Capítulo 5 ¿Me Recuerdas

Tres días después, en la mansión de la familia Granger.

En el segundo piso de la mansión había una sala de estudio decorada con un sutil, pero lujoso estilo europeo. La habitación era de color negro, como símbolo de la calma y la tranquilidad.

Harley se encontraba apoyado en la ventana, charlando.

"Los viejos de la familia Granger se merecían un premio por su actuación. Cuando te vieron regresar, te juro que te maldijeron en secreto. Pero aun así tenían que fingir que te daban la bienvenida a casa. Realmente deberían recibir un Oscar al mejor actor".

Amos ignoró lo que Harley le estaba diciendo. Entre sus finos dedos tenían un cigarrillo que había dejado prendido desde hace un rato. Cuando Harley finalmente dejó de hablar, Amos preguntó: "¿Dónde está la persona que te pedí que buscaras?"

Harley tragó saliva. "Realmente no es mi culpa, esa parte de la ciudad es muy desordenada y subdesarrollada, así que no hay cámaras de seguridad en esa zona".

Un golpe en la puerta lo interrumpió y un sirviente habló en voz baja, " Joven Maestro, los preparativos ya están listos. Su señoría pide que baje".

"Entendido".

......

Fuera de la mansión de la familia Granger, Eudora estaba rígida como el hielo mientras miraba fijamente al suelo. Llevaba un vestido rojo con hombros descubiertos que acentuaba su perfecta figura y complementaba su pálida y blanca piel. Vestida así parecía una delicada rosa roja.

Félix asintió con satisfacción y le advirtió en voz baja: "Este es un gran evento, así que es mejor que te comportes y no hagas una escena. De lo contrario, habrá consecuencias". Después de decirle eso, agarró a Eudora del brazo y entró en la mansión de la familia Granger.

Eudora atrajo la atención de todos en el momento en que ambos entraron por el pasillo. Félix disfrutaba de la atención y de la sensación de ser envidiado por otros hombres, lo que hizo que agarrara a Eudora con más fuerza.

En cuanto Amos bajó las escaleras, vio una hermosa figura y se detuvo.

"¿Qué estás mirando?", preguntó Harley.

"¿Quién es él?", le preguntó Amos.

Harley siguió la mirada de Amos y vio a la hermosa mujer vestida de rojo. "Oye, ella es realmente una belleza. ¿Cómo es que no la conozco? Pero conozco al hombre que está a su lado. Es Félix Meyer, el jefe del Phantom Group. Las fuentes dicen que es un empresario prometedor y no hay que perderlo de vista porque el Phantom Group ha sido bastante popular durante los últimos años ... "

Amos no dijo nada, pero sus ojos se posaron de nuevo en la mujer. Recordó como sus suaves y finos dedos recorrieron su cuerpo y su corazón latía fuerte con cada uno de sus toques. Esa noche, a pesar de que estaba gravemente herido, recordó con claridad la forma en que aquella mujer había sido capaz de liberar el hambre y deseo que llevaba dentro. Había sido una experiencia inolvidable, por no decir menos. Especialmente si ella era tan caliente y sexy ... nunca la olvidaría.

No pensé que lograría encontrarla...

La belleza dijo algo a Harley y después se dirigió al baño. Amos le dio un codazo a Harley, que estaba junto a él, y le dijo: "Adelante, volveré más tarde" y siguió los pasos de la dama.

En el baño.

Eudora limpió la cara con una servilleta, sintiéndose física y mentalmente agotada. Félix siempre había sido un hombre exigente. Para eventos así de importantes, siempre la llevaba con él.

Honestamente, si la familia George no necesitaría de Félix y su apoyo financiero, ella no hubiera permitido que esos hombres la miraran con tanta lujuria. Pero por ahora, debía soportarlo todo.

Después de refrescarse, Eudora salió del baño y vio a un hombre de pie junto al pasillo con la espalda apoyada en la pared. Aunque parecía estar algo distraído, su aura era muy cautivadora.

Eudora se detuvo por un momento antes de acercarse lentamente a él. Al pasar junto al hombre, él la agarró del brazo.

"¿Acaso no me reconoces?"

Cuando Eudora escuchó eso, miró bien al hombre. Él era realmente encantador y se acordaría de un rostro tan deslumbrante si lo hubiera conocido antes.

"Lo siento, señor. Me temo que me ha confundido con otra persona".

"Eh ... ¿segura?", dijo Amos mientras sonreía cálidamente. Apretó a Eudora contra la pared con fuerza y continuó: "¿Qué tal así? ¿Me recuerdas ahora?"