La fábrica textil, nuestro universo, soltó una bomba: una beca para estudiar arte en España. Era un sueño, la única vía para escapar de una vida ya escrita.
Pero el mundo se me vino encima cuando, buscando consuelo en mi novio Mateo, escuché algo que me congeló: él, susurrándole a su prima Camila que mi talento era "local", que el verdadero puesto era para ella, conseguido con sobornos.
Regresé a la sala con el alma hecha pedazos, justo a tiempo para escuchar lo impensable: "Y la persona seleccionada es... Sofía Martínez." La ironía era cruel.
