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Al día siguiente Leonardo le dice a su hermosa hija que prepare la casa porque su nueva esposa llegará y que prepare una habitaciones más porque la señora tiene una hija y hay que hospedarla, Carmen y Elizabeth preparan la casa y las habitaciones para recibir a los dos nuevos miembros de la familia.
Leonardo: ya están aquí
Grito con alegría al saber que su esposa estaba llegando a casa
Elizabeth y Carmen salen para conocer a la nueva esposa de Leonardo una mujer elegante con un hermoso cabello negro ojos marrones piel bronceada y con un vestido elegante y su hija de cabello negro y ojos marrones y cintura delgada que vestia un vestido azul pegado a su cuerpo parecía una modelo de revista
Carmen: hija de dónde sacó tu papá a esas mujeres se notan que están acostumbrada a una vida lujosa
Elizabeth: tía el amor borra todo y seguro esa señora ama a mi papá y se va adaptar a esta nueva vida
Carmen pensó para si misma no lo creo, veo que se acerca una tormenta con la llegada de estás mujeres
Leonardo: hija te presento a Diana mi esposa
Elizabeth: mucho gusto
Diana: es un placer
la observa de pies a cabeza y dice para si misma es hermosa pero no tiene elegancia
Leonardo: ella es Débora la hija de
Elizabeth: hola seremos buenas hermanas
Débora: no lo creo
Leonardo: ella es Carmen una amiga de la familia ella me ayudó a cuidar de mi princesa
Carmen: hola señora
Diana ignora a Carmen y le dice a su esposo que está cansada y que quiere conocer su habitación, Leonardo la lleva a conocer su habitación y le dice a su hija que le muestre la habitación de Débora y ella asiente con la cabeza al entrar a la casa Diana y Débora hacen un gesto de disgusto al ver la casa vieja en la que van a pasar el resto de su vida después de vivir entre los lujos
Débora: mamá que es esto yo no puedo vivir aquí
Diana: hija no tenemos de otra tu padre nos dejó en la calle por sus deudas de juego y el muy cobarde acabo con su vida dejándonos y sin un solo centavo en los bolsillos, es esto o la calle
Débora: esta bien mamá pero quiero que me cumplas con lo q prometiste
Diana: hija ten calma te voy a conseguir a un marido millonario que nos saque de pobre
Débora: pero en este pueblo no creo q exista un hombre guapo y millonario
Diana: si existe hija ya lo encontraremos
Débora: mamá mi habitación es demasiado pequeña y la de la andrajosa esa es más grande yo quiero esa
Diana: hija la tendrás pero después por el momento confórmate con la que tienes