mi abuela, es una tradición obsequiar regalos, mi abuela toma un frasco de cristal vacío, lo colocaba en medio de la mesa, metía algunos dulces de colores en él, al terminar, cada uno tomaba un dulce se paraba frente al árbol y pedía un deseo, esperaba un par de segundos y luego se sentaba así uno por uno, pedir lo que sea era estar más cerca de tus sueños, tener a dios cerca de ti, la cena era fabulosa, mi madre solia invitar a Jack, sus padres siempre lo dejan solo en navidad con su hermano Charlie de 20 años, pero él se iba con sus amigos, en todo tenía mucho sentido, era un adolescente rebelde, además a mí me gustaba compartir cualquier cosa de mi vida con él, más un momento tan especial, poco a poco se fue convirtiendo en parte de mi familia.
Recuerdo una mañana que Larry Benz estaba frente al parque, se agacho y junto varias piedritas del camino, las lanzo con fuerza a Jack, lo hacía enojar tanto todo el tiempo, pero fue diferente esa mañana porque una de ellas cayo en mi cabeza, se molestó mucho más que este le pego un puñetazo en su rostro, comenzaron a pelear, me asuste un poco grite que pararan, pero no me escuchaban, mi madre le tuvo que curar una herida en la freten y varios raspones en su brazo, su ojo estaba muy morado, me reí hasta mas no poder, se veía gracioso con el ojo de ese color, después de un rato mi madre se me une y él nos dijo -ya basta, enserio paren, pero era tan gracioso que hasta el soltó una sonrisa, lo hace de vez en cuando mientras se acuerda de ese momento, me gusta verlo sonreír.
Al día siguiente de ese accidente fuimos de nuevo al prado, Jack tenía uno de esos frascos con jabón para hacer burbujas, soplaba fuerte y el viento hacía que se elevaran alto mientras yo las explotaba con una rama, corría tras ellas con una sonrisa, ese inexplicable tono transparente con cientos de colores del arcoíris gracias al reflejo del sol me encantaba, pronto la mirada en mis ojos fue confusa al descubrir algo extraordinario dentro de ellas, es como si de repente mi cerebro reaccionara a los estímulos de felicidad y volviera efímeros mis pensamiento es decir como si lo recordara de alguna manera no como si fueran parte de mi imaginación, si no parte de mi vida del pasado en sí, había un castillo, con grandes columnas en la entrada estaba parada frente a él, veía una fuente con relieves de rosas y baldosas de ese color, miles de árboles rodeándolo, de pronto me encontraba corriendo, junto a otro persona aparte de Jack y esa paloma otra vez, esa misma paloma que creí soñar, pensaba en si mi memoria estaba funcionando correctamente, me quedo pasmada y Jack me palmea la espalda con suavidad, yo no sé si sea verdad todo lo que vi en aquel entonces, pero es imposible dadas las circunstancias, algo así no, como pude ver eso, no es real, me lo repito a mí misma porque sé que los niños tienen una gran imaginación.
Una noche después, me castigaron por llegar tarde a casa, fueron las dos semanas más largas de mi vida, Jack y yo nos retrasamos por ver las estrellas, al llegar a casa mi madre le pidió que se fuera, sus ojos fijos en mi me miraban enojados, me grito fuerte y me castigo, me sentí mal, nunca la había desobedecido, pero ese día no sé porque me perdí en las estrellas, el tiempo se pasó y no lo note.
-En que estabas pensando, no te das cuenta de lo preocupada que estaba, crees que aquí no pasa nada, mi padre bajo las escaleras al oírme llegar, -ya llego pregunto aliviado,
-no lo puedo creer Melany no pudiste avisar siquiera
-pero mamá Jack estaba conmigo
-no me importa, son niños Melany, sea lo que sea debiste llegar temprano como acordamos, papá se entrometió, -debes aprender a respetar las reglas, Melany escuchar a tu madre y me parece que estar con ese muchacho está afectando tu personalidad
-papá, Jack no tiene nada que ver, yo fui la que le pedí quedarnos -eso no los justifica -estarás castigada, no saldrás dos semanas si desobedeces una vez más hare algo al respecto me oíste
-pero mamá, no puede ser solo por esta vez
-no teníamos un acuerdo, he dicho dos semanas, de la casa a la escuela y de la escuela a la casa, es mi última palabra
-mamá
-señorita a tu habitación, ahora, levanto la voz mi padre
-lo siento, digo al subir, entre y me recoste en la cama boca abajo, con mis manos dobladas bajo el mentón, estirando mis pies para quitarme los converse rojos de botita que antes ya había desamarrado, solía usarlos casi todo el tiempo, tanto que ya estaban un poco desgastados.
Estaba muy enojada de que no me dejaran verlo, pero tenían razón, actué mal, tenía que aguantarme, es un martirio estar castigada, no podia salir a divertirme, todo lo que hacía era leer, estudiar, ayudar a mamá, pasar el rato dando vueltas en mi habitación, escuchar música, pasaron lentamente en un eterno confinamiento de soledad, dramatismos de adolecentes, pero por fin se terminó, aunque mi madre no estaba de acuerdo con la clase social de Jack lo que ella quería era verme feliz así que permitía que yo saliera con él, claro respetando sus reglas y sin ningún otro incidente.
Cuando fuimos a la secundaria ocurrieron más cosas inesperadas, nos peleábamos, un instante enojado después ya no, otro segundo después pidiendo perdón, así sucesivamente, como un par de tortolos haciéndonos sufrir el uno al otro, pero en una ocasión no creo que fuera demasiado fácil.
Hubo ese momento en que estuve celosa, llego con la noticia menos adecuada para mí, él me dijo que tenía novia su nombre era Margot, poco agradable y para resumir una de esas niñas presumida, arrogante, y superficial, de cabello rubio y ojos de color, era muy bonita pero no de su tipo, salía con ella solo para hacerme enojar, me conto que ella le había pedido que ya no me viera, eso me molesto, quiero decir demasiado hasta el punto de no hablarle, le dije que no podía permitirlo, quien era ella para interponerse entre nuestra amistad, pero Jack no me escucho y termino empeorando la situación.
-que pasa, pregunte, lo note un poco raro sin ganas de hablar
-mmm, Margot me pidió que ya no me acercara a ti, dice que pasó más tiempo contigo que con ella, se que me lo dijo para ver mi expresión Jack es de esas personas buenas y sinceras que no lastimarían a nadie
-que locura somos amigo, no le harás caso o si, me puse un poco seria
-no lo sé, tú eres mi amiga, pero... pausa y sonríe, que puedo hacer ante ello, como pudo siquiera pensar que yo estaría bien con esa maldita y silenciosa pausa, me altere no lo niego y también me equivoque
-pero que Jack, acaso no pensaras, pierdo la paciencia -no es tu dueña y no tiene derecho a decirte que hacer
Veo su mirada, esta apenado conmigo, pero tambien tiene esa expresión de burla, no sé porque pero me volteo me levante y me voy, el me grita -por favor Melany, no te vayas -será mejor que si lo haga, le dije -no quiero pelear más -hay cielos, solo respinga, me toma del brazo y después grita -enserio
-suéltame, entonces comenzamos a pelear
-pero Mel, que sucede, no he dicho nada malo, solo fue un comentario, era broma sonsa, espera por favor
-déjame, si prefieres estar con ella, sin que te deje verme es tu decisión yo no puedo hacer nada, pero te aclaro, nadie tiene derecho de mandar a nadie, cada uno toma sus propias decisiones, has elegido lo entiendo
-entonces dices que tengo que dejarla para no tener problemas contigo, es absurdo Melany, te enojas y no me dejas explicarte y además lo tomas de otra manera
-no fueron esas mis palabras son las tuyas, suéltame, si piensas que te pongo entre la espada y la pared, es mejor que ya no hablemos, déjame sola quieres, aléjate de mí es mejor ya no estar cerca de ti, menos sintiendo esto
-Mel, Mel, de que hablas -algún día te darás cuenta, o solo vas a quedarte ahí mirando -Melany vuelve, grita mientras me alejaba sin mirar hacia atrás -eres un tonto, mencione entre labios de lo molesta que me sentía, creo que esa fue su respuesta, hasta antes de esto yo pensaba que me quería, por la forma en la que me trataba, no solo como amiga, si no como algo más, me temía que erre, tenía una ilusión, un pequeño presentimiento de que se daría cuenta, que cuando lo miraba, no era solo contemplando a mi mejor amigo, si no al chico del que estaba enamorada.
Al día siguiente fue a buscarme para pedirme perdón, pero fingí no estar en casa, así duro una semana, iba a mi casa pero yo no lo recibía, me hizo comprender que no lo hacía por el sino por mí, eso estaba mal, estaba arrepentida de haberle gritado, no tenía el derecho de tratarlo así, como tampoco podía olvidar como el me trato de esa manera, fui una idiota, pero más el, sabía que nadie podía separarnos, pero yo tampoco debía reclamarle como lo hice solo por estar celosa, así que me fui al parque y me encontró sentada en la banca donde solíamos charlar, se sentó junto a mí y comenzó a platicar, me empujo con el hombro, para hacerme sonriera.
-Que pasa, le dije algo seria
-Mm, me miro sonriendo, -ya no tienes que preocuparte lo Margot era solo una broma nunca fue mi novia lo hice para ver tu reacción, necesito disculparme, sabes si la conocí ella era muy mandona, juro que no te cambiaría por nadie, lo entiendes no, eres mi mejor amiga, no voy a dejar que nadie me diga que hacer jamás, siempre tuviste la razón, ahora puedes perdonarme, por ser un idiota y no darme cuenta que cometí un error, no sé a qué rayos se refería, pero como pude estar enojada con él, cuando me mira así
-está bien, no puedo enojarme contigo, pero debes ser tú quien me perdone, te grite, te insulte y debo admitirlo estuve celosa, me interrumpe
-no digas nada, yo me lo busque, no debí tratarte mal, pero no hablemos de eso, después de una pausa incomoda, le dije, -que bueno que no era verdad, quien querría una novia histérica, solo sonrió y el comienza a reírse conmigo
-vamos Mel, te comprare un helado
Regresamos a casa como cada tarde en su bicicleta azul, en la que siempre viajábamos juntos a todos lados, se despidió de mí, lo vi alejarse sonriéndome, saludando con la mano, fue una de las mejores tardes que tuve.
Al final de la secundaria, las clases ya habían terminado, un último año y terminamos yendo a un curso de verano porque nos atrasamos en unas materias, esos días nos quedábamos hasta tarde, era tiempo de entrar a la preparatoria.
Salimos del último día del curso, Jack me llevo a casa, se despidió y luego se retiró, entre a la sala en donde mis padres me esperaban, sospeche que algo pasaba, me senté junto a ellos y dijeron que tenían algo que decirme, algo muy importante, que necesitaban que estuviera en casa, así que ese día no puedo volver con Jack para ir a la feria, como lo teníamos planeado, le marque para avisarle y cuestiono si pasaba algo malo, pero yo le dije que no, aunque sabía que no era cierto.
-Melany nos mudaremos, a tu padre le han ofrecido un puesto importante, será un avance para la familia
-mudarnos a donde, no mamá estas bromeando verdad
-no... iremos a Inglaterra, será como empezar de nuevo, una aventura para los tres, piensa que esto es lo mejor que nos haya pasado
-lo mejor, como puedes decir eso, algo bueno mamá, definitivamente no estoy de acuerdo, cuando nos vamos
-dos semanas, así que no hay más que discutir, vete a lavar que ya vamos a cenar
-no mamá, debieron decirme antes, estaba tan furiosa que subí las escaleras rápido, solo los miré con una mueca de desagrado en el rostro
-dije que no hay más que hablar, sé que te duele, pero es lo mejor
-no estoy de acuerdo
-esto que hacemos es por ti, así que sube, cámbiate y baja en diez minutos me entiendes.
No estaba contenta con eso pero no pude desobedecer, era menor de edad, mis padres ya habían tomado una decisión, yo todavía no era lo suficientemente mayor como para tomar las mías, me parecía una locura, pensé en Jack en que no volvería a verlo, en poco tiempo no volvería a verlo, es algo demasiado inútil, mudarme a ahí donde no conocía a nadie, ningún otro lugar era más hermoso que este. Baje a comer sin mucho apetito, me senté en el comedor sin probar bocado, movía la comida con el tenedor de un lado al otro en el plato, Katy me dijo insistente que dejara de jugar y me pusiera a comer.
Puse mi codo junto a mi vaso de agua que aún estaba lleno, sosteniendo con la mano mi cabeza mientras mire sin apetito la cena, aleje un poco el plato, moví la silla para salir y subí rápido las escaleras, me acosté en mi cama bocarriba mirando el techo tratando de pensar, en mi mente todo daba vueltas una y otra vez.
Mi madre toco la puerta, preguntando si podía entrar, pero yo no respondí, entro en la habitación, estaba de lado contra la pared, se acomodó justo donde lo hacía cuando era niña, me dio un beso en la frente y me dijo unas palabras que jamás voy a olvidar.
-Lo siento mi niña, no te sientas triste, es duro dejar a las personas que quieres, pero nuestra vida aquí se acabó, es momento de empezar una nueva, veras que todo estará bien, allá encontraras nuevos amigos, habra también otras personas que te hagan sentir de la misma manera, Jack puede ir a visitarte las veces que sea necesario, no creo que el este feliz de dejarte veras que no será por mucho tiempo, estarás feliz te lo prometo
-no quiero irme mamá y dejarlo solo
-lo sé, pero él no estará solo, esto no están malo como parece, sé que te duele no ver de nuevo a Jack por un tiempo, pero esta oportunidad es lo mejor que nos pasó, no te aflijas, mañana veras que será un gran día
-gracias mamá, pero no creo estar lista para esto
-descansa princesa y recuerda que siempre estarás en mi corazón y quien esté en el tuyo sabrá que te amo.
Apago la luz, salió de mi cuarto en silencio, solo cerré los ojos encontrando un momento algún sueño donde se Jack este presente, pero no pude evitar que se llenaran de lágrima mis ojos, sabía que dentro de dos semanas mi vida cambiaria de nuevo como lo ha hecho varias veces, al ir ahí pensé que me quedaría para siempre, que viviría feliz, pero ya había otros planes para mí, planes que no involucraban este lugar, ni a Jack, me he sentido inquieta últimamente, soy a diario dos personas, me acuesto siendo alguien y me levanto siendo otra, se repite y se repite, no se reconocerme y creo que fue debido a esto, a no encontrar mi lugar.
Fue una de las semas más cortas que habían pasado, estuve todo el mayor tiempo con él, me iba mudar por dios, a un lugar extraño, lejos de mi mejor amigo, gente nueva, casa diferente, cuando apenas me acostumbraba a esta, me llevo al prado donde nos conocimos, al lago, a comer helado, infinidad de momentos pasan frente a mí, tan rápido que no pude si quiera guardarlos.
El ultimo día lo pase en el rio cerca de la casa, nos sentamos sobre una roca a tirar piedritas al agua, mi angustia se hacía más inmensa, llegaba el tiempo de dejar este lugar he irme al otro lado del mundo, esa sería la última vez que vería sus ojos observándome, la última vez que sentiría sus brazos sobre mi cuerpo, apretándome con sus abrazos, no pude creer que ya era hora de ir a casa, nos paramos mirando hacia las montañas que ocultan el sol -Mel, te prometo que volverás a verme, no quiero que llores, seco mis lágrimas -estas seguro de eso, prométeme también que me escribirás -todos los días si es necesario, ya verás que pronto estaremos juntos de nuevo
Me abrazo, después fuimos a casa, mamá me esperaba con un chocolate caliente en la sala, se despidió de mí y lo último que encuentre en el horizonte, fue aquella bicicleta azul yéndose, entre en la casa el olor era tan intenso, un suave aroma a vainilla con canela y chocolate, me recosté en el sillón junto a mi mamá y platicamos durante largas horas, después subí a dormir pero mis ojos no se cerraban, solo veía la ventana junto a mi cama, el cielo azul marino con estrellas, miles de ellas, mirándome, sin poder hacer nada para ayudarme, paso esta noche, así solamente en un instante, todo se fue.