Capítulo 2 En un suspiro

-Leonor- escuché decir a mi abuela.

-Mande- conteste en respuesta.

-Ven, pequeña- hablo de nuevo con su dulce voz.

-Voy abuela- dije para después ir a su encuentro.

-Pequeña, necesito que me hagas un favor- dijo con su voz algo cansada.

-Dime abuela- dije sentándome aun lado de ella.

-¿Puedes ir con la vecina y decirle que venga un momento?- dijo señalando con su mano.

-¿Segura abuela? Recuerda que tú me has dicho que no salga sola y menos a esta hora- dije señalando la ventana, ya que se hacía de noche.

-Ve pequeña, no te regañaré- dijo mi abuela acariciando mi cabello.

-Bien abuela, ahorita vengo- dije levantándome.

-No tardes mi niña- la escuché decir y pude notar que le costó.

-No abuela- dije para salir corriendo a la puerta.

Salí corriendo a la casa de la vecina y toque su puerta unas tres veces, me quedé esperando hasta que me abrió.

-¿Qué pasa Leonor? ¿Qué haces aquí afuera?- pregunto mirando alrededor.

-Mi abuela me pidió que le dijera que fuera un momento- dije sin más.

-¿Tu abuela? ¿Ella está bien?- pregunto preocupada.

-No lo sé, pero se escuchaba que está cansada- dije pensando.

-Vamos Leo- dijo tomándome de la mano y caminando hacia casa.

Cuando llegamos abrí la puerta y deje pasar a la Sra. Rosa.

-Está aquí- dije llevándola a la pequeña sala.

-Señora Lucí- dijo la Sra. Rosa al ver a mi abuela acostada.

- Debe estar durmiendo, se escuchaba cansada- dije para tranquilizarla.

Pero eso no vasto, la Sra. Rosa movió a mi abuela y ella no respondió, entonces me preocupe mucho.

-¿Abuela?- dije preocupada mientras la movía.

-Quédate aquí Leonor llamaré a alguien para llevar a tu abuela al hospital, pero tranquilízate, ¿Sí?- dijo para después irse.

-abuela, por favor, no tarde, por favor despierta- dije con lágrimas en los ojos.

Paso un rato y la Sra. Rosa bino con otros vecinos, los cuales llevaron a mi abuela a un auto y yo fui con ellos.

Tardamos mucho tiempo y llegamos a un lugar que estaba lejos de casa, llevaron a mi abuela a una camilla y se la llevaron.

Yo me quedé con la Sra. Rosa en unas sillas sentadas esperando a que nos dijeran algo.

Después de horas un doctor salió y pregunto por los familiares de la Sra. Lucí, mi abuela, nos levantamos y le dijimos al doctor que yo era su nieta.

Él habló con la Sra. Rosa y le dijo algo que la hizo llorar y ambos me miraron con ¿tristeza?.

Sí, creo que eso pude mirar en sus ojos.

Ella se acercó a mí y me abrazo muy fuerte, ambas nos tiramos a llorar, mi corazón se apachurró y quise que el pensamiento que rondaba por mi mente se fuera.

-¿Qué le paso a mi abuela?- dijo entre sollozos.

-Ella está durmiendo pequeña- fue lo que dijo y lo comprendí.

Ella estaba durmiendo y esta vez no despertaría.

Las lágrimas volvieron a salir y está vez me derrumbé en el piso y abracé mis rodillas.

Podía ver en cámara lenta todo lo que había vivido con ella, las veces que hacíamos galletas caseras, cuando veíamos el atardecer, la noche caer mientras tomábamos una tasa de chocolate caliente.

Cuando fue mi cumpleaños hace unas dos semanas atrás y me hizo un pastel que le quedó riquísimo.

Todo eso recorrió mi mente como una película y lo sentí todo tan irreal.

Ella no podía estar... Ella no podía dormir para siempre, ella estaba bien, solo... Solo está cansada.

Eso no podía ser cierto, me negaba por completo.

Hace unas horas estábamos hablando sobre como sabía mejor el café, esto no podía pasar.

Tan solo recordarlo me rompe el corazón.

✧ Flashback ✧

-Abuela, ¿Quieres café?- dije enseñándole una tasa de porcelana.

-Claro, negro y no tan dulce- dijo ella contenta.

-Como te gusta- dije en respuesta.

-Exacto- dijo ella con una gran sonrisa en su rostro.

- Aquí tienes- dije dándole su tasa de café.

-Gracias, pequeña- dijo tomando de su café.

- ¿Por qué te gusta así el café?- pregunté ladrando la cabeza con curiosidad.

-¿Por qué a ti te gusta el café con leche?- me devolvió la pregunta.

- mmm, porque sabe muy rico- dije saboreando el café.

-Bueno, para mí este café sabe muy rico, todos tenemos gustos diferentes, Leonor y hay que saber respetarlos recuerda siempre- dijo ella sentada en su silla que se mese.

-Entiendo abuela- dije tomando de mi café.

- Sobre todo no dejes que quieran quitarte tus gustos, ¿Sí?- dijo ella mirándome sería, pero a la vez cálida como cuando siempre me daba un consejo.

-Claro abuela- dije sonriéndole.

-Mucho menos tus sueños, prométeme que lucharas aunque impongan leyes sobre tí, tú las moldearas a tu gusto- dijo tomando mis manos.

-Lo prometo abuela- dije abrazándola.

-confio en ti pequeña- dijo acariciando mi cabello.

✧ Fin del flashback ✧

No pude evitar abrazarme a mi misma, sentía un vacío dentro de mí, ahora no podré escucharla,no podré escuchar sus consejos.

Su forma de hablarme para pedirme algo o cuando hacíamos cosas juntas.

Ya no estará, ¿Ahora que haré?, ¿Cómo seguiré?,¿quién me levantará todos los fines de semana temprano para ir al campo a ver la naturaleza?.

Nadie lo hará, ¿Qué será de mi ahora?.

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