The Great Demon King I - Libro Primero: El Bosque Oscuro Capítulo 3 2 LOS IGNORANTES SON ASUSTADIZOS
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La Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares poseía uno de los territorios privados más extensos dentro del Imperio Itálico debido a su alta reputación entre todos los centros del saber. Por ese motivo también era una de las instituciones educativas más importantes para la formación de Magos y Caballeros que provenían de las mejores familias.
Para instruir a los jóvenes en las Artes Mágicas, esta Academia poseía diversas Facultades, que consistían en Luz, Oscuridad, Fuego, Agua, Viento, Tierra, Trueno, Invocación y Espacio. Cada facultad tenía su propio conjunto de edificios independientes donde se impartían sus clases, poseía su propia biblioteca, laboratorio, campos de entrenamiento y un distrito habitacional. Si esto se les sumaba las estructuras de la sección de Artes Militares, toda la Academia era prácticamente una pequeña ciudad independiente.
Bryan era un esclavo propiedad de la Escuela Necromántica, que actualmente era considerada como una simple sub-categoría dentro de la Facultad de la Magia Oscura. Al principio esta disciplina era una facultad en pleno derecho, pero su constante decadencia la hizo perder mucho prestigio a lo largo de varias generaciones. Además, los jóvenes Necromantes tenían que trabajar con esqueletos, zombis y no-muertos similares muy poco agradables a la vista. Por todos estos motivos terminó convirtiéndose en la escuela más impopular, donde únicamente estudiaban quienes no podían permitirse algo mejor e incluso eran objeto de burla para los estudiantes de otras disciplinas con mayor prestigio.
Así pues, el difunto esclavo estuvo sirviendo a los estudiantes de la escuela mágica más débil y despreciada de todas durante sus años como recadero para la Academia. Si a eso se le añadía sus otras tareas miserables, como transportar cadáveres o esqueletos hasta la basura... podrían escribirse varios libros sobre el sinfín de miradas despectivas y actos de desprecio que tuvo que soportar hasta el final de su vida. Cada día era un infierno para él.
Bryan siguió la ruta en los recuerdos del esclavo muerto y tomó un pequeño sendero auxiliar que lo llevó desde las rocosas montañas hasta una pequeña puerta reservada especialmente para los esclavos recaderos que volvían en la noche.
La mayoría de los estudiantes ya estaban durmiendo, pues hacía mucho que la luna había alcanzado su cenit. Como Bryan estaba utilizando una ruta aislada no se encontró con nadie en su camino de regreso. Observó el entorno a su alrededor mientras admiraba la impresionante arquitectura en piedra de la Academia Babilonia: gigantescas columnas de mármol sobre los cuales se alzaban magníficos arcos de piedra tallada que sostenían techos abovedados. Parecía que todas las paredes estaban cubiertas de hermosos relieves, aunque sus ojos no podían distinguirlos a pesar de la luz de la luna que entraba por unos enormes ventanales que cada cierto tiempo encontraba en su camino. Todo el entorno lo hacía sentirse bastante pequeño e insignificante. También recordaban mucho a las imágenes de algunos países en la antigua Europa Occidental de su propio mundo.
Finalmente, (y con un poco de esfuerzo) logró encontrar el camino a la zona designada para los estudiantes de Necromancia. Pero el pobre de Bryan no poseía nada parecido a una habitación, sino que vivía en un depósito, un lugar apropiado para su condición como esclavo.
El almacén estaba lleno de un sinnúmero de objetos, la mayoría de los cuales era basura descartada o ingredientes que habían sobrado de los experimentos. Estos artículos estaban ahí esperando a que Bryan los organizara y se deshiciera de ellos. Los estudiantes a menudo lanzaban su basura a través de un pequeño agujero abierto en lo alto de la pared para que Bryan la botara antes del amanecer.
El almacén no era muy grande para empezar. Excluyendo toda la basura dispersa, la única otra cosa destacable era un pequeño camastro de madera con un montón de paja encima que usaba para dormir y que siempre terminaba cubierto por una montaña de basura al final de cada día; porque los estudiantes nunca prestaban atención al lugar en que arrojaban sus desperdicios.
La primera cosa que el joven esclavo tenía que hacer cuando terminaba con sus agotadoras labores diarias, era quitar toda la basura sobre su cama para poder dormir un poco. Y a primera hora tendría que deshacerse de los desperdicios antes de que otro sirviente revisara el almacén y luego fuese a informar a su capataz o se ganaría una ronda de crueles azotes.
Cuando Bryan entró en estos aposentos que parecían más bien una madriguera de roedores roñosos que un espacio destinado para la vida humana, sus ojos se empañaron con lágrimas y sintió un profundo dolor por el desgraciado joven al que ahora encarnaba. ¡Cómo pudo haber sobrevivido de esa forma durante años!
El aire del almacén estaba tan viciado que inmediatamente sintió arcadas y habría vomitado de haber tenido algo en el estómago. El hedor era tan fuerte que prácticamente lo sentía pegándose a su piel. Dejar la puerta abierta no servía de nada, porque el olor provenía de las montañas de porquería que diariamente eran arrojadas en el interior. Y en esta ocasión había más basura que de costumbre apilada de cualquier modo sobre la cama pequeña. Parecía que los estudiantes habían seguido arrojando sus desperdicios como de costumbre y ni siquiera habían notado que el esclavo estaba muerto o quizá simplemente no les importaba.
Han Shuo intentó abrirse camino y avanzar por el almacén, pero incluso dar unos cuantos pasos era una tarea bastante ardua porque todo estaba cubierto de basura abandonada. Finalmente llegó a la cama y estuvo a punto de limpiarla, como el difunto siempre hacía cuando de pronto se detuvo en seco mientras cerraba sus puños con fuerza.
"¡Yo no me resignaré a vivir así!"
Cuando ese pensamiento se formó en su mente un estallido de rabia emergió de su corazón. Al principio fue sólo un enojo moderado, pero la Esencia Mágica en su interior pareció reaccionar a su enfado y comenzó a moverse rápidamente por todo su cuerpo, magnificando esa emoción hasta que sintió como si un volcán estallase en lo profundo de su interior, queriendo arrojar pedazos del corazón desde su pecho. Por fin, Bryan proclamó ferozmente: - ¡Las aves en el cielo, bestias de la tierra y peces en el agua poseen destinos más dichosos que este! Y teniendo yo más alma... ¡¿TENGO MENOS DIGNIDAD?!¡Yo no soy ese débil Bryan! ¡No toleraré esto! ¡Bryan oh Bryan!¡Se te negó un lugar para reposar, se te negó cualquier forma de aprecio! ¡Ni siquiera tuviste un simple entierro! ¡El más elemental de los privilegios de un ser humano! ¡¿Qué ley, justicia o razón pudieron tener estos desalmados magos para permitir esto?! ¡Pero es gracias a tu cuerpo puedo vivir nuevamente! ¡Es gracias a tu muerte yo tengo otra oportunidad de reconstruir mi destino! ¡Así que al menos déjame honrar tu memoria ayudándote a castigar a Lisa! -
En su estado actual no podía darse cuenta de se estaba comportando de un modo anormal. Su forma de ser era usualmente pusilánime y jamás habría considerado arriesgarse a hacer algo tan peligroso por el mero impulso de una idea repentina, sin importar cuantas razones tuviera para ello. El Han Shuo original apenas se atrevía a rumiar malos pensamientos ya que carecía del coraje necesario para intentar llevarlos a cabo.
Rápidamente salió del almacén y se dirigió hacia las habitaciones femeninas. En el silencio de la noche avanzó con sigilo hasta llegar a los dormitorios. El desdichado esclavo a menudo había limpiado en estos edificios, así que estaba bastante familiarizado con la zona. Por supuesto, también sabía dónde vivía Lisa.
La Escuela Necromántica tenía muchos menos estudiantes que las otras disciplinas, por lo que a cada estudiante se le asignaba unos aposentos propios. Cada habitación era bastante espaciosa y poseía todos los implementos pudiesen necesitar para cubrir sus necesidades diarias. Esto era el cielo en comparación con el cuchitril en el que Bryan vivía.
Lisa se alojaba en el segundo piso y Han Shuo no podía entrar en el edificio por la noche. Lo bueno era que había un árbol grande creciendo cerca de su ventana. Así que pegó su cuerpo al tronco y comenzó a escalar usando las ramas para apoyarse como un mono flaco. Podía mirar por la ventana si se ponía de puntillas.
Cuando Bryan vio que la ventana estaba abierta experimentó esa euforia de tener la suerte de su lado para una venganza, emoción que hasta ese momento no había conocido. Se levantó y se asomó. La joven bruja había decorado su habitación con colores pastel que creaban un ambiente bastante lindo. Por todas partes se veían multitudes de peluches mullidos y adorables que descansaban formando montañitas sobre las alfombras o hileras sobre los muebles.
Su nariz captó un ligero aroma perfumado al que su cuerpo actual no estaba acostumbrado haciéndole titubear involuntariamente. No había previsto que Lisa, quien era tan infame por su carácter áspero y colérico, pudiera decorar su habitación de un modo tan femenino. Cuando miró más de cerca pudo notar unas cortinas tela rosa en una esquina de la habitación, que probablemente eran un dosel para cubrir su cama.
No podía esperar un resultado positivo en una pelea directa contra un mago y lo sabía, pero tenía preparado un plan improvisado. Sacó una pequeña botella con la tapa rota de su bolsa que contenía restos de sangre (típicamente usada en experimentos) y rápidamente se la aplicó alrededor de los bordes de sus ojos y su boca. Después se sacudió el mugriento cabello castaño para desordenarlo lo más que pudo. Tras terminar con esos preparativos sacó un fragmento roto de algún espejo que el difunto esclavo había recogido de entre la basura. Cuando contempló su reflejo, vio una cara aterradora cubierta de manchas de sangre que le devolvía la mirada.
"¡Ya que no puedo vencer a esta pequeña pendeja, entonces al menos haré que se cague de miedo!¡Así aprenderá la lección!"
Bryan se reía maliciosamente, bastante satisfecho con su maquillaje actual. Cuando todo estuvo listo, se trepó sobre una rama y comenzó a balancearse cerca de la ventana de Lisa, moviéndose adelante y hacia atrás de forma constante. Entonces extendió su mano desnutrida para dar unos golpecitos en el borde de la ventana.
"TOC... TOC..."
La joven maga se encontraba profundamente dormida, pero los extraños sonidos terminaron por despertarla. Así que se levantó medio inconsciente, abrió las cortinas de tela rosa y salió de la cama todavía descalza. Sus pequeños pies blancos como la porcelana caminaban despacio sobre una alfombra hecha con piel de animal. Bajo los suaves rayos de la luna, los cinco dedos eran bastante adorables.
Lisa era un poco más joven que el difunto esclavo y era la hija de una casa noble. Bryan no pudo dejar de notar que se trataba de una joven extremadamente hermosa, incluso considerando el hecho de que había asesinado al dueño original de su nuevo cuerpo: Tenía un hermoso rostro adornado por una larga y sedosa cabellera rubia, una altura de 162 cm que la hacía un poco más alta que él mismo, sus cejas estaban delicadamente arqueadas, tenía una nariz elegante y unos seductores labios rojos.
Vestida con un adorable pijama, Lisa no parecía tan aterradora como el difunto esclavo siempre la había percibido, aunque eso podría deberse a que seguía medio dormida. Después de que salió de la cama, la joven miró instintivamente hacia la fuente del sonido... Entonces vio un rostro familiar cubierto de sangre que la contemplaba con una mirada vacía y sin señales de vida, con trozos gruesos del nauseabundo líquido rojo, ahora ya medio seco, que se desparramaba por los ojos y la nariz. Un cuerpo desnutrido que se balanceaba de un lado a otro en la ventana.
- ¡Ahhhhh!... -
Su grito de espanto resonó por los pasillos del dormitorio de las mujeres.
En su interior Bryan sonreía maliciosamente mientras pensaba: "Esta vez voy a asustarte hasta que te desmayes o tal vez hasta que te mueras de miedo". Su expresión se hizo más y más escalofriante a medida que esos crueles pensamientos crecían en su interior. Después de estar un buen rato mirando fijamente hacia la ventana, decidió completar el acto poniendo los ojos en blanco y se balanceó con más fuerza.
Con los ojos volteados hacia arriba ya no podía ver claramente a Lisa. Pero su cuarto había quedado en silencio después del aterrado grito inicial y continuó así a pesar del gradual cambio en expresión de Bryan.
"Probablemente esta maldita bruja se ha desmayado" Pensaba Bryan. Entonces sus oídos comenzaron a captar los sonidos de gritos asustados junto con las palabrotas de otras estudiantes de la escuela nigromántica que se habían despertado por el escándalo y comenzaban a salir de sus habitaciones. "Mejor lo dejo mientras pueda, de lo contrario podría sufrir un mundo de dolor si llegan a atraparme."
Justo cuando empezaba a revertir la posición de sus ojos, un dolor increíble se extendió por su cara desde el puente de su nariz. Inmediatamente después, otro dolor intenso lo sorprendió en la parte superior de la cabeza y no pudo evitar caerse del árbol. El impacto contra el suelo fue tan intenso que le hizo perder el aire junto con el sentido por un buen rato, pero cuando se despertó deseó no haberlo hecho, pues sentía como las heridas de su cuerpo que todavía no sanaban volvían a abrírsele ahora.
Poco tiempo después, una lluvia de patadas y puñetazos inmisericordes cayó sobre él, mientras una voz le gritaba con furia: - ¡Maldito esclavo, parece que finalmente desarrollaste algo de valor! ¡Pero parece que el cerebro se te pudrió! ¡Yo soy una Necromante, so tonto! ¡Me paso todos los días estudiando esqueletos y cadáveres! ¡¿De verdad fuiste tan estúpido como para pensar que podías asustarme fingiendo ser un fantasma?! ¡Parece que tengo que recordarte quien soy! ¡¿Creíste que una estudiante genio como yo, sería incapaz de diferenciar un cuerpo con alma de un no muerto?! -
Aunque la paliza le dolía, lo que más le molestaba a Bryan en ese momento era su amor propio. Aparentemente el tonto esclavo, que pasó años como recadero de la escuela de necromancia, nunca se molestó en averiguar algunos detalles sobre las actividades de sus amos magos. En esta primera ocasión que reunía su coraje para hacer algo malo, había terminado haciendo el ridículo, malherido y recibiendo una paliza por parte de una chica.
"¡Necromancia! ¿Esa magia puede determinar la naturaleza de los espíritus? ¡Entonces definitivamente hay utilidad en ella! Parece que tengo mucho que aprender si voy a sobrevivir en este mundo, de lo contrario podría terminar perdiendo mi nueva vida antes de empezarla."
Mientras que Lisa se desahogaba dándole más patadas, Bryan continuaba pensando a toda velocidad mientras trataba de sobreponerse al dolor. La magia maligna que Chu Cang Lan había dominado contenía la palabra "demonio", mientras que la necromancia tampoco sonaba como una magia muy benévola. ¿Qué pasaría si se entrenara en ambas disciplinas al mismo tiempo? ¿Habría conflicto entre las dos magias o se harían más fuertes juntas?