Historia de una triste vida

Tenía apenas de 11 años, siendo de una vereda muy lejana, no tenía comunicación con los pueblos cercanos, que para poder estudiar nos teníamos que desplazar unas cuatro horas para llegar al pueblo mas cercano para poder estudiar la secundaria, estaba decidida a terminar mi secundaria y poder estudiar la universidad pero si me quedaba en mi vereda rural no podría hacerlo, mis pensamientos más comunes era que si me quedaba allí solo podría ser madre de muchos niños sin un futuro, ya que toda la comunidad vivía de la agricultura, pero con muy pocas oportunidades de salir adelante.

Después de pensarlo tantas noches, tenía que ir al pueblo, para poder seguir estudiando, tenía que quedarme allí, solo regresaba a mi vereda los fines de semanas, al llegar al pueblo me quedaría donde una prima de mi madre, era una vida totalmente desconocida para mi, tenía miedos, zozobra, y muchas emisiones encontradas, ese día mi padre me llevo a esta casa, con mi maleta y un bulto de víveres llegue, era un pueblo a la orilla del mar, con un clima perfecto para ser feliz, unos atardeceres mágicos, yo me enamore del pueblo, pero al entrar a esta casa sentía una tristeza absoluta, yo era muy cercana a mi padre y que me dejara hacia que mi vida se desvanecierá sabía que eran solo cinco días... Pero para mí era una eternidad dejar mi casa,mis padres, mis hermanos, mis amigos, era algo que solo hacia estremecer mi más profundo ser, al entrar a la casa de la prima de mi madre, nos recibió una señora de mediana edad, la cual se llamaba Sonia, nos saludo con una sonrisa calida, luego de eso nos mostró la casa, a la entrada estaba rodeada de muchos árboles verdes los cuales servían para colgar hamacas y eso lo hacían todas las personas para descansar en los atardeceres calurosos, al entrar en la casa habían dos habitaciones, una sala pequeña, una cocina y más adelante estaba un patio que tenia unas cuantas palmeras de coco, más atrás estaba el baño afuera, toda la casa estaba rodeada de una cerca de madera que no dejaba ver la calle ni las otras casa vecinas, y allí estaba yo dejando muchas cosas atrás pero también llena de muchas ilusiones, la señora Sonia, me presento a sus dos hijos y a su esposo... Al las horas siguientes mi padre me llevo al colegio donde iba a estudiar, me quedé atónita era gigante comparado con la escuelita donde venía, se me salieron las lágrimas de pensar que iba a estudiar aquí, conocí las aulas de clases, los patios, las canchas y venía pasar a cada uno de los estudiantes que me miraban, seguro era la forma de vestir o la manera en que veía cada lugar por el que pasaba. Me dirigí a la oficina del director académico para que me informará que paso seguía y que aula me tocaba, al entrar un señor de mediana edad, un poco bajo nos recibió con una mirada agradable, nos entrego la lista de útiles que debía llevar para empezar a clases, mi padre era una persona muy amable y amorosa, razón por la que yo estaba tan arraigada a el, le dio la mano al señor y nos retiramos, al salir mi padre me comentó... Niña.. como de cariño el me decía. Vamos por tu lista .. en mis pensamientos solo estaba que él no tenía mucho dinero, ya que mis padres son agricultores a los cuales no les entraba mucho dinero porque sus productos no tienen mucho valor, no se con que amigo o que vendió de sus pertenencias para poder tener dinero y llevarse hasta el municipio, me estremeció su voz a decime de nuevo... Niña.. niña, me estás escuchando, con mis ojos llenos de lágrimas le contesté, si papá.. vamos.

Al momento siguiente ya estábamos en el centro del municipio, era un lugar que jamás había visto, al frente de nosotros estaba el parque central lleno de palmeras y árboles verdes y al fondo el sonido de mar nos rodeaba de una brisa cálida, habían almacenes por todos lados, personas vendido en las calles, yo me quedé confundido y no sabía para donde caminar, mi padre me sostuvo de la mano y me dirigió para un almacén donde tenía unos conocidos, llegamos me compro todo lo que necesite, yo estaba feliz con todas mis cosas nuevas, que por un momento se me olvidó que me padre se tendría que ir, cuando acabamos las compras, me dijo... Hija... Tienes que estudiar mucho, mira el esfuerzo que estamos haciendo, tus hermanos te están esperando en casa, nosotros las personas humildes solo podemos salir adelante por el estudio, en ese momento solo podía pensar en salir adelante por mis padres y mis tres hermanos pequeños que en casa me esperaban y que su futuro dependía de mi, si yo fracasaba ellos también lo iban hacer. Después de eso nos fuimos a la casa donde me iba a quedar mi padre se despedía, cuando lo vi salir lo único que podía hacer era mirar cómo se alejaba dejándome sola, mis sentimientos eran los más tristes que había sentido en toda mi vida, era la primera vez que me alejaba de ellos, era la primera vez que iba a dormir lejos de mi hogar, en nuestra familia no teníamos dinero pero el amor nos sobraba, eran padres amorosos y llenos de valores para enseñarnos, todo lo hacíamos juntos desde el desayuno hasta la cena comíamos todos sentados en la mesa, por eso mi sentimiento de tristeza en ese momento.