Capítulo 4 4

"¿Puedo ayudarle?" Pregunto mientras miro hacia arriba y miro directamente a los ojos del Sr. García.

Regresó.

"Hola", dice con su voz profunda.

El aire entre nosotros haciendo eso otra vez... electricidad y mariposas, todo en uno.

"¿Has vuelto por más de mi gran café?" sonrío

Me da una sonrisa lenta y sexy. "Soy."

Abril

"Bueno..." Dejo caer mis hombros y me mantengo erguido, mientras trato de actuar tranquilo. "¿Le puedo ayudar en algo?"

La diversión parpadea en su rostro. "Tomaré un doble macchiato, por favor".

"Por supuesto." Lo escribo en la computadora y luego lo miro. "¿Eso seria todo?"

Sus ojos sostienen los míos. "Por ahora."

Ruedo mis labios mientras trato de esconder mi sonrisa. ¿Por qué todo lo que sale de su boca suena sexy?

Por ahora no es teóricamente una frase candente.

Lance mira por encima de mi hombro para ver la pantalla. "Está bien, Lance, al Sr. García le gusta cuando preparo su café," digo mientras trato de mantener la cara seria.

La frente de Sebastian se arruga, y sé que se está encogiendo por dentro. Ja, ja, esto es clásico. Oh bien. Eso le enseñará por tirar mi café ayer.

"Está bien, está bien", dice Lance, reemplazándome en la caja registradora.

Me dirijo a la máquina de café y tengo muchas ganas de estallar en carcajadas. Soy una mierda en esto, no es divertido. Bien. ¿Qué hago de nuevo? Esta máquina de café es tan confusa.

Miro por encima del hombro para ver al Sr. García esperando pacientemente mientras me observa. Sus manos están metidas en los bolsillos de los pantalones de su traje gris. Lleva una camisa color crema hoy, y realmente hace que su cabello oscuro se destaque.

Me da una sonrisa suave, y yo le devuelvo la sonrisa.

Él es realmente soñador.

Preparo su café y me vuelvo hacia él. "Aquí tienes."

"Gracias." Lo toma y baja la cabeza. "Que tenga un lindo día."

Lo haré, ahora que te he visto.

"Tú también," sonrío.

Se da la vuelta y sale de la tienda. Tomo un paño de limpieza y prácticamente corro al frente del café para espiarlo a través de la ventana. Sale a la calle y cruza la calle. Observo mientras toma un sorbo, hace una mueca y arruga la cara.

Lo odia.

Me río.

Toma otro sorbo y luego, con un movimiento de cabeza, lo tira a la basura.

Me echo a reír y vuelvo al escritorio de los cajeros.

"¿Que es tan gracioso?" pregunta Lanza.

"Ese tipo."

"¿Quién, el tipo italiano?"

"Sí, el hermoso. Aunque no creo que sea italiano.

Es un poco viejo para ti, ¿no? ¿Qué hay de él?"

"Él no es demasiado mayor para mí, y odia mi café".

"¿Y?"

"Odia mi café y, sin embargo, volvió".

Lanza frunce el ceño. "No lo entiendo".

Abro mucho los ojos, Lance no puede ser tan despistado. "Bueno, si no le gusta mi café y volvió, significa que viene a verme, ¿no?"

"Tal vez solo trabaja cerca, y este lugar es conveniente".

"Tal vez." Sonrío mientras limpio el mostrador. "Ya veremos mañana, ¿no?" Sonrío mientras reorganizo los menús. "Si regresa mañana, es una confirmación definitiva de que vendrá a verme".

"Ustedes, las mujeres, y su mente jode". Lance rueda los ojos. Si te gusta, ¿por qué no lo invitas a salir? No tienes que obligar al pobre bastardo a beber tu café con gasolina.

Me río al recordar el disgusto en su rostro.

Realmente soy una perra divertida.

Exhalo pesadamente y miro el letrero sobre la puerta.

CLUB

EXÓTICO

No puedo creer que realmente esté haciendo esto. Ni siquiera he estado en un club de caballeros antes, y mucho menos he considerado trabajar en uno.

Está bien. Está jodidamente bien.

No lo es, ni mucho menos, pero no puedo vivir donde estoy por mucho más tiempo. Penelope y su Rave Cave me tienen volviendo loco. Empujo el gran pomo de latón de la pesada puerta negra y entro.

Instantáneamente, mis sentidos se sobrecargan con lujo, paredes de carbón oscuro, candelabros enormes e increíbles espejos dorados que cuelgan como obras de arte.

"Hola", dice una linda chica rubia con una sonrisa. "Soy Anne-Marie".

"Hola." Agarro la carpeta de mi currículum con una fuerza de nudillos blancos.

Correr. Huye de una puta vez, ahora mismo.

Oh, diablos, ¿qué estoy haciendo aquí? Creo que voy a vomitar.

Me trago el nudo en mi garganta para tratar de empujar algún tipo de oración más allá de mis labios. "H-hola. soy abril Estoy aquí para una entrevista.

Anne-Marie mira su portapapeles y marca mi nombre. "Excelente. Por aquí, por favor, April.

Se da la vuelta y se aleja caminando por el club. La sigo, mirándola de arriba abajo.

Ella es hermosa y se ve tan glamorosa con su vestido negro, de punto, de cuello alto y ajustado. Como una mujer de negocios sexy e inteligente o algo así. ¿Cómo camina con zapatos tan altos?

Abre una puerta a una sala de espera de algún tipo. Hay una chica sentada sola en la esquina y nos mira con una sonrisa tímida.

"Toma asiento aquí. Porsha estará contigo en breve", sonríe Anne-Marie.

"Gracias."

Me siento en el asiento más cercano y Anne-Marie desaparece, la puerta se cierra detrás de ella. La habitación se queda en silencio, y arrastro mis ojos hacia la otra chica que está esperando. Ella me da una sonrisa torcida.

"Hola", digo en voz baja.

"Hola."

Nos quedamos en silencio de nuevo, y finalmente susurra: "¿Qué diablos estoy haciendo aquí?"

"Lo sé. Yo también."

Ella se mueve para sentarse a mi lado para que nadie pueda escucharnos. "Tienes que decirme que me vaya. Esta mierda es una locura".

"Si me lo dices primero", le susurro. "¿Estás aquí por el trabajo en el bar?"

"Sí."

"Yo también. Estoy arruinado.

"Mismo. Estoy estudiando. Soy Kayla, por cierto".

"Mismo." Yo sonrío. "Soy abril".

"¿Qué estás estudiando?"

"Ley." Miro a mi alrededor con nerviosismo. "¿Es este lugar incluso legal?"

"¿Quién sabe?" Kayla se encoge de hombros. "Estoy estudiando medicina. En mi tercer año.

Sonrío, sintiéndome un poco a gusto. Kayla es atractiva y obviamente inteligente. "Aparentemente, pagan setenta libras por hora y trabajas turnos de diez horas". ella susurra

"Mierda, ¿en serio? Dios, me vendría bien eso.

"Yo también. Estoy viviendo en el basurero más grande de la Tierra".

"Bueno, estoy en el campus, y es literalmente el infierno".

"Hice eso mi primer año. Nunca más. Esperemos que ambos consigamos el trabajo para que al menos conozcamos a una persona".