La pesadilla poco a poco iba desapareciendo, pero yo seguía sin encontrar la salida de aquellos apartamentos, de tanto correr acabé cansado y ese cansancio hizo que me durmiera allí mismo, en medio de aquel aterrador mundo.
En aquel largo o corto descanso, tuve un sueño, extraño, pero familiar, empezaba con una risa de bebé, pero de momento no veí