Era el chef Miguel Ángel, con un restaurante exitoso en el corazón de la Ciudad de México y lo que creía era una vida perfecta junto a la mujer de mis sueños.
Pero, el día de nuestro aniversario, mi mundo se hizo pedazos cuando descubrí a mi esposa Sofía en la cama con mi asistente, Diego, en un hotel de Cancún que yo mismo había reservado.
Escuché sus risas y susurros, sus planes para usarme, sus burlas sobre mi ingenuidad, mientras me paralizaba en el umbral, sintiendo cómo el frío congelaba mi alma.
