Hay cosas en nuestro sistema que suceden y que son inexplicables. Durante años, Albert Ro estuvo estudiando las ruinas de los primeros colonos de Marte, fue en el año 2031 cuando los 15 científicos instalados en ese lugar, desaparecieron después que un meteorito se estrelló con la superficie marciana. Albert Ro encabezó la búsqueda de los científicos y nunca los encontraron, el lugar quedó devastada, sólo ruinas y hasta hoy nada de respuestas.
Sin embargo, los seres humanos siguen adaptándose en todos los rincones del planeta tierra, es que como dijo Albert: "el ser humano está para adaptarse sólo en el planeta tierra, nos tenemos que hacer la idea de que no podemos adaptarnos a otros planetas, las pruebas así lo demuestran".
Desde el 2025 los seres humanos han volado más allá de nuestro sistema solar buscando vida o tratando de adaptarse a otros ambientes. Llegaron a tres planetas: Litost 45 en la galaxia Andrómeda, Larco 1 en la galaxia Escorpión y Zarcon en la galaxia Titanus, en estos tres al llegar el humano lamentablemente moría, en total murieron cientos diez valientes científicos incluyendo los del planeta Marte. Desde entonces, nos hicimos a la idea de que sólo debíamos vivir en la Tierra, así que muchos recursos fueron invertidos en nosotros mismos. La era de la exploración galáctica quedó fuera de nuestras prioridades, las galaxias se siguen estudiando, pero sin la presencia humana. Por eso, desde el 2035 se hizo presente la "Revolución de la Inteligencia Artificial", se crearon tecnologías nunca antes vistas, se invirtió en el progreso de cientos de países que según estudié, eran pobres en extremo. Para ahorrar capital, varios países en conjunto acuerdo prohibieron la religión y sectas, todas las prácticas espirituales fueron abolidas, desde el 2036. Yo nací en un mundo donde la religión no existía, donde Dios era sólo un triste recuerdo.
Ayer cumplí 20 años, no recibí los regalos deseados, aunque si la presencia de mi familia que creo eso es lo más importante, mis madres, mi hermano y mi abuelo, todos vivimos juntos en Soul Lagus, un lugar hermoso en Paraguay, un país de Sudamérica.
Trabajo en una fábrica de autonaves, la empresa que fabricaba los autos era una de las más importantes del mundo, se llamaba Álamo, se hizo famosa cuando creó los autos de propulsión imánica, autos que sobrevolaban la superficie con ayuda de potentes imanes, aparte de que eran seguros, cómodos y ecológicos, contaba con una gran variedad de autos distribuidos por todo el planeta. Hace un año me gradué como Ingeniero en Sistemas Artificiales, básicamente es crear, reparar, o destruir inteligencia artificial en equipos avanzados, como los software de los autonaves donde trabajo, soy muy trabajador y eficiente, en mis tiempos libres me dedico a leer y escribir, me gusta la antropología e investigar cosas del pasado histórico, he viajado por toda Sudamérica investigando la vida y costumbre de cierta civilizaciones indígenas, tuve el privilegio de conocer hace dos años al último indígena peruano, dos meses después murió. Los indígenas por razones espirituales no se aplicaron el suero de la vida o el Suero Azul, un suero que fue creado en el 2041 que prolonga la vida por 10 años.
Sí, en el mundo que nací la vejez no existe, todos viven mucho tiempo, a menos que no te inyectas el suero o no te alcance el dinero para comprarlo, la primera dosis es gratis, te la colocas en las salas de juventud, y luego las demás inyecciones debes comprarla a un costo de 5.000 capitales o lo que eran antes cien mil dólares, inalcanzables para muchos, por eso los cementerios aún existen, la dosis se aplica cuando se cumple 50 años de vida, ahí rejuveneces, al aplicarla, vuelves a tener un cuerpo como de 20 años, nada enfermedades, ni vejez, ni muerte.
Vivo en un mundo más libre, sin guerras, sin conflictos, sin racismo, sin egoísmo, es un mundo con el que nuestros ancestros sólo soñaron, trabajos para todos, comida, ropa, todo el alcance de todos.
Hoy es raro y poco común ver personas que hablen de vida alienígena, posiblemente yo sea el único que se imagina vida alienígenas en otros planetas, lo mantengo en secreto porque de lo contrario me metería en problemas con el gobierno y algunos radicalistas, y es que se perdieron muchas vidas y mucho dinero y tiempo tratando de buscar existencia en el universo y nada, eso casi volvió a las potencias en desastre, y casi se lleva a cabo la tercera guerra mundial, pero gracias al razonamiento humano, lograron evitar un genocidio, y se olvidaron del universo como posible originador de vida, por eso, ya no se hacen aquellas películas de ciencia ficción que mis antepasados disfrutaba en esas salas de cine, hoy se habla más de la psicología humana, del placer sexual, de todo lo que hacemos, lo hacemos centrados en cosas materialistas, también en la unión familiar, para muchos, en la unión familiar si queda tiempo.
El día de hoy he trabajado mucho, y es que el jefe lleva presionandome, porque según él, me tiene reservado un puesto más elevado en la empresa y eso para mí es bueno.
Justo cuando faltaban diez minutos para las siete de la noche; la hora de mi salida, escuché por el parlante la voz de la secretaria del jefe decir:
_ Robert Pierce, se le agradece hacer acto de presencia en la oficina de director...
Rápido me desprendí del equipo que llevaba puesto y subí a la oficina. Al entrar, ahí estaba él sentado, frente a su escritorio, con ese porte de seguridad y confianza.
_ Buenas noches señor Mercuri. ¿Qué desea de mi?
_ Tengo un viejo amigo viviendo al otro lado del mundo; Tokio, para ser específico. Él necesita reparar unas máquinas, instalarle unos software, y otras cosas, pero necesitas de un experto y yo, le hablé de ti. ¿Te gustaría irte a Tokio por unos días?
Mi corazón comenzó a latir desesperadamente, que un sudamericano viajará a un país como Japón, era el más grande de todos los privilegios, esos países eran muy costosos, ya que la tecnología que en ellos había era tal, que no parecía un lugar de la tierra, sino, otro universo. Cada rincón, cada muro, cada calle, cada tuerca de esos países asiáticos, manaba Inteligencia Artificial, y para un ingeniero como yo ir a ese lugar, es un sueño único. Como mi jefe vio mi silencio sorpresivo continuó:
_ Los gastos correrán por cuenta de mi amigo, desde tu ida, hasta tu venida.
_¿A qué se dedica su amigo?_ Pregunté.
_ Quiere ir a un lugar de la tierra nunca antes explorado, me contó que ya tiene un equipo especializado para ir, es una misión totalmente secreta, si alguien se entera de lo que piensa hacer lo fusilarian sin pensarlo. Te lo cuento a ti porque eres de confianza y porque irás con él ¿cierto?
La idea era simplemente sorprendente no cabía de la emoción
_Claro que iré, sin pensarlo.
_ Sabía que no me defraudarias. Tu vuelo sale mañana. Prepárate Robert, viniendo de mi amigo, te espera un mundo lleno de aventuras.
Esta palabra, 'Aventura', me llevaba aquellos exploradores galácticos que surcaron el universo para llegar a aquellos planetas, que poco a poco le cautivarían su ser, su vida, por ejemplo; Litost 45, era un planeta muy parecido a la tierra, con escasos océanos y ríos, pero con una gama única de seres vivos, para mí Aventura era eso, descubrir, conocer, investigar.
Salí de la fábrica con emoción, con una alegría inexplicable, con el simple hecho de visitar Tokio ya para mí es suficiente.
Tomé el tren flotador, era un tren que no necesitaba rieles, ni nada para apoyarse, sólo se dejaba llevar por una línea imaginaria creada por un sistema trinario y un poderoso software.
Me bajé en la calle Ruiz donde compraría un vino de 100 años, algo costoso pero que valía la pena el gasto.
Entré a mi casa. Mi hermano estaba sentado frente al televisor, mi mamá se veía en la cocina junto a mi mami sirviendo la cena, mi abuelo bajaba las escaleras, al verme con la botella sabían que había algo que celebrar.
De inmediato le conté todo lo que me dijo mi jefe, ellos sabían que para mí eso era una locura y que era mi sueño. Después de celebrar me ayudaron a preparar el equipaje. Me fui a la cama algo tarde y agotado, entonces tuve una pesadilla y créanme, tener una pesadilla en mis tiempos, no era nada alentador.
Había un niño bastante abandonado, sucio, escuálido, lleno de sangre, tomó mi mano llevándome a algún lugar, podía ver que era una carretera resquebrajada en una oscura calle, era una ciudad arruinada, como después de una guerra. Pude ver en el costado de un taxi; que estaba quemándose, unas palabras: "Bienvenido a Tokio", era una pesadilla muy rara, ¿Cómo definirla en una sola palabra?... Singular. Sin embargo, en esa pesadilla el lugar se veía destruido. Quería hablar con aquel niño pero no me salía la voz alguna, su mano encharcada en sangre mojaba la mía. Llegamos a un lugar, parecía una plaza, estaba repleta de personas, estás personas tenían el mismo aspecto que la del niño, todas veían a lo alto, hacían ruido con su boca invocando algo. De la cima de un edificio aparece un hombre gritando, este ser llevaba en su mano una especie de lanza, una túnica negra que era movida por el viento descansaba en sus hombros, el público se volvió eufórico, el hombre comenzó una disertación.
"Vienen días mejores, nos daremos a conocer por medio de nuestro Salvador, él ya viene, ¿Lo pueden sentir? Él nos libertará pronto".
Desperté gritando, en mi cabeza tenía puesto decenas de cables, a mi lado había una pantalla que reproducía mi pesadilla, a mi alrededor personas observándome, en la entra de mi cuarto pude ver a mis madres llorando. Sabía lo que pasaba, habían llegado los Detectives de Pesadillas (DP). Desde hace años se cree que las pesadillas revelan lo que pasará en el futuro, desgraciadamente, lo que ocurría en las pesadillas se cumplía, de diez pesadillas que ocurrían en el año, nueve se cumplían, por eso en el 2051 se creó el Departamento Mundial de Pesadillas (DMP), se convirtieron en el nuevo FBI.
Através de un satélite especial con un software que tenía células humanas, se podía localizar a aquellos que comenzaban una pesadilla, luego se enviaba un alerta a el DMP, a su vez, este enviaba un alerta al DP.
Científicamente, las pesadillas tenía una duración de aproximadamente de entre dos a cuatro horas, por más corto que uno la viera, tiempo que aprovechaban los DP para instalar equipos sensoriales y así extraer la pesadilla, luego de extraída, comenzaban a estudiarla y analizarla.
Naturalmente los sueños o pesadillas son en blanco y negro, pero el cerebro acostumbrado a ver en colores hace creer al individuo que lo que ve es a color. El trabajo del DMP es, después de extraída la pesadilla, editarla, en sus laboratorios científicos donde comienzan a darle color, sonido; porque tampoco tiene un sonido específico, a aclarar algunas imágenes, hasta que dos días después obtienen el producto final.
Los DP, eran hombres y mujeres muy raros, casi no pronunciaban palabras, se comunicaban entre ellos por señas, casi no tenían expresiones faciales, vestían iguales, actuaban como programas inteligentes, y según, para la opinión pública ellos no eran ni Robots, ni clones, dos seres rechazados por la sociedad, los Robots porque fueron los causantes de la terrible devastación causada en el planeta Zarcon de la galaxia Titanus y pues, aquí en la tierra tuvimos miedo a que sucediera un apocalipsis robótico, la fábrica encargada de hacer Robots fue cerrada y la creación de Robots quedó terminantemente prohibida con castigos horrendos a quien fabrique Robots, y en cuanto a los clones, nadie necesitaba uno, ya todos podían ser longevos gracias al Suero de la Vida. Pero como el DMP era un ente gubernamental, los DP, podían ser robots, siempre lo he dicho. Lo cierto fue que ellos me quitaron los cables, guardaron el vídeo en un dispositivo, pude ver que mi pesadilla duró tres horas con veinticinco minutos, aunque yo la vi en mi cabeza como de dos minutos. Uno de los hombres se acercó a mí y me dijo:
_ Gracias en colaborar por la seguridad mundial.
Otro al salir le dijo a mi familia.
_ Descuiden, estará bien.
Ahí, todos se fueron de mi casa, mis madres salieron a darme un abrazo, mi mami me dijo; secando mis lágrimas que salían involuntariamente.
_ Todo fue tan rápido. Cuando oímos las alarmas pensé que era un vecino, entonces derribaron la puerta de la casa y supuse que era el abuelo y no tu.
_ Mi pequeño_ Me dio un beso mi mamá.
_ ¿De qué era la pesadilla?_ Preguntó mi hermano de quince años.
Yo le mostré detrás de mi cuello, allí tenía una especie de botón con una luz roja, era colocada al que tenía la pesadilla por dos razones: No podía decir absolutamente nada acerca de la pesadilla de lo contrario, ese botón liberaba una toxina directo a mi cerebro, dejándome en estado vegetal por diez años, ya que cometía un crimen de seguridad nacional, dos: cuando las personas se daban cuenta del botón se veían obligados a colaborar conmigo en todo lo que podían porque gracias a mi pesadilla, al ser desifrada podía salvarle la vida a medio mundo, así que apartir de ahora, en muchos lugares me llamarían: Apriori.
_ Sabes que no puede decir nada Edward, es peligroso tanto para él como para nosotros_ Habló mi mamá.
_Igual irás al viaje, ¿Cierto?_preguntó mi mami.
_ Tengo que ir, así todo el mundo este encima de mi_ Dije colocandome una almohada en mi cara.
_ Bien, prepararemos el desayuno, en breve llegará el taxi por ti_ Dijo mi mami y salieron dejándome solo.
Al rato me fui a duchar, la pesadilla aquella no salía de mi cabeza, quisiera que fueran de esas pesadillas que no se cumplen, de ese uno por ciento. Me estaba vistiendo cuando escuché abajo a mi hermano gritar.
_ ¡Miren! ¡Robert está en la tele!
Rápido encendí el mío, los televisores de mi época eran dos aparatos transmisores de unos veinte centímetros de largo y cuatro centímetros de anchos, estaban adherido a la pared, separados por medio metro o algunos con más separación dependiendo de las pulgadas. Al encenderlo ambos dispositivos se conectan por luces que crean las imágenes totalmente nítidas.
_ Canal de noticias_ Dije, en la pantalla aparecieron decenas de cuadros con los canales de noticias, entonces escogí el canal veinticinco donde hablaban de mí, los demás cuadros se iban y el escogido se ampliaba. Allí decían:
_ "La pesadilla fue extraída esta mañana por el DMP en Paraguay, de un joven aún desconocido. Los DP se niegan a dar detalles del Apriori para evitar que intervengan los Raptores de Pesadillas y así desifrar ellos lo que contiene el Apriori. Estaremos al pendiente de lo que pueda ocurrir de aquí en adelante".
Se me habían olvidado los Raptores, estos eran como lo DMP pero sin fines de lucro, siempre querían llevarse el crédito de las pesadillas, todo era una competencia, aunque ya no irían detrás de mí, porque una vez extraída la pesadilla no se podía sacar más, sólo quedaba mi versión oral y si decía solo una mínima palabra referente a ella se activaría el botón y yo quedaría paralítico.
Después de tanto despedirme de mi familia, el taxi autónomo vino por mí con rumbo al nave puerto. Al llegar, vi que mi vuelo estaba a punto de salir, mi mamá me obligó a colocarme una bufanda para tapar el botón en mi nuca.
El nave puerto era una edificación de cinco niveles, en cada nivel habían decenas de naves, la gente se veía por doquier, los niños corrían, los de seguridad trataban de controlar a los eufóricos pasajeros, nos encontrábamos en temporada de vacaciones, así que muchos viajaban.
Me volví casi una celebridad cuando traspasé la puerta de control, esta entrada tenía un sistema que escaneaba a todos y pues detectó el botón de seguridad colocado por el DMP, de inmediato una voz dijo por un parlante:
_"El Nave Puerto Internacional de Paraguay, se siente orgulloso de tener la presencia de un Apriori".
Tuve que correr porque mucha gente se me avalanzó encima, los hombres de seguridad del Nave Puerto salieron a protegerme: "por aquí joven", "no se detenga", me decían mientras me llevaban a una zona segura.
No soy de ese tipo de persona que atrae la mala suerte, pero, tuve que tener esa pesadilla justo en el momento que viajaré a Japón, espero que esto no me traiga problemas con mi contratador.
El lugar a donde me llevaron era una sala más libre de gente y las que habían eran muy educadas. Se oía una música que relajaba, ologramas en todas partes anunciaban productos de todo tipo. Por fin pude respirar tranquilo.
Fui a un lugar que tenía un letrero que decía: "Venta de boletos".
_ Buenos días señorita, tengo un boleto para Tokio.
_ ¿Su nombre por favor?
_ Robert Pierce.
Ella buscó en un computador y dijo:
_ Justo está cargando la nave_ Señaló hacia el ventanal donde se veía la nave.
_ Llegué a tiempo entonces.
_ Así es joven. Son muy raros los vuelos a Japón, sobre todo saliendo de una país suramericano. Aunque...
_ ¿Sucede algo?.
_ Aún no se ha cancelado el costo del boleto.
_ Debe ser un error.
_ Bueno, acá tengo que el boleto fue apartado con su nombre pero aún no se ha hecho efectivo el pago, además, es un vuelo muy costoso. ¿De verdad tiene para pagar algo así?
_ Mi jefe lo pagaría.
_ Puede que mañana se haga efectivo. El próximo vuelo a Japón será en cuatro días.
_ Es que me urge ir a Tokio hoy.
_ Lo siento joven, no puedo hacer nada más.
Qué tonto. ¿Quién pensaría que un cualquiera como yo tendría el privilegio de viajar a Japón? Me voltee al ventanal observando la imponente nave estacionada. Entonces me llegó una idea sensacional, presumiria mi nuevo seudónimo. Me dirigí a la chica:
_ Soy un Apriori señorita, debo ir en ese vuelo_ Aparté la bufanda de mi cuello y le mostré el botón. Ella abrió los ojos sorprendida, hizo una llamada, esperó instrucciones de su receptor y me dijo después de colgar la llamada:
_ Tenga señor Pierce. Bienvenido al vuelo 399 del año, directo a Tokio Japón.
Me entregó el boleto, que era una chapa azul que devolvería al que me recibiera en la nave.
_ ¿No tengo que pagar? ¿Eso es todo?
_ Por supuesto que no, un vuelo de lujo para usted_ Sonrió.
Agradecí y salí a abordar la nave que ya se estaba llenando de gente. Entregué la chapa a la azafata, esta me vió, susurró algo con un joven que se aproximó y este se acercó a mí quitando mi equipaje.
_ Bienvenido señor Robert, sígame.
Lo seguí. No me llevaba al lugar típico de los pasajeros, con aquellas hileras de asientos uno detrás del otro, sino a otro lugar, que yo no sabía que tenían estas naves. Subimos un ascensor que marcaba el piso 3, al abrirse se mostró ante mí un enorme salón, era como un restaurante lujoso, o una sala de estar lujosa, muebles color vinotinto con blanco, ventanales panorámicas, un piso de LED que cambiaba de color al pisar, un hombre tocando el piano en un rincón, varias personas se veían andar por ahí. El hombre cruzó a la izquierda por un pasillo, él se detuvo en la puerta dos, sacó una tarjeta y la pasó por una ranura en ella abriendo la puerta. Había una habitación, tenía una cama que se veía cómoda, un baño, un armario y un televisor, la habitación estaba fría. La pequeña ventana estaba empañada.
_ Hace frío aquí_ dije.
_ Habitación tibia_ Ordenó el hombre, la habitación se puso tibia y reconfortante_ Le recuerdo que esta habitación será su balsa salvavidas en caso de alguna inconsistencia, si la alarma suena, no debe salir de aquí, esta habitación está equipada para darle lo necesario por tres días, ella estará transmitiendo una señal a la torre de control para su pronta localización. El vuelo tardará 10 horas...
_ ¿Por qué tanta seguridad?_ Pregunté algo nervioso por las instrucciones que dió el hombre.
_ ¿No se ha enterado?_ Me Preguntó como si obligado debía saber algo. Moví mi cabeza negando_ Hoy en la madrugada, una onda electromagnética cargada de neutrinos traspasó la capa de ozono, impactando en México, dañando varios sistemas y dejando a algunas ciudades sin energía eléctrica, doce personas murieron y dos de nuestras naves cayeron. Hace media hora nos enteramos que ya la energía eléctrica había sido restaurada y que todo volvía a la normalidad.
_ ¿Qué causó esa onda?_ Pregunté.
_ Hay muchas versiones señor Robert, la más lógica es que nuestro sol está muriendo, y cada diez años tendrá esas explosiones, y éste año parece ser su año de actividad... Esperemos que descifren su pesadilla y logren ayudarnos_ Dijo con una esperanza.
_ Yo también lo espero.
El hombre me vió y salió cerrando la puerta, entonces, me asomé por la ventana redonda y ví a el sol, aún levantándose, y creo que lo ví más anaranjado o tal vez son paranoias mías. Salí a dar un paseo por aquel lugar tan bonito, digno de un Emperador. A los diez minutos la nave partió, desde donde me encontraba, en aquella ventana panorámica en la sala común, podía ver alejarse mi ciudad, en unas horas mi país, en otras más mi continente, para adentrarme en un continente nuevo para mí, en un país, en una ciudad... "Tokio, la ciudad que toca el cielo", ya quiero verla.
A las tres de la tarde me fui a dormir, quería descansar, he pensado mucho en esa pesadilla y ya me duele la cabeza.
Dormí como un bendito. Pero a las seis de la noche me despertó una alarma, en la habitación se encendía y se apagaba una luz roja, supuse que algo andaba mal, me asomé por la ventana y no veía nada solo una tormenta, la habitación se movía bruscamente. La voz del capitán se escuchó por los parlantes.
_ "Estimados pasajeros. Hemos perdido el control de la nave, caemos precipitadamente a la Zona Restringida, deben permanecer en sus puestos, repito, deben permanecer en sus puestos..."
La conexión se cortó. Me encontraba aterrado, el capitán fue claro, estábamos cayendo, no había marcha atrás. En un rincón de mi habitación estaba una silla con cinturón de seguridad, salí como pude a ella, me senté y me coloqué el cinturón viendo por el ventanal, todo se agitaba más y más, escuchaba el crujir del metal, olía a cable quemado, si yo, que estoy en una cápsula protegida estoy viendo todo esto, no me quiero imaginar lo que sucede con los pasajeros en los lugares comunes de esta nave.
El capitán dijo que caíamos a la Zona Restringida y hasta donde tengo conocimiento, nada puede caer ahí, una porque se supone que es una zona altamente radioactiva, si entramos a una distancia de diez kilómetros nos calcinariamos y dos, la Zona Restringida poseía un campo magnético que cubría toda la zona; como un Domo, que a su vez hacia el papel de muro protector, lo que sería imposible ser traspasado por una exposición atómica, no iba a ser traspasado por una nave cayendo en picada. Pienso que la bitácora del capitán estaba errada, pero es el capitán, hay que creer en lo que dijo.
Lo cierto es que, sea en la Zona Restringida o en otro lugar, esta nave estaba cayendo, y pronto colisionaremos con algo sólido, espero no ser uno de los muertos, y espero nadie muera.
La nave seguía cayendo, entonces colisionamos, cientos de ramas de árboles se veían golpear mi ventana, lo que me dió a entender que se deslizaba por una especie de selva, la lluvia no paraba de caer, los relámpagos iluminaban aquella tenebrosidad, entonces escuché cuando mi cápsula se desprendió de la nave y comenzó a girar y a girar, sentía que mi cerebro se saldría por mi nariz, hasta que chocó con algo sólido y perdí el conocimiento.
Comencé a despertar de aquél feroz impacto, aún me encontraba atado a la silla, la luz roja se había apagado, en mi habitación todo parecía ir bien, ya había amanecido, los rayos del sol iluminaban, agudizé mis oídos para captar sonidos a mi alrededor, y escuché cómo ligeras olas golpeando la orilla de una playa, solté el cinturón, caminé a la puerta apartando algunos objetos, abrí y en efecto, el sol hirió mi vista, una fría brisa soplaba, me conseguía en una playa de arena blanca y de cristalina agua. Me subí; con un poco de dificultad, en el techo de la cápsula para poder panear el lugar. Se veían verdes palmeras, bosques extensos, al parecer me conseguía en una isla enorme, ¿O era un continente? Era evidente que no estaba en la Zona Restringida que había dicho el capitán. Todo era muy bonito por aquí, era paradisíaco. Muy al fondo en la selva ví salir una humareda, lo que supuse que ahí había caído la nave, si quería conseguir personas ese era el lugar a donde debía ir.
Aunque más allá del humo, mucho más allá, se levantaban unas edificaciones, ¿o eran unas montañas? De verdad no podía definir aquello.
Entré en la cápsula, tomé un morral de primeros auxilios y lo colgué en mi espalda, seguí la senda dejada por mi cápsula al caer al suelo. Aquella isla me parecía muy desconocida, era como una isla virgen. A medida que avanzaba, los árboles se volvían más grandes y el bosque de palmeras se convertía en selva. En mis tiempos, ya el planeta Tierra no tenía más islas secretas, todo estaba descubierto.
Entonces, llegué hasta la nave siniestrada, la escena que ví era aterradora, era sádica.