Capítulo 3 : Etiquetas parte 1

Como podrán haber visto.

Todos somos diferentes, pero hay una cosa que tenemos en común, estudiamos en Las Estepas.

Las Estepas fue fundada a principios del nuevo milenio en el 2000. Desde su inauguración se convirtió en la escuela con más demanda de alumnos en el estado. Todos los padres querían que sus hijos estudiaran ahí, de pronto se convirtió en una situación de estatus social, si no estudiabas ahí no eras nadie.

Por muchos años Las Estepas conservó su nivel de prestigio como escuela privada, pero durante los últimos dos años que nosotros estudiamos ahí, esa imagen se deterioró por completo gracias a los escándalos que nosotros causamos...

Las personas se dejan llevar siempre por el exterior. La infraestructura de la escuela es impresionante, pero nadie tenía idea de lo que pasaba allí dentro, es igual que con el físico, alguien podrá ser hermoso, pero en el interior estar podrido.

Y de ahí es donde vienen las etiquetas. Cuando estudias en cierto lugar o vives en tal sitio, te vistes de una forma, te comportas de una manera o te gustan cosas en particular, siempre hay una etiqueta para todo... y siempre te van a etiquetar.

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DRAMAAA

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Viggo

Ser el hijo de padres propietarios de una iglesia demanda mucha dedicación. Desde pequeño siempre iba a los seminarios, estaba presente en cada culto, formé parte del coro, participé en las obras. Esa fue mi niñez, prácticamente encerrado dentro de una iglesia, y lo irónico es que a pesar de tanto eso no evitó que me gustarán los chicos.

Cuando me comencé a dar cuenta de que era diferente a los demás niños no le di mucha importancia. No me ponía nervioso cada vez que hablaba con una niña bonita, mientras que otros la miraban con distintos ojos que yo. Yo solo veía a una amiga, no a una novia, no me daban ganas de querer besarla y no entendía por qué si eso era lo que todos querían.

Pronto me di cuenta que conmigo era al revés, me fijaba en los chicos de formas diferentes, notaba rasgos que me gustaban y admiraba mucho, después no podía evitar mirar cada vez que un hombre se quitaba la camisa para hacer ejercicio. Y bueno, luego vinieron otras cosas en las que me fijé...

Y descubrí poco a poco que me gustaban los chicos sin saberlo, fue algo como:

"Oye, Viggo... eres gay"

"Pues sí, y qué"

Lo acepté como si fuera lo más normal del mundo, no tuve ningún problema con eso... pero con mis padres, sabía que ellos sí tendrían muchos problemas y no les gustaría para nada. Así que por el momento sigo dentro del closet, y no pienso salir jamás frente a ellos, al menos no ahora.

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Y ojalá así hubiese sido. Viggo tenía el derecho de hacerlo cuando estuviese preparado, no que lo obligaran a salir...

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Al llegar al colegio, caminé por el pasillo oeste y vi a Athena sentada en el área de descanso en donde hay muebles y mesas para pasar el rato. La saludé y le indiqué con la mano que me siguiera, ella se vio desconcertada, pero lo hizo, la llevé a sentarnos a un sitio en específico por una razón.

-¿Por qué nos sentamos aquí? -me hace la esperada pregunta.

La miro a los ojos y se lo digo de una vez.

-Me gusta alguien... -en su cara ya podía ver los ojos agrandándose y la boca ensanchando una inmensa sonrisa- ...es más como un crush ¿ok? No es para tanto -aun así, se emocionó mucho.

-¡¿Quién es?! -pregunta emocionada.

-Allá en frente -le agarro la barbilla y le giro la cabeza en la dirección exacta.

Sus cejas se alzaron al verlo, quizás no se lo esperaba.

-Es un chico, Viggo, un chico -repite impactada.

-Lo sé bien.

-Es el primer chico que te gusta.

Desde hace un buen tiempo que llevo viendo a este chico, no sé su nombre, es de otra sección, pero es muy lindo.

-Impresionante, ¿no? -la miro y ella se voltea a verme.

-Desde que me dijiste que eras gay he estado esperando este momento.

-Algún día pasaría. Digamos que desde que lo vi siento que se me aparece hasta en la sopa, cuando antes ni sabía de su existencia.

-Eso pasa cuando te gusta alguien. Quizás siempre estuvo ahí solo que no lo veías, y ahora que no paras de hacerlo lo notas en los lugares que antes no.

Tiene un punto. La campana suena y es hora de entrar a clases.

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Venecia

Resulta que Artemis y yo tenemos mucho en común, más de lo que pensé.

Ella y yo nos dimos los números y llevamos días hablando sin parar.

Las dos entramos al salón juntas charlando sobre una serie que ambas vimos y nos encanta, en eso nos topamos con Eliana que se para frente nosotras bloqueando el paso.

-¡Chicas!, Hola. -dice con una alegría extraña.

Tanto a Artemis como a mí se nos hizo un poco raro, cruzamos miradas y luego la saludamos normalmente.

-Hola, Eliana -decimos al unísono.

Eliana observa de pies a cabeza a Artemis analizándola.

-Eres la chica nueva, Mmm... ¿Arpía? -alza la ceja.

-Artemis -le responde con seriedad luego de su chistecito.

-Ah, claro, ¿y de qué hablan? También quiero unirme a la conversación -nos mira interesada.

-No entenderías, es sobre una serie que te recomendé y no la viste -le digo.

-No importa, díganme -insiste.

-Bueno, hablábamos sobre el final de Game of Thornes. No entraremos en spoilers pero ese final me dejó destrozada -miro a Artemis.

-Me hizo sacar una lágrima -se pone la mano en el pecho.

-Aún me sigue doliendo y no lo supero. Necesito una nueva serie para pasar el luto.

-¡Somos dos!, aunque ninguna llenará el vacío que dejó -dice Artemis en modo sad.

Noto que Eliana no está entendiendo nada obviamente pero no sé qué es lo que pretendía, la serie se la recomendé hace años y nunca la vio, ¿Ahora de repente le interesa?

Entonces llega la profesora de Castellano y nos manda a todos a nuestros puestos. Posterior a eso nos anuncia que habrá un trabajo grupal de hasta 4 personas, y creo que en el preciso momento que mencionó "trabajo grupal" yo miré de inmediato a Artemis que se sienta en la fila de al lado, ella también volteó a mirarme y ambas coincidimos con una sonrisa.

La profesora al darnos un momento para organizar los grupos, yo me paré y fui hacia Artemis.

-¿Quieres...?

-Sí -respondió de una vez.

-Ok, perfecto -sonrío.

Las dos fuimos con Eliana que nos mira frunciendo el ceño y me dice:

-Venecia, ya somos cuatro ¿recuerdas? Julia, Ailyn, tú y yo. Siempre lo hemos sido -me mira como si la sola posibilidad de estar con Artemis fuera una locura.

Entiendo que somos amigas y todos los trabajos grupales los hacemos juntas, pero realmente quería estar en un grupo Artemis, aunque parece que nunca se podrá.

La miré apenada y ella también lucía desilusionada pero su cara cambió radicalmente y tomó otra actitud positiva.

-No importa, está bien, lo entiendo. Buscaré otro grupo -fuerza una falsa sonrisa.

-¿Segura? -no me convencía que no le importara.

-Si no puedo estar aquí, ¿qué otra cosa puedo hacer? -se alzó de hombros y se fue a otro lado.

Una vez que se fue Eliana me miró y dijo:

-Siempre hemos sido nosotras cuatro, ¿acaso se te olvidó eso?, ¿querías dejar a una de nosotras por fuera solo por la nueva que apenas conoces?

Sabía lo que le pasaba a Eliana y no me gustaba cuando entraba en modo amiga celopata.

-Ella no conoce a nadie.

-Así socializará más -sentencia y se va a la mesa donde están Ailyn y Julia para comenzar el trabajo.

Me voy con ella sin más opción y me siento en la silla disponible.

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Los celos de amigos son muy normales, es común sentir que tu puesto de mejor amigo se ve amenazado por la presencia de alguien más, pero algunas veces, esos celos pueden pasarse de la raya.

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Artemis

Me dirijo al grupo de Diangel, pero apenas al acercarme me doy cuenta de que ya son cuatro así que ni me molesto en preguntar. Me muevo hacia otra dirección buscando algún grupo que necesite de uno y en eso un chico me llama.

-Chica nueva, ¿no tienes grupo? -me pregunta.

-No, no tengo.

Quien me llamó es un amigo de Asher, el número uno de la clase. El chico que creo que se llama Freik habla con Asher y entre ambos tienen una corta charla en la que Asher no se ve muy satisfecho.

-Vente -me dice y hace un gesto con la mano para traerme.

Me muevo hacia allá y tomo asiento en la mesa.

Asher no se veía muy contento pero los otros dos chicos, Freik y Gabriel tenían una sonrisa de oreja a oreja, casi hasta daba miedo.

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Azul

Me pondría con cualquiera menos con Elaiza y sus amigas que dicen ser las mías. Busqué de inmediato algún grupo disponible antes de que ellas me invitarán al suyo, entonces vi a Libano, Kinsey y Howard sentados juntos, solo les hacía falta uno.

Me moví rápido y me senté con ellos prácticamente imponiéndome a mi misma.

Libano frunce el ceño mirándome.

-¿Qué haces aquí? -dice en un tono tan despreciable.

-No tengo grupo y a ustedes les falta uno, listo. No hay más que decir.

-Sí, pero Mauricio iba a venir con nosotros -dice Howard en voz baja.

-Pues entonces se buscará otro grupo.

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Vega

Dannia, Alessa y yo siempre somos un trío ya que somos impares en el salón.

-Tengo que contarles algo -ambas ponen sus ojos sobre mí- Me creé una cuenta de Facebook -las dos se vieron tan emocionadas que no podían creer que lo haya hecho.

-¡Tienes que mostrarme! -dice Dannia.

-No tengo teléfono, me lo quitaron como castigo porque encontraron el examen de Química.

-Mierda... -expresa Alessa.

-Entonces en ese caso préstale el tuyo, Alessa -le indica Dannia.

-¿Y por qué no le prestas el tuyo? -le mira alzando una ceja.

-Tuve que borrarme la aplicación. Sabes que mi teléfono apenas tiene para guardar contactos -pone los ojos en blanco.

Alessa se sale de su cuenta y me presta el celular.

A unos segundos de iniciar sesión las dos se lanzaron hacia el celular para comprobar si era cierto, y efectivamente.

-Vaya, vaya. Estoy orgullosa de ti -dice Dannia.

-Gracias -sonrío, victoriosa.

-Bueno, en fin. Tengo que contarles que ayer fui a la casa de Wallace y adivinen qué pasó -cambia de tema rápidamente Dannia con una sonrisa pícara.

Y ya sé lo que dirá...que ambos cogieron como conejos toda la noche porque últimamente desde que se hizo novia de Wallace, un chico de su residencia, ella no para de hablar sobre eso. Peor fue el día que perdió la virginidad y desde entonces siempre dice que es la mejor experiencia de su vida y nos ha incitado a Alessa y a mí a hacerlo. Alessa lo hizo tiempo después con un chico random según contó ella que conoció en los 15 años de su prima pero que luego no pasó nada entre ellos. Ahora yo soy la única virgen de las tres y la presión de que lo haga es siempre constante.

-Vieron una película de terror... -comienza diciendo Alessa y Dannia sonríe subiendo los ojos recordando el momento mientras asiente- ...y luego... ¡tuvieron sexo salvaje!

-¿Qué comes que adivinas? -Dannia ensancha una gran sonrisa- Amigas, en serio, sé que lo digo mucho, pero es verdad. Yo también estaba como tú Vega hasta que lo hice y mi vida cambió para siempre, es como cuando comes un Pringles por primera vez, no puedes comerte solo uno, siempre quieres más.

Oh por Dios, Dannia y sus analogías.

-Creo que me quedaré sola por siempre, eso es lo que me pasará -mi mood de todos los días cuando veo parejas en el colegio y literalmente everywhere.

-Podríamos buscarle un chico para desvirgarla en Facebook -propone Alessa entre risas.

Y lo que sonó como una broma Dannia se lo tomó en serio.

-¡Es cierto! Vega, tienes todo un mundo al alcance de tu mano, ahí aguarda el chico que será tu primera vez.

No puede estar hablando en serio... ¿verdad?

Dannia toma el teléfono y se da cuenta de que tres chicos me habían escrito.

-Pero si aquí ya tienes ganado. ¿Qué esperas para escribirles de vuelta? -no conozco a ninguno de los tres- le escribiré por ti al más bonito -ella teclea rápidamente y me devuelve el teléfono.

"Hola papi, ¿quieres que nos veamos?"

Fue lo que ella escribió.

-¿Dannia, qué carajos? Parezco una cualquiera desesperada.

-¿Y no lo estás? -alza los hombros.

No sé si esta idea resulte bien.

En ese momento me llega la solicitud de amistad de otro chico desconocido.

-¿Te respondió? -me dijo Alessa al lado de mí.

-No, es una solicitud de amistad -les digo.

-¡Acéptala! Tienes que hacer amigos -dice Dannia entusiasmada.

Entonces pongo el dedo sobre la opción de "aceptar" y presiono la pantalla.

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Vega no tenía idea de que ese era el comienzo de algo que le cambiaría la vida para siempre, y ella acababa de darle "aceptar"

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-¡Comienza la operación desvirginación! -Dannia levanta los brazos motivada.

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Azul

Mauricio que después de haber encontrado otro grupo se acerca a nosotros y pide un sacapuntas, yo le presto el mío y en lo que lo usa me dice algo que me saca de lugar.

-Oye, lamento lo de tu novio. Que doloroso es terminar con alguien, yo lo sé bien.

¡¿Y quién carajos te dijo eso, amiguito?!

Yo no se lo dije a nadie, la única persona que sabía era... ¡Ah, pero claro! La falsa de Elaiza. Gire a verla del otro extremo con sus amigas y me saluda con una estúpida sonrisa la hipócrita.

Forcé una sonrisa y me volví a Mauricio.

-Sí...doloroso -levante las cejas asintiendo.

Al irse me llegó una notificación al celular. Tenía un nuevo Match. Desde que instalé Tinder solo me llegaban tipos feos, a ninguno les veía interés realmente, pero ahora la cosa era diferente. A este tipo lo vi y le gustó a mi mirada, ahora sé que a él también le gusté a su mirada. Ambos nos gustábamos, perfecto.

Él decía tener 27 lo cual es muchísimo mayor para los únicos cuatro chicos con los que he estado, pero aun así estaba buenísimo y sus fotos prometían mucho. Me escribió de inmediato invitándome al Luxor, la discoteca más lujosa de la ciudad, he oído que sus fiestas son increíbles, pero nunca he ido, tal vez esta sea una buena oportunidad para ir. Lo pensé por un momento y entonces acepté la invitación.

¿Por qué no?

No sabía qué diablos estaba haciendo, yo solo quería olvidarme de Luis, ese cara de verga. Debía abrirme a nuevas experiencias, tengo 17 años, por favor... a disfrutar de mi juventud, después de todo no durará para siempre.

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A todos nos ha llegado ese momento de querer cometer errores, hacer locuras y disfrutar del momento, pero algunas veces esos errores, esas locuras y esos momentos nos pueden perseguir por un tiempo o incluso por siempre.

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Viggo

Mi querida amiga Athena se sienta conmigo en el recreo y nota que estoy escribiendo demasiado en el teléfono.

-¿A quién le escribes tanto? -me mira entrecerrando los ojos.

-Encontré a un chico en Instagram y bueno... nos estamos conociendo -digo aún concentrado en la pantalla.

-Mmmm, y ¿Cómo se están conociendo? -me mira alzando las cejas sabiendo a lo que se refiere.

Busco algo para enseñarle sin palabras cómo nos estamos conociendo.

Le muestro una foto de su abdomen y más abajo su mano agarrando el paquete sobre un mono gris deportivo.

Athena queda boquiabierta y ni siquiera le doy más tiempo de ver la foto.

-¡Viggo!, ¡¿Se están enviando nudes?! -me pregunta súper impactada.

-¡No! Yo no hago eso, Athena, él solo me quiso pasar la foto, yo no le pedí nada -digo en mi defensa.

-Quiero ver la conversación, ¿de qué hablan? -estira la mano hacia el celular, pero lo alejo de ella.

-De cosas personales. Es privado ¿conoces la privacidad?

-Viggo, quiero saber, soy tu amiga -dice en tono suplicante.

-No es nada del otro mundo "¿cómo estás?, bien ¿y tú?, ¿Cuál es tu color favorito?" Esas cosas, cuando algo interesante pase te lo diré -la miro a los ojos.

-Ok -dice no muy contenta-, iré a buscar mi desayuno, lo dejé en el casillero.

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Las Estepas por más lujoso que pueda parecer, no tenía esos clásicos casilleros de metal con rejillas chiquitas alrededor de todos los pasillos, tampoco había capitanes de fútbol por las que todas las chicas de morían, y por supuesto tampoco había los típicos bailes de graduación, primavera, invierno, bienvenida o del tema que se les ocurra. Todas esas cosas solo eran en las escuelas norteamericanas de series y películas. Todos hemos querido estar en una de esas, pero nuestra realidad es otra.

Los casilleros están dentro de cada salón, y lo más semejante a un baile de esos era la celebración anual del aniversario del colegio.

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Libano

"¡¡TU BLOG ES UNA BLASFEMIA PARA NUESTRA SOCIEDAD, POR FAVOR DATE DE BAJA EN ESTA VIDA Y HAZNOS UN FAVOR A TODOS FEMINAZI DE MIERDA!!"

Y...publicar. Listo...

En ese preciso momento llega Kinsey sentándose en el otro extremo de la mesa y me congelo frente a ella.

-Hola, Libano -dice con esa sonrisa de siempre, tan llena de alegría-. Sé que ya nos saludamos en el salón, pero bueno...a veces olvido las cosas -suelta una risita sin pena- ¿Cómo estás? No pudimos hablar mucho en el salón por el trabajo grupal y... -su celular suena interrumpiéndola al ella ver la pantalla y toda esa alegría y su sonrisa se esfumaron.

Estoy 100% seguro de que acaba de llegarle el comentario que dejé justo ahora en su blog.

-Que horrible... ¿Cómo alguien puede ser tan cruel?

Sí, era eso.

Entonces me muestra su celular con el comentario que yo había escrito hace un segundo.

-Wow, que feo -digo fingiendo asombro- ¿Por qué te escribe eso?

-¡No lo sé! pero siempre es constante, no para de comentarme cosas horribles en cada entrada que hago. Estoy pensando que no sé, tal vez debería eliminar el blog, es algo estúpido.

Mi cara se iluminó, pero debía pretender que estaba afligido por mi amiga.

-¿En serio? No, no puedes hacerlo, no dejes que esa persona gane.

-No sé, Libano. Me hace sentir muy mal. Yo creé el blog para hacer una diferencia, quería desaparecer todos esos mitos sobre el feminismo y aclararle a las personas que no es como ellos creen, que queremos dominar el mundo sobre los hombres y todo eso -tiene la mirada baja y la voz derrotada, perfecto.

Había logrado mi cometido, solo faltaba un poco de apoyo y luego aceptar su decisión.

-No deberías rendirte tan fácil, no le des el gusto a esa persona, pero si eso es lo que quieres, entonces borra el...

-Tienes razón, no me voy a rendir tan fácil. Si ese idiota quiere pelea, pues eso tendrá -de repente Kinsey me mira determinada y con un aire de luchadora.

Empieza a escribir rápidamente en su celular.

¡Maldición! Tenía que abrir la boca, ya la tenía justo en donde quería.

-Listo, le respondí. Le dejé en claro que nunca voy a ceder ante sus tontas amenazas -me mira orgullosa de sí misma.

Y ese momento mi celular sonó con el característico tono de Samsung. Yo me había petrificado, esa era la respuesta que acababa de escribirme. La miré y ella mantuvo su mirada fija en mí, no sabía qué decir, pero entonces ella habló primero.

-¿No vas a ver qué es?, Me miras como si necesitaras mi permiso -dice totalmente ignorando lo que yo estaba pensando.

Creí que por un momento me había descubierto.

Tomé el celular que estaba sobre la mesa y vi efectivamente el mensaje que me había enviado en respuesta.

"Pues déjame decirte que yo no voy a parar de actualizar mi blog y tú no vas a dejar de comentarme pura mierda, así que ninguno de los dos gana. Triste, y si tanto te molesta mi blog, pues entonces seguiré molestándote muchísimo más, xoxo"

Esa maldita...justamente tenía que ser yo quien le diera la motivación para seguir adelante.

-Por cierto, Libano. Tengo que contarte algo, ya se lo dije a Xavi y faltas tú.

-¿Qué pasa? -dudo que pueda decirme algo que realmente me interese.

-¿Recuerdas que a mi mamá la llevamos a la clínica la semana pasada?, resulta que le descubrieron cáncer de colon -en mi cabeza un bombillo se encendió-. Estamos sobrellevándolo, pero ella está fatal, tiene un tumor maligno y debe ser intervenida -su voz se tornó más seria.

En ese momento Diangel se acercó y se sentó con nosotros saludándonos.

Kinsey cortó el tema y comenzamos a hablar de otra cosa.

Entonces ella no quería que nadie más lo supiera...Bueno, si no va a dejar ese estúpido blog, entonces buscaré otras formas de quebrarla...

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Libano y Kinsey son amigos desde el primer año de bachillerato, ambos se volvieron muy cercanos al igual que Diangel, pero él comenzó a alejarse durante el tercer año juntándose con Brook, Santiago y Jorge. A pesar de eso suele pasar los recreos con ellos ocasionalmente.

Cuando Libano empezó a desarrollar este odio por la igualdad y el feminismo, Kinsey se convirtió en su principal objetivo al ser una activista del movimiento. Y aunque fueran amigos eso no lo detuvo.

Muchas veces las personas que más nos hacen daño no son aquellos que nos insultan de frente sino aquellos que nos apuñalan de espaldas. Se esconden a plena vista haciéndose llamar nuestros "amigos"

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En la próxima parte

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Prometeo se lleva un mal trago cuando intenta decirle a sus amigos sobre el divorcio de sus padres

Los amigos de Venecia asisten a la discoteca mientras ella hace lo posible por asistir

Azul se encuentra con Cameron en el Luxor, pero las cosas se tornan aterradoras velozmente.