Dalo se levantó temprano y fue a ver a Walter. Al encontrarlo, le dijo - Buenos días Walter. ¿En qué les puedo ayudar? -, Walter, - Buenos días Dalo. Bueno, tendrás que esperar hasta que se levante Fernanda. Lo cual es algo raro, ya que siempre es una de las primeras en levantarse -, Dalo, - muy bien. Voy a ver si puedo hacer algo mientras espero -, se despidieron.
Dalo va a despertar a Fernanda, toca en su habitación pero no contesta. Se recordó que Fernanda aveces va a dar una vuelta sin que nadie se entere. Ahora lo único que tenía que descubrir es donde, se estaba marchando cuando abrió la puerta Fernanda. Fernanda le dijo: hola Dalo. ¿Qué haces aquí? -, Dalo, sorprendido al ver que era cierto que Fernanda todavía seguía durmiendo, - nada. Sólo venía a despertarte, ya que no es bueno dormir de más -, Fernanda se enojo y le dio un golpe en el hombro derecho. Dalo, colocando su mano en donde le había pegado Fernanda, dijo - ¿Porqué te enojas conmigo?, ¿acaso te he estado haciendo algo malo? -, Fernanda, - eso te pasa por despistado, tonto y no ser delicado con una dama como yo -, Dalo, - está bien. No se lo que me quisiste decir con eso pero no importa -, Fernanda, - ¿Cómo que no importa? -, Dalo, - lo siento. Pero no quiero que todo siga así. Deseo que todo vuelva a ser como era antes. Poder ver a mi papá, mamá, hermanos y hermanas. Poder estar junto a todos, recibiendo clases y compartiendo sin temor alguno. Así que deseo conocer mi próxima misión pero no me lo darán sin que tú estés -, Fernanda con voz sarcástica, - qué conmovedor, casi me haces llorar -, Dalo, - ¡qué bueno!. Así que no tenemos tiempo que perder -, Fernanda, - tú solo quieres impresionar a Florentina, ¿verdad? -, Dalo, - ¿Porqué lo dices? -, Fernanda, - no hemos sido amigos por nada -, Dalo, - tienes razón. De todas maneras, ¿Vamos? -, Fernanda, - está bien pero, sino me dejas desayunar en paz la, lo lamentaras -, Dalo, - por supuesto. No te voy a molestar durante la comida -.
Después del desayuno, Dalo y Fernanda se dirigieron con Pepe. Una vez llegaron, Pepe les dijo - hola Fernanda y Dalo. Hoy les quiero encargar una misión muy importante. Debido a que hemos encontrado a Dalo a salvo, creemos que hay más personas que han sobrevivido como Dalo. Por ello, ustedes buscarán a todos los sobrevivientes y los traerán -. Dalo y Fernanda aceptaron la misión y se dirigieron por herramientas y armas, si fueran necesarios, para ir a la búsqueda de más sobrevivientes.
Sin saber dónde empezar, Fernanda se sentó en una banca del parque, ya que durante todo el tiempo en que habían buscado no obtuvieron señal alguna. Dalo miró en dirección a la escuela y, recordando, propuso ir por esa ruta. Fernanda se levantó y, estando de acuerdo con Dalo, se dirigieron por ese camino. Empezaron a caminar y, pasando unas tres cuadras, doblaron en la esquina. Fernanda preguntó - Dalo ¿no íbamos hacía la escuela? -, Dalo, - sí. Pero, acabo de recordar, por aquella tienda, donde compramos nuestros dulces, vi que algo se movía -, Fernanda, - y ¿cuándo fue eso? -, Dalo, - fue un día antes de encontrarme con ustedes -, Fernanda, - ¿estás seguro de que halla alguien todavía? -, Dalo, - Sí. Porque, igual como me encontraba, esa tienda puede tener un lugar en donde poder resguardarse de todo ésto. Y, creo que debemos ir ahí, antes de que esa persona pierda las esperanzas y trate de convertirse en un Flormor. Como me sucedió -.
Estando frente a la tienda, entraron con precaución. Pasaron el mostrador y, abriendo la puerta, se adentraron por dentro de la tienda. Al ser una casa de dos niveles y un sótano, Fernanda fue por el sótano mientras Dalo fue al segundo nivel. Fernanda, prendiendo la luz, empezó a bajar. Estando abajo, vio un armario que le daba una cierta sensación de que alguien o algo estaba dentro. Se dirigió hacia el armario despacio, tomó una de sus puertas y lo empezó a abrir lentamente.
Por otro lado, Dalo se encontraba ya en el segundo nivel. Dalo, empezó a registrar las habitaciones que estaban. Pero, al entrar en cada una, no encontró nada. Se preguntaba - ¿habrá alguien aún?, de seguro debe haber alguien. Pero ¿Dónde? -. En eso, encontró una puerta escondida, que se encontraba en una habitación. Abrió la puerta y vio un cuarto pequeño. Entró, y al llegar frente a una cama, que se encontraba dentro, estaba dormida una muchacha y, con una expresión que delataba la soledad en que se encontraba y rastros de un mar de lágrimas que habían quedado en la noche. Dalo le tocó el hombro y dijo - hola, buenos días. Despierta, que hemos venido a traerte -.
La muchacha empezó a abrir lentamente sus ojos. Dalo, vio lo hermosura oculta de una mujer al despertarse, él creía que, a pesar de todo lo que estaba pasando, no había visto a personas tan fuertes como lo era ella. Ella seguía viva, las marcas de sus lágrimas, era una muestra de que aún no había dejado de sentir y, el simple echo de encontrarse viva, era la muestra de que ha estado luchando por ver un día mejor. En el que todo esto quedará como una simple pesadilla y, que después de despertar, se podría sentir ese alivio y calor de todo ser querido, de esta manera, poder sonreír.
Ella se despertó y, al ver a Dalo junto a ella, se levantó rápidamente, sin pensarlo nada más, lo abrazó y lloró. Mientras lloraba, decía - gracias a Dios. Al fin puedo ver a alguien que se encuentra igual que yo. Y, sobre todo, alguien conocido -. Dalo quedó paralizado, no sabía que decir ni mucho menos hacer y, cuando escuchó esas palabras, quiso acompañarla en sus lágrimas. Dalo, recordó cuando estaba solo en su casa y, olvidándose de todo, dijo - no te preocupes. No eres la única, aquí estamos buscando a sobrevivientes como tú. Así que - sonriendo - vamos, salgamos de aquí -.
Ella se levantó. Empezaron a bajar pero, Dalo no estaba tan calmado ante tal silencio en que se hallaban, se le pasaba por la mente donde está Fernanda. De pronto, escuchó la voz de Fernanda. Dalo corrió lo más que le fue posible. Bajo al sótano y, agarrando una de las armas, dijo - ¡Fernanda!. Aguanta, ya voy allá -. Quedo atónito, al ver que Fernanda estaba en el suelo, ya que se encontraba rodeada por las flores moradas. Vio hacia arriba y notando que se encontraba un Flormor en el techo.
Al parecer, este se encontraba dormido. Se acercó lentamente a Fernanda mientras, las flores moradas, estaban empezando a moverse. Al darse cuenta de esto, Dalo, corrió hacia Fernanda y, saltando las flores moradas, tomó a Fernanda entre sus brazos. Estas comenzaron a ser que el Flormor se empezara a despertar. Dalo, al darse cuenta que no tenía mucho tiempo, comenzó a buscar una forma de salir y, al encontrarse Fernanda inconsciente, no podía contar con ella. Sin nada más en que pensar, empezó a correr y saltó. Apenas pudo llegar y fue atrapado por la señorita, así no cayó con Fernanda. Subieron corriendo y, tan sólo llegaron al mostrador, salieron. Dalo y la señorita, buscaron dónde esconderse. Al ver una puerta abierta de una casa, entraron y vieron cuando él Flormor salió. Éste se encontraba descontrolado, debido a la luz del sol, por lo que corría de un lado a otro.
Él Flormor logró entrar en una casa y quedó en silencio todo. Dalo le dijo a la señorita - eso estuvo cerca, otro poco y hubiera sido nuestro fin -, ella lo miró y dijo "sí" con un gesto. Salieron de ahí y se dirigieron a la casa abandonada. Durante el camino, ella le dijo a Dalo - gracias por encontrarme. Sino hubieras llegado, no sé si pudiera seguir con vida. Después de todo, - en voz baja - creí que me había quedado sola, - dirigió la mirada a Dalo, quien cargaba todavía a Fernanda - pero agradezco que, hallas sido tú, quien me encontraras -. Dalo no había escuchado todo, por lo que no dijo nada, además, creía que no era buena idea preguntarle lo que le había dicho, sino, podría sentirse mal.
Una vez llegaron a la casa abandonada, todos recibieron a la señorita. Florentina le preguntó su nombre, a lo que ella respondió - mi nombre es Esmeralda. Mucho gusto en conocerlos -, luego cada uno se presento uno por uno. Al llegar el turno de Dalo, entró Fernanda, quien ya se encontraba mejor después de lo sucedido. Ella vio a Esmeralda y le dijo - hola, Esmeralda. Que bueno que hallas logrado sobrevivir, dime ¿Cómo lo lograste? -, Esmeralda, - hola Fernanda. Hace tiempo que no nos vemos. Bueno, podría decirse que soy una sobreviviente por naturaleza -. Nadie lograba entender lo que estaba ocurriendo en ese momento. Pero Dalo, en cambio, salió de la habitación, pensando - no sé lo que esté pasando en este momento, pero definitivamente no quiero quedarme para averiguar que es -.
Luego de un buen rato, llegó la hora de cenar. Todos se juntaron para cenar, mientras trataban de hacer a un lado todo lo que había ocurrido. Durante la cena, se distribuyeron en grupos para buscar más sobrevivientes y mejorar su fortaleza. En esta ocasión, Dalo hizo equipo con Esmeralda, quien había aceptado en ayudar a encontrar la cura para los Flormor, y Fernanda.
Al siguiente día, ellos se adentraron más allá de la ciudad, por lo que utilizaron unos transportes que había creado Martin, de tal manera que podían transitar con mayor facilidad la ciudad a pesar de que había lugares en muy mal estado. Empezaron a dirigirse a las afueras, donde vieron que las flores habían empezado a incrementarse más desde la última vez. Fernanda, con ayuda de un analizador, empezó a examinar todas las flores. Dalo al darse cuenta de lo cerca que estaba Fernanda de las Flores, dijo - Fernanda, no te acerques demasiado. Ellas, a pesar de ser de día, pueden intentar convertirte en un Flormor -. Esmeralda, quien también estaba analizando, se dio cuenta de que lo que Dalo decía era cierto.
Esmeralda empezó mejor a guardar todos los resultados que obtuvo. Fernanda, por otro lado, se alejo un poco de las flores y continúo con su análisis. Dalo, sin formar parte de ello, se fue a ver más adelante lo que había, con la esperanza de poder encontrar más sobrevivientes. Pero, por más que se adentraba, no hallaba ningún rastro. Lo que Dalo pensaba era - que lastima que a nosotros no se nos permitió seguir buscando a más personas, sino, que nos tocó analizar las flores moradas. ¿Por qué habrán pensado en ponernos esta misión?. No lo habrían echo mejor Walter y Veronica. Al parecer, creen que nosotros no somos capaces de encontrar a nadie. Bueno, ahora de nada me va a servir el seguir quejando. Mejor empiezo a analizar, como lo hacen Fernanda y Esmeralda -.
Después de un rato, empezaron a regresar a la casa abandonada. Pero Dalo no quería regresar sin haber, por lo menos, buscado un poco en el lugar. Se hubiera quedado sino fuera que Fernanda y Esmeralda lo llevaran sin ninguna objeción por parte de él. Durante el regreso, Fernanda estaba revisando los resultados que había obtenido, mientras Dalo manejaba. Por otro lado, Esmeralda venía distraída, viendo el paisaje y recordando como era todo antes de que empezaran a aparecer los Flormor. Mientras pensaba en ello, pregunto - díganme. ¿Por qué se le ha puesto el nombre de Flormor a los afectados? -, Dalo, - buena pregunta, Esmeralda. Pero no puedo responderte -, Esmeralda, - ¿Porqué? -, Dalo, por que yo no fui quien lo puso -, Esmeralda, - Entonces ¿Cómo sabes que así se llaman -, Fernanda, - él no te dirá. Mejor yo te diré lo que sé de eso -, Esmeralda, - dime -, Fernanda, - se les puso él nombre de Flormor por sus características -, Esmeralda, - ¿Características? -, Fernanda, - Sí. Las características de la planta que causó todo -, Esmeralda, - ya entendí. "Flor" es por que se trata de una flor y "Mor" por lo que son de color morada -, Fernanda, - así es. Veo que, después de todo, no eres muy lenta para entenderlo -, Esmeralda, - eso es de muy mala educación. Además, ¿no pudieron darle un mejor nombre?. Algo que fuera un poco más impresionante, incluso en su significado -. Fernanda se enojo y no contestó, así permanecieron en silencio, el resto del camino.
Al llegar a la casa abandonada, se dirigieron con Pepe para ver los resultados de los análisis. Dalo prefirió ir con Walter. Al encontrarse con él, le preguntó - Walter, dime ¿por qué necesitan todas estas muestras?, si es que ya colocamos aquel dispositivo para poder recolectar esta información -, Walter, - no lo sé. Pero, creo que sería mejor no preguntar sobre eso -. Dalo no entendía por qué Walter miraba para otro lado al hablar de eso.
Pensando que todo era una equivocación, decidió irse a dormir. Pero, a pesar de que empezó a pasar el tiempo, a Dalo no le quedaba claro lo que hacían. Pues él pensaba "si estamos buscando la cura y más sobrevivientes, ¿porqué sólo hemos estado escaneando las flores?. Ni siquiera sabemos los resultados, a pesar de que somos un equipo". Dalo, estando pensando en eso, empezó a dudar de la forma en que dirigían Pepe y Florentina. Por lo que ya no quiso continuar así, durante la noche, ya que no salían, se propuso a salir sin importarle el peligro.
Espero hasta que todos se durmieran para poder salir. Logrando salir con éxito, se dirigió hacia su casa, pues deseaba ver cómo había estado todo desde que se fue de ahí. Pero no pudo llegar, debido a que había varios Flormor en el camino. Dalo pensaba - que mala suerte, lo volveré a intentar mañana. Por el momento, será mejor mantenerme lo más discreto posible -. Regreso y, ya que todos seguían durmiendo, entro sin ningún problema y se fue a dormir.
En la mañana, se fue como siempre a rastrear las flores. Así se estuvo por un pequeño tiempo. Durante parte de la noche, se escapaba para ir en busca de más sobrevivientes y de día iba a escanear el progreso de las flores moradas. Pero su suerte no iba a durar mucho tiempo, ya que fue descubierto por Florentina y no le permitió continuar. Al ser descubierto, no sabía que pasaría ahora. Pero su sorpresa fue cuando Florentina le dijo - Dalo, Dalo, Dalo. Dime ¿por qué te escabulles así. No hubiera sido mejor haberme preguntado. Ya que, a fin de cuentas, somos compañeros -. Dalo quedo inmóvil, no sabía que decir o como reaccionar.
Florentina, sin dejar escapar aquella oportunidad, se acercó y le dijo - dime, ¿es cierto que me quieres? -, Dalo, retrocediendo un poco, dijo - pues, este... -, Florentina, - no corras de mí, dime ¿me quieres? -, Dalo, - este, ¡sí! - Florentina se río y, colocando sus manos en los hombros de Dalo, lo miró fijamente mientras le decía - entonces, hay una manera en que podemos llegar a ser novios -, Dalo, con la voz entrecortada, pregunto - ¿Qué es? -, Florentina, - cumple la siguiente misión con éxito y podremos ser novios pero, eso sí, no te volverás a ir de esta forma de nuevo y cumplirás lo mejor posible de los contantes escaneo que hacemos -, Dalo, - es esta bien, si lo haré. No te preocupes por eso. Porque yo haré todo lo necesario para hacer de esto todo un éxito -, Florentina, - claro. Entonces, hasta que llegue el momento, harás lo mismo que los demás - Dalo aceptó y regreso a su cuarto.
Al siguiente día, Dalo empezó a dar lo mejor de sí. Al no poder acercarse tanto a las flores, ideó una manera con Martin. De esta manera, lograron crear unos trajes que eran resistentes a ellas. Pero no era suficiente, por lo que intentaron bus ar más información de ellas. Así iban pasando los días, cada vez eran más la defensa que tenían contra ellas. Pero no bastaba,lo que ahora necesitaban era armas, con las cuales serían capaces de destruirlas. Después de un poco de tiempo en que empezaron con todo esto, la tener mejor información que al principio, Florentina llamó a Dalo.
Dalo fue con ella y, al entrar, dijo - dime, ¿qué es lo que necesitas? -, Florentina, - hola Dalo. Ya hemos encontrado suficiente información sobre las flores. A llegado el momento de que empiece la acción -, Dalo, - ¿eso significa? -, Florentina, - ahora empezarás con la misión -, Dalo, - sólo dinero lo que tengo que hacer y lo haré -, Florentina, - ve con Veronica y Pepe. Ellos te dirán lo que tienes que hacer -, Dalo, - ¡a la orden! -, Florentina, - no me decepciones. Si logras terminar con éxito, cumpliré lo prometido -. Salió Dalo y se dirigió con Veronica y Pepe.
Una vez recibió su misión, empezó a salir a partir de esa noche. Se adentro en la ciudad para encontrarse con los Flormor. Al encontrarse con uno, empezaba a luchar contra ellos, esto era para poder aprovechar las armas que habían echo. Pero no le hacían mayor daño. Al encontrarse en desventaja, corría y buscaba la manera de perder los de vista. Al correr, Dalo pensaba - no puedo creer en lo que me he metido. Pero todo esto valdrá la pena, si logro llegar a ser aceptado por Florentina como novio -
Así era la lucha que tenía cada noche, sin ningún resultado. Cada vez que regresaba, Martin se encargaba de sus heridas y, para mantener la misión en secreto de los demás, Dalo tenía que asistir a sus misiones como siempre. Esto le resultaba muy difícil debido al cansancio y falta de descanso. Pero, a pesar de eso, no se daba por rendido. Siempre con este pensamiento - no me voy a dar por vencido hasta haber logrado mi objetivo - se mantenía de pie.
Pero, al no tener resultados, Florentina se empezó a desesperar y, llamando a Dalo, le dijo - Sabes por qué te he llamado -, Dalo, - No -, Florentina, - veras. ¿Cómo es posible que aún no tengamos resultados de esta misión?. No estás cumpliendo con tu deber. Debes de buscar una manera de derrotar a los Flormor. No podemos quedarnos más tiempo sin tener ningún resultado -, Dalo, - disculpe mis errores, lo voy a corregir. Verá que, durante las próximas misiones, tendrá resultados -, Florentina, - más te vale. Ya que si no es así, todo lo que hablamos se se termina -, Dalo, - muy bien. No la decepcionare -, salió Dalo de ahí.
Cerrando la puerta de su cuarto, se tiró al piso. Decepcionado y con miedo, se preguntaba qué podría hacer. Pero ni siquiera pudo tener alguna idea. Frustrado, no durmió aquella noche y, durante el día, no podía concentrarse en sus labores. Por lo que se empezaron a dar cuenta de ello. Pero, cada vez que preguntaban, Dalo negaba todo y se llegaba a enfurecer. Así estuvo por una semana. A los demás les empezó a preocupar, por lo que decidieron investigar.
No lograban encontrar nada inusual a lo de siempre.. Pero, después de tanto seguirlo, decidieron ver que es lo que hacía durante la noche. Para evitar que él sospechara, Fernanda fue la única que lo iba a vigila mientras los demás la iban a apoyar, si fuera necesario. Al entrar la noche, Fernanda se escabulló al cuarto de Dalo, antes de que él entrara. Ahí espero,hasta que Dalo se levantó y salió. Ella lo siguió, sin que él se diera cuenta. Encendió el intercomunicador, para que los demás la pudieran escuchar y apoyar, y continúo siguiendo a Dalo.
Se sorprendió, al ver que Dalo se encontró con Florentina, Pepe, Martin y Veronica. Fernanda se preguntaba - ¿Qué le habrán hecho a Dalo?. De seguro ellos deben de ser los responsables del comportamiento que tiene Dalo -. Se dio cuenta de que a Dalo le entregaban una armadura y un arma, que ella no había visto. Este arma era similar a un bastón. La diferencia de éste es que, cuando es utilizado, es capaz de lograr absorber la energía que proviene de las mismas flores y convertirlas en rayos.
Fernanda no entendía lo que estaba sucediendo. Lo único que quería es que Dalo no se metiera a hacer cosas muy arriesgadas. Al ver que Dalo comenzó a salir, inmediatamente se camufla, con una manta que llevaba, y se sube al techo. Dalo pasó deprisa y, viendo que nadie más salió, lo intentó alcanzar. Pero ya no pudo. Les avisó a los demás, para que se prepararán. Salió afuera e intento encontrarlo, pero no lo logró. Después de unas horas de búsqueda, al fin pudo ver a Dalo. Él regresaba con la armadura hecha pedazos y el arma un poco deteriorado. Se escondio atrás de unos árboles. Y, una vez pasó Dalo, ella regreso atrás.
Dalo, al regresar, fue directo a su habitación y no fue a dejar las cosas con Martin, como era de costumbre, ya que se encontraba completamente exhausto. Fenanda entró después de él y fue con los demás. Al reunirse con los demás, Fernanda dijo - no sé qué es lo que están tramando los demás. Pero, lo que les puedo decir, es que no es nada bueno. Y, de seguro, debe de estar relacionado con la manera en que Dalo ha estado actuando últimamente -. Esmeralda pensaba - no permitiré que le hagan daño a Dalo. Sea lo que quieran, no tienen el derecho de estar usando a Dalo de esta manera -. Walter, después de haber estado pensativo, dijo - saben algo. No veo que sea algo tan simple. De seguro deben de estar usando a Dalo como un objeto para sus experimentos. Pero... -, Romario, - si es eso. Es algo muy pero muy malo, aún para mí. Nadie puede tratar a Dalo de esa manera mas que yo. Nadie, me oyen, nadie -, Walter, - Pero, ¿qué podemos hacer? -, Esmeralda, - Debemos de hacer que Dalo recupere la razón . De esta manera, dejará de hacer todas estas estupideces -, Walter, - Tienes razón, pero, Dalo no es alguien que se le pueda hacer entrar en razón tan fácilmente -.
Al no haber logrado encontrar una solución, cada uno fue a sus cuartos a dormir. Todos tenían la esperanza de poder hacerlo entran en razón. Pero, a Fernanda, ni le cabía la menor duda de que esto era obra de Florentina, ya que Dalo no es alguien que se le pueda convencer en hacer ese tipo de cosas tan fácilmente.. Lo único que le quedaba hacer era descubrir como lo hizo. Qué le habrá prometido o dado a Dalo para que él aceptara. Esto pensaba una y otra vez hasta quedar dormida.
Al siguiente día, todos ellos trataron de comportarse igual que siempre. De esta manera no levantarían ninguna sospecha por parte de los demás. Dalo, quien estaba muy cansado, no logró percatarse del comportamiento extraño que hacían, a pesar de su intento de disimular no saber nada aún. Debido a eso, fue que lograron salvarse de ser descubierto por Dalo. Al anochecer, volvieron a seguir a Dalo, sólo que esta vez, fueron dos y no sólo Fernanda.
Le volvieron a dar una nueva armadura y arma a Dalo. Al salir, para no perder lo de vista, uno de los dos lo estaba esperando afuera y el otro lo estaba vigilando por dentro. De esta manera, no lo perdieron de vista, como sucedió en la vez pasada. Una vez que Dalo salió, el que lo estaba esperando afuera lo siguió y les iba diciendo a los demás donde se encontraba. De esta forma, el que se quedó vigilando adentro, lo alcanzaba para poder darle apoyo al de afuera.
Dalo, cada vez se adentraba más y más en la ciudad. "¿a dónde irá Dalo?", es lo que se preguntaban todos. Poco a poco, todo se iba poniendo un poco más silencioso pero, a la vez, empezaba a poner nervioso a Fernanda y Romario, quienes eran los que seguían a Dalo. Fernanda le dijo a Romario - esto no me agrada en lo absoluto -, Romario, - tienes razón. Esta atmósfera, que da el silencio, no es algo muy agradable que digamos -, Fernanda, - no podemos bajar la guardia ni por un momento -, Romario, - entendido -..
Confirme iba pasando el tiempo e iban avanzando, empezaron a encontrarse con los Flormor. No podían creer, cuando vieron que Dalo los iba enfrentando. Iba siendo algo inimaginable, la mamera en que él iba atacando a cada uno de ellos. Estaba luchando con uno de ellos pero, cuando apareció otro, se le empezó a dificultar. La armadura iba residiendo los diferentes ataques que le enviaban y con el arma se iba defendiendo, al parecer, este lograba hacerles un cierto daño. Pero a pesar de que el arma los dañaba, no era suficiente para poder continuar con ellos.
Cuando se dieron cuenta, Dalo ya se encontraba en una gran desventaja, nuevamente. Fernanda y Romario, estaban a punto de salir a ayudarlo a escapar. Pero se pudieron dar cuenta que Dalo, en Kosovo últimos momentos, recargo el arma y atacó con todo. Esto provocó que el arma se quedara completamente inutilizable. Sin embargo, esto le logro dar una oportunidad de escapar al ver que Dalo empezó a correr, ellos también corrieron. Empezaban a alejarse cada vez más y más de ese lugar. Pero, lo que les preocupaba más a Fernanda y Romario, era el no poder regresar a salvó. Pues durante el camino, había gran posibilidad de encontrarse con muchos más de ellos.
La ruta más rápida era el seguir recto, pero Dalo no tenía eso en mente. Pues él iba creando su propio camino, el cual era un poco más largo. Esto les hacía preocupar bastante a Fernanda y Romario, sin embargo, ellos lo seguían para que no se encontrara en un gran peligro. Conforme avanzaban, se 8ban dando cuenta de que no se encontraban con ningún Flormor, lo cual era algo raro. Ya que, en una misión así, ya se hubieran encontrado con varios de ellos. Fernanda se preguntaba - ¿Cómo será esto posible?. No nos hemos encontrado con más Flormor. Ya a este paso, nos hubiéramos encontrado con ellos. Incluso, podríamos haber tenido que intervenir Romario y yo para poder escapar con vida -.
Romario no dejaba de ver a Dalo enojado, pues él no podía dejar de pensar - este Dalo. Se ha vuelto más ágil. Incluso, se aj dado cuenta de que si hubiéramos seguido recto, después de aquella pelea. Ya hubiéramos sido atrapados por los Flormor. Ya que de seguro, ellos hubieran deducido que nosotros intentaríamos escapar de esa manera. Lo cual se convertiría en una emboscada. No puedo creer que se diera cuenta de esto. Pero ya verás, tu suerte no durará por mucho tiempo, si continuas así -.
Lograron regresar sin ningún inconveniente. Siguieron a Dalo, cuando él fue con Martín para entregarle la armadura y el arma. Martín, al ver entrar a Dalo con todo el equipo destrozado, dijo - no puedo creer que no hallamos tenido éxito. Si seguimos así, nunca tendremos éxito en epidermis luchar contra ellos -, Dalo, - discúlpame por no haber logrado ningún resultado. Y, sobre todo, el haber terminado con tu equipo de esta manera -, Martín, - déjalo ahí. Para la próxima vez, debes de intentar traer de vuelta el equipo. No te pido que lo traigas bien pero, también, de traerlo en una pieza. Sabes, no están fácil volver a crear este equipo en estas condiciones -. Dalo salió de ahí y se fue directo a su habitación.
Siguió pasando los días y no lograban encontrar una forma para decirle a Dalo que no siguiera participando en esas misiones. Fernanda, después de tanto, se acercó a Dalo y, dejado todo el miedo atrás, reprendió a Dalo, enojada. Le empezó a decir - Dalo, eres un completo tonto y estúpido -, Dalo, - ¿a qué viene eso? -, Fernanda, - ¿Cómo pudiste esconderme lo que hacías?. ¿No eramos buenos amigos? -, Dalo, - pero, si lo somos -, Fernanda, - Entonces por qué nunca me dijiste que estabas participando en un proyecto muy peligroso. Dime ¿que ganas con ello? -, Dalo, - es cierto, pero no importa. Mas, sin embargo, ¿cómo te enteraste? -, Fernanda, - ¿acaso no te das cuenta?. No puedes ver que todos tus amigos estamos muy preocupados por ti. Hace tiempo que empezaste a actuar de una forma muy extraña. Dime, - empezó a llorar - ¿Quién te convenció de hacer algo así?. ¿Acaso fue Pepe?,... -, Dalo - no fue nadie, yo sólo quise hacer ésto -, Fernanda, - si no fue él tal vez fue... ¿Martín? -, Dalo, - te digo que no fue nadie -, Fernanda - ¿fue Veronica? -, Dalo, - te lo vuelvo a repetir que no fue nadie -, Fernanda, - fue FLORENTINA. - Dalo, - ya no sigas. ¡Déjame en paz!. Ya te dije que es por mi propia cuenta -, Fernanda, - de seguro fue ella quien te convenció de hacerlo -, Dalo, - por qué no me escuchas -, Fernanda, - porque, siempre que te pones así, es que he dado con la verdad -. Dalo se fue enojado sin decir más nada.
En aquella noche, él no fue a traer su armadura ni las armas que le proporcionaba Martín, como era de costumbre. Se dirigió a buscar más información sobre los Flormor y las flores moradas. Estaba dispuesto a lo que le pudiera pasar, pues no quería seguir arruinando más la misión, ya que el tiempo que le quedaba era cada vez más corto Corría entre la oscura noche, sin tener claro lo que deseaba obtener. Esto era, de cualquier forma en que se mirara, un suicidio si se cometía el más mínimo error.
Mientras tanto, Fernanda y los demás, fueron a enfrentarse contra los otros. Pero no tenían mayores resultados, ya que, contra los que se enfrentaban, eran los mejores. Ellos simplemente no podían competir contra ellos. Fernanda, a pesar de eso, logró llegar con Florentina, con la ayuda de los demás. Al estar enfrente de ella, le dijo - ¡Hey Florentina!. ¿Por qué has echo hacer esas estupideces a Dalo?, ¿qué le hiciste? -, Florentina, - yo no le he echo nada. Simplemente se ha ofrecido gentilmente. Pero no te preocupes, él tendrá una gran recompensa -, Fernanda, enojada y colocando con fuerza su puño - ¿Qué le prometiste? -, Florentina, - le he dado el mayor privilegio que podría desear. Eso es, ser mi novio. Aunque creo que es completo ingenuo. Este capricho suyo, podría ser, una gran oportunidad para mí. Ya que podré ponerlo a hacer todo lo que quiera,, hasta que me llegue a cansar. Y sabes, él no se opondrá en lo absoluto. Él lo hará sin falta y, cuando ya no me sea más útil, lo dejaré a su propia suerte -, Fernanda, - ¿Cómo puedes llegar a ser tan despiadada? -, Florentina, - eso no es ser despiadado, ya que él lo hará por su propia voluntad. Yo no le estoy obligando a nada. Así que no te metas, esa ha sido su propia decisión - Fernanda le dio una bofetada y salió de ahí, diciendo - te arrepentirás si le haces daño a Dalo -.
Dalo regreso con lo que había podido recolectar aquella noche. Al entrar, sigilosamente, fue directo con Florentina. De esta manera, no se darían cuenta los demás, pues quería conocer lo que le parecía. Pero se llevó una sorpresa al ver a Fernanda y Florentina discutiendo. Escuchó toda su conversación que tuvieron y, antes de que ellas se dieran cuenta, se retiro a su cuarto. No dejó ni una sola pista de haber estado presente en ese momento. Aprovechando que creían que se encontraba en su habitación, entró a ella y no fue doña dejar los datos que había obtenido. Se recostó sin poder pensar claramente lo que quería hacer. No podía pensar en lo que era correcto o no, cada vez dudaba más y no le dejaba dormir. En su mente se preguntaba - ¡qué es lo que estoy haciendo?, es verdad que mis amigos se preocupan por mí pero, si no continuo, no podré ser novio de Florentina. ¿Qué puedo hacer? -, hasta que al fin pensó en una solución y se dirigió con Florentina, pensando - le diré que no se lo ocultemos a los demás y los incluyamos en el proyecto - . Al llegar con Florentina, se dio cuenta de que ella estaba con Pepe. Estaba por entrar, cuando escucho - ¿de verdad te vas a hacer novia de Dalo? -, decía Pepe, a lo que Florentina respondió - no, la verdad es que fingiré serlo hasta lograr lo que quiero. No te preocupes, siempre serás mi novio y no te voy a cambiar por nadie -, Pepe, - esa es mi novia, siempre logra lo que quiere -. Dalo no sabía cómo reaccionar ante tales palabras.
Salió de ahí, sin que se dieran cuenta. Al estar en su cuarto se preguntaba, entre lágrimas que no podí parar - si ella sólo va a ser mi novia por el trato y no me quiere, ¿de qué vale la pena continuar?. Al fin y al cabo, ella a quien quiere es a Pepe. Iré a romper el trato, terminaré el trabajo pero no voy a ser su novio, es lo que le diré -. Y Dalo, una vez decidido de lo que quería, se fue con Florentina, se encontraba sola. Le dijo lo que había pensando obre el trato y de que ya no lo iban a cumplir pero terminaría el trabajo. Florentina acepto la nueva condición que Dalo le dio.
Y así estuvo Dalo dando lo mejor que pudo, pero con la diferencia de que ahora no tenía motivo para hacerlo, lo que hacía que él no pudiera mantener cierta concentración total en lo que hacía esto hacía que le fueran un poco más difíciles de tratar de cundir la misión. Él habló a los demás acerca de su decisión y, aunque todos estaban en su contra, él continuó. Así pasaron otros cuantos días, hasta que él se entero de lo que en realidad estaba haciendo Florentina con los otros. Al descubrir la verdad, se fue directo con ellos y les dijo que ya iba a continuar con la misión por el motivo que ellos tenían. Esto hizo que ellos se endurecieran con él.
Estaban a punto de sacarlo de la casa, cuando pasó lo que no se esperaban. La casa dejó se funcionar su sistema que alejaban a los Flormor. Por suerte, para ellos, estaba ya empezando a amanecer, por lo que no hubo ningún Flormor que los atacara. Empezaron a buscar la forma de hacer que volviera a funcionar. Martín, quien fue el que les aviso sobre ello, están muy preocupado, ya que no sabía cómo exactamente funcionaba su mecanismo. Todos empezaron a revisar toda la casa pero no encontraron la forma de hacer que esto volviera a funcionar. "¿Qué vamos a hacer?", se preguntaban todos. Conforme empezaba a anochecer, se iban quedando sin esperanzas para continuar.
Así les entró la noche. Todos agarraron sus armas para defenderse, aunque sabían que iba a hacer difícil si se llegaban a juntar demasiados de ellos, estaban dispuestos a sobrevivir aquella noche.