¡ADVERTENCIA!
Esta saga trata de muchos temas delicados, también hay mucho lenguaje ofensivo y escenas para adultos. Todo es ficción y creado por mi mente, el leer esta historia y las otras de la saga, ya es decisión de cada lector.
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PRÓLOGO
Alessio
En algún momento fui el hijo más obediente que puede existir en una organización, siendo la descendencia de un líder muy poderoso de Europa. Ahora ya no quedaba nada de eso, él mismo se encargó de apagar esa parte mía y ahora tendrá que conformarse con mi nuevo yo, este que irá contra sus normas.
Mientras él y su hijo elegido se unen con otros y pierden su tiempo combatiendo contra otras organizaciones que no tiene caso hacerlo, yo me iré a por Krait, y por toda su élite de serpientes que continúa acechando a todo aquel inocente que se les cruza en el camino.
Nadie me detendrá, ni siquiera el Diablo, está vez lo haré por mi cuenta y le demostraré que no necesito de un líder o de un padre para hacer pagar al enemigo como es debido. Por algo llevo sangre Mancini y Bachman, en mis venas corre dos ascendencias poderosas. Ello es debido a que los Mancini no nos dejáramos perturbar ni con el enemigo más fuerte, todo el que nos conocía lo sabía y el que no, solo con escuchar nuestro apellido lo tenía claro.
Derramar sangre estaba en mis genes, sin duda, eso nadie lo podía cambiar, incluso ni yo si lo quisiera hacer, pero de todas maneras nunca lo deseé. A pesar de todo eso, mi única distracción eran las carreras. Mi lugar y el momento especial era allí en ese sitio, en una calle desierta, mientras espera mi moto por mí para hacerla correr sobre el asfalto.
Mi padre incluso me apoyo en algún momento cuando mi madre se opuso a que siguiera corriendo. Lo vio como algo normal, como cualquier otro joven que lo único que desea es divertirse, pues él también tuvo su momento, así me lo dijo.
No sé en qué momento cambio todo, yo lo obedecí cuando me dijo que solamente podía tomar las carreras para diversión, no para dedicarme a ellas porque yo tenía una responsabilidad con mi organización y no podía depender de algo que a futuro no le traería nada favorable. Pero ahora, todo ha cambiado.
Él ya eligió, y yo también lo hice, y está vez ya no será como antes. No caminaré a su lado como un cachorro sigue a su líder, no volveré a recibir una autoridad suya, pues he decidido volver a New York, y vengar lo que el enemigo me daño, a mi madre.
Mi lado dócil se esconderá y saldrá otro que nadie está acostumbrado a ver, ni siquiera mi familia. Me arrojaré de cabeza a esas profundidades, y seguiré la corriente hasta lo más oscuro de mi alma.