Capítulo 5 Muchos sentimientos.

Mis ojos se sienten pesados después de soltar tanto llanto... Me hace sentir débil estar tan sumida en la oscuridad y tristeza, pero es como que no hubieran otras opciones... El dolor termina por convertirse en el único aliado cuando sientes que la vida no da para mucho más, que todo ahí afuera es una profunda soledad que se cala hasta los huesos, porque las personas que dicen estar, realmente son traidoras... Y me ha tocado ser consciente de ello desde ahora, que tan solo tengo diez años, ¿qué me esperara cuando tenga dieciocho y sea mayor de edad?

Dejo de llorar mientras estoy abrazada a mis piernas, siento que me están forzando a dejar mi niñez con tantos sucesos, estoy creciendo sin disfrutar esa etapa que las películas siempre asocian con inocencia, muñecas, amistades genuinas, diversión y entretenimiento, mientras que en mi vida sólo hay secretos, confusiones, mucha hipocresía además de rabia y mucha escasez de amor. Mi hermano y yo no tenemos ni una pizca de amor en nuestras vidas, y creo que es lo más importante para el buen desarrollo de un humano, ¿y así el espera convertirse en doctor? Posiblemente sea una patraña, como todo en su vida.

Doy un salto al escuchar golpes fuertes, Arón está tocando en mi puerta, se que es él... Solo él arrastra los pies de esa manera al caminar... No estoy convencida de si debo abrirle o no... El nunca se preocupa por mí, ¿por qué por ser sincera con papá se viene a preocupar por mí como si alguna vez yo le hubiese importado?, ¿por qué mi hermano tiene que ser tan hipócrita?

Será que... ¿La única solución para llevarte bien con toda la gente que conoces, es siendo un estúpido hipócrita?

Casi todos los adultos que conozco, mienten, exageran, hacen uso de la victimización... Y parece que así, sienten estabilidad. Mientras que yo, desde que tengo uso de la razón soy condenada por defender la verdad y mi integridad, desde que mi madre no está solo siento que todos quieren pisarme y hacer añicos mis sentimientos y emociones, como si jamás importaran.

Después de una amplia reflexión, decido abrirle la puerta a mi tonto hermano, veré con qué clase de exigencia o mentiras va a salir. Al tenerlo justo de frente me doy cuenta de que él está pálido como la tiza. Lo primero que hace es mirarme con lástima, hasta que tose y me habla.

-Lluvia, quiero llevar las cosas en paz... Se que tienes un carácter complicado y que hay muchas fantasías en tu cabeza, pero esto... Es muy distinto, tienes que ser menos dura con papá, te prometo que cuando tengas edad suficiente vas a entender por qué no está con nosotros, puedes esforzarte para entenderlo y no será tan atroz. -, él no nos ha desatendido completamente como padre responsable, él se ocupa de nuestras cuentas, de nuestro colegio, nuestro transporte, el pago de la señora Jimena que tanto te gusta estar con ella y hasta le has pedido que traiga a su hija con ella y te lo ha cumplido... -, ¿puedes ser comprensiva por una vez?-Me pregunta con recelo y en sus ojos se ve claramente el egoísmo con el que están cargadas cada una de sus asquerosas y poco empáticas palabras.

¿Por qué las personas me acusan siempre de imprudente?, siempre me critican por no ser comprensiva, ¿pero es que acaso alguien me comprende a mí?, en mi corta edad tengo que lidiar con un hermano con secretos extraños, con la pérdida de mi madre aunque no esté muerta espiritualmente, con un padre ausente, con una prima que con sus complejos y sinvergüenzura constante me hace daño psicológicamente...

No es tan fácil estar en mis zapatos, pero al parecer, demuestran que sí es muy fácil juzgarme y hacerme sentir como a una persona terrible que no valora el sentir ajeno...

-Arón, ¿de verdad crees que soy yo la que no soy comprensiva?-, ¡eres tú quien esconde mil y un secreto!, ¡eres tú el que desaparece constantemente y luego quiere hacer ver que no ha pasado nada y que todo está jodidamente bien!-, ¿cómo quieres que acepte a mi padre sin considerar todo el daño que él me viene haciendo?-, ¿crees que me hace feliz no estar con mamá y que él se haya marchado también?-, yo no pedí nacer... Ellos han decidido tenernos, y también deberían decidir criarnos... -, no soy tan sabia para poder enseñarme a mí misma como sentirme, y cómo lidiar con mis contradicciones emocionales, ¿qué quieres que haga?-, lo siento por no ser la chica dulce y complaciente que quieres que sea. -, pero por mí, a ti y a mi papá, que se vayan a la porra. -Declaro alterada y se me hace imposible retener el llanto, es muy absurdo lo que él ha venido a pedirme, y aunque soy consciente de que mis groserías han sido un poco extremas, por fin he podido desahogar como me siento, y cuánto me duele.

-¿Ves por qué me expreso de ti como lo hago con regularidad?-, siempre estás a la defensiva, estás agresiva, dolida, quieres pelear... -, a mí también me afecta lo que ha pasado con mamá, y créeme, a mí que entiendo más cosas que a ti, me afecta mucho más. -, sin embargo he tenido que concentrarme en otras cosas y hacer todo lo posible por ser fuerte y seguir adelante... -, no puedo responsabilizar a mi padre por sentir... -, después de todo, por alguien has salido tan dramática. -Me contesta Arón y se encoge de hombros, como si sus palabras no fueran dagas para mi pecho.

-¿Crees que tus palabras me hacen bien?-, ¿eso es lo que tú juzgas, Arón?-, solo tú y mi padre importan. -Declaro con tono hastiado.

Arón se va y luce un poco confundido, sin embargo en su rostro se percibe el alivio de no tener que lidiar con una chiquilla malcriada como me considera él, es bastante deplorable tener que ser yo... Pero sé que aún más debería de sentirse así él.

Me quedo pensando para no enloquecer, la señora Jimena sabía que mi padre iba a venir hasta aquí, por eso había un plato adicional de comida en la encimera de la cocina, ella tiene contacto con papá y me lo ha estado ocultando de manera descarada. Yo he intentado preguntar información sobre mi padre y me evade... O me dice que ella no sabe nada de él... Lo que da a traslucir, que ella también me miente, ¿es que acaso podré confiar en una persona que no sea mi madre?

Ella siempre ha sido sincera conmigo, no dejo de mencionar en mi mente que sí ella estuviese aquí nada de esto se sintiera tan duro... No dolería igual, ni estuviera creyendo que todo en el mundo es una bola de mierda comprimida.

La señora Jimena me trae la cena a mi cuarto, y deja a Isan afuera, se sienta en mi cama y me acaricia el pelo, su rostro luce perturbado, hasta que decide hablarme.

-Lluvia, sol, mi cielo, no estés triste, esos ojitos tan bonitos que tienes tú no deben estar tan apagados... Me parte el alma verte así, y eres demasiado joven para verte de ese modo. -Dice con tristeza y sus ojos intentan analizar los míos con intensidad.

-Señora Jimena, con todo el respeto que usted se merece, tengo motivos para estar de esta forma, no creo que a su hija o el resto de niños ahí afuera tenga que sentirse como me siento, o pasar por las situaciones por las que estoy pasando yo en todo este tiempo, solo deseo que esto termine de una vez por todas, que mamá... Vuelva...-Le digo con la voz a punto de quebrarse, sintiendo las lágrimas venir, mamá siempre decía que no debía permitirme llorar ante nadie, porqué soy una chica fuerte, porqué puedo con esto y con todo lo que jodidamente me pongan.

Pero eso no quiere decir que sea una situación fácil o cómoda para mí.

Me acomodo un poco y me siento con la espalda más erguida, decido poner música, muy alta, no sé si papá sigue en casa, lo más seguro es que ya se haya ido, su especialidad es huir de los problemas, no tenía ningún tipo de esperanzas en que se quedara... La señora Jimena sigue intentando mantener una conversación e intenta decirme algo.

Le especifico que me diga de una vez lo que sea que tenga que decirme, supongo que debe ser algo referente a sus conversaciones furtivas con papá donde arreglan los temas inherentes a mi crianza, hasta que me habla con cara de tener miedo de mi reacción.

-Lluvia, querida, te lo diré sin muchos rodeos, mañana tu prima Hilary quiere llevarte al centro comercial a comprar ropa, también vendrá con ustedes tu hermano, y no sé si él vaya a invitar a una amiga especial.

Hasta que yo, decido interrumpirla.

-¿Una amiga? ¿Hilary va a permitir que él lleve a una chica con nosotros a las compras?-Le pregunto sorprendida, a Hilary no le gusta ver a ninguna mujer cerca de Arón, le causa repulsión, o es lo que siempre ha demostrado.

La señora Jimena ríe nerviosa.

-Dios, no tengo tanta información al respecto, es todo lo que me dijeron para que te tenga lista a la hora que me determinaron, ¿entiendes?-

Le respondo de forma mecánica.

-Sí, por supuesto que lo entiendo...

Realmente no entiendo mucho la idea de que la estúpida de Hilary quiera llevarme a comprar ropa. Si me vienen bien algunos pantalones, pero pensé que mi padre los compraría y los mandaría al igual que hace con casi todo últimamente, además, ya sé que está en Oviedo, antes mamá prefería ir hasta ahí a comprar nuestra ropa ya que hay más cosas diferentes, eso lo repetía constantemente, y mamá amaba el clima del lugar, además de la tranquilidad y la paz que ahí se respira... Todo sin mamá parece bastante gris.

Escojo la ropa que voy a usar mañana, no me emociona mucho la idea de estar en un lugar público con Hilary y su asquerosa manía de hacerme sentir ridícula, sin embargo intento distraerme con la posibilidad de que Arón lleve a una chica con nosotros, él nunca ha traído chicas cuando salíamos con nuestros padres, ¿qué estará intentando decirnos?, sólo espero que la chica sea buena conmigo, no como ha pasado con la hija de Jimena y la actitud que presentó, cada vez me desconcierta más, no sé cómo una niña tan pequeña puede ser tan manipuladora y controladora...

Decido dormir, amanecerá y veremos.

Me levanto a las nueve de la mañana y todo está en un absoluto silencio, voy al baño, me ducho, me corto las uñas de las manos y los pies, cepillo mis dientes y luego mi cabello, me pongo la ropa que ya había elegido con anterioridad, no tengo idea de a qué hora vendrá Hilary por nosotros pero prefiero estar lista desde temprano, pienso en que hace mucho tiempo no salgo a ningún lado como la gente normal que no sea ir al colegio y decido alegrarme por poder echar un ojo al mundo exterior, al mundo más allá de mis penas y miserias, además, ya falta menos para mi cumpleaños número once.

Coloco una equis más en el calendario, faltan exactamente cinco días para que sea dos de diciembre, me detengo y se me viene a la mente lo difícil que se nos hará esta navidad a todos, muy inusual y diferente a las demás sin los bailes de mamá y sin la emoción de lanzar cohetes con papá, me doy una repasada y ya estoy completamente lista, salgo de mi cuarto a prepararme un sandwich para desayunar y tomo la decisión de pasar por la puerta de Arón y tocarle para preguntar si quiere desayunar conmigo.

Me acerco y toco con ánimo, extrañamente me abre rápido... ¡Pongo los ojos como un huevo frito!

La chica pelirroja de su lado del colegio, con la que se sienta en nuestro transporte está sentada en su cama, y mi hermano me pone la mano en el hombro y me dice que disimule mi sorpresa.

-Lluvia, ella es Kansa, es mi novia-, me dice Arón y una sonrisa amable se dibuja en su rostro, lo cual es poco usual en él.

Escucho la palabra 'novia', y me genera risa y un poco de nervios a la vez, me pide que me acerque a ella y lo hago con entusiasmo, hasta que yo entono orgullosa.

-Hola Kansa, yo soy Lluvia.

Ella luce muy dulce, incluso me sonríe con un ápice de pena.

-Arón me ha hablado muchas cosas sobre ti pequeña, eres preciosa y encantadora, será un placer pertenecer a tu entorno. -Canturrea con tono animado y me da un pellizquito en la mejilla.

Le respondo igual de animada:

-Tú también eres muy bonita y me gusta mucho tu pelo, tiene mucha onda.

Arón se está riendo al vernos, se ve mucho más joven cuando se ríe, hace que sus ojos azules iguales a los de mamá se vean más frescos como el mar en vez de gélidos como un cubo de hielo, que es lo que suele parecer.

Decido invitarlos a ambos a la cocina para preparar sandwich, Kansa se ofrece a prepararlos y aceptamos su ofrecimiento, no todos los días tengo la oportunidad de que alguien me trate bien.

Yo me dispongo a exprimir naranjas para preparar jugos, me excuso antes de iniciar para ir a ver a mamá, entro a su habitación y la beso enérgicamente en la frente y está ahí con los ojos abiertos sin verme... No puedo tolerar estar mucho tiempo aquí y sufrir con el estado en el que se encuentra, así que decido irme a la cocina a preparar las naranjas que he dejado para no pensar.

Estoy teniendo un rato bastante ameno con la presencia de Kansa, en comparación al resto de mis días, Arón se comporta como otra persona conmigo en la presencia de ella y eso me hace sentirme con una sensación de conformidad, creo que será fácil tenerle aprecio a Kansa, es muy maja.

Llega Hilary con su pavoneo habitual, como siempre decido elogiarla para no tener que pedirle la bendición que es lo que me exigen hacer, pero esta vez me ignora.

Justo llega la señora Jimena con su pequeño monstruo, ambas dan los buenos días y se van como si tuvieran miedo de que fuera a explotar una bomba en cualquier momento. La jodida Hilary se queda mirando a Arón con algo como ¿rabia, decepción?, no lo sé, pero tiene una mirada y expresión que no le había visto antes, ella se aclara la garganta con un aire exagerado y fanfarrón y dice:

-¿Acaso tenemos servidumbre nueva, Arón? Por favor llama a Jimena, en ningún momento me comentó que traería a una chica para que le ayudara con la limpieza o cocina, ¿Acaso Lluvia está siendo tan mal educada que está necesitando refuerzos?-Su voz es maliciosa, como siempre.

Cada vez que habla le dedica una mirada desdeñosa a Kansa, la cuál al parecer está muy incómoda con la situación, siento que están pasando años y Arón no dice absolutamente nada, cuando por fin se decide a hablar emite tres palabras:

-Es mi novia.

Esa elección de palabras no parece ser la adecuada, ya que Hilary empieza a lanzar los platos donde pretendíamos desayunar y se pone furiosa, sólo emite una frase de vez en cuando "cómo es que me haces esto"... Arón luce agobiado y le pide a Kansa que por favor se vaya a su cuarto, para que él le pudiera explicar cuando su tía se calmara un poco.

Kansa le obedece como si no pasara nada, o estuviese acostumbrada a presenciar primas furiosas rompiendo platos y lanzando sillas al piso, y yo... Decido quedarme plantada ahí esperando que alguien explique por qué la loca de Hilary está tan fuera de lugar y siendo más dramática de lo que habitualmente es.

Y noto que Arón le habla en un susurro.

-Lo nuestro no puede ser Hilary, somos familia y debemos entendernos como tal, ¿por qué no lo entiendes? Lo que pasó ya fue y es un error y lo asumo pero no debe seguir pasando-Es lo que logro escuchar y me tapo la boca al ser medianamente consciente de lo que representa este chisme.

Ella sigue gritando la misma frase y pellizcando su cara.

Yo sigo sin entender absolutamente todo de lo que está sucediendo, ¿De qué error está hablando Arón específicamente y porque no lo aclaran?, ¿por qué ella no le responde?

A medida de que voy creciendo pensé que se me haría más fácil descifrar a los adultos, pero al contrario cada vez es más complejo, creo que le pediré explicaciones a mi enredado hermano junto con Kansa, siento que las merezco, yo también soy parte de esta familia y necesito entender por qué mi tía excedió su neurosis de esa manera hoy.

No es una tontería mía en esta ocasión.

                         

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