-No permitiré, que una mujer tan ordinaria y huérfana forme parte de esta familia así que es mejor que te olvides de aquella idea absurda ¡Qué vergüenza! Que agás estupideces por esa mujer, tanto que estás dispuesto a deshacer la alianza familiar con los Domale Dapane que tanto me costó hacer para el futuro de esta familia "Tu futuro", debí de deshacerme de ella años atrás cuando me imploraste que la acogiéramos.
El viejo Damon, pensaba que Maximiliano, aunque sintiera cualquier tipo de apego asía aquella mujer tenía que apartarse de ella olvidarla y casarse con la hija de los Domale que consideraba una gran oportunidad para incrementar el poder que ya ejercían los Cash en el mundo de los negocios, por otro lado, no había mujer más digna para ser la esposa de su nieto y también para ser la madre de sus futuros bisnietos.
Maximiliano estaba a punto de sentarse cuando el anciano Damon habló. Pero se detuvo y se enderezó escuchando al anciano.
-Se que estas enamorado de ella desde ... bueno ... siempre ... De otro modo jamás me hubieras implorado por alguien que no tuviera importancia para ti, pero jamás pensé que esto sobrepasara los limites desde un principió hice de la vista gorda por el hecho de eras un adolescente hormonal como cualquier otro.....
-No te atrevas a lastimarla, siquiera a poner un dedo encima- Hablo por primera vez Maximiliano interrumpiendo a su abuelo.
-Claro que no lo are, siempre y cuando no arruines la alianza entre ambas familias que tanto me costó cerrar. Las cosas seguirán su rumbo nadie tendrá que salir lastimado mientras se escoja la fecha de la boda cuánto antes- El anciano Damon conocía perfectamente a su nieto sabía lo obstinado que era, y si no hacía algo para que la boda se celebrara lo más pronto posible para asegurar el futuro próspero de la familia Cash temía que la reputación de la familia cayera muy bajó. Tenía un perfil demasiado alto para que su nieto cayera, con una simple actriz huérfana hija de la servidumbre de su casa; -¿Si no lo puedes hacer tú?, yo me are cargo de escoger la fecha de la boda.
-¿Tu?, ¿Escoger fecha? -
-Así es. No permitiré que arruines tu futuro-
El viejo Damon estaba decidido en que esa boda tenía que llevarse a cabo lo más ante posible.
-Es mejor que no intentes amenazarme, el hecho de que seas mi abuelo no quiere decir que te puedes meterte en mi vida y exigirme cosas, ya soy lo suficiente mayor como para poder tomar mis propias decisiones así que deja de interferir en mi vida, es mi problema si me caso con una mendiga si se me da la gana-Con el rostro sin emoción alguna, el joven se volvió para irse.
-¡Tu! - reprochó entre dientes el anciano Damon apuntando con su dedo tembloroso a su nieto; - Es mejor que no peleemos, eh dicho que no dejaré que esa mujer se casé contigo- aseguró lleno de cólera.
Cuando Maximiliano abrió la puerta del estudio el anciano Damon lo siguió y le dijo; - Ya hice una reservación en un restaurante para una cena este fin de semana, tus futuros suegros estarán también para presentar a la novia. Así que necesitas estar hay-
-No iré, ahórrate la vergüenza y cancela esa estúpida reunión-
Los ojos del anciano Damon se abrieron de rabia; -¡Oye Maximiliano! ¡Detente!, no me obligues a hacer algo de lo cual te lamentaras-
Maximiliano se dio la vuelta, y dijo con calma: -No te atrevas-
-Procura no desafiarme, sabes de lo que soy capaz cuando suelen desafiarme. Eres mi nieto y lo único que me queda de mi único difunto hijo, creme cuando te digo que no me detendré a pasar por encima de quien sea para que esa boda se lleve a cabo. Entonces no pidas que arruine su vida cuando gracias a mi es quien es ¿O que pensaste?, que su fama nació por arte de magia, así como nació puede morir ¿Me has entendido? - Inquirió el anciano con voz amenazante.
Maximiliano apretó sus puños con tata fuerza que las venas de sus brazos eran claras, el sabia mas que nadie de lo que era capaz el anciano de su abuelo y eso era lo que tanta rabia y a la vez frustración le causaba de no poder negarse a su orden, el viejo era tan astuto que conocía a la perfección su debilidad. Sabia como atacar a sus victimas conociendo cada una de sus debilidades para llegar a cometer lo que deseaba.
-¡Cena, este fin de semana no lo olvides! - Aclaro, al ver que su nieto no decía palabra alguna.
Maximiliano citó algunas palabras antes de irse; -Eres mi abuelo después de todo, procuraré que no pases vergüenza esta vez-
Pronto estuvo fuera de la vista del viejo Damon.
-Así me gusta, eso suena mejor- murmuró el viejo para sí mismo. Lo que poco sabia en ese momento que atrás de aquellas simples palabras que su nieto dijo había un significado ocultó.
-jefe aquí tiene todo el currículo de la chica- dijo Paul, quien entro atrás de su jefe apenas llego a su oficina.
-¡Vete al carajo Paul!, ahora no. Fuera de aquí, ve hacer cosas mas importantes que estar atrás de los calzones de una gata callejera- Grito enfurecido que a su asistente no le falto mover rápidamente sus pies para salir de aquella oficina.
-Fue el quién me pidió su información, ¿que se supone que haga? - murmuro Paul con su mirada confusa viendo como su jefe cerraba la puerta de la oficina. -¡Oh!, esto es tan confuso jamás terminare por entenderlo- sus dedos pasaron por las hebras de su cabello de manera frustrante, hasta que finalmente tiro la carpeta de su mano al bote de basura más cercano.
(,,,,,)
El fin de semana llegó pronto, por lo que Tanying se encontraba en la mansión Domale Dapane sentada en el sofá de la sala, vestida con un pijama de ositos muy infantil y charlando con sus amigos por teléfono. En la mesita junto a ella había un plato lleno de bocadillos, y en la papelera cercana había un montón de fundas vacía de papas fritas. Marc se encontraba trabajando con su laptop en el estudio, por lo que Alice acababa de subir al piso de arriba a dejarle un vaso de jugo que había preparado un sirviente. Cuando bajó las escaleras, sosteniendo la bandeja vacía, notó que Tanying estaba sentada en el mismo lugar donde la había visto la última vez. Impotente, puso los ojos en blanco y fue a dejar la bandeja a la cocina. Luego regresó, se acercó a su hija y le dijo en tono de burla:
-Últimamente eh estado considerando que una fábrica de papa fritas seria un buen negocio, podría volverme millonaria con vender papas y no volverme pobre consumiéndolas- Nunca había visto una chica tan compulsiva y adicta como su hija. No tenía más que una hora en la misma posición, sin embargo, ya se había terminado un total de treinta fundas de papas fritas.
Al oír las sarcásticas palabras de su madre, Tanying hizo un puchero.
-Mamá, con el dinero de papá puedes comprar diez fabricas si quieres, te puedo asegurar que te sobrara dinero aun para compra unas mil más. Además, no es malo consumir unas cuantas funditas de vez en cuando.
Alice acarició el largo cabello de su hija con delicadeza y le dijo:
–¿Unas cuantas?, No sería unas cinco decenas de fundas extra grande cada fin de semana. ¿No minimices tus actos? ¡Levántate del sofá y ve arriba a arreglarte para la cena que nos han invitado esta noche! Le prometiste a tu padre que nos acompañarías- Alice sabía que Marc aún no le había dicho una solo palabra a Tanying acerca del motivo de la cena, o de que hoy conocería a su futuro esposo. Conociendo la actitud de su hija, ni siquiera quería imaginarse cómo iba a reaccionar cuando se enterara de ello.
–¡Mamá, ya lo sé! –se quejó Tanying, mirando hacia su madre con los ojos en blanco, pero, aun así, le obedeció y se levantó del sofá dirigiéndose lentamente hacia las escaleras.
Tanying no estaba de humor para replicar contra su madre. Todo había sido culpa de aquel horrible profesor si no se hubiera quejado con su padre. Ahora ella no estaría preocupada de que su padre le bloqueara las tarjetas de crédito. Por lo que, no se hubiera visto, con la obligación de asistir a aquella cena. Tanying era la chica más antisocial posible cuando se trataba de asistir a todo tipo de eventos o reunión que tuviera que ver con los negocios de su padre, detestaba completamente asistir era lo que menos le gustaba de su vida. Aunque sabía que como única heredera de los bienes de la familia en unos años más, ella tendría que lidiar con la empresa y negocios de su padre. Esa era la única razón por la que estaba estudiando economía y administración. En la vida de Tanying, no todo era color de rosa. Aunque muchas veces hacia lo que quería y le daba muchos dolores de cabeza a su padre, tenía que adaptarse a las órdenes de su padre: Ya que la chica temía que su padre le amenorara dinero a su mensualidad o simplemente le quitara las tarjetas de crédito. El viejo sí que sabía, como domar a su malcriada y traviesa hija. Amenazándola con lo que ella más amaba y nunca le era suficiente, "¡el dinero!".
Pronto cayó la noche en la gran ciudad de New York. A las siete en punto, sin importarle las protestas de Tanying, Alice la llevó al restaurante que la familia Cash había reservado por adelantado. Cuando su madre la llevó, finalmente, a la sala privada, Marc ya estaba charlando con el viejo Damon. Maximiliano, que estaba sentado a un lado de su abuelo con un traje oscuro, permanecía sin expresión alguna. A primera vista, cualquiera podría decir que Maximiliano era aquel joven alto y apuesto que se comportaba como un robot sin emociones. Sin embargo, antes de que sus padres pudieran presentar a los dos jóvenes, los ojos de Tanying se abrieron de puro horror. Era como si estuviera viendo su peor pesadilla haciéndose realidad antes sus ojos- ¡Tú!, ¿Acaso esto es un castigo divino? –soltó ella sin darse cuenta que había hablado en voz alta.