Prólogo
Estar en una casa rodeada de lobos y vampiros no es normal, y se preguntarán, ¿quién eres tú?
Pues yo soy Zuani Dhall, una chica normal con ojos grises y cabello negro que siente una gran afición por la lectura.
Soplo un mechón de pelo que cae por mi frente. Algo más de mí es que tengo diecinueve años, vengo de padres cambiaformas y tengo a un vampiro, una demonio y un hombre lobo como hermanos, siendo yo la única humana.
¿Espectacular, cierto? Al parecer soy la única que va a envejecer, aunque para ser yo una humana me mantengo tanto en forma como puedo.
Y la cuestión aquí es: ¿cómo no estarlo? si tengo que soportar semejantes entrenamientos de defensa y ataque por parte de mi padre quien no tiene piedad alguna cuando nos está entrenando.
Esquivo uno de sus golpes que iban justo a mis costillas y trato de llevar mi puñal tan rápido como puedo a su cuello, él sonríe cínico y enreda sus pies en mis piernas tumbandome totalmente al suelo, su pie izquierdo se posa en el aire sobre mi cuello y me mira directo a los ojos -Aún te falta practicar más si quieres salir de aquí e ir a una universidad afuera, Zuani-sus ojos azules brillan con intensidad y me da la mano para levantarme.
-Supongo.
-Ve a descansar, suficiente por hoy -doy una sonrisa de boca cerrada y camino hasta las gradas.
Uno de mis más grandes deseos es poder estudiar en una universidad fuera de aquí, no lejos, pero fuera.
Me gustaría ver como es la vida de los demás, como me tratarían las personas al verme como una persona más y no como la hija del Alpha o como la chica Dhall.
Soy rara por desear algo tan normal cuando lo tengo todo, pero sin entender el porqué, sé que mi vida será más interesante si lo hago.