Pasaron días, y las pesadillas, más las malas sensaciones, no desaparecían, aumentaban, cada vez eran peores, días en los que me pensé bastante la idea de volver a aquel lugar, el que citaba la carta, me debatía entre el no y el sí.
Al final decidí ir, cogí lo necesario para el viaje, los metí en una pequeña mochila, apagué las luces del piso, cerr