Las horas pasaron y Akira aún no llegaba, no sé si tenía que preocuparme o simplemente dejar pasar el rato, con el simple hecho de tomar en cuenta que ya está saliendo con alguien y que seguramente desde ahora las cosas iban a ser así, pues no tenía por qué preocuparme. Cuando estaba a punto de quedarme dormida en la sala, el cerrojo de la puerta me despertó al igual que la ráfaga de luz que ilumino por completo la habitación. - Que tarde has llegado... - Murmuré entre abriendo la mirada. Con lo poco que alcanzaba a distinguir logre ver un par de bolsas que llevaba consigo.
¿De dónde había sacado eso? Me levanté del sillón y lo observé fijamente, para este momento ya se me había pasado mi lapso de sueño y solo me dediqué a verlo con intriga.
- Ahora resulta que si estas interesada, pero no tengo nada que decir respecto a esto, mucho menos contigo, así que mejor duérmete - Exclamo, caminando hasta la habitación.
Simplemente me quede un poco perdida, no sabía si seguirlo hasta el cuarto o ignorar todo por completo, además, ya era muy tarde y una hora menos para dormir y sobre todo sin comer no era una gran idea. Por lo que me dispuse a ir a la cama.
Llego el día siguiente y consigo mismo aquella rutina. No obstante, volví a ver a Akira con otra chica, y al decir otra es que no me refería a la chica de ayer, había sido nuevamente el mismo horario; a la salida del colegio de Luka. Claramente así pasaron dos o tres días consecutivos, no obstante, una gran confusión recorrido mi mente, así como eran distintas las direcciones así de distintas eran las chicas, tal vez exagero, pero son 3 chicas las cuales están saliendo con él. - ¿Qué demonios está haciendo? - Me cuestione nuevamente. Esto ya me estaba preocupando.
Se preguntarán porque en otras direcciones, pero también acostumbro a ir a comprar cosas para la casa y al ir con Luka de vez en cuando me desestresa, además de que aprovecho una sola salida para hacer las cosas que son de fuera.
Cuando estuve en casa me dedique a inspeccionar las cosas que últimamente Akira traía, sé que meterme en sus cosas estaba muy mal, que lo mejor era esperar a que él me diga algo. Así que aun con la duda en manos de quitarme todo esto de la cabeza espere el momento adecuado para hablar con él.
Aproveche este día en el cual había llegado directamente a la casa después de la universidad.
- ¿Por qué me miras así? - Dijo en tono molesto mientras cerraba la puerta.
- Porque hay algo que me preocupa... y es mejor que me lo aclares ahora - Me sorprendí de inmediato al notar que traía ropa de marca -De donde estas sacando todo esto... ¿Tienes ya un trabajo? - Me crucé de brazos.
- Ah, eso... si, algo así. Ok, ahora estas más tranquila, de todas formas, deja de meterte en donde no te llaman - Sonrió - Dijiste que no querías saber nada y así será -
- No te creo nada, porque te he visto salir con varias chicas, seguramente le estas sacando dinero a ellas ¿verdad? ¿A eso le llamas trabajo? Si no me dices la verdad me tomare la molestia de decirle a cada una lo que estás haciendo con ellas. - Si, esto es todo lo que mi mente había formulado en estos últimos días.
Entrecerró la mirada y soltó aire - Y a ti que te importa Amira, ¿Acaso no es mejor que se gasten el dinero el algo bueno? Ellas lo tienen todo, es como quitarles solo una miga de pan, solo hay que saber tratarlas, evitar que se den cuenta y listo. Además, más falta nos hace a nosotros - Sacó su billetera y de ahí mismo un par de billetes. - Esto es poco a lo que puedo conseguir más adelante. Además, no hago nada malo con ellas, es decir, soy su novio y saben cómo soy, además a ellas no les será agradable en absoluto que llegues y les digas que hablaras con su familia, porque muy aparte de lo que les harán a ellas, también se desquitarán con nosotros. Sus padres por obvias razones les prohíben salir con personas de la clase baja, sabes cómo son esa clase de personas, así que nosotros ganamos dinero de ellas y ellas ganan esa aventura de salir con alguien como yo - Soltó una risa. - Incluso podrías intentarlo en salir con chicos ¿no te parece interesante? No tendrás nada con ellos más allá de salidas juntos -
- Por una parte, me convences, pero por la otra me dan ganas de golpearte. No es algo que acepte del todo. No estas saliendo solo con una, sino con varias ¿Qué pasara el día en que ellas quieran verte a la misma hora o que de repente una te encuentre en la calle? Además... no sé, no hay nada que asegure que vas a estar bien haciendo eso, toma en cuenta a mi padre, si dices que el día en que su familia se entere, eso nos traerá consecuencias y no quiero que por ningún motivo él se quede sin empleo porque como sabes es el poco recurso que nos llega - Le di la espalda - Y no sé qué llegue a pasar con nosotros. Te guardare esto, más no me pidas que esté de acuerdo y mucho menos que llegue a salir con chicos, es muy diferente el que yo pueda defenderme de uno de ellos -
- Está bien, pero piénsalo, mientras me apoyes, este dinero lo puedes utilizar para pagarle una nana a Luka, bueno, eso es demasiado aún, pero comprar algo para que lleves comida a la universidad sí que hará la diferencia ¿Crees que no lo sé?, además con la ausencia de mi padre dudo que algún día se dé cuenta. Solo ve por nosotros monetariamente, pero años sin saber de él. Además, si me apoyas tú ganarías un poco de tu libertad e incluso yo no me opondría a que realices cosas que están fuera de tu lugar como mujer porque he visto que lo deseas, siempre y cuando no me des la espalda y mucho menos te atrevas a decirle alguna de ellas lo que estoy haciendo. - Frunció el entrecejo.
- No sé, todavía tengo que pensarlo, si tú dices que todo te va bien, posiblemente acepte. No suena nada mal, pero sigo sin seguir de acuerdo, hay algo que me dice que no acepte - Dije tratando de llevar su juego y me fui hasta mi habitación.
Mañana iba a ser otro día, solo espero que Akira piense muy bien lo que está haciendo.