Despreciable Alpha
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Capítulo 6 CAPITULO 6

El ritmo de mi respiración estaba cambiando rápidamente, no pude dormir ni un poco y no hago más que ver la hora en mi celular, tenía sed pero mi temor de encontrármelo me paraliza demasiado, las horas pasaban y sin darme cuenta era domingo por la mañana. Después de que se burlaba de mi cuando me dijo que me quitará la camisa y que yo lo hiciera, se río de mi y eso me dolió de alguna forma porque pensé que cuando me desnudara frente a un chico pensé que le gustaría verme y en cambio me llamó plana, tabla de planchar y se largó dejándome peor que antes al sentirme inconforme con mi cuerpo.

-¡Buenos días! Cuando veo a una niña de diez años me quedo desconcertada, "no era una niña de seis" froto mis ojos mientras intento no perder la cordura estando en esta casa, ella actúa como si nada hubiese pasado así que finjo no ver diferencia en ella y la saludo de la misma forma que ayer. Ella me propone desayunar juntas así que dije que ya bajaría, me di una ducha y vestí rápidamente, no tuve una buena noche y lo único que quiero es regresar a mi hogar y descansar con tranquilidad sin estar pensando que un chico maniático puede entrar en cualquier momento. Mientras bajo las escaleras escucho que skai venía corriendo, al bajar el último escalón estaba por ir a la cocina cuando de pronto una mano me cubrió la boca y otra me sujeta de mi estómago, asustada forcejeo pero al verlo frente a mí paso saliva y me quedo paralizada, su cabello rubio se encontraba desordenado, su mirada era intimidante pero al mismo tiempo causaba un sentimiento diferente, no se como describirlo, es... extraño. -Buenos días -mis ojos observan su rostro con fijeza -Parece que no dormiste bien anoche. -mi cuerpo se tensa cuando amenaza con besarme -Supongo que soy el responsable de tu insomnio. -Me tengo que ir. -No, hasta que yo lo diga. -Damián... La niña comenzó a llamarme repetidas veces, sus ojos ven hacia el recibidor donde ella se encontraba, cuando me mira nuevamente, ladea una sonrisa y me deja ir, no lo pensé dos veces para alejarme de él, al ver a la niña finjo que no pasó nada y la sigo detrás a la cocina. Cuando estábamos saliendo de la cocina después de prepararnos algo de desayunar, el entra y actúa como si yo no existiera para él, al verlo sobre mi hombro momentáneamente, la tensión se aleja de mi y puedo estar tranquila ya que parece que me dejara en paz. El timbre sonó así que abrí pensando que era los padres de Skay. Una de las porristas se encontraba en la entrada y al verme hizo su gesto odioso de desagrado por mi, la misma que me hace la boda imposible. -¿Y tú que haces aquí? -dijo al verme. -Yo... No termino de responder cuando ella me empuja y corre adentro, me quejo de dolor mientras observo como se abalanza sobre Damián y lo besa, sentí un vacío enorme en mi pecho al ver esa escena cursi de ellos, pero lo que más me molestó es que cuando la besa me mira a mi "¿Qué hace?" Skay al verlos hace una mueca de asco y me dice que mejor salgamos al jardín y estuve de acuerdo con ella porque no quería verlos, en especial a él. Iba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento la niña me tomó de la mano. -¿No te molesta o si?. -No. -sonrío al ver su cálida sonrisa. -A diferencia de tu hermano me encanta tu compañía. -Verdad que volverás a cuidarme. -ella baja su cabeza mientras camina y observa sus pies. -O crees que somos unos monstruos porque somos diferentes. -le pregunto confundida a que se refiere con diferente -Sabes de que hablo. Los recuerdos de ayer me persiguen nuevamente y al recordar el lobo negro gigantesco mi cuerpo se tensa, pero así como recordé al lobo, recordé al pequeño, detuve mi andanza y con temor le pregunté si hablaba de lo anoche y ella asiente. -Por favor... no le digas a nadie, no por el miedo que le tienes a mi hermano, si no por mi, me gusta que me cuides, eres bonita y agradable. Fuerzo una sonrisa ya que eso no es lo que piensa su hermano, me hirió y me llamó tabla de planchar. No quise hablar del tema pero le prometí que no diría nada y que volvería solo por ella y eso le dio felicidad Tenía curiosidad de saber más de ellos y de hacerme ver a mi misma que no estoy loca y que las cosas son como pienso. -Mi familia es especial, somos descendientes de los primeros lobos y podemos convertirnos desde los 6 años en lobos, los lobos convertidos o de rango inferior solo lo hacen al cumplir los 17, yo tengo la habilidad de ser una niña de seis después de convertirme en lobo, pero mi hermano... -¿Qué hay con él? -No. Olvídalo hablar de él es como invocarlo y estamos bien solas. ¿Jugamos a las escondidas solo nosotras dos?. Ella no parecía cómoda hablando de este tema así que no quise insistir más con eso y acepté complacerla. Como podría decirle que no a esa dulce carita de ángel que tiene así que yo comencé a contar esperando que ella se escondiera, al llegar al diez escuché que ella gritaba molesta así que fui corriendo hasta donde estaba cuando vi que la chica que vino hace a un rato la estaba tomando del brazo a la fuerza la empujé para que la dejara en paz. No se como tuve el valor de hacerlo pero lo hice, era mi deber cuidar de ella y no dejaría que le hiciera daño. -Estaba hablando con mi cuñada así que no te metas en esto. -Métete con alguien de tu tamaño porque no dejaré que la vuelvas a lastimar. -mi cuerpo se tensa cuando veo que sus ojos cambiaron de tonalidad. -Vamos Skay. -¡Tú no te vas a ir!. -Ella me toma del brazo y me quejo cuando me lastima. -Si te mató ahora, nadie lo sabrá. Rechino mis dientes al sentir que la fuerza de su agarre crece, pero una mano tomó su brazo haciendo que me soltara de inmediato y ahora es ella que se queja de dolor. Al verlo a él me quedé paralizada "me acaba de ayudar"

                         

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