Capítulo 6 Capitulo 6

Advertencia:

Lenguaje vulgar

Lorena

¿Por qué tuvo que citarme a este lugar?

Mi lugar favorito.

La conversación que tuve con el problema hizo que la sangre se me subiera a la cabeza, en mi mente se reproducían mil escenarios donde este hombre sufriera tanto, pero me aguante porque el maldito de su jefe me mandó un mensaje muy claro que si lo mataba él mataría a alguien de mi círculo.

Él quiere a Elena Sierras

Necesito encontrarme a Elena Sierras.

Pero el muy estúpido me dijo su nombre, no sabes qué puedo hacer con esa mínima información.

Lo curioso de todo esto es que Leo estaba aquí y con él presente no tuve ni una pizca de temor en que el mequetrefe ese me disparará, se puso muy furioso, creo que quería matarlo con la mirada que le daba.

El universo está conmigo, los planetas se alinearon.

El hombre sentado frente a Leo, tiene un collar de cristal color azul que está roto, que uniendo las tres partes forma un corazón.

El corazón de las fieras

De repente Leo me grita que me estoy comiendo a su amigo, que es una total mentira para luego irse del lugar como si nada.

Me quedé un ratosentado, esperando hasta ver a su auto partir de aquí, rápidamente corrí a mi moto y los seguí hasta una casa.

Me imagino la casa de su amigo

La casa de Elena

Deje mi moto cerca y baje de ella, su casa era de dos pisos, pinta de un color piel pastel tan Elena, unas ventanas grandes siempre le ha gustado la luz del sol.

Corro y me posó frente a ellos. Hago puño mi mano con la intención de tocar la puerta, pero Leo me agarra de la muñeca.

-¿Qué haces aquí? ¿Me seguiste?

-Te seguí y vengo haber a la persona que habita esta casa, la esposa de Mark

Con mi otra mano golpeó la puerta y espero a que Elena abra.

-¿Quién eres?-Pregunto Mark

-Lorena Cruz. Vengo a ayudar.

La puerta se abre y veo a una Elena despeinada y muy asombrada

-Lorena Cruz

-Elena Sierras

-Elena Denver-Me corrige

-Puedo pasar.

-¿Por qué?-Me dio una mirada desconfiada.

No siempre fue así

-Necesito hablar contigo. Créeme que si no fuera necesario no te hubiera buscado

Todos pasamos a la sala de estar y me doy cuenta de que una niña juguetea en el piso, su hija.

-¿Cómo se llama?

-Lorena-Sonríe, pero luego su mirada decae-No te crees importante. ¿Cómo me has encontrado?

-El collar-Dije con simpleza

Con mi mirada recorro todo el lugar y en las fotos familiares, pero una en especial una foto recortada, solo se aprecia a Elena y April pero no a los demás.

-Ve al grano.

-Sabes hace una semana recibí un disparo de bala en el hombro

-¿Y?-Me quemo el alma su indiferencia

-Me dejas terminar-Mi mirada se tornó fiera-Recibí la llamada de alguien de nuestro pasado. Alex Gutiérrez-Su cuerpo se tensó al instante-El disparo me lo envió él como prueba de que habla muy en serio, y hoy un trabajador de él me dio en mis manos, este sobre.

Se lo entregué, yo ya lo vi, sus manos temblorosas lo abrieron viendo me imagino la foto de nosotras tres con Holden y Alex, una nota y otra foto de ella desnuda y también una mía

-¿Y? No sabe dónde vivo y tú me debes tanto que no se lo vas a decir.

-Eso verdad, pero tú no quieres que tu esposo e hija vean lo que hiciste cuando eras una adolescente ¿Verdad?

-¿Qué?-Dijo en un hilo de voz, era desesperante ver como Elena alejaba a su esposo para que no viera lo que hay dentro.

-Si no te entrego va a difundir en la red un vídeo sexual de mí y como vio que no me importaba en lo absoluto, me dijo que se filtraría el tuyo y el mío.

-Perra.

-Ay, querida amiga, solo te estoy avisando.

-No, tú quieres que lo mate-Me dedicó una mirada llena de odio

-Eres una estúpida, zorra, vil ramera, por eso April y yo te dejamos y te odiamos, eres una egoísta que solo le importa sí misma.

Unas lágrimas rebeldes resbalan por mis mejillas, era una de mis mejores amigas

-Tú me juzgas y tú que eres, no porque te hayas casado encontrado estabilidad emocional, quiere decir que no estás sucia como yo. Cuántas manos, cuantas bocas, cuantas palabras, cuántos deslices, cuantas cosas más, Elena

-Eres una zorra que no merece la vida

-Quien dijo que la vida se merece -Dije sollozando cada vez más sus palabras quemaban por dentro-Ustedes no saben nada de lo que pasó ese día

-Claro, la muy dulce Lorena no hizo lo que hizo porque ella es muy incapaz. No estamos ciegas, lo sabemos, nos dejaste tiradas en medio de una misión, en medio de la nada a nuestra suerte, porque a ti te dio miedo morir ese día. Eres una cobarde.

-Solo te estoy informando para que no te caiga ese día tan pesado cuando todos vean ese vídeo tuyo, las miradas lascivas de la calle, cuando te conviertas en una prostituta-Dije arrogante-Fue cortesía por lo que pasamos hace años

-A ti te pasará lo mismo, además Alex no me haría eso porque sabes que él me ama a su manera.

-Él no te ama, él está obsesionado contigo. No confundas eso y si me verán de esa manera, pero yo ya me acostumbré.

Unas manos me abrazaron por detrás, no me di cuenta de que me empecé a rasguñar mis brazos cuando Leo los apartó, mis piernas fallaron y me caí al suelo, de mi bolsillo saque un collar y me safe de esos brazos, se lo coloque a la bebé.

-Lorena Denver, espero que tú puedas ser feliz llevando mi nombre, hazle honor. Sé mejor persona que la persona que lo lleva-Le susurré al oído a la pequeña bebé

»Que tengas suerte, Elena Denver-Le dije a mi antigua mejor amiga.

-Lo mismo digo, Lorena

            
            

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