Mi novio y mi ex
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Capítulo 10 ¿Yo ¿Actriz

Y ahí estaba yo, como una irracional, pensando que por algún motivo podría hacerlo y que estar parada sobre un escenario, frente a una multitud de personas... no era la gran cosa.

Había llegado tan solo hace dos horas y ya estaba cometiendo mi primer error del día. Fingiendo que la actuación era lo mío. Aunque, bueno, siendo sincera nunca había probado mis dotes para el teatro (solo tomé un tonto curso de verano), así que, si lo veía desde el ángulo optimista que supuestamente tienen todas las cosas en la vida, podría decirse que ésta era una prueba de esas en las que no tienes la victoria porque lo haces fatal.

La única diferencia con ese caso hipotético y lo que ocurría en mi vida actualmente era que: había conseguido el papel. Sí, había tenido victoria. Conseguí el protagónico de la segunda obra de teatro en mi último año de la preparatoria.

Para cualquier persona que me escuche renegando porque conseguí un protagónico, me juzgaría por desagradecida, pero es que no puedo estar saltando de alegría cuando el otro protagonista es nada más y nada menos que Mack Forrester. ¿Coincidencia? No, no era una coincidencia, solo lo hacía para reírse en mi cara y ponerme nerviosa cada vez que hacía contacto visual con Marcus. Porque para sumarle más desgracia al asunto, Marcus sería el director de la obra, bueno no, solo le ayudaría al profesor McKinley en la dirección.

El pelinegro me recibió con una sonrisa de oreja a oreja y un abrazo, lo cual me tomó un tanto por sorpresa, pero respondí de la misma manera afectuosa y alegre a sus toqueteos y coquetería frente a Emma.

Me mostró unos papeles con muchas letras y diálogos subrayados de distintos colores. Y comenzó a explicarme que aunque no había leído el guión, confiaba fielmente en que sería espectacular porque McKinley lo había escrito. Empezó a insistir con la absurda idea de que yo debía audicionar para la chica que desarrollaría el rol principal, a lo que yo respondí:

-¿Yo?, ¿Actriz?

-Por supuesto.

-El teatro es lo tuyo, Marcus.

-Lo sé, pero tú eres la indicada para Rash.

-¿Rash? ¿Quién demonios es "Rash"?

-La protagonista.

-Bueno, y ¿Cómo sabes que soy la indicada si no te has leído el guión? -señalé las hojas que sostenía con su mano.

-Solo lo sé.

-No puedo hacerlo por una boba corazonada tuya.

No era cierto, solo me estaba haciendo la difícil. Claro que le haría caso a los delirios de Marcus. No me atraía la actuación, pero tenía una memoria aceptable para recordar los diálogos, ¿Qué tan difícil sería?

Además, te daban puntos extra para todas las materias solo por pararte en la fila y pasar a hacer el oso delante de media escuela «más vale la intención que la acción».

Y así había llegado a donde estaba; tras bambalinas, con Mack a mi lado, mirándome de reojo como si hacerlo fijamente ocasionara una explosión estratosférica.

Marcus se opuso en cuanto lo eligieron para el papel, pero al fin y al cabo era un estudiante y por más consentimiento que recibiera del maestro McKinley por ser un grandioso actor, McKinley era el profesor al mando, por ende el que decidía sin ninguna objeción o retención.

-¿Listos? ¡Ensayo número uno!

Aparto con cuidado las cortinas larguísimas de color rojo que cubrían a todo el elenco de la obra. Camino hasta llegar a la mitad de la tarima -en donde me está señalando McKinley con su índice- y las luces del techo me encandelillan cuando se enfocan en mi cara.

-¡Acción! -grita el profesor desde un estrado ubicado frente a la plataforma.

-Érase una vez en el reino de DuBronch, nació una preciosa princesa -narra uno de los chicos detrás de mí- ella era la adoración de su padre, porque era lo único que le quedaba de su esposa. Todas y cada una de las características de su hija Rash le recordaban a esa mujer que en un momento (ya hace bastante tiempo) había amado hasta más no poder.

Un chico de los que fueron seleccionados me abraza mientras interpreta parte de su guión como mi padre.

⸺Pero Rash debía cumplir las reglas. Unas reglas que había impuesto su padre para evitarle el sufrimiento a su hija el día que pudiera gobernar, él no quería verla llorar cuando el que ella escogiera como rey muriera como lo hacían todas las personas, él no quería que su hija afrontara ese tipo de dolores sola. No quería dejarla, no quería verla llorar, quería verla feliz, quería que viviera al máximo su vida como princesa, quería que disfrutara de las virtudes por ser realeza.

El chico a mi lado desaparece y el hombre sentado frente a nosotros con cara de concentración máxima, hace un gesto apurado con la mano para indicarle a Mack que debe salir en ese momento.

Las cejas de Marcus ⸺sentado al lado del profesor⸺ se juntan con enfado al ver a Mack agarrarme de las manos. El castaño aprieta mi mano derecha para hacerme salir de mi estado de preocupación mientras miro a Marcus, en vez de mirarlo a él y seguir las instrucciones del guión.

⸺Aunque Rash ya lo había escogido. Ella ya había conocido al muchacho con quien quería reinar por el resto de su vida en DuBronch, era él, era esa persona que la había logrado conquistar, era el único que la había hecho sumergirse en todo lo bonito del amor, había logrado que percibiera todo lo que una vez pensó sería imposible, era Khalil Ziegesar. Un chico cualquiera, ordinario, simple, sin nada pomposo, no tenía moños, no tenía tarjeta de regalo, no tenía instrucciones de uso, no tenía... no tenía reglas que seguir, era libre, era todo lo que Rash había querido ser...

El espacio se queda en silencio, mis ojos siguen puestos sobre la cara de Marcus y mis cejas solo expresan preocupación frente a la reacción del chico.

⸺¡Roberts! ⸺el grito de McKinley resuena por todo el teatro⸺ ¡¿Necesita una invitación?!

Abro como platos los ojos y volteo mi cabeza para mirar a Mack.

⸺Mi padre... ⸺comienzo a pronunciar mi primer diálogo⸺ no nos dejará vivir juntos. Nunca lo hará. Tiene la idea de que... si me enamoro, si conozco todo lo que quiero contigo... sufriré tanto como él ⸺intento sollozar.

⸺No tienes de qué preocuparte... él lo entenderá ⸺responde Mack mirándome a los ojos.

⸺No lo hará, es terco.

⸺Pero también ha vivido este infinito sentimiento que...

⸺¡Alto! ⸺interrumpe McKinley⸺ No me gusta. ¡No me gusta nada! ¡Actúan fatal! ¡No hay profesionalismo de su parte! ¡No sienten lo que sienten los personajes! ¡No lo viven! ⸺manotea para todos lados con furia y desespero⸺ ¡Se termina el ensayo de hoy! ⸺golpea la mesa con rabia y levanta la mirada hacia mí. ⸺Roberts, la escogí porque desarrollaba al personaje de una manera excepcional y ¡No lo está haciendo! ¡Solo abre la boca para hablar, pero no está declamando! ¡Necesito que declame!, ¡Que lo sienta! ¡Que se deprima! ¡Que llore! ¡O inclusive que se suicide si hace falta! ⸺su pecho sube y baja con cada respiración acelerada⸺ Y usted... Forrester... ⸺señala a Mack con ojos juzgadores y amenazantes⸺ ¡Usted solo balbucea! ¡No se le entiende ni lo que dice! ¡Si está acá es porque ama la actuación! ¡La vive! ¡La goza! ¡No porque no sepa hablar! ⸺inhala una bocanada de aire⸺ Así que... para el próximo encuentro, lo hacen bien o no hay puntos adicionales, no hay días de receso, no hay obra de teatro, no hay fantasía para nadie y no hay perdón de dios para ninguno de ustedes. Con permiso.

El hombre de cabello canoso da la vuelta con brusquedad, haciendo que la bufanda de colores pálidos que le rodea el cuello y el gabán negro que lo abrigaba, eleven el final de sus costuras en respuesta al viento generado por su movimiento.

Un chico bajito que estaba al lado de él, recoge con apuro unos papeles y los esconde entre una mochila tirada en el piso. Agarra varios libros que reposaban sobre el escritorio y corre detrás del hombre que ya le lleva varios metros de ventaja.

⸺¡Profesor McKinley! ¡Se le quedó esto!

⸺¡Cierra la boca, Stuart! ¡Me haces dar dolor de cabeza!

Los gritos de ambos se esfuman en cuanto desaparecen por la puerta gigante con dirección a uno de los pasillos.

Todos los estudiantes a mi alrededor comienzan a guardar sus cosas, a colgarse las maletas y a bajar en una especie de filita para llegar hasta el piso.

Afortunadamente, Mack no cruzó palabra conmigo mientras estábamos a solas, porque de lo contrario ni siquiera habría podido seguir respirando; sabiendo que Marcus estaba afuera y que en cualquier momento podría entrar y que eso me ponía demasiado nerviosa, y que además Mack con su sola existencia también me ponía nerviosa.

Salgo de la parte trasera del escenario, dejando atrás a Mack y encontrándome con Marcus recostado en la pared, con la capota de su buzo cubriéndole la cabeza por completo.

Se percata de mi presencia y automáticamente extiende la mano decorada con los anillos frente a mí, invitándome a que la tome. Un escalofrío me recorre el cuerpo. ¿Esto significaba que... Marcus... Quería que...? Bueno, sé que es solo una mano, pero era la mano de Marcus, o sea que clasificaba como un paso adelante, porque quería caminar conmigo de la mano.

⸺¿Me vas a dar tu mano? ¿O necesitas un par de minutos más para meditarlo?

Finalmente, su aura de oscuridad e indiferencia se desvanece cuando sus ojos hacen contacto con los míos, acompañados de una sonrisa ladeada. Una sonrisa que a la primera vista te da la impresión de ser amigable, pero de fondo tiene lujuria. Y, sí, te dan ganas de tirártele encima cuando te sonríe así, porque Marcus nunca dejaba que vieras su sonrisa.

Tomo aire y entrelazo cada uno de mis dedos con los suyos. Una leve curvatura hace presencia en mis labios en cuanto nuestras pieles se rozan. Ya lo sé, no es nada, pero mi cerebro solo reproduce una y otra vez el recuerdo de que con esa mano Marcus me tocó y se sintió demasiado bien... tanto que, la retorcida idea de pedirle que lo vuelva hacer, también ronda mi cabeza.

Caminamos entre las largas filas de asientos, hasta llegar al pasillo que da inicio a los casilleros. Los estudiantes empiezan a salir de los salones y el bullicio hace presencia en el corredor. Sentía todos los ojos fijos sobre nuestras manos unidas, aunque probablemente era solo mi imaginación, porque ninguno de nosotros éramos populares, ninguno influía en la vida de los demás y lo que pasara en nuestras vidas no era importante para absolutamente nadie.

Emma aparece en mi campo de visión y tiro del brazo al chico para llegar con afán a su ubicación.

Su mirada me escanea sin mucho entusiasmo, hasta que se fija en nuestas manos. Sus ojos se abren impresionantemente y sus comisuras se curvan con dirección al cielo.

-¡Todos acá! -grita una chica, captando la atención de algunos estudiantes- ¡Lil tiene que dar una información!

Al escuchar el nombre que inicia con 'L' todos giran la cabeza con dirección al grupo de porristas sexys en el centro del pasillo.

La rubia se aclara la garganta y sonríe antes de abrir la boca:

-¿Saben que día es pasado mañana?

Una gran parte de la multitud mencionan a gritos un conjunto de diálogos llenos de obscenidades como: ⸺"¡El día en el que te follaré!". ⸺"¡No! ¡Será el día en el que me bese la polla!" ⸺"¡¿Estás loco, hermano?! ¡Ese día me dejará ponerla en cuatro!"⸺. Lili no se inmuta, ni se molesta con los comentarios, de hecho, su cara larga solo demuestra aburrimiento.

-Para los que viven debajo de una piedra, es mi cumpleaños, por ende, organizaré la fiesta que se merece la capitana de su aclamado y exitoso equipo de cheerleaders.

El gentío grita de nuevo entre silbidos y alabanzas a la chica, mientras que a los comentarios obscenos se le suman otra serie de opiniones por lo bajo como: "Es una zorra", "En esa fiesta más de una quedará embarazada", "¿Vas a ir? Seguro habrán drogas y alcohol", "¿Su padre no estará en el pueblo?", "¿Cómo pretende hacer una fiesta?", "Claro que estaré allí, quiero verla cuando se desnude", "¿Bill sabrá lo que hace su hija?", "Mierda, su trasero es tan grande que necesito un par de esos implantes", "Ese color de cabello no va con el de sus cejas", "Seguro come como animal, está muy gorda".

El brazo de la rubia se extiende con dirección al cielo y la mano en forma de puño, dando a entender que todos se deben callar:

⸺Todos están invitados ⸺la gente ahora aplaude con emoción, como si se tratara de un triunfo o un galardón súper esperado. ⸺Las entradas las estará repartiendo Vinnie ⸺señala a una morena que está parada a su lado⸺ en la salida.

La chica da media vuelta y se va mientras batuquea el trasero de un lado a otro con cada movimiento de cadera exagerado que hace al caminar. Todos siguen murmurando cosas inentendibles y formando un alboroto por esa simple noticia.

-Tengo hambre, ¿me acompañan a la cafetería? -inquiere Emma con cierta inquietud.

Miro a Marcus como si me pudiera comunicar mentalmente con él, o algo por el estilo. El chico solo asiente con apatía mientras se encoge de hombros, dándome a entender que al igual que siempre le importa un comino lo que los demás quieran hacer con sus vidas.

Avanzamos hasta sentarnos en una de las mesas plateadas. Emma comienza hacerme señas sin que Marcus se dé cuenta, pero no logro entenderle nada.

⸺Marcus ¿puedes traerme algo?

⸺¿Qué quieres?

⸺Lo que sea, da igual.

El pelinegro se levanta de inmediato y Emma se abalanza sobre mí:

⸺¡¿Qué demonios está pasando?!

­⸺Solo me pidió que le diera la mano.

⸺Cuidado, Ella.

⸺¿Por qué?

⸺Porque estás jugando con fuego y ambas sabemos muy bien que Marcus es capaz de quemarte sin necesidad de esforzarse mucho.

⸺No lo creo.

⸺Bueno, entonces cambiemos el fuego de Marcus por el fuego de Mack, ambos son iguales de peligrosos y pueden hacerte mucho daño.

⸺No dejaré que lo hagan.

⸺¿No los dejarás? ¿Cómo? ­­⸺deja salir un suspiro con absurdidad.

⸺Porque los conozco a ambos, sé cómo actúan y lo que piensan.

⸺El teatrito de "agente de la CIA" no te va a servir.

⸺Ay, Emm... no pasará nada malo, te lo juro.

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Omg, voy a empezar a llorar con el cap que estoy escribiendo y ni siquiera sé porqué. Creo que es porque sé que desde ahí las cosas van a complicarse un poquito y aunque muchxs no quieran a Ella como protagonista por lo loca que está, yo la amo. Siento que expresa de una buena forma (aunque exagerada) la estupidez, calentura e inmadurez adolescente.

Por lo menos yo sí tuve mi época a lo Ella Roberts.

En fin, ya saben, espero que les esté gustando.

Gracias por leerme *insertar emoji de corazón*

Love u so much,

Sofía.

            
            

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