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BART
Desconocido, 21 de marzo 2019
Abro los ojos y todo lo que veo es blanco. Me siento desorientado y confundido, no sé dónde estoy. Algo me dice que esto no es mi casa. Trato de incorporarme y siento que mi cuerpo está adolorido, como si hubiera estado inconsciente por mucho tiempo.
Miro a mi alrededor y veo que estoy en una pequeña habitación blanca. Una cama doble está a mi lado, y mi hijo Trenton está durmiendo profundamente a mi lado. Mis ojos viajan al atuendo que llevo encima, tengo un maldito uniforme de hospital blanco, Trenton también lo lleva.
Lo último que recuerdo es que unos hombres irrumpieron en nuestro apartamento cargando contra Trenton y contra mi.
Dios, ¿donde esta Brianca?.
Me levanto de la cama, tengo las piernas amortiguadas y el caminar se me hace difícil, tengo un sabor amargo en la boca y no puedo dejar de notar como me duele la nuca, uno de mis brazos se levanta instintivamente hacia el lugar afectado intentando sobarlo pero es topado por una gasa.
Jadeo con preocupación, ¿que nos han hecho?, esto no es algo que me haya pasado antes, jamás se me metería en la cabeza un puto secuestro.
Los Williams somos respetados pero no tan importantes como para pasar por un secuestro, papá se encargo de elegir casos que no nos llevarán a estas circunstancias justamente para evitar este tipo de inconvenientes, yo mismo me encargue de no cometer errores, hemos sido buenos ciudadanos y buenos vecinos y lo suficientemente reservados como para que alguien violarla nuestra seguridad.
La ansiedad me está consumiendo, me dirijo a la puerta, trato de abrirla puerta, pero está cerrada. No hay ventanas, no hay objetos que pueda usar como arma o herramienta. No tengo idea de lo que está pasando, pero algo me dice que no es nada bueno.
Me acerco a Trenton y me siento a su lado en la cama, esta en posición fetal a un lado de la cama, respira tranquilamente. Aunque su cara está pálida y tiene moretones en los brazos, mi respiración se atasca y la ira me ataca, parece estar en buen estado de salud.
Aprieto mis manos con furia, pero antes de pensar en algo más Trenton se mueve un poco en sueños, pero sigue durmiendo tranquilamente. Siento el peso del mundo en mis hombros, me hundo y llevo mis brazos a la cara tapandomela.
¿Qué demonios esta pasando?.
De repente, la puerta se abre y entra un hombre alto y delgado con una barba rala y unos ojos marrones que parecen mirarte desde una distancia lejana. Tiene un aire escéptico y frío que no me inspira confianza en absoluto.
Me incorporo con rapidez, mi estómago se aprieta con un nudo tirante, trago saliva, su pulcra bata de médico me inspira mucha más desconfianza. Se acerca a mi cama con una expresión calmada.
-¿Dónde está mi esposa? ¿Dónde estamos? ¿Qué demonios está pasando aquí? ¡Quiero respuestas ahora mismo!- me apresuró a exigir antes de que pueda hablar.
-Parece ser un hombre muy impaciente señor Williams- su voz áspera me hace temblar las manos, mi cuerpo se pone en modo alerta, es obvio que esta gente no es buena y ese acento, es tan parecido al de ella.
-¿Qué mierda estamos haciendo aquí? - gruñó.
-Tsk- chasquea con fastidio- Soy el doctor Petrovich, de hoy en adelante estarán en mis manos y todo será más fácil para ustedes dos si usted colabora para nuestra causa- su vista se dirige a Trenton, instintivamente me muevo hacia mi pequeño apartandolo de su vista.
-No se que mierda es lo que quieren-
-¡Ah, si claro! - su risa es taciturna- Señor Williams esta usted por que son el cebo, su mujer es muy valiosa para nosotros, hemos intentando atrapar a una renacida pura en estado humano desde hace muchos años, es casi única, excepto por su criatura, sin embargo sus genes señor Williams son muy dominantes y aún no se vislumbran los genes de la señorita Borisovich - su gesto es de decepción.
-¿De qué está hablando? -
-¿Ah?, ¿cómo de que, qué estamos hablando?- pregunta con el ceño fruncido, me quedo en silencio y no respondió, su gesto se va transformando y una risa escandalosa da paso -¡Oh, pobre querido señor Williams, durmiendo al lado de un monstruo sin saberlo, viviendo en medio de la mentira! - gestualiza con dramatismo, me mantengo en silencio - lamentablemente esto no es psicólogo de parejas así que seguirá estando en silencio, por otro lado si nos proporciona información de su mujer usted y su hijo podrían salir muy rápido de aquí, o podríamos esperar que su criatura muestre signos de ser un Borisovich en su sangre- Gruñó con impaciencia
Empiezo a sentir la ira crecer en mi interior No tengo idea de dónde estoy, pero sé que no voy a dejar que esto continúe por más tiempo. Necesito respuestas y necesito volver con mi mujer, tengo que poner a salvo a Trenton.
-¡Quiero que nos saque de aquí ahora mismo!- exijo con un tono de voz elevado, él solo ríe- ¡Sácanos de aquí ahora mismo, hijo de puta!- me acerco a él con furia.
Petrovich mete sj mano a la bata y antes de siquiera pestañear siento un pinchazo en mi brazo, giro mi cabeza en dirección al dolor y veo su mano presionando una jeringa en mi.
-Veo que eres un hombre de carácter. Pero lamentablemente, no puedo permitir que sigas molestando- trato de abrir la boca para replicar pero la siento entumecida.
Me acabaron de sedar, mi respiración se comienza a acompasar y mi cuerpo se pone pesado, tengo sueño, giro en redondo y tropiezo con la cama, quiero gritar, salir de este patético cuerpo que se deja dominar por un sedante, debería sacar a Trenton de este lugar y descubrir cómo volver a Brianca, sin embargo lo que estoy haciendo es tirarme a un costado de la cama y cerrar los ojos, todo se vuelve oscuro en cuestión de segundos, estoy en una pesadilla.
Sentía mi cuerpo sacudirse levemente pero con mucha desesperación, la cabeza me dolía mucho y sentía los parados demasiado pesados para abrirlos, la conciencia comenzó a tomar nitides y antes de poder detenerla a toda costa abrí los ojos y mire el techo blanco.
-¿papá? - una voz suave e inocente sollozo, el sonido me hizo cerrar un segundo los ojos por el dolor-¿papá? - gire la cabeza hacia el sonido y abrí los ojos.
La visión me hizo parpadear con confusión, Trenton me miraba con los ojos hinchados por el llanto, su cabello rubio estába revuelto, sus manos empuñaron mi camisa.
-¿Trenton? - apenas salió esa palabra de mi boca, la realidad emergió en una parte de mi cerebro, me incorpore con rapidez y atraje a mi pecho a mi bebé.
Su bracitos me rodearon el cuello con toda la fuerza de su pequeño cuerpo, mis ojos se deslizaron por toda la habitacion, tenía una luz opaca, una gran cama en el centro, sin ventanas ni nada que me comunicará con el mundo exterior, la puerta era metálica y se veía muy pesada, habían cuatro cámaras incrustadas una en cada esquina de la habitación, del lado derecho otra pequeña habitación sin puerta que me daba la vista a un baño, una regadera, un escusado, un lavado, sin espejos y sin ningún objeto que pudiera usar de arma.
-Shh- calme al hombrecito en mis brazos, estaba asustado, podia notarlo, su cuerpo temblaba con pánico- todo estará bien - trate de calmar sin estar muy seguro.
Me pregunté ¿cuánto tiempo habría pasado desde que nos llevaron de nuestra casa? , ¿Horas o días?.
Lo más probable es que Brianca, ya haya alertado a las autoridades de lo que está sucediendo, pero si por el contrario, lo que el intento de doctor Jekyll, Brianca buscaria otra solución.
Desde que conocí a Brianca todo en ella resumo un misterio para mi, una chica linda extranjera en Estado unidos que estaba completamente sola, sin padres o tutores que estuvieran supervisandola fue raro pero no ahonde en ello, al principio supuse que era una chica de intercambio y cuando quedó en embarazo y nos casamos y nadie se su familia vino a vernos o a ver a Trent asumí que a quien no querían ver no era a su hija si no a su yerno, tal vez tendría unso suegros xenofobicos que no estaban de acuerdo con la relación de su dulce hija y un yanqui.
Brianca nunca habló de ellos, simplemente dijo que estaban con vida y que lo mejor era que jamás los conociéramos, no la refute, debí de hacerlo pero tampoco puedo culparla, aun si la razón de esta situación sea su familia y mi Brianca, por que desde que la conocí ella lo único que hizo fue amarme y entregarse a mi completamente, dedicarse a mi y a nuestra pequeña familia, no tenía el derecho de enojarme o intentar juzgarla.
Podría soportar vivir así para protegerla y que no le pase nada, si eso hacía que no le tocarán un pelo de su preciosa cabeza, si eso la mantenía al margen de todo lo malo. Pero no estaba solo y tenía a Trenton conmigo, nuestro amor.
Daría mi vida por protegerlo a él, si eso garantizaba su seguridad lo haría sin dudarlo, aun si no volviera a ver mi dulce Brianca.
No sabía como tenía que actuar, la única certeza en mi cabeza es que Brianca nos estaría buscando, no se por cuales medios y lo mas probable es que si salíamos de aquí el misterio de su familia sería descubierto. Trenton ya hablaba sobre tener dos abuelos más, habia visto lo suficiente de la vida para saber que tenía más familia.
Un sonoro suspiro salió de mi, que situación tan dramática, y pensar que llevaba mucho tiempo sin pasar con Trenton.
-¿papá? - baje la vista encontrandome con su carita roja de llanto.
-¿Si? - trate de que mi voz sonara firme y no delatara mi inseguridad, debía ser fuerte para él.
-¿Donde estamos? - trague saliva.
-No lo sé, campeón - no aparte mis ojos de él, intente transmitir calma a pesar de la ignorancia en la que nos encontrábamos.
-¿Donde... esta mamá? - su voz sonó entrecortada.
-No lo se- mi mano acarició su espalda cuando lo vi hacer un puchero antes de que un sollozo saliera de su garganta- pero papá está contigo y se asegurará de que todo este bien- Trenton no se alivio con mis palabras y siguió llorando, lo envolvi con mis brazos y espere tratando de descubrir que haría para sacarnos de aquí, donde sea que estuviéramos.
El tiempo paso pudieron ser minutos u horas pero fue muy lento y la suave respiración de mi pequeño rubio fue lo único que se escucho por la habitacion, se habia dormido.
Me pregunté cuánto se tardaría en volver aquel hombre o si alguien entraría.
Y cuando la puerta se abrió y entraron cinco hombres trate de no alterarme, tendría que mostrar sumisión hasta que tuviera un plan de escape.
Un hombre de gafas alto y delgado con ojos compasivos me miró desde la puerta dejando ingresar a cuatro hombres vestidos con monos azules eléctrico, y una máscara plateada lisa con un corte irregular y ondulado diagonal a todo el rostro, sin decoración que sólo dejaba a la interperperie la mandíbula. Todos iban armados y estaban alertas y con las manos enguantadas puestas en la culata de las armas listos para ponerle paz al disturbio.
-Señor Williams, preferiríamos hacer esto por las buenas, esperamos su cooperación, así que siganos- el hombre de la bata y ojos condescendientes me mira espectante- el doctor Petrovich nos está esperando - mi corazón comienza a bombear con rapidez.
Me levanto de la cama con Trenton en mis brazos y negandome a dejarlo solo o separarme de su cuerpo, si debo pasar el tiempo en este lugar me aseguraré de permanecer cada maldito segúndo con las manos puestas en Trenton.
Salimos todos de la habitacion, el hombre de bata lidera la caminata, hay dos hombres frente a mi y dos atrás mío, el pasillo es lo suficientemente ancho para que dos hombres caminen a la. Par. Las luces son claras al igual que todo el pasillo, todo es blanco y huele a desinfectante.
Giramos en una curva y puedo vislumbrar entonces una puerta de metal al fondo del pasillo, siento mi cuerpo sudar, la puerta se abre y otra persona en bata sale de la habitación.
-Todo esta listo Finn, el doctor está esperando- el hombre de gafas asiente.
- De acuerdo- se gira en mi dirección - Señor Williams, no pasará nada malo si usted nos dice todo lo que sabe y me aseguraré de que su hijo esté siempre a su lado y no lo toquen - trago saliva, no se lo que ellos piensan que se, pero asiento, el hombre se hace a un lado y me señala con una mano la habitacion -adelante-.