Capítulo 4 4: Burbujas de aire

Ayer fui a ver al tritón, aunque al principio dudaba si estaba bien. No me arrepiento de haber ido, la verdad, quería comprobar si realmente estaría allí, o si me había mentido (no quería ilusionarme para que me apuñalaran por la espalda de vuelta)

Cuando llegue a la orilla lo llamé por su nombre, hice esto varias veces, pero nadie respondió, así que me detuve. Luego recordé lo de la caracola, hice lo que me había indicado, pero lo único que sucedió fue que un rastro de luz salió desde mi pecho, uniéndose con el océano azul. Espere unos minutos, pero no sucedió nada, así que, decepcionado, decidí retirarme

-Ya veo, tu también me abandonas, de todos modos ya me lo esperaba -Di un ligero suspiro.

Cuando me marchaba, sentí una fuerza que me empujó al mar, pero antes de tocar el agua algo me sostuvo. Ese algo, o mas bien alguien, era Thálassa

-¡Me asustaste!, ¿Qué pensabas hacer? -Le pregunté molesto.

-Jajajaja, lo siento, sólo fue una broma -Reía colocándome de vuelta en la orilla.

-Valla "bromita" -Decía mientras me limpiaba algunas gotas de agua que alcanzaron a llegar a mi cabello.

-¿Estas molesto?

-Si, pero no es tu culpa -Bajé la mirada.

-¿Entonces con quién estas molesto? ¿Puedo ayudar en algo?

-Con la vida, más bien, con mi vida.

-¡Hey! ¿Por qué tan azul? La vida puede llegar a ser hermosa, todo depende de como quieras verlo.

-Lo dice él heredero del rey de los mares -Pronuncié en tono sarcástico -A ti no te falta nada.

-Tal vez si, tal vez no, es cuestión de percepción -Seguía tratando de alegrarme.

-Solo hay una forma de ver las cosas, de manera realista, la única que hay, no podemos estar fantaseando con cosas que sabemos no reales.

-¡Vamos! El día que nos conocimos no estabas tan molesto como hoy ¿Quieres hablar sobre algo? Se nota que algo te puso de malas, puedes confiar en mi, lo sabes.

-Supongo que si -Respondí tras un leve suspiro -...¿Sabes que día es hoy? Hoy es el aniversario de la muerte de mis padres, estoy algo irritado por ello.

-¿La muerte de tus padres?... Ya veo, lo siento -Se disculpó con tono apenado.

-Oh, no te disculpes ¿Por qué lo haces? -No quería que se sintiera culpable, nunca tuve esa intención.

-Bueno, te pregunté sobre algo que no debí, fue algo muy imprudente de mi parte.

-No, no es tu culpa, mi intención no es hacerte sentir mal o algo por él estilo, así que no te disculpes.

-Perdóname por lo que estoy a punto de decir, pero ¿No crees que seria mejor hablar con alguien sobre ello? De ese modo podrías sacar todo tu dolor.

-Dime, ¿Quién querría escuchar los problemas de un estúpido niño en pubertad con trastornos de personalidad? Mientras sea adolescente, nadie va a creerme, todo lo que me pase, en esta etapa, a los ojos ajenos, no serán más que "hormonas"

-Yo si creo en ti ¿Acaso no cuento?

-No me refería a eso, pero ¿Por qué lo harías? (Aún cuando llevamos tan poco tiempo de conocernos)

-Porque soy tu amigo, quiero que seas feliz, no hay otra razón.

-No te entiendo -di un pequeño suspiro -Pero, supongo que esta bien, tu... No eres tan malo.

-¡Ese es él espíritu! -colocó sus codos en la arena, levantó su aleta y recostó su cabeza sobre sus manos, esperando escuchar mi relato.

-Bueno, cuando cumplí 6 años mis padres estaban muy contentos debido a que saqué las mejores calificaciones de toda la escuela, ellos pensaron en festejarlo en casa, me hicieron mimos todo el día, junto con la abuela. Pero yo quería salir a la playa, mis padres dijeron que era temporada de huracanes, que eran tiempos muy peligrosos, que me llevarían cuando todo fuera más calmado. Yo no les hice caso, era muy necio y salí corriendo de la casa, diciendo: "Si no me llevan ustedes, iré yo". Luego crucé la calle. No tarde mucho en mi trayecto, llegué al mar, cuando iba a meterme a nadar, mi madre se empezó a sentir mal, pero no me importó, me acerqué, una ola me arrastró. Mis padres intentaron sacarme, comenzaron a nadar hacia mi, luego me ayudaron a salir, pero cuando lo hicieron una ola los arrastró hasta él fondo, pasaron muchas horas...Y ¡No salieron!

Luego al regresar a casa mi tío dijo que era un monstruo, que por mi culpa habían muerto, que si no hubiera insistido, si me hubiera quedado en casa, ¡Si no hubiera sido tan malditamente necio! Ellos se habrían salvado. Desde ese día solo me han pasado desgracias, mi vida ¡Es una miseria!

¡Es horrible, pero no me puedo quejar, yo mismo lo provoqué años atrás, siempre ha sido culpa mía, cargo con esa muerte desde ese día, me consume año trás año, hubiese sido mejor si no me hubieras salvado. Ahora vas a tener que aguantar a este mocoso constantemente, pero no te preocupes, no será por mucho tiempo porque seguramente tu también te vas a hartar. Me dejarás como todo el mundo. -Comencé a hiperventilar.

-Pactli, cálmate un poco -Se acercó para poder abrazarme.

Mi cuerpo estaba temblando. Sus manos sobre mi espalda, su aliento en mi oído, su pecho oprimiendo al mío , todo ello era tan cálido. ¿Es así como se sentía el cariño?

-Vas a cansarte de mi, ¿No es así? Me vas a abandonar también, ¡Tal como ellos lo hicieron! -Comencé a llorar -¿Te parezco patético? Alguien de mi edad llorando ante un desconocido. Si no puedo evitar quedarme solo, si me condenaron a cargar con esta culpa, ¡Será mejor que yo...! -Fui interrumpido por Thálassa, que cubrió mi boca con su mano, tratando de consolarme.

-Cálmate, no vale la pena que te preocupes por algo que no va a pasar, ¿Por qué habría de cansarme de ti? Me caes bien, eres muy interesante, no sólo por ser un humano, si no por tu manera de ser. Por favor no me compares con la gente que te ha hecho daño a lo largo de tu vida, tampoco te sientas mal por algo que sucedió en el pasado, eras sólo un niño en ese momento.

Nervioso e inseguro, aferrándome a él, abrazándolo con fuerza, seguía diciendo incoherencias. Thálassa, por el contrario, solamente me miraba con una expresión que decía "Todo esta bien" en su rostro, algo que lograba tranquilizarme en intervalos.

-Es por eso que te lo digo, ¡Tú no eres el culpable de nada! A veces, uno tiende a decir palabras muy hirientes, aún que no sean ciertas, cuando se está molesto, como tú familiar, en este caso. Eras pequeño, no pensabas en lo que hacías. No vivas atado a ese doloroso recuerdo, deja ir la culpa - Acarició mi cabeza.

-Gracias por no odiarme, eres de las pocas personas en quien siento que puedo llegar a confiar o bueno, no sé si persona sea el termino correcto para dirigirme a ti, en todo caso.

-¿Qué te parece si mejor te cuento una anécdota? Tal vez de esta manera te sientas mejor -Sonrió.

-Esta bien, supongo que será lo mejor - Suspiré.

Me contó cuando sus hermanos lo dejaron abandonado, así como el constante odio que recibió por ser el heredero al trono. No me imaginaba que poseer su puesto fuera tan difícil, pero algo me dice que no somos tan distintos, y si fuese así, ¿No sería normal que quisiera estar cerca suyo? Como un muy buen amigo.

Después de su narración logré tranquilizarme, fue algo increíble como un desconocido total pudo calmarme en un momento de histeria total. Mañana volveré, tengo un poco más de confianza en que va a estar aquí, también las dudas me atormentan por momentos, pero creo que vale un poco la pena intentarlo. Quiero creer que con este encuentro todo va a salir bien, insisto, quiero creer, ya que nada es seguro.