NOEMÍ GOTRHIC
A mis 18 años y tras mi graduación de la secundaria, mi hermano Saúl, de tan solo tres años, fue diagnosticado con el espectro autista de mi madre, quien ya luchaba con la enfermedad de Parkinson del abuelo.
Mi madre no pudo soportarlo y un día, cuando salí a visitar universidades con mi amiga Dulce, al volver tan solo encontré a mi hermano en el suelo de la cocina con todos sus juguetes y una nota sobre la isla de esta. Mi madre la dejó como despedida para mí.
-Lo siento Noemí, no puedo más, cuando tu padre me dejó sola contigo, hice lo mejor que pude para sacarte adelante, fue difícil, pero considero que te has convertido en una gran mujer»
«Con el diagnóstico de mi padre, quise seguir siendo fuerte y, cuando tu hermano nació y su papá murió, seguí intentándolo, pero ya no puedo más. El trastorno de tu hermano y la enfermedad de mi padre me sobrepasan, lo siento, pero no volveré.
« Te dejé algo de dinero, pagué dos meses de renta y la despensa llena, eso los ayudará unos meses. Si sientes que es demasiado, lleva a tu hermano a un orfanato y a tu abuelo a un albergue.
«nadie te juzgará si lo haces, eres una mujer que comienza su vida y estás por entrar a la universidad, decide tu futuro y espero que algún día puedas a perdonar a tu madre, te quiere mucho tu madre Natalie -esa fue la nota que mi madre dejo el día que se fue de mi vida y la de mi hermano, del abuelo se despidió en persona, sin embargo, él no podía hacer nada para detenerla, ya es mayor y por su condición no podía seguirla.
Ese día tome todos los folletos de las universidades y los arroje a la basura, me acerque a mi hermano y tras jugar con él lo lleve a tomar una ducha y luego de arreglarlo, prepare la cena para los tres, tras deja a Saúl listo para cenar fui por mi abuelo y lo ayude a bajar a cenar.
El abuelo tiene Parkinson, al comer hace un desastre siempre yo trato de ayudarlo, pero es muy testarudo y lucha para hacerlo solo. Así que lo dejo comer solo, así luego pasé toda la noche limpiando la mesa, pero es que insisto, que se altera y todo empeora. Saúl se asusta, así que mejor le sigo la corriente lo mejor que puedo.
El abuelo fue diagnosticado hace cinco años, mi hermano aún no nacía y mi mamá y su pareja el papá de Saúl hicieron lo mejor que pudieron para ayudarlo, él va a terapias y seguimos todas las indicaciones del médico, pero es algo que no tiene cura e irremediablemente irá empeorando.
Sé que mi mamá ha pasado por muchas cosas y entiendo que se sintiera agotada, pero ¿abandonar a Saúl?, era tan solo un Bebé de tres años, a mi pequeño príncipe le cuesta comunicarse, actualmente tiene ya cinco años y hace dos años que mamá se fue y no supimos nunca más de ella.
Yo no entre a la universidad, hice algunos cursos de cocina y repostería y trabajo desde casa, hago comida y postre, los llevo a domicilio, bueno mi amiga Dulce los entrega ella si entro a la universidad de medicina, así que entrega los pedidos por las tardes y yo los preparo por la mañana.
Así estoy todo el tiempo al pendiente del abuelo y de Saúl, ambos reciben la ayuda que necesitan, pero a veces me pregunto donde estará mi madre y si alguna vez piensa en nosotros.
Nunca supe quién es mi padre a pesar de que llevo su apellido Gothric. No tengo ni la menor idea de quién es. El abuelo, cuando estaba bien de salud, me contó a mis quince años que el engaño a mi mamá, que vivieron juntos dos años, cuando él estuvo en el país y de esa relación nací yo.
«que cuando yo tenía dos meses mi padre le reveló a mi madre que estaba casado y debía regresar a su país, eso la destrozo al punto que se deprimió un año entero»
«En ese año de depresión mi abuelo fue el que me cuido y luego mi mamá se recuperó y volvió a cuidar de mí y del abuelo, éramos los tres contra el mundo hasta que un día mi mamá nos presentó a su novio»
«un hombre muy trabajador y que nos ayudaba mucho, meses después ella quedó embarazada y el trabajo el doble para darle todo a ella y a mi hermano, pero el día que Saúl nació él salió corriendo del trabajo y cruzo la calle sin fijarse un auto lo atropello y entonces mi mamá cayó en una profunda depresión posparto»
« cuidé a Saúl, durante más de un año hasta que mi mamá pudo cuidarlo sin pensar en la muerte de su amado, pero ella al final se dio por vencida al saber que Saúl es autista, pensé que ella se iría por un tiempo y volvería ya recuperada, pensé que era depresión otra vez, pero ya han pasado 2 años y no se nada de ella.
El abuelo aunque cumple con sus terapias y yo trabajo duro para costear todos los medicamentos que necesita, su enfermedad sigue avanzado y el médico me dice que la demencia es algo que no podemos evitar, que en cualquier momento él ya no será mi dulce abuelo.
Mi abuelo puede tornarse agresivo o malcriado, me recomendó internarlo, pero no tengo el corazón para hacerlo, supongo que si algo pasa ahí tomaré la decisión, mientras el abuelo nos reconozca y no sea agresivo, no lo voy a alejar de Saúl ni de mí.
Saúl, que ya cumplió cinco años, va al colegio y, aunque no habla, solo tararea canciones o hace ruidos que he aprendido a interpretar. Es un niño muy listo, hace su tarea solo, aunque no me dice nada. Dibuja y escribe, lo quiero mucho, él y mi abuelo son mi razón de ser, mi más grande y puro amor.