La vida de Celia era normal, antes de que William Liu entrara en ella. Gracias a su trabajo duro, ella logró convertirse en la Directora Ejecutiva de una compañía que cotizaba en la bolsa.
Pese a tener una carrera muy exitosa, su vida amorosa era inexistente, sin embargo, ella no le daba importancia a ese tema. Además, constantemente mostraba su fuerza y poder en el trabajo, por lo que ningún hombre se atrevía a expresarle su amor, pero, su vida cambió por completo con la llegada de William.
Él era un empleado como cualquier otro que pertenecía al departamento de personal. Su historia de amor comenzó cuando él la salvó, convirtiéndose así en un verdadero cliché. Él era un hombre realmente apuesto, por ello, Celia se enamoró de él con tan solo verlo, no obstante, ella temía expresar sus sentimientos porque estaba consciente de que, en cuanto a la apariencia física, ellos no encajaban. Entonces, cuando estaba por olvidarse de él, William le confesó su amor. En consecuencia, su mundo entero cambió, dejó de ser ella misma y, lentamente, comenzó a perder el interés en su trabajo y en todo lo demás.
Rápidamente, empezó a creer que, quizás, William era el hombre que había estado esperando durante más de 30 años.
Luego, hizo lo mejor que pudo para promoverlo a gerente de personal, puesto que, no soportaba verlo trabajar en una posición por debajo de ella, aunado a ello, Celia también le dio dinero y todo lo que él necesitaba porque verlo feliz, la hacía feliz a ella.
Aun con todo eso, él desapareció el día de su boda, dejándola consternada. En un momento, el anfitrión anunció que el novio había preparado una sorpresa para ella, al segundo siguiente, insertó una memoria portátil en la computadora.
De esa manera, el video fue reproducido en presencia todos los amigos y familiares de la novia. En la enorme pantalla, apareció el rostro encantador de William. "Lo siento, pero eres demasiado fea para mí. La verdad es que prefiero a Evelyn", dijo, mostrando una sonrisa petulante. Ante tal confesión, todos los presentes dejaron escapar un grito ahogado.
Por su parte, Celia sintió que sus piernas perdían la fuerza y que caería en cualquier momento, así que, para evitar caer al piso, tuvo que sostenerse contra la pared. Aquello fue una enorme humillación para ella, y lo que era aún peor es que Evelyn Lin era su única mejor amiga.
De hecho, ella sabía que su prometido y su amiga eran muy cercanos pero, debido a la confianza que les tenía, jamás dudó de ellos. Sin embargo, en ese momento, se sentía como una completa idiota por no haberse dado cuenta de la verdad: Aquel hombre tan miserable le había robado dinero para vivir una buena vida junto a su mejor amiga.
Así que, la ceremonia de boda resultó ser un absoluto desastre. Ella comenzó a ver todo borroso, después de que el video fue reproducido. Y, sin que nadie lo notara, decidió irse al hotel más cercano, dado que, lo único que quería hacer era permanecer en un lugar tranquilo para poder calmarse.
Pese a que aquella traición la impactó y la golpeó con fuerza, ella no viviría como una persona débil, la vida debía continuar, y ella estaba decidida a dejar atrás ese horrible día. Con esos pensamientos dando vueltas en su cabeza, ella cruzó la carretera, en consecuencia, no se molestó en mirar a los lados antes de hacerlo. Entonces, un enorme camión la atropelló, salpicando de sangre todo el lugar.
Tras despertar, Celia no tenía idea de dónde se encontraba.
Un pegajoso edredón la cubría, haciéndola sentirse incómoda, luego, abrió los ojos y se sentó, ella quería inspeccionar su alrededor. Así, descubrió que se encontraba en una habitación oscura y húmeda, en la cual oía a moho. Pegados en la pared, había carteles de cuatro superestrellas masculinas y una femenina: Emily Zhou. Estos estaban oscuros y en muy mal estado, también, colgaba un almanaque en la parte inferior de ellos. Al notar la fecha que se marcaba en este, Celia dejó escapar un jadeo, pues, según eso, la fecha del día en que se encontraba era el 8 de julio de 1995.
Junto a la cama había una mesa sencilla y, sobre esta, había un espejo roto. Cuando se miró allí, Celia quedó estupefacta al descubrir que no era su rostro.
La chica que se mostraba en el espejo no podía ser mayor de dieciocho años, también era bonita y elegante, aún sin maquillaje. De hecho, podría resumirse como la personificación de la belleza, era lo opuesto totalmente a la mujer que ella solía ser.
'¿Quién se supone que soy? ¿Dónde es este lugar? ¿Qué me está sucediendo?', se preguntó, bastante preocupada.
No obstante, sus pensamientos fueron interrumpidos por un ruido que provenía del exterior.
Por consiguiente, queriendo saber lo que sucedía, se bajó de la cama rápidamente y, con cuidado, abrió la puerta. De esa manera, descubrió a una mujer de mediana edad que se encontraba arrodillada frente a una horrible anciana. A su lado estaban dos mujeres de mediana edad, con una expresión petulante.
Al instante, el sonido que hizo Celia al abrir la puerta las sobresaltó, entonces, la delgada mujer que se encontraba arrodillada en el piso se levantó inmediatamente, mientras lloraba, llena de alegría. Luego, tomó la mano de la chica, y exclamó: "¡Finalmente despertaste! Puedes decirle a tu madre si te sientes incómoda".
"¿Mamá?", preguntó Celia, frunciendo el ceño y mirando confundida a la mujer frente a ella. Después, de manera mecánica, dijo: "No, yo no soy...".
¡Ella estaba completamente estupefacta!
Tenía un dolor de cabeza increíble, debido a que su cerebro estaba en completo caos y, luego, todo se aclaró.
Tras el accidente automovilístico, ella renació como una chica de 18 años que resultó tener el mismo nombre que ella, esta chica ya no tenía nada más en su familia.
Su padre había muerto el día que ella nació, por ello, fue considerada el desastre de su familia. Por ende, durante los últimos dieciocho años, ella tuvo una vida difícil, con nada más que su madre que pudiera darle amor, de no haber tenido a su progenitora, quien la amaba mucho, Celia Tang creía que habría sido capaz de suicidarse.
Sentadas en la sala central se encontraban su abuela, junto a sus otras dos nueras: Lucy y Mary, quienes, a su vez, eran sus tías.
La principal razón de aquel conflicto era que el hijo de Lucy, Wade Tang, iba a comenzar la escuela secundaria, no obstante, la familia no se podía permitir pagar la matrícula de estudio. Por ello, estaban teniendo un debate, un tanto subido de tono, pues, querían que Celia se casara con el hijo del jefe del pueblo vecino, Harold Li.
Esas personas estaban dispuestas a darle quinientos dólares como pago por aquella unión, lo que podría cubrir, fácilmente, la matrícula de Wade.
Por su parte, Celia no estaba en contra del matrimonio, puesto que, su vida en esa casa era realmente miserable. De hecho, sin dudarlo, ella se casaría con cualquier otro hombre normal, pero Harold había sido diagnosticado con poliomielitis después de su nacimiento y no podía cuidarse solo, ya que, dicha enfermedad atacaba su médula espinal, ocasionándole atrofia muscular y parálisis. Por esa razón, si ella llegaba a casarse con él, no tendría más que una vida desesperada.
Por tal motivo, la chica había hecho todo lo posible para poder salir de aquella situación. De cualquier manera, nadie prestó la más mínima atención, ni a Celia, ni a las protestas de su madre, dado que, sus palabras tenían muy poco valor en esa casa. En vista de que no podía escapar de aquel matrimonio, la chica se vio obligada a suicidarse, sin embargo, su madre, Wendy Zhang, pudo rescatarla a tiempo, salvándole la vida.
"¿Cómo pudiste atreverte a saltar al río? ¿Acaso no crees que nuestra ya está lo suficientemente humillada? ¡Fuimos nosotros quienes te criamos y cuidamos de ti! Ahora tu primo no tiene dinero para poder asistir a la escuela. Entonces, el jefe del pueblo vino a verte y te pidió que te casaras con su hijo, ¿cuál es el problema con eso? ¡Sé todo acerca de tu mal comportamiento! ¡Te estás haciendo mayor y, sin embargo, tu conducta hacia los ancianos es horrible! Es por todo eso que no podrás encontrar a nadie más con quien puedas casarte. Así que, ¡esto es lo mejor que puedes hacer!", escupió su abuela amargamente, mientras la miraba.
Por otro lado, su madre se arrodilló en el piso y comenzó a llorar, al tiempo que exclamaba: "Mamá, por poco Celia muere hoy. Por favor, no le hagas esto, déjala tranquila. Nada de eso es cierto, ella es mi hija, y la conozco muy bien. Puede que la familia Li sea millonaria, pero debes saber que Harold no es una persona normal. Es por eso que, si ella se casa con él, la vida que tendrá será igual a la de una viuda. No puedes destruir la felicidad de Celia, tan solo por el hecho de que Wade debe ir a la escuela...".
"¡Cállate! No quiero volver a discutir acerca de este tema. Si, por tu culpa, la educación de Wade se retrasa, las consecuencias serán desastrosas", dijo la abuela, ferozmente. De esa manera, se hizo más que evidente que no tenía ningún sentido intentar negociar.
"¡Yo no voy a casarme con él!", dijo Celia, con firmeza. Hasta el momento, ella había podido descifrar lo que sucedió.
Siendo Directora Ejecutiva de una de las empresas más importantes a nivel mundial, Celia no era una tonta a quien se le pudiese intimidar tan fácilmente. Puede que su antiguo cuerpo hubiese sido destruido, pero su mente y alma habían renacido, por esa razón, seguiría siendo la misma mujer que no le tenía miedo a absolutamente nada.
"¿Que no te casarás con él? ¡Ni tú, ni tu madre tienen ningún derecho a hablar en la familia Tang!", afirmó la abuela, con el rostro ensombrecido. Le era imposible creer que esa chica hubiese sido capaz de hablar con tanta arrogancia frente a ella.
"Mamá, no pasa nada si no se casa. Conseguiremos alguna otra manera de pagar la educación de Wade. Después de todo, si este drama se extiende, las personas del pueblo se burlarán de nuestra familia, entonces, quizás hasta podrían pedirnos que abandonemos D Village", dijo Lucy, dedicándole una mirada venenosa a Celia.
"Sí, tienes razón. Esto no es bueno para nuestra reputación, y mi hija Maggie también tiene que casarse. De cualquier manera, Wendy y su hija no pueden quedarse aquí por más tiempo, ninguno de nosotros tiene el dinero suficiente como para alimentar dos estómagos más", dijo Mary, sin mostrar ni una pizca de empatía.
"Lucy, Mary, no pueden hacernos esto. ¿Qué vamos a hacer si nos echan? ¡Nosotras no tenemos un lugar para vivir! ¡Este es mi único hogar!", exclamó Wendy, llorando y suplicando. Luego, se arrodilló frente a la abuela, y le pidió: "Mamá, sabes lo desamparada que estoy. ¡Por favor, ayúdame!".
"¡Deja de pedirme ayuda! Además, ¿qué hace Andy visitando siempre esta casa? ¡No te atrevas a pensar que no sé lo que haces a mis espaldas! Últimamente, has estado teniendo muchas náuseas. Para ser honesta, sospecho que puedes estar embarazada de ese bastardo". La abuela estaba difamando a Wendy.