Rechazando al Alfa
img img Rechazando al Alfa img Capítulo 8 Armario del conserje
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Capítulo 10 Un desastre de cena img
Capítulo 11 Una ruptura pública img
Capítulo 12 Día de entrenamiento img
Capítulo 13 El torneo img
Capítulo 14 Algunas respuestas img
Capítulo 15 Sorpresa img
Capítulo 16 Noche de chicas img
Capítulo 17 Una pequeña fiesta img
Capítulo 18 Alfa perdido img
Capítulo 19 Julián al rescate img
Capítulo 20 Resaca y consecuencias img
Capítulo 21 Una cena incómoda img
Capítulo 22 Un momento juntos img
Capítulo 23 Compañero de combate img
Capítulo 24 Más preguntas que respuestas img
Capítulo 25 Un visitante inesperado img
Capítulo 26 La orden del Alfa img
Capítulo 27 Un aliado improbable img
Capítulo 28 Una aventura de medianoche img
Capítulo 29 Tregua img
Capítulo 30 La habitación de Julián img
Capítulo 31 Un desacuerdo img
Capítulo 32 El secreto de David img
Capítulo 33 La biblioteca img
Capítulo 34 La visita de Jonás img
Capítulo 35 Garra de Diamante img
Capítulo 36 La realización de David img
Capítulo 37 Una tregua img
Capítulo 38 Recuerdos img
Capítulo 39 El conocimiento de Beta img
Capítulo 40 El periódico img
Capítulo 41 La habitación de Alba img
Capítulo 42 La mañana siguiente img
Capítulo 43 Cena img
Capítulo 44 Los celos de un amigo img
Capítulo 45 El teatro img
Capítulo 46 Batalla de miradas img
Capítulo 47 Un encuentro extraño img
Capítulo 48 Una silla rota img
Capítulo 49 Conversaciones que se calientan img
Capítulo 50 Seguridad Actualizada img
Capítulo 51 Precumpleaños img
Capítulo 52 Servicio VIP img
Capítulo 53 Encuentros poco placenteros img
Capítulo 54 Buscando respuestas img
Capítulo 55 Una cita img
Capítulo 56 La decisión de Julián img
Capítulo 57 Una profecía img
Capítulo 58 Viaje al hotel img
Capítulo 59 Fiesta de pijamas img
Capítulo 60 Ducharse Juntos img
Capítulo 61 La ropa de Julián img
Capítulo 62 Un sueño maravilloso img
Capítulo 63 Julián y Blaze img
Capítulo 64 Delicia matutina img
Capítulo 65 Jonás Interrumpe img
Capítulo 66 De regreso img
Capítulo 67 Casa img
Capítulo 68 Recordando img
Capítulo 69 Beta y Gamma img
Capítulo 70 Decisión en grupo img
Capítulo 71 Baño de burbujas img
Capítulo 72 La confesión de Julia img
Capítulo 73 Negro img
Capítulo 74 El primer Cambio img
Capítulo 75 Juego Alfa img
Capítulo 76 Jonás img
Capítulo 77 Un nuevo Beta y Gamma img
Capítulo 78 Encuentro interesante img
Capítulo 79 Correr a la luz de la Luna img
Capítulo 80 Simón Carrizo img
Capítulo 81 Planeando un evento img
Capítulo 82 El nuevo plan de Jonás img
Capítulo 83 La tortura de estela img
Capítulo 84 Clara Martínez img
Capítulo 85 Estela en camino plateado img
Capítulo 86 Solo una palabra img
Capítulo 87 Un roble img
Capítulo 88 Vestidos y Regalos img
Capítulo 89 Amantes img
Capítulo 90 Miembros del consejo img
Capítulo 91 Llamada de confirmación img
Capítulo 92 Un Baile img
Capítulo 93 Un paseo por el bosque img
Capítulo 94 Una noche perfecta img
Capítulo 95 Al día siguiente img
Capítulo 96 El regreso de Blaze img
Capítulo 97 Al atardecer img
Capítulo 98 La cabaña img
Capítulo 99 Camino Plateado img
Capítulo 100 DARCY img
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Capítulo 8 Armario del conserje

Capítulo 8

Julián

"¿Por qué te alejas? Deberíamos matarlo por creer que puede tocar a Alba", gruñe Blaze desde mi mente. Si hubiera dejado que Blaze tuviera el control en el patio, el chucho habría muerto al instante.

"Sabes que no puedo hacer eso. ¿Sabes quién es el padre de David?". Le pregunto al lobo cabreado que se pasea por mi mente, y puedo sentir su frustración por estar atrapado aquí mientras otro hombre está cerca de lo que considera suyo.

"No me importa si es un santo. Tiene que morir por tocar a Alba", Blaze vuelve a echar humo, negándose a ver el panorama general.

"El padre de David es miembro del consejo; tenemos que ser cautelosos con nuestras interacciones con él", le digo al lobo furioso, que prácticamente echa espuma por la boca.

"¿Así que tiene a papá protegiéndolo?", pregunta Blaze, que por fin empieza a ver la razón de mi calma.

"Por ahora", es todo lo que le respondo a Blaze. Ahora tiene la protección de su padre, pero encontraré la forma de evitarlo. Tengo que averiguar cómo, pero encontraré la manera. Blaze parece satisfecho con mi respuesta de retirarse hasta que escucha el final de la conversación de Eduardo y Armando y se cabrea de nuevo.

"Muy bien, Armando, tu madre tenía razón Alba se ha puesto buena mientras no estábamos; hasta se ha echado un noviecito". Como aquel día bajo el Sauce hace muchos años, Blaze había tomado el control de mi cuerpo. Mi mano agarra a Eduardo por el cuello antes de estamparlo contra los casilleros dejándole sin aliento.

"No llames a ese chucho novio de Alba, ¿entendido?". Blaze gruñe, mis ojos negros como el carbón se clavan en los suyos grises llenos de miedo. Mis manos le rodean la garganta, dejándole respirar lo justo para que diga las palabras "Sí, Alfa". Antes de dejarlo caer al suelo y alejarme, sin prestar atención a las miradas de preocupación de Armando mientras me alejo de ellos. Necesito encontrar un lugar tranquilo donde esconderme. Un lugar donde calmarme antes de que Blaze estalle y mate a todos los lobos sin pareja de este edificio. Vi la forma en que los otros chicos reaccionaron ante el nuevo estilo de Alba.

Aunque quería arrancarles sus ojos lujuriosos, no pude evitar apreciar la belleza que estaban mirando. Alba es tan hermosa como la recuerdo, con sus ojos hechizándome repetidamente. La idea de que otro hombre los posea enloquece de celos a Blaze.

"Siempre podríamos marcarla..." Blaze ofrece, dejando que la idea en el aire. Tras unos minutos sentado en el armario del conserje, reflexiono sobre las ramificaciones de marcar a Alba. Decido que es éticamente incorrecto y que no merece la pena complicarse.

"No podemos hacerle eso. Puede que no nos pertenezca", le contesto con voz derrotada. Por mucho que haya intentado culpar a Blaze de mi obsesión por Alba, no era sólo él quien se sentía así. En realidad, yo estaba obsesionado con ella desde aquella primera charla en el despacho de mi padre.

"No me digas, sherlock", gruñe Blaze en respuesta, "ambos fuimos suyos desde ese primer encuentro, como ella es nuestra ahora. Te lo digo, Alba es nuestra". Su voz es tan definitiva, como si estuviera tan seguro de que es nuestra pareja cuando aún no ha cumplido los dieciocho.

"Estoy cien por cien seguro", dice Blaze en un intento de argumentar a favor de marcar a Alba sin que ella lo quiera.

"NO, se acabó", le grito, con la esperanza de poner fin a esta conversación y acabar con cualquier idea que tenga sobre marcar a Alba.

"Estúpido humano", murmura, escabulléndose de vuelta a las esquinas más lejanas en mi cabeza refunfuñando todo el camino. Con Blaze escondido, por fin puedo dar gracias a la Diosa por un poco de paz.

*****************

No sé cuánto tiempo llevo sentado en este armario, Armando ha intentado llegar a mí a través del enlace mental, pero lo bloqueo. No quiero lidiar con su juicio silencioso en este momento. En lugar de eso, prefiero pensar en lo mucho que ha cambiado Alba durante el verano; hay algo diferente en ella. Casi despreocupada, como cuando se mudó por primera vez a Eclipse. ¿Tuve yo algo que ver con su nuevo aspecto y actitud? ¿Qué ha pasado en mi ausencia?

Como si mis pensamientos la llamaran, percibo el aroma a canela de su perfume y el sonido de sus zapatillas por el pasillo. Reconocería ese sonido en cualquier parte. Antes de darme cuenta, abro de golpe la puerta del armario del conserje y meto a Alba en la oscura habitación. La estampo contra la pared con una mano apoyada en su cadera mientras con la otra la mantengo enjaulada entre la pared y yo.

"¿Qué demonios?" pregunta Alba, con la voz un poco temblorosa por el susto. "Julián, ¿qué coño estás haciendo? Suéltame".

"No", es todo lo que digo hasta que huelo a ese chucho David pegado a su piel, lo que me hace erizarme. A Blaze ni siquiera le molesta el olor de David sobre su preciosa Alba. Está jadeando como un cachorro teniéndola tan cerca de nosotros con mi mano en su cadera. "¿Por qué te huelo a ese puto chucho?".

"En serio, Julián, ¿cuál es el problema?", desvía mi pregunta haciendo una propia.

"Es la segunda vez que me llamas, Julián. Que no haya una tercera rollito", le digo mientras acerco mi cara a la suya, sin dejar de mirarla. Su aroma se arremolina a mi alrededor, empujándome a besar sus labios con fuerza contundente, pero no lo hago.

"Dejaré de llamarte Julián cuando tú dejes de llamarme rollito", dice cruzando los brazos sobre el pecho y poniendo cara de aburrimiento.

Cuando acerco mis labios a su oreja, oigo cómo su corazón empieza a acelerarse y veo cómo su respiración se vuelve superficial. Blaze se emociona, sabiendo que Alba está tan afectada por nuestra presencia como nosotros por ella. "Nunca dejaré de llamarte rollito".

"Entonces parece que estamos en un punto muerto. ¿Puedes dejarme ir ya?", pregunta ella, mirando hacia la salida de este confinado armario.

"No", es todo lo que digo, sin sentir la necesidad de dar más explicaciones. Rara vez tengo que dar explicaciones a los demás. Al fin y al cabo, soy el próximo Alfa.

"¿Qué quieres? Me pregunta dando golpecitos con el pie, con los brazos cruzados.

"Responde a mi pregunta. ¿Por qué hueles como David?"

"Quizá él y yo nos enrollamos en el cuarto de las escobas al final del pasillo", dice Alba encogiéndose de hombros y con una sonrisa burlona en los labios. Su respuesta trae a Blaze al frente sin previo aviso mientras le agarra la barbilla para que le mire a los ojos.

"No juegues más con mi paciencia, rollito, y sólo dime lo que quiero saber", le gruñe, pero ella no parece temer a Blaze como los otros lobos de la manada. Para ser una Omega, seguro que no se ha comportado como tal últimamente.

"Tenemos todas las clases juntos, y almorzamos juntos", dice ¿Así que ahora va a estar cerca de este idiota todo el día, todos los días? De ninguna manera permitiría que eso sucediera.

"Entonces cambia tu horario. No te quiero cerca, David. No sabemos nada de él y no me fío", digo con un tono de voz cortante, esperando que mi aura de Alfa la haga obedecer.

"Ya no puedes tomar esas decisiones por mí, Julián", dice, poniendo las manos en mi pecho para distanciarnos. La sensación de sus manos sobre mí me distrae; apenas escucho lo que dice. Sin embargo, Blaze sí lo hace y no se alegra de que no haga lo que le digo.

"Alba, no te lo diré otra vez. Deja las clases y coge otras", le digo quitándole las manos del pecho y sujetándoselas por encima de la cabeza y contra la pared, con mis labios a escasos centímetros de los suyos.

"No lo haré, Julián; necesito esas clases o no me graduaré a final de curso. Salir de aquí todo un año antes es más valioso para mí que tu ego de Alfa". Me dice. Mientras me aprieto contra su cuerpo, estoy seguro de que puede sentir lo duro que estoy, pero no me importa.

"¿Qué quieres decir con que te vas pronto?" Pregunto; Blaze y yo estamos ansiosos de que vaya a dejar la manada.

"Acabo de hablar con el director y el orientador. Tengo créditos más que suficientes para graduarme antes. Tengo suficientes para graduarme ahora mismo si quiero de todos los créditos que tengo", dice encogiéndose de hombros, sin que parezca preocuparle la idea de dejar Eclipse o de dejarme a mí.

"Ya lo veremos", es todo lo que le digo. Salgo rápidamente del armario antes de hacer algo de lo que me arrepiento: dejarla sola en el cuarto oscuro.

"Marcarla ya no parece tan malo, ¿verdad?". Blaze se regodea antes de volver al rincón de mi mente.

No suena nada mal.

            
            

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