Capítulo 4 El bar 69

Bar 69

Días después de la boda...

El bar 69 era el favorito de Alexandro, era discreto, elegante y lujoso, solo algunos tenían el privilegio para usar el área privada. Cerró sus ojos y disfrutó el ardor que le provocó el whisky, al abrirlos, notó en media pista a un grupo de hermosas mujeres, al parecer, era una despedida de soltera.

- ¿Señor Asher? -Alexandro desvió la mirada al bartender que le había llamado.

-Dime. -dijo mientras se llevó el vaso de cristal a sus labios.

-Lo esperan en el privado 69. -Alexandro asintió lentamente sin dejar de mirar al grupo de mujeres que bailaban al ritmo de la música.

-Gracias. -dejó el vaso en la superficie de la barra para luego dirigirse al privado, se ajustó el saco del traje color azul oscuro, no usaba corbata, tenía dos botones abiertos que mostraban un poco de su piel, se acomodó el cabello hacia atrás y miró por última vez al grupo de mujeres sin antes, atrapar la atención de una de ellas, para luego desaparecer en el área privada.

El hombre que custodiaba esa zona vip, asintió al ver a Asher, abrió de inmediato la puerta para que entrara sin que este le pidiera que lo hiciera.

-Buenas noches, señor Asher.

-Buenas noches, Eddy. -luego cruzó la puerta para ser cerrada de inmediato, mientras aquella mujer del grupo de la despedida de soltera, descubrió por donde había desaparecido aquel hombre alto y elegante.

El privado constaba de diez habitaciones, grandes y espaciosas donde formaban temáticas distintas para complacer fantasías. Alexandro caminó por el largo pasillo hasta llegar al privado "69", sonrió cuando giró el picaporte para entrar. La habitación era de las mil y unas noches en el desierto, la mujer apareció entre las grandes camas llenas de cojines de colores, luego otra, hasta llegar a una cuarta mujer, todas lucieron diminuta ropa sensual para hacer el baile oriental o como le llamaban en otros países: Belly Dance.

-Señor Asher, ¿Quiere empezar? -una de las mujeres se acercó para retirarle de manera sensual el saco, otra empezó a desabrochar la camisa de vestir y la tercera, el pantalón, mientras él tenía la mirada en la cuarta mujer frente a él que estaba moviendo de manera perfecta su vientre, tentándolo a acercarse y a hacerla suya. Pero Alexandro era de los hombres que le gustaba ver primero para luego satisfacerse de manera sexual. Al estar por completo desnudo, lo guiaron a las grandes camas llenas de cojines, y luego comenzaron todas a bailarle hasta que todas quedaron totalmente sin ropa.

- ¿Qué es lo que desea el señor Asher? -susurró una de ellas a su oído.

-Lo de siempre...pero cuatro veces. -las mujeres sonrieron excitadas por tremendo hombre que tenían con ellas, esta noche...

Sería la mejor de sus vidas.

***

Alexandro sentía sus piernas temblorosas después de tremenda sesión en el privado, las mujeres habían quedado más que satisfechas con él, mientras que él, apenas podía salir del bar. El chófer que contrató para esa noche, esperaba en la puerta trasera del local, así evitaba que otras personas lo vieran salir. Aunque nunca se había encontrado con alguien conocido, prefería prevenir.

- ¿A la ubicación que marca en el mapa, señor Byrne?

-Sí, por favor. -Alexandro recostó su cabeza en el asiento y miró perdido por la ventanilla. Repasó una y otra vez las escenas que tuvo con cada mujer, era una de las mejores orgías que había tenido en ese lugar, todas habían cumplido sus expectativas, y más valía quien lo organizaba por qué no era tan barata la membresía de ese lugar. El celular sonó y le había extrañado escucharlo, ya que eran más de las dos de la madrugada, al ver la pantalla, arrugó su ceño. Deslizó el botón para contestar. - ¿Qué haces despierta a esta hora, Ash?

-He llegado de una cita. -arqueó una ceja.

- ¿Cita? ¿Tú? No sabía que habías retomado eso de las citas.

-Ya sabes como es mi madre. Cree que me quedaré sola cuando ella pase a mejor vida, y me amenazó que mientras ella esté viva...

-...te conseguirá un hombre. -terminó la oración por ella.

-Exacto, -se hizo un breve silencio- ¿Estabas dormido?

-No, salí un rato a tomar aire, apenas voy a regresar al departamento.

-Oh, ¿Te has ido de fiesta?

Byrne presionó sus labios con dureza, no le daba explicaciones a nadie de lo que hacía y no lo haría a estas alturas con su amiga.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022